sábado, 26 de marzo de 2011

MÚSICA DE ARGENTINOS



¡¡¡ GRACIAS POR TU MARAVILLOSA HUMILDAD!!!

MÚSICA DE ARGENTINOS- VIRGINIA TOLA

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La soprano argentina Virginia Tola, dijo que "no esperaba semejante reconocimiento" tras cantar con Plácido Domingo
25 de marzo de 2011 • 16:50




Tola, oriunda de Santa Fe, exteriorizó su satisfacción por cantar ante unos 120 mil compatriotas en la Avenida 9 de Julio.

"Nunca esperó un reconocimiento en la Argentina. Fue una sensación de mucho amor", señaló la argentina en declaraciones formuladas a la prensa.

EL PERSONAJE


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SOCIOLOGÍA

¡La naturaleza no tiene termostato!

En fin, el paradigma científico de matriz eurocéntrica está fundado en un mito que está al servicio de la acumulación de capital que es el contexto en el que se viene desarrollando cada vez más. En un mundo donde la riqueza se cree mensurable cuantitativamente (por el dinero), los números no tienen límites y, por ello, no habría límites para la intervención en el mundo (natural y social). La idea de crecimiento, subyacente a la de desarrollo económico, aunque siempre atenuado por sus defensores, muestra por todos lados sus límites. Aclaremos, antes que algún gestor bien intencionado intente decir cuáles son los límites, que límite es el meollo de la política, el arte de definir los límites y, democracia es cuando todos participamos de ella.

Sabemos de los esfuerzos, muchos bien intencionados, dicho sea de paso, de aquellos que se dedican a la seguridad de las plantas de los hornos nucleares, de las plantas de las refinarías y de los pozos de petróleo, de los sistemas de navegación aérea y de todos los sistemas de alta complejidad. Una de las características más relevantes de los sistemas de alta complejidad es su imprevisibilidad. Así, caminamos en una paradoja: cuanto más introducimos una nueva variable, que bien puede ser una nueva información sobre un accidente aéreo, en un sistema complejo, más se aproxima éste a la realidad que, a su vez, es el mundo en su imprevisibilidad.

Sólo una creencia acrítica en la capacidad del sistema técnico para controlar el mundo puede explicar el hecho de que un país como Japón, situado en un cinturón de fuego, en contacto con innumerables placas tectónicas, tenga nada más y nada menos que 55 reactores nucleares como si esto fuera un detalle. Y, se observa, que la palabra tsunami inventada por los japoneses antes de la era científica y tecnológica, fue simplemente olvidada, tal vez, porque las aguas no pueden ser tan fácilmente controladas por la ingeniería. Recordemos que las primeras noticias de los terremotos y tsunamis que recién alcanzaron a Japón, orientadas por los intereses de los medios de comunicación, buscaban tranquilizarnos por la tradición arquitectónica de los japoneses de construir edificios que se balancean pero no se caen. Hasta que tuvimos que presenciar el trágico espectáculo de muertos o de casas y edificios completamente destruidos, algunos de ellos enteros, flotando en las aguas. Y, peor aún, saber que reactores, como los de Fukushima se han dañado y tantas vidas estarán amenazadas por décadas.

¡Basta de “vacas locas”, de gripe aviar, de gripe porcina, del DDT y del agente naranja que matan! ¡Basta ya de una ciencia sin consciencia! ¡Que el conocimiento deje de ser la caja negra protegida por el sigilo comercial de la propiedad privada! ¡Que se escuchen otras matrices de conocimiento que se forjaron con la naturaleza y no en contra de ella, como la de los campesinos, la de los pueblos originarios y no se desperdicien estas experiencias! ¡Que el sufrimiento de estas familias nos ilumine en esta dirección! ¡Nunca más Hiroshima! ¡Nunca más Fukushima!


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