jueves, 26 de enero de 2012

LA ONDA VERDE

Date: Fri, 26 Aug 2011 17:50:16 -0700 From: maria_iturrioz@yahoo.com.ar Subject: Rv: ONDA VERDE (sin desperdicio) To: d_alarcia@hotmail.com La Onda Verde En la fila del supermercado, el cajero le dijo a una señora mayor que debería traer su propia bolsa de compras ya que las bolsas plásticas no eran buenas para el medio ambiente. La señora pidió disculpas y explicó: "Es que no había esta onda verde en mis tiempos." El empleado le contestó: "Ese es nuestro problema ahora. Su generación no tuvo suficiente cuidado para preservar nuestro medio ambiente." Tenía razón -- nuestra generación no tenía esa onda verde en esos tiempos. En aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de gaseosas y las de cerveza se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la planta para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban. Pero no teníamos onda verde en nuestros tiempos. Subíamos las gradas, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio y oficina. Caminábamos al almacén en lugar de montar en nuestro vehículo de 300 caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer dos cuadras. Pero tenía razón. No teníamos la onda verde en nuestros días. Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables. Secábamos la ropa en tendederos, no en esas máquinas consumidoras de energía sacudiéndose a 220 voltios -- la energía solar y eólica secaban verdaderamente nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos. Pero esa señora está en lo cierto: no teníamos una onda verde en nuestros días. En ese entonces teníamos una televisión, o radio, en la casa -- no un televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo (se acuerdan?), no una pantallota del tamaño de un estadio. En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hagan todo por nosotros. Cuando empacábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no plastoformos o bolitas plásticas. En esos tiempos no encendíamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar el pasto. Usábamos una podadora que funcionaba a músculo. Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad. Pero ella está en lo cierto: no había en esos tiempos una onda verde. Bebíamos de una fuente cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas plásticos cada vez que teníamos que tomar agua. Recargábamos las plumafuentes con tinta, en lugar de comprar una nueva y cambiábamos las hojillas de afeitar en vez de echar a la basura toda la afeitadora sólo porque la hoja perdió su filo. Pero no teníamos una onda verde por entonces. En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o un ómnibus y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o caminaban, en lugar de usar a la mamá como un servicio de taxi de 24 horas. Teníamos un enchufe en cada habitación, no un banco de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales de satélites a kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más próxima. Así que ¿no les parece lamentable que la actual generación esté lamentándose por cuán botarates éramos los viejos por no tener esta onda verde en nuestros tiempos? Envíele esto a otra persona mayor a la que piense que le hace falta una lección sobre conservación de parte de un joven........... La Onda Verde
Del Correo electrónico.

¿POR QUÉ SE CAEN ALGUNOS EDIFICIOS ?

Foto: El Big Ben se inclina como la torre de Pisa. Foto: Gtres La famosa torre del reloj, el Big Ben, en el Palacio de Westminster de Londres se está inclinando y medios dijeron el lunes que el Parlamento se hunde hacia el río Támesis, generando temor sobre su futuro. La comisión de la Cámara de los Comunes, responsable del mantenimiento del Parlamento, un edificio neogótico del siglo XIX, tiene previsto reunirse el lunes. Los medios dijeron que la comisión discutirá un informe de un perito que podría recomendar el traslado de los legisladores para realizar reparaciones con un costo de hasta 1.000 millones de libras esterlinas. El diario Daily Telegraph dijo que otra propuesta podría ser vender el edificio a promotores inmobiliarios rusos o chinos por unos 500 millones de libras. Pero un portavoz de la comisión dijo que no existía ese informe y que sus miembros sólo se reunían para discutir el establecimiento de un grupo que estudie una renovación general a largo plazo del edificio diseñado por Charles Barry y Augustus Welby Pugin, uno de los monumentos característicos de la capital inglesa. "Creo que se llegó a la conclusión errada de que le vamos a vender a los rusos, pero ellos (la comisión) no hablarán de nada por el estilo", dijo el portavoz. La torre, de 96 metros de alto y que contiene la campana originalmente llamada Big Ben, está inclinada unos 46 centímetros hacia la izquierda de su cima. Un experto en construcción que trabajó en la italiana torre de Pisa y en un estacionamiento de varios pisos bajo el Parlamento en el centro de Londres, dijo que no hay nada de qué preocuparse y que tomaría unos 10.000 años para que el edificio llegue a un ángulo de inclinación preocupante. El profesor John Burland del Imperial College de Londres dijo que la inclinación tal vez existe desde la construcción del edificio en 1859.El Big Ben se inclina como la Torre de Pisa El Big Ben muestra una estampa un tanto inquietante. La famosa torre del reloj de Londres, en el Palacio de Westminster, se está inclinando 'a lo Pisa' y se hunde hacia el río Támesis.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------- EN BRASIL:Miércoles 25 de enero de 2012| por EFE - foto: EFE Un edificio se derrumbó la noche de este miércoles en el centro de Río de Janeiro sin que se haya informado del número de heridos ni de las causas del incidente. La Defensa Civil de la ciudad confirmó la existencia de heridos, pero no informó cifras concretas, según el canal de televisión Globonews. Un gran número de ambulancias y de vehículos de cuerpos de bomberos trabajan en labores de socorro a las víctimas en el lugar del accidente, en la calle Treze de Maio, según las imágenes exhibidas por la televisión. Un testigo, identificado como Demetrio da Silva, explicó a Globonews que se escuchó una fuerte explosión antes de que el edificio de unos 20 pisos de altura se desplomase parcialmente. Varios vehículos estacionados en los alrededores quedaron cubiertos por un manto de escombros. El lugar del accidente es el más céntrico de Río de Janeiro, una zona de edificios de oficinas y de tiendas, al lado del Teatro Municipal, muy concurrida en horario comercial. El hecho de que el derrumbe se haya producido de noche evitó una tragedia de grandes proporciones pues por la zona circulan de día miles de personas ------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Los Derrumbes Los problemas que presenta la inestabilidad de las laderas de las montañas, son uno de los peligros naturales más destructivos del planeta. Derrumbes, deslizamientos, flujos, reblandecimiento de terrenos y movimientos complejos ocurren día con día en cualquier parte del mundo de tal forma que cada año las víctimas y los daños materiales son incalculables. Este tipo de eventos puede originarse, por terremotos, lluvias intensas, descongelación de la nieve, pero el principal riesgo son los asentamientos humanos sobre minas de arena, en las laderas de las montañas que presentan diferentes grados de inclinación o por vivir al pie de ellas. Los mecanismos básicos de inestabilidad del terreno son: los caídos o derrumbes, los flujos, deslizamientos y las expansiones o desplazamientos laterales de los terrenos. Los caídos o derrumbes, son movimientos repentinos de suelos y fragmentos aislados de rocas que se originan en pendientes abruptas u acantilados, por lo que el movimiento es de caída libre, rodando y rebotando y suelen presentarse mayormente en las carreteras. Los flujos, son movimientos del suelos y/o fragmentos de rocas ladera abajo, en donde las partículas, granos fragmentos tienen movimientos relativos sobre una superficie de falla. Los más importantes son los de lodo, las avalanchas de suelos y rocas, los lahares, que se originan en el talud de un volcán y los deslizamientos de varias capas de un terreno. Las expansiones o desplazamientos laterales, que son movimientos de masas en pendientes muy suaves. Los movimientos complejos, que son resultado de cambios en los movimientos iniciales y cambian al ir desplazándose ladera abajo. Las avalanchas de rocas y flujos deslizantes son las más frecuentes y ocasionan grandes pérdidas. Algunos de estos fenómenos también son obra del ser humano, al construir carreteras o “volar”, parte de las montañas para construir asentamientos humanos, actividades mineras mal planeadas, deforestación, extracción excesiva de aguas subterráneas o excavaciones en sitios de riesgo. Entre los aspectos que una persona debe tomar en cuenta para poder identificar indicios de inestabilidad en los terrenos, están: - Presencia de manantiales, filtraciones o suelos saturados en áreas que generalmente no están húmedas. - Desarrollo de grietas o abultamientos en el terreno, ya sea natural o artificial. - Movimiento de suelos que dejan al descubierto cimentaciones de estructuras. - Estructuras que se han movido o inclinado con el tiempo. - Inclinación y/o agrietamiento de pisos y cimentaciones de concreto. - Ruptura de tubos de agua y otras estructuras subterráneas. - Inclinación de postes telefónicos y/o eleécticos, árboles, muros de contención o cercas. - Carreteras que se hunden súbita o frecuentemente. - Incremento rápido del nivel de agua de un arroyo y presencia de agua turbia. - Descendimiento rápido de los niveles de agua a pesar de estar lloviendo. - Desajuste de puertas y ventanas y espacios visibles entre ellos. Los flujos de lodo y escombros, pueden contener además toneladas de basura y materiales y mobiliario que van arrastrando, lo que las hace todavía más peligrosas. Fuente: CENAPRED -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Publicación: 27/08/2011 Temática: Urbanismo SE CAE Y NO SE LEVANTA Derrumbes: peligro de muerte Construcción descontrolada, permisos dudosos, empresarios inescrupulosos, habilitaciones sospechadas y falta de control: una combinación letal que en sólo un año se cobró seis vidas en la Ciudad. En el mes de agosto, en 20 días hubo tres desplomes. Por Clarisa Ercolano Compartir | 11 Palermo, Villa Urquiza, Mataderos, tres barrios porteños en los que los derrumbes se cobraron vidas. Las dos chicas muertas en el boliche Beara, las tres personas que perecieron en el gimnasio Orion Gym y el obrero que murió en una obra. Seis en total, en casi doce meses. Pero viendo las estadísticas, casi podría decirse que Dios posa su mano sobre Buenos Aires para que las muertes sean tan pocas en relación con los hechos que se producen. Por caso, el pasado viernes 12, luego del temporal que azotó la Ciudad, los cielorrasos de al menos cuatro aulas de una escuela de Barracas se derrumbaron, según lo denunció el legislador porteño Francisco “Tito” Nenna y la comunidad educativa en su conjunto. Ese mismo día se produjo otro derrumbe, esta vez en una obra en construcción en el barrio de Floresta. La cifra preocupa, ya que, este mes, en 20 días hubo tres derrumbes en la Ciudad de Buenos Aires. En promedio, uno por semana. Números alarmantes, más aún si se tienen en cuenta las denuncias de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), que semanalmente viene advirtiendo con carácter de urgente al Gobierno porteño sobre riesgos en al menos cinco obras y excavaciones distintas. La Escuela Nº 3 Bernardo de Irigoyen (Barracas) había recibido el certificado de finalización de obra hacía una semana. Sin embargo, el día del último temporal, pasadas las 11 de la mañana, la directora notó que se comenzaba a acumular y filtrar agua en los flamantes cielorrasos y, para el mediodía, hora de salida de los niños del turno mañana, los techos comenzaron a caerse. Cuestión de minutos para que la historia hubiese sido trágica. Ese mismo día, un hombre de 68 años resultó herido tras quedar atrapado por el derrumbe de un edificio en construcción en Campana al 200, casi Bacacay. La edificación había sido denunciada en tres oportunidades por la Uocra al Gobierno porteño y finalmente pasó lo que el sindicato había venido anunciando. Una semana antes, el barrio de Villa del Parque se conmocionó. En la tarde del lunes 1 de agosto se desplomó un predio ubicado en Baigorria al 2400. Como consecuencia, hubo dos jóvenes, de 26 y 29 años, heridos que fueron derivados al hospital Tornú. Según se informó en su momento desde el cuartel local de Bomberos de la Policía Federal, el colapso se debió a que una pared de un predio en construcción se cayó y dejó heridos a dos obreros: uno con politraumatismos y otro con una de sus piernas quebrada. La tragedia, en cambio, sí se hizo presente en el barrio de Mataderos el pasado 2 de mayo, cuando un obrero de la construcción falleció luego de sufrir la caída sobre su cuerpo del hormigón que se estaba colocando sobre una losa, en una obra ubicada en Juan Bautista Alberdi al 6400. En este caso nada se pudo hacer, ya que la persona perdió la vida casi en el acto. Sin embargo, algo se podría haber hecho antes: otra vez la Uocra había denunciado deficiencias en la obra. Según un comunicado que emitió el sindicato, “que no tiene facultad de policía laboral” –según aclaraba en el texto–, se denunciaron los incumplimientos ante el organismo responsable de control e inspección del Gobierno porteño que, por la cantidad y gravedad de los incumplimientos advertidos, debió haber realizado el control de manera inmediata y, eventualmente, haber clausurado la obra, evitando el accidente que concluyó con el fallecimiento del trabajador. Como quedó de manifiesto, no fueron escuchados una vez más. Hace poco, el 9 de agosto, se cumplió un año del derrumbe de Orion Gym en Villa Urquiza, en donde tres personas murieron. Por este caso, aún no hay un solo procesado. El local colapsó luego de que una excavadora que trabajaba en una obra lindera afectara los cimientos del edificio. Hubo tres víctimas fatales y once heridos. Una pericia de Bomberos había determinado en noviembre de 2010 que los constructores no habían tomado las medidas necesarias para evitar dañar las estructuras del gimnasio al realizar la excavación. Los implicados fueron tres: Guillermo Heyaca Varela, el ingeniero a cargo de la obra; Daniel Menta, el dueño de la constructora, y José Pataro, el dueño de la excavadora. Todos fueron procesados por “estrago doloso”, pero cuatro meses después la Cámara del Crimen revocó la medida. El Gobierno porteño intentó presentarse como parte querellante en la causa, pero la Justicia lo rechazó por considerar que podría resultar imputado. Cabe recordar que en ese barrio, solamente en 2010, se aprobó la construcción de obras por un total de 152.881 metros cuadrados, una cifra solamente superada por Palermo. Noticias Urbanas conversó con un vecino, quien, además, se dedica al periodismo barrial. Él aseguró que en la zona “se construye al voleo, se ven obras sin los carteles que indican un permiso para construir, y las multas de clausura son irrisorias. Se pagan y todo sigue como si nada”. Además, advirtió: “Sin ir más lejos, estamos todos preocupadísimos por una excavación que se está haciendo junto al Jardín de Infantes Nº 4, en Blanco Encalada al 4900 esquina Colodrero, que desde que arrancó ya tiene fisuras grandes en las paredes. Si pasa algo que no digan que no avisamos”. La noche del 10 de septiembre de 2010 nada tuvo de fiesta Todavía por la mañana podían verse a adolescentes que caminaban con la vista perdida y alguna que otra venda por las inmediaciones de Beara, el boliche de Palermo que se derrumbó interiormente y que cobró la vida de dos chicas que murieron cuando el entrepiso del lugar se les cayó encima. Como tantas otras veces, la tragedia también había sido anunciada: en este caso, la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (Agcba) había advertido en un informe anterior al derrumbe que, en la Ciudad, la cantidad de inspectores encargados de controlar los locales bailables y dedicados a fiestas y eventos era “insuficiente”. “Las habilitaciones otorgadas permiten concluir que no fue eficaz ni eficiente la gestión de los trámites llevados a cabo por la Unidad de Organización en el período auditado”, precisa el parte final que nadie tuvo en cuenta. Además, se señalaba la inconsistencia de datos entre los trámites ingresados y las habilitaciones otorgadas y la carencia de un sistema de registración y seguimiento. Junto a las construcciones, los locales de baile o de diversión nocturna siguen siendo otro foco donde las cosas, literalmente, se atan con alambre. En virtud de lo sucedido en Beara, el diputado Fernando Sánchez (Coalición Cívica) había alertado sobre “más de 100 locales que están mal habilitados y conllevan peligro para la gente. Controles y habilitaciones siempre fueron cajas y lo siguen siendo en el gobierno de Macri. Ahora se las reparten entre sus funcionarios”. Sin lugar y sin control Más allá de las culpas repartidas entre políticos y empresarios, las cifras hablan a las claras de por qué se cae la Ciudad: el 10 por ciento de toda la construcción de la Argentina fue en cinco barrios porteños. Gustavo Desplats, coordinador de Proto Comuna Caballito, señaló que desde 1947 se incrementó en 145.730.000 metros cuadrados la capacidad edilicia construida de la Ciudad. Eso equivale a 1.500.000 de departamentos de 100 metros cuadrados. Pero, paradójicamente, no creció en habitantes. En realidad, bajó un 10 por ciento. “La Argentina tiene 17 habitantes por kilómetro cuadrado, Caballito casi llega a los 30 mil. La Ciudad tiene un promedio de casi 16 mil habitantes por kilómetro cuadrado. Sobre los 38,8 kilómetros cuadrados de los barrios de Villa Urquiza, Caballito, Palermo, Puerto Madero y Belgrano se construyó el 50 por ciento de todo lo construido en los últimos nueve años en la Capital. El nivel de concentración es indignante y crítico”, alertó Desplats a Noticias Urbanas. Ante este cuadro, el Gobierno porteño continúa sin aplicar la Ley 3.562, que regula las inspecciones en demoliciones y excavaciones, que fue sancionada por la Legislatura luego de Beara. La Agencia Gubernamental de Control (AGC) es la autoridad de aplicación. Actualmente, admitió estar en la etapa de “formación de los consejos de profesionales”. La diputada kirchnerista Silvina Pedreira, que preside la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura porteña, declaró a principios de mes que el Ejecutivo no implementaba medidas “trascendentes” y que tampoco lograba “ordenar la recepción de denuncias, que siguen dispersas”. En este sentido, el diputado nacional Dante Gullo (Frente para la Victoria) presentó un proyecto de resolución para que Macri informara sobre la cuestión de los derrumbes. La moción fue elevada hace un año, luego del derrumbe del gimnasio de Villa Urquiza.
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