miércoles, 16 de abril de 2014

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La epidemia de "los ninis" amenaza a todos los hogares.


APORTE DE LILIANA GARCIA
La epidemia de "los ninis" amenaza a todos los hogares. Pon el tuyo en cuarentena Una terrible epidemia se propaga entre nuestra juventud, entérate y prepárate para administrar la única vacuna de fabricación casera: ¡el MOTEX! Share Tweet Pin Post Emma Sánchez Feb 12, 2014 | 280,212 views | 4,735 shares El virus El concepto “nini” designa a los jóvenes cuya edad está entre los 14 y los 29 años y que, por frustración o consentimiento paterno, han decidido ni estudiar ni trabajar. Esto causa una serie de problemáticas que están afectando el plano familiar, y los entornos económicos y sociales de diversos países. El origen de la epidemia Durante los últimos 30 años a nivel mundial se han vivido y experimentado las consecuencias de crisis económicas, desempleo y falta de capacidad de muchos gobiernos para responder a las necesidades de la población, desde lo básico hasta lo que tiene que ver con la educación y el trabajo. El fenómeno social de la aparición de los “ninis” se da, en su mayoría, dentro de las clases medias y altas, pues curiosamente los muchachos de estos estratos sociales tienen asegurado el alimento, el techo, el vestido e incluso las diversiones; es decir, sus padres les sostienen este estilo de vida y el esfuerzo de parte del joven, por consiguiente, carece de sentido. Esta nueva epidemia de "los ninis" amenaza a todos los hogares, incluido el tuyo por supuesto; ponlo en cuarentena. ¿A qué se debe este fenómeno? Hay muchos factores, pero solo dos son constantes en todos los casos: La frustración del joven y la falta de exigencia y tolerancia por parte de sus padres. Los síntomas Son propensos a convertirse en “ninis” los muchachos que: No tuvieron orientación vocacional adecuada y no saben qué estudiar. Los rechazados de las instituciones educativas y que, por decepción, abandonan el estudio. Los que al estudiar una carrera la dejan por cualquier motivo. Los que teniendo padres con un excelente nivel económico piensan que tienen el futuro asegurado, y que no necesitan trabajar o estudiar. Los egresados universitarios que al no encontrar empleo pronto se resignan a no trabajar ni a seguir estudiando. Las mujeres cuya educación y metas han sido limitadas a “esperar casarse”. La vacuna Es gratuita, se llama MOTEX (MOTIVACIÓN y EXIGENCIA) y se administra diariamente en grandes dosis desde el nacimiento hasta la adultez. Comienza a administrarla en tu hogar bajo las siguientes prescripciones: No premies a tus hijos con grandes regalos por estudiar, ese es un privilegio y un deber, si a un pequeño le prometes una tableta para que haga las tareas, ¿con qué lo vas a sobornar para que termine la preparatoria? no te hacen un favor al ir a la escuela. Su recompensa es su satisfacción personal por cumplir, las palabras de aliento, las cartas que les escribes con el corazón, tu trabajo a su lado para hacer las tareas, pero nunca regalos caros o materiales. Cada vez son más los padres que obsequian a sus hijos dispositivos electrónicos sofisticados, costosos y complejos, que no tienen la capacidad de valorar; y si a un pequeño le prometes una tableta para que haga las tareas, ¿con qué lo vas a sobornar para que termine la preparatoria? háblales de una carrera, de un trabajo, de cómo ellos bendecirán la vida de otros con su esfuerzo y trabajo A tus hijos, desde pequeños, incúlcales un ideal de vida, un sueño, una ilusión; háblales de una carrera, de un trabajo, de cómo ellos bendecirán la vida de otros con su esfuerzo y trabajo; inspíralos con las historias de los abuelos y sus grandes esfuerzos; anímalos a lograr pequeñas metas y enséñales a reconocer eso que sienten cuando consiguen las cosas por sí mismos. Los jóvenes deben de anhelar trabajar y ganar “su dinero” para beneficio propio; enséñales a no abandonar las tareas, a concluir y terminar y cerrar etapas y actividades, a no huir Incentívalos a trabajar, a ser buenos empleados, a ser puntuales. Muchos jóvenes no saben ni siquiera llenar una solicitud de empleo, o presentarse ante un nuevo trabajo, vestir de manera apropiada, ser puntuales y responsables, ser acomedidos o hablar de forma correcta al solicitar empleo, de ahí que no los contraten; esas son habilidades que se enseñan en casa. Si como padres no establecemos expectativas altas para nuestros hijos, ellos no podrán descubrir su maravilloso potencial Cuando nuestras hijas iniciaron la educación preparatoria anunciamos las nuevas reglas para esa y las siguientes etapas de vida que vendrían: entre otras, quedamos claros que al terminar la escuela, ellas tendrían que encontrar trabajo y matricularse en alguna universidad o carrera técnica; que no se les pagarían estudios superiores y, de no esforzarse, no habría lugar para ellas en casa. Y que al trabajar tendrían que contribuir con el gasto familiar con un porcentaje de sus ingresos. ¿Medidas drásticas? No lo creo. Ellas lo lograron sin nuestra ayuda y superaron nuestras expectativas y créanme, no hay mayor satisfacción que el saber que nuestros hijos son buenas personas, útiles y de trabajo. Si como padres no establecemos expectativas altas para nuestros hijos, ellos no podrán descubrir su maravilloso potencial. Tú, mejor que nadie, sabe cómo motivar (repito MOTIVAR, no sobornar) a tus hijos y hasta dónde y cómo EXIGIRLES, porque si los dejas en total libertad y comodidad tendrás hijos cuarentones solteros, plácidamente instalados en tu casa sin ganas de salir y enfrentar la vida, y tú sirviéndoles y haciéndote responsable de ellos, en el mejor de los casos; porque hay otras opciones, las drogas y la delincuencia organizada, por ejemplo, y esas sí son palabras mayores. Evítales y evítate sufrimientos innecesarios. Recuerda que la mejor cura es la prevención. El punto de vista del autor no necesariamente representa la opinión editorial