martes, 27 de mayo de 2014

HISTORIA DEL DIARIO "PÁGINA 12"


El caso Página/12 Durante algunos meses se preparó en una oficina de cuatro ambientes y dos líneas telefónicas ubicada en Lavalle y Montevideo, escandalosamente pequeña para todos los que pretendían aposentarse en ella. El director, Jorge Lanata, seleccionaba a su futuro personal en la confitería La Ópera, de Corrientes y Callao, y escribía síntesis de los propósitos del diario en servilletitas de papel. Todo era muy precario. Adriana Schettini fue una de las primeras en incorporarse. Conocía a Lanata de El Porteño y de Radio Belgrano. Ella, Ricardo Ibarlucía y Sylvina Walger compusieron el elenco inicial de la sección "Cultura". "Fue muy lindo vivir ese tiempo, que tenía el entusiasmo fascinante del romance que recién empieza. No había teléfonos suficientes pero no importaba, porque nos íbamos a hablar a los bares vecinos desde teléfonos públicos y de paso aprovechábamos para ir a hacer pis porque en los baños de la oficina revelaban los fotógrafos. Faltaban máquinas de escribir, escritorios, sillas, papel, pero sobraba pasión", recuerda Schettini en 1996. El martes 26 de mayo de 1987, exactamente cuando el personal de La Razón llegaba a su décimo séptimo día de conflicto, apareció el primer número de Página/12. En un clima político complicado por las acechanzas propias de cualquier etapa de transición, con Alfonsín expuesto a una situación económica crítica y a asonadas como la que en la reciente Semana Santa le habían planteado militares nacionalistas, aparecía un diario distinto de todos los que se tiraban en ese momento. En su edición inicial había llegado a los 30.000 ejemplares, de los que se vendieron 26.000. Se barajaron centenares de marcas: El Diario de Buenos Aires, La Jornada, Repórter, pero como varios de los números cero habían tenido 12 páginas, alguien, desde la obviedad pero también desde la sensatez, tiró la preguntita: "¿Y si le ponemos Página/12?". Así se hizo, aunque para la desorientación general el primer número salió a la calle con 16 páginas. Planes y centellas Jorge Lanata y Ernesto Tiffenberg, que venían de hacer una resonante etapa de El Porteño, planearon el contenido de un diario que se proponía "evitar el bombardeo informativo" de los grandes matutinos compartiendo la filosofía periodística de que sólo hay un puñado de novedades diarias que merecen ser registradas y que el resto es relleno. Página/12 ofreció de entrada costados distintos, como información sobre grupos minoritarios e influyentes en la sociedad -gays, lesbianas, feministas, ecologistas, psicoanalistas y militantes de los derechos humanos-; con buen criterio recuperó la importancia de dos secciones poco a poco relegadas en otros medios, "Educación" y "Universitarias", así como tomó entre sus banderas permanentes el análisis y marcha de asuntos como la Justicia, los militares (que venía junto con la revisión del pasado reciente) y la corrupción en el mundo político. Otros periodistas sumaron su aporte al modelo final del diario. Osvaldo Soriano introdujo conceptos de la prensa francesa, como el buen nivel de escritura de Liberation, la eficacia de sus títulos coloquiales y su forma de inserción social, temas que había conocido al dedillo durante su exilio europeo. Horacio Verbitsky sugirió que un diario así podría ser importante como vigía del sistema democrático, para controlar su marcha, verificar su desarrollo, cuestionar sus flaquezas y reprobar sus excesos. Todos coincidían en que debía llegarse al cumplimiento de esos objetivos apelando a un lenguaje más directo, sin solemnidad y con humor. El diseño de Oscar Iglesias tuvo originalidad e identidad desde el primer número, en especial por esa pantalla que es la tapa de Página/12. El resto lo hizo una redacción muy joven, de un promedio de 30 años, que pensaba, escribía y titulaba con desenfado; y el aporte de un inversor como Fernando Sokolowicz (dueño de una empresa familiar de maderas y que durante la dictadura fundó el Movimiento Judío por los Derechos Humanos), que dispuso de un millón y medio de dólares para sostener los años iniciales del diario. En 1996, desvinculado de la dirección y de la empresa desde 1994, exitoso ahora con un programa periodístico de TV, Jorge Lanata revela: "A Fernando Sokolowicz siempre le dije que era un buen negocio. Y me creyó. En ese tiempo, tal vez porque era el momento de la teoría, juro que a mí las cuentas me cerraban. Después no cerraron más y se perdió mucha guita durante dos años". Concebido como diario pluralista y progresista, Página/12 fue encontrando su propio camino, al tiempo que provocaba preocupación y movimiento en su competencia diariera. Basado en audacia, falta de censura, aprovechamiento máximo de la libertad de expresión disponible, fuerte compromiso con la democracia y con su afianzamiento, tratamiento de temas que ningún otro diario tocaba, su estilo se difundió por todos lados y preocupó al poder en tiempos de Alfonsín, y más aún en los de Menem, cuando aumentaron las ocasiones de criticar ciertos manejos de la clase política. El diario sufrió atentados, amenazas; se le hicieron enorme cantidad de juicios y algunos boicots publicitarios. Cuenta Lanata que recién se dieron cuenta de "habíamos hecho un diario" cuando una noche, después del cierre, caminaba con Tiffenberg por el centro y escucharon a los diarieros que voceaban La Nación, Clarín, Crónica, Ámbito y Página. Cuidado con el perro Cuando le preguntan el porqué de su apodo, "El Perro", sonríe ligeramente y admite con ironía: "Supongo que por mi buen carácter". Horacio Verbitsky, alias "El Perro" Verbitsky, es una de las presencias más características de Página/12, con sus notas habitualmente de doble página con investigaciones meticulosas. Es, además, como consideró el sociólogo Roberto Jacoby, "el caso de un periodista como figura social". En 1987 puso en apuros a la Corte Suprema denunciando a Augusto Belluscio, uno de sus miembros; también con sus informaciones desde el diario contribuyó a postergar los ascensos de varios militares en cuyos pasados figuraban la tortura y una liberación por la Ley de Obediencia Debida. Desde los números iniciales de Página/12 investigó a los grupos económicos enriquecidos durante la dictadura, ahondó en la complicidad de la Iglesia con la masacre, denunció a grupos de conspiradores carapintadas y a sus instigadores civiles, y comenzó a vislumbrar lo que llama el "desguace" del Estado, que se inició con tibieza durante el alfonsinismo y que llegó a su apogeo con el menemismo. ¿Qué tuvo de malo Página/12? • Consintió en exceso su condición de segundo diario. • En ocasiones, exageró en la tendencia de ficcionalizar la información, resintiendo justamente el contenido informativo. • Por momentos, sus ediciones quedaron excesivamente supeditadas a lo que traía en la tapa y en las páginas 2 y 3. • Frustró a los que pensaban que su sección "Internacional" traería lo que ningún otro diario argentino da en ese terreno. • Si bien todos los medios manejan una cuota alta de arbitrariedad y de sobreentendidos, a Página/12 se le hizo por momentos muy evidente su equipaje de amores y odios, de inclusiones y exclusiones. * * * Lo diferente en Página/12 • Un estilo periodístico en el que las notas de denuncia tomaban el lugar de la simple crónica de los hechos. Importancia de las columnas de opinión firmadas. Cabezas eminentemente informativas, en las que el periodista resume en no más de veinte líneas lo que luego desarrolla en la nota. Títulos con humor, irreverencia o ironía, basados tanto en paráfrasis de nombres de películas como en dichos populares. • Recuadro de tapa: historia muy bien narrada en pocas líneas que, primero en la jerga interna del diario y después afuera, se conoce como "pirulo de tapa". • Chiste-editorial, en tapa, de Rudy y Paz, que retoma la mejor tradición del humor político y popular. • La tapa, que ofrece con un estilo vibrante e ideas gráficas distintas (desde dibujos a fotos especialmente producidas, desde resoluciones tipográficas a fotomontajes), los materiales de las páginas 2 y 3. • Único medio en donde se podían encontrar colaboraciones de Osvaldo Bayer y Juan Gelman, de Mario Benedetti y Eduardo Galeano, de Tomás Eloy Martínez y José María Pasquini Durán, de Eduardo Aliverti y Osvaldo Soriano. • El diario no creció en páginas, pero sí en suplementos: el "No", para competir con el "Sí", de Clarín; "Sátira/12", humorístico; "Cash", de economía; "Futuro", sobre ciencia y técnica, y otros que dejaron de aparecer como "Primer Plano" y "Verde". • Trataba a fondo únicamente las principales noticias del día, calculadas en cinco o seis. • Como ocurría con La Opinión en la década del 70, no aparecía los lunes, para evitar el fuerte requerimiento de personal que exige cubrir la jornada deportiva. • En sus páginas imperaba el clima de debate y polémica admitiendo diferencias de opinión entre el director y sus redactores o entre los columnistas. • En la información forzaba los límites de lo que se podía decir y la forma de decirlo, en lo que llegaría lo más lejos posible. • Daba un importante lugar al periodismo de investigación y de denuncia. * * * En primera persona Horacio Verbitsky : "Página crea nuevas formas de legalidad en el periodismo argentino. Cosas que eran transgresiones inadmisibles pasan a ser recursos cotidianos, admisibles, respetados y exitosos. Y eso tuvo efecto sobre la prensa escrita, sobre el resto de los medios e influyó hasta en el cambio de estilo de Mariano Grondona. Son importantes los cambios formales que el diario provoca: trata de modo cáustico y crítico los temas centrales del país y Lanata les imprime el humor de la GeneraciónX." "Otra de las innovaciones [de Página/12] es la falta de reverencia con que el diario se dirige 3 los factores de poder. Históricamente, la prensa argentina había sido muy condescendiente -por no decir 'obsecuente'- con las grandes empresas, con los poderes establecidos, con las instituciones sacrosantas de la nacionalidad." "Página/12 tiene un compromiso básico con el lector y con la democracia. Lanata lo ha explicado muy bien.- Página es el único diario que no saldría al día siguiente de un golpe militar. El compromiso del diario con la democracia es una cuestión de vida o muerte." * * * En primera persona • Jorge Lanata: "Para encontrar el origen de Página/12 habría que remitirse a una sección de El Porteño cuando funcionaba como cooperativa. "The Posta Post" se desplegaba en las cuatro páginas centrales y estaba escrita y diagramada como un diario con noticias de contrainformación. Recuerdo haberle dicho a Tiffenberg: '¿Y si hacemos un diario así?' Se empieza a discutir como un diario de cuatro a ocho páginas, pero a medida que íbamos desechando diagramas nos dábamos cuenta de que íbamos a necesitar por lo menos 12 páginas. Sin embargo, ya cuando salió tenía 16. Lo que más le preocupaba a la gente era '¿y por qué le habrán puesto Página/12 si tiene 16?'. "Página retoma una tradición del periodismo de los años 60 que tenía que ver con la investigación, con la información y, por algún vínculo lateral, con la literatura. Pero para mí en lo que más renovó Página fue en las formas. Probó que variarlas al infinito no obliga a cambiar el contenido. Demostró que se podía hacer algo serio y comunicarlo de manera cada vez diferente. La crítica que le puedo hacer es que fue un diario desparejo, que en relación con los diarios tradicionales mostraba que estábamos vivos porque nos equivocábamos y esas cosas. Pero también era una desventaja, porque después de un número del que hablaba todo el mundo la redacción se aflojaba y tenía la sensación de que teníamos que empezar de nuevo. Lo mejor que puedo decir es que comprobé que a Página se lo odia y se lo ama como si fuera una persona. Eso me hace acordar de lo que se decía: que éramos el segundo diario. Más precisamente creo que establecimos con el lector una relación de amantes. O sea: el tipo compraba Clarín o La Nación pero se acostaba con Página. Durante algún tiempo fuimos primer diario en aquellas ocasiones en que el lector necesitaba saber más. "En 1994 decidí irme del diario que empecé a dirigir a los 26 años. Y hace muy poquito que puedo verlo con cierta distancia o que se me dejaron de ocurrir ideas de tapa. A veces hablo de Página y tengo la sensación de que me hubiera ido hace treinta años. Y no fue hace tanto. Qué loco." Libro Paren las rotativas. Una historia de grandes diarios, revistas y periodistas argentinos (1920-2000), de Carlos Ulanovsky, publicado en 1997. Reeditado y actualizado en el 2000.
--JORGE LANATA-FUNDADOR