miércoles, 29 de julio de 2015

El Amanecer, una novela de Ricardo M. Rojas


https://puntodevistaeconomico.wordpress.com/2013/12/13/el-amanecer-una-novela-de-ricardo-m-rojas/ El Amanecer, una novela de Ricardo M. Rojas PORT. EL AMANECER 31-10-13_PORT. EL AMANECER 31-10-13Hace algunos años tuve la oportunidad de entrevistar al autor de El Amanecer, y al consultar por ella, recibí una respuesta que la define: Es una versión argentina de ‘La Rebelión de Atlas’, adaptada a los problemas básicos por los que pasó el país en la década en la cual trabajé en ese libro, y sobre todo, incluyendo algunos problemas que se vinculan con el derecho y la política.[1] Me parece apropiado entonces iniciar esta introducción con un breve comentario acerca de esta “novela madre”, escrita por la filósofa y escritora Ayn Rand, en 1957.[2] “La Rebelión de Atlas” cuenta con unas 645.000 palabras y alrededor de 1300 páginas, pero a pesar de su extensión, ha impactado a millones de lectores de distintos países y generaciones, aspecto que seguramente continuará en el tiempo, si uno considera las recientes traducciones a nuevos idiomas, o bien, la adaptación que se hizo de la novela a una película de Hollywood.[3] El propio Ricardo M. Rojas resumía el contenido de esta novela en la misma entrevista: La Rebelión de Atlas tiene importantes enseñanzas económicas: muestra cómo el proceso de producción de riqueza tiene una única fuente: la mente humana aplicada a una tarea productiva. Que cuando los productores dejan de producir el mundo se paraliza, que la productividad y la generación de riqueza encierran en sí mismas un alto valor moral, y que en las sociedades libres, precisamente la moneda representa ese valor. Por eso es que se ha dicho que este libro plantea qué ocurre cuando las personas realizan la única huelga que jamás se ha hecho explícita en el mundo: la huelga de cerebros. Qué pasa cuando los productivos se niegan a continuar produciendo. Y las derivaciones para el estudio de la economía que surgen de esta idea son impresionantes. [4] Desde hace décadas, las dictaduras y democracias ilimitadas se sucedieron en la Argentina -y también en otros países de América Latina- cercenando total o parcialmente la libertad individual, la propiedad privada y la economía de mercado, y dejando al país en una ruina constante.[5] Ricardo M. Rojas recibió muy temprano el impacto y la influencia de aquella novela y pensó en lo importante que sería adaptar la fuerza de esas ideas a las circunstancias de la región. Esta novela hace precisamente esto, iniciando con la elección democrática de un nuevo Presidente, Antín, que se acomoda como “político perfecto”, de buenas intenciones, “capaz de hablar a los socialistas sobre las ventajas de su plan de bienestar social, a los demócratas sobre las bondades del gobierno de la mayoría, y sobre deberes morales a los conservadores”, pero especialmente liberando al pueblo “de la pesada carga de tomar decisiones”. Entre sus personajes aparece también Simón Varela, “el anciano Vicepresidente […] quien sabía que no tendría participación alguna en las decisiones, pero quería contemplar los acontecimientos de cerca y figurar en los libros de historia.” Leonardo Lagos, Presidente del Partido Capitalista, viene a ser un enemigo acérrimo del gobierno electo. Excesivamente frío, exigirá explicaciones racionales a sus adversarios políticos y periodistas, mientras insiste una y otra vez que “la única función del gobierno es proteger los derechos”.[6] Joaquín Irusta refleja al empresario creativo, innovador, generador de riqueza que en definitiva mantiene la estructura social de aquella mítica Argentina. Por supuesto no es el único, pero en la novela es quien debe enfrentar a los sindicatos y ceder espacios de decisión que poco a poco lo van conduciendo a la ruina, mientras enfatiza que la riqueza no es un stock que hay que repartir, sino un flujo que hay que crear. José Montiel tuvo un paso muy breve por la justicia penal, cuando advirtió que la Ley no podía ser cuestionada, sino sólo obedecida, y cuando observó que el Derecho y la Legislación no siempre van por el mismo camino. Para no cometer injusticias, entendió rápidamente que debía dar un paso al costado. En su lugar, ocupó una banca en la Cámara de Diputados, como representante del Partido Capitalista, incomodando “a quienes se suponían sus pares, pues violaba el código secreto de aceptaciones y silencios que gobernaba al Congreso”. Sus preguntas eran siempre incómodas: “¿Qué es? ¿Cómo puedo saberlo? ¿Qué debería hacer en consecuencia?, y en relación con los demás: ¿Ha sido un trato voluntario? ¿Quién paga por ello?” Diana Morris ataca al gobierno desde los medios con mucha impiedad. Entendía con claridad que los medios eran un campo de batalla para las ideas y los principios. Había tenido que dejar el país cuando una bomba destrozó su departamento, aunque decidió regresar apenas hubo cambio de gobierno. Enemiga del oficialismo, fue perseguida e investigada, pero fue protegida al comienzo por cierta Libertad de Expresión, en la que el nuevo Presidente Antín decía creer. Podrá pensar el lector que la novela trata de un grupo de valientes representando a una minoría cuyos derechos son avasallados. Pero no. Es mucho más que eso. Mario Vargas Llosa reflexiona acerca de la literatura, y afirma que ésta “no documenta la realidad, la transforma y adultera para completarla, añadiéndole aquello que, en la vida vivida, sólo se experimenta gracias al sueño, los deseos y a la fantasía”.[7] La historia sufre entonces un quiebre, entre la realidad y la fantasía, cuando Juan Adams, vecino, amigo y socio de Lagos, descubre una isla que lo cambiará todo. “En ese archipiélago se formará la primera sociedad auténticamente libre de la tierra, perfecta, tal y como la soñamos en nuestra adolescencia […] El archipiélago es el último refugio para gente como nosotros, una sociedad en la que cada individuo vale por lo que es; donde no existe la caridad, pero tampoco el sacrificio; donde nadie regala nada, pero tampoco lo quita; donde la mutua conveniencia es el móvil de las relaciones humanas.” Los hechos se suceden mientras el gobierno argentino, en un marco de democracia ilimitada y con su pueblo como cómplice, va destruyendo gradualmente sus instituciones, los incentivos al trabajo y al esfuerzo, sus empresas, su riqueza y poco a poco se sumerge en la miseria. En paralelo, en el archipiélago, se va formando una sociedad de hombres libres, que admiten la responsabilidad que implica esa amada libertad, que creen en la cooperación social “voluntaria”, en el marco de ciertas normas de aplicación general, donde predomina la igualdad ante la ley, y donde cada individuo trabajará y se esforzará por crear su propio futuro y así forjar su destino. La historia no puede estar exenta del amor, la que reunirá a Leonardo Lagos con Marlene Meyer como una pareja ideal. También contiene diálogos y razonamientos que sumergirán al lector en la más profunda filosofía. Pero no en cualquier filosofía. El autor traslada a esta novela la “filosofía objetivista” que toma de Ayn Rand en sus diversas novelas. Imagino que el autor estará de acuerdo conmigo si afirmo que las palabras de Eduardo Galeano en su famosa novela Las venas abiertas de América Latina, son aplicables a esta novela: Escribí [El Amanecer] para difundir ideas ajenas y experiencias propias que ayuden un poquito, en su realista medida, a despejar los interrogantes que nos persiguen desde siempre: ¿Es América Latina una región del mundo condenada a la humillación y a la pobreza?[8] Está claro que las ideas detrás de El Amanecer están en las antípodas de aquellas Venas, pero pienso que no me equivoco si sostengo que, en cierto sentido, esta novela puede ser una respuesta a las ideas expresadas en aquella obra literaria. El Amanecer es entonces el producto de un profundo estudio filosófico, jurídico, económico y político, que desarrolló el autor durante décadas, aplicado a Latinoamérica, pero en particular a Argentina[9] y Cuba.[10] Se podrá decir que aquel populismo retratado en la obra corresponde a tiempos pasados, como la década perdida de los años 1980 en América Latina. Pero no. El populismo continúa presente, y adquiere nuevas formas, en particular en Argentina (primero con Carlos S. Menem y de allí hasta Néstor y Cristina Kirchner); luego en Venezuela, quizás con mayor profundidad (desde Hugo Chávez hasta Nicolás Maduro); y luego en Bolivia (con Evo Morales Ayma), Ecuador (con Rafael Vicente Correa) y en Nicaragua (con Daniel Ortega Saavedra). Pero no son sólo estos cinco países, sino que el populismo está presente en mayor o menor medida en toda la región, y amenaza con extenderse en cada elección por la carencia de límites republicanos y constitucionales. Si el lector quiere comprender las cuatro fases de este populismo, El Amanecer lo retratará a la perfección: una primera fase de éxito de muy corto plazo, donde a pesar del despilfarro, la economía tiende a crecer y se genera empleo; una segunda fase de desbalances, donde aparece el déficit fiscal, y con él, una mayor presión tributaria, el endeudamiento o la inflación. Una tercera fase en que se profundizan los desbalances, se agotan los recursos tradicionales, y se avanza hacia las nacionalizaciones y las expropiaciones. Y una cuarta fase de ajuste, donde el populismo se manifiesta en toda su expresión con una crisis política, económica y social, donde las fuentes de financiamiento se han agotado y procede la devaluación de la moneda local, con su consecuente impacto inflacionario, default, insuficiente inversión, destrucción masiva de empresas y desempleo extendido. A los amantes de las ideas de Ludwig von Mises, encontrarán aquí una defensa de la economía de mercado.[11] A los seguidores del pensamiento de Friedrich Hayek, observarán en esta obra una correcta distinción entre Derecho y Legislación.[12] A los seguidores de Israel M. Kirzner[13] y Joseph Schumpeter[14], verán aquí un ensalzamiento a la empresarialidad, con su creatividad y capacidad de innovación. A los enamorados de la literatura de Ayn Rand y su filosofía objetivista, encontrarán aquí un apasionante reflejo de la posición libertaria y una búsqueda constante por eliminar la coacción y defender la libertad.[15] ¿Qué es el capitalismo? ¿Qué significa ser libre? ¿Son “relativos” nuestros derechos? ¿Debemos dejar de ser egoístas? ¿Es posible un mundo libre de coacción? ¿Es posible alcanzar una sociedad anarco-capitalista o libertaria, donde predomine el autogobierno? ¿Son posibles las “free cities”? ¿Qué rol juega el dinero en la sociedad? Estas son algunas preguntas que la novela trata y sobre las que sus personajes, retratados arriba, reflexionan.[16] Si queremos un mundo realmente libre, debemos luchar por esa libertad, antes de que nos sea arrebatada. Este libro ofrece herramientas que permiten desarrollar argumentos contra la mentalidad anti-capitalista latinoamericana. [17] Es mi esperanza que esta novela, combinando la realidad con la ficción, permita abrir la mente de sus lectores, generar un sentido crítico, y conducirlos hacia una literatura más amplia que permita comprender la importancia de los principios básicos de una sociedad libre. [1] Véase Adrián Ravier (2011), La Escuela Austriaca desde Adentro. Historias e ideas de sus pensadores, Volumen I, Biblioteca Austriaca, Unión Editorial, Madrid, pp. 345-362. [2] La producción literaria de Ayn Rand incluyó guiones, cuentos, narraciones, novelas y una obra de teatro. Además de La Rebelión de Atlas, Ayn Rand publicó otras tres novelas: El Manantial, Los que vivimos e Himno. Para estudiar el pensamiento de Ayn Rand véase el libro de Ricardo M. Rojas titulado Realidad, Razón y Egoísmo, Biblioteca Austriaca, Unión Editorial, 2012. [3] Una prueba adicional del impacto que ha generado este libro nos conduce a 1991, cuando la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en conjunto con el Club del Libro del Mes, realizaron una encuesta entre sus miembros preguntándoles qué libro había marcado una diferencia en sus vidas. La Biblia fue el primero de la lista, y “Atlas Shrugged” (“La rebelión de Atlas”) el segundo. [4] Véase Adrián Ravier, Op. Cit. [5] Véase James M. Buchanan, “Democracia limitada o ilimitada”, Estudios Públicos No. 6, Chile, 1982. Véase también la entrevista que compartieron el mismo Buchanan y Friedrich A. von Hayek como capítulo 1 del libro de Adrián Ravier (ed.), La Escuela Austriaca desde Adentro, volumen 3, Unión Editorial, Madrid, 2013. [6] Véase Ricardo M. Rojas, “Bastiat y los derechos naturales”, en Frederic Bastiat. Paladín de la Libertad Económica, CEDICE, Caracas, Venezuela, 2002. Véanse también los capítulos IV “El Estado” y V “La Ley” en el libro de Frederic Bastiat, Obras Escogidas, Unión Editorial, Madrid, 2009. [7] Mario Vargas Llosa (2013), “Alumbramiento en agosto”, Opinión, El País, 23 de enero de 2013. [8] Véase Eduardo Galeano, Las venas abiertas de Améria Latina, Siglo veintiuno editores, Buenos Aires, 2010 [1970], p. 340. La cita corresponde a una sección que el autor agregó a la reedición de 1977 titulada “7 años después”. [9] Véase Ricardo M. Rojas, “La Definición del Orden jurídico argentino a partir de la Constitución de 1853″, Libertas n° 15, octubre de 1991. Véase también las “Propuestas para una más eficiente administración de la justicia penal”, en Soluciones de Políticas Públicas para un País en Crisis, Fundación Atlas, Buenos Aires, 2003. [10] Véase Ricardo M. Rojas, Los Derechos Fundamentales y el orden jurídico e institucional de Cuba CADAL- Fundación Friedrich A. von Hayek, Buenos Aires, 2005. Este libro ganó el Sir Anthony Fisher Internacional Memorial Award, otorgado por Atlas Economic Research Foundation, Virginia, 2006. [11] Véase Ludwig von Mises, Human Action. A Treatise on Economics, tercera edición revisada, Henry Regnery Company, Chicago 1966. Traducción al castellano de Joaquín Reig Albiol con el título de La Acción Humana. Tratado de Economía, séptima edición, Unión Editorial, Madrid 2004. [12] Véase Friedrich A. von Hayek, Law, Legislation and Liberty, vol. I, «Rules and Order»; vol. II, «The Mirage of Social Justice»; vol. III, «The Political Order of a Free People», The University of Chicago Press, Chicago 1973, 1976 y 1979. Existe una traducción al castellano de Luis Reig Albiol, publicada con el título de Derecho, Legislación, y Libertad, también en 3 volúmenes y en 2 ediciones (la primera de 1976 y la segunda de 1985), por Unión Editorial, Madrid. Véase también Ricardo M. Rojas, “El derecho desde la perspectiva de la Escuela Austríaca de Economía. La visión de Friedrich A. von Hayek”, en Análisis Económico del Derecho. Aplicación a fallos judiciales, Buenos Aires; La Ley, 2006. [13] Véase Israel M. Kirzner, Competition and Entrepreneurship, The University of Chicago Press, Chicago 1973. Existe una traducción al castellano publicada con el título de Competencia y Empresarialidad, Unión Editorial, 2.ª edición, Madrid 1998. [14] Véase Joseph A. Schumpeter, Teoría del desenvolvimiento económico, Fondo de Cultura Económica, Sección de Obras de Economía, México, 1997 [1912]. Véase también del mismo autor Capitalismo, Socialismo y Democracia, Sopena SA, Barcelona, España, 1984, [1942]. [15] Grito Sagrado ha publicado diez libros de Ayn Rand que sugiero leer al lector interesado en la filosofía objetivista. A las cuatro novelas citadas más arriba se suman: 1. El manifiesto romántico, 2. Filosofía ¿quién la necesita?, 3. Introducción a la epistemología objetivista, 4. El nuevo intelectual, 5. Capitalismo. El ideal desconocido, 6. La virtud del egoísmo. Más información en http://www.gritosagrado.com.ar [16] Véase Ricardo M. Rojas, “El orden jurídico espontáneo” en Libertas n° 13, octubre de 1990; y del mismo autor Las contradicciones del Derecho Penal, Editorial Ad-Hoc, Buenos Aires, 2000. Véase Murray N. Rothbard, For a New Liberty, Macmillan Publishing, Nueva York 1973. Véase también el libro de Alberto Benegas Lynch (h), Hacia el autogobierno: una crítica al poder político, Buenos Aires: Editorial Emecé, 1993. Véase por último Peter Leeson, “Anarchy Unbound: How Much Order Can Spontaneous Order Create?” En Peter Boettke, ed: Handbook of Austrian Economics. Cheltenham, UK: Edward Elgar. [17] Véase Ludwig von Mises, La Mentalidad Anticapitalista, Biblioteca Austriaca, Unión Editorial, Madrid, 2011.