domingo, 7 de junio de 2015

MARIANO MORENO


Durante el año 1810, Mariano Moreno tuvo varios contactos con grupos partidarios de la Independencia, pero no participó activamente de los sucesos de la Semana de Mayo. El 25 de mayo se propuso una lista de candidatos a la Primera Junta de la cual Moreno formó parte y asumió como Secretario de Guerra y Gobierno. Desde allí desplegó toda su actividad revolucionaria. Bajo su impulso, la Junta produjo la apertura de puertos al comercio exterior, redujo los derechos de exportación y redactó un reglamento de comercio, medidas con las que pretendió mejorar la situación económica y la recaudación fiscal. Creó la Biblioteca Pública Nacional y el órgano oficial del gobierno revolucionario: La Gazeta. Moreno junto a Juan José Castelli integró el grupo más decidido a forjar la independencia americana. La Gazeta de Buenos Aires El 7 de junio de 1810, Moreno fundó el primer periódico patrio. Allí se sentaron las bases de la libertad de expresión. En el primer número de la Gazeta de Buenos Aires, Moreno plasmó las palabras que ilustraron su pensamiento: “Raros tiempos de felicidad estos, en los que se puede pensar lo que se quiere y decir lo que se piensa”. (Duhalde E. L y Alén L.H. en Teoría jurídico-política de la comunicación, p. 261) Desde la Gazeta, Moreno veló por los intereses del conjunto en contra de toda dominación extranjera y le reconoció al pueblo la función de árbitro de los actos de gobierno. Todas las semanas publicaba largas y detalladas notas políticas. Publicó un decreto de libertad de prensa según el cual podría expresarse cualquier cuestión que no ofendiera la moral pública, ni atacara a la Revolución ni al gobierno. En las páginas del periódico se puede leer: “No se reprima la inocente libertad de pensar en asuntos de interés universal; no creamos que con ella se atacará jamás impunemente al mérito y la virtud, porque hablando por sí mismos a su favor y teniendo siempre por árbitro imparcial al pueblo, se reducirán a polvo los escritos de los que indignamente osasen atacarles”. (Duhalde E. L y Alén L.H., op.cit.) El Plan Revolucionario de Operaciones En julio de 1810, la Junta le encargó a Moreno la redacción de un Plan de Operaciones, destinado a unificar los propósitos y estrategias de la Revolución. Moreno le aclaró a su auditorio que no debía "escandalizarse por el sentido de mis voces, de cortar cabezas, verter sangre y sacrificar a toda costa. Para conseguir el ideal revolucionario hace falta recurrir a medios muy radicales". (cita tomada de www.elhistoriador.com.ar) En el Plan, propuso promover una insurrección en la Banda Oriental y el Sur del Brasil, fingir lealtad a Fernando VII para ganar tiempo y garantizar la neutralidad o el apoyo de Inglaterra y Portugal. También propuso expropiar las riquezas de los españoles y recomendaba seguir "la conducta más cruel y sanguinaria con los enemigos" para lograr el objetivo final: la independencia absoluta. El Decreto de Supresión de Honores Moreno resumió en su figura y su accionar lo más destacable del proceso revolucionario de mayo de 1810. Sus anhelos a favor de una patria en plena libertad e igualdad aparecen manifestados en el Decreto de Supresión de Honores. Allí decía: “La libertad de los pueblos no consiste en palabras, ni debe existir en los papeles solamente. Cualquier déspota puede obligar a sus esclavos a que canten himnos a la libertad; y este cántico maquinal es muy compatible con las cadenas y opresión de los que lo entonan. Si deseamos que los pueblos sean libres observemos religiosamente el sagrado dogma de la igualdad”. (Duhalde E.L. y Alén L.H., op.cit.) Moreno planteba la igualdad entre el Presidente y los Vocales de la Junta. Sólo la Junta en pleno podría recibir honores así como también suprimía el ceremonial y los privilegios particulares a sus miembros. El conflicto con Saavedra Al poco tiempo de asumir el nuevo gobierno, comenzaron a evidenciarse las diferencias entre el presidente, Cornelio Saavedra, y el secretario Moreno. Moreno encarnaba las ideas de los sectores que propiciaban algo más que un cambio administrativo. Proponía cambios económicos y sociales más profundos. Pensaba que la revolución debía controlarse desde Buenos Aires, porque el interior seguía en manos de los sectores más conservadores vinculados al poder anterior. Saavedra, en cambio, representaba a los bloques conservadores a favor del mantenimiento de la situación colonial. Un acontecimiento marcó más las diferencias entre ambos. Durante un banquete en diciembre de 1810, en el marco del triunfo de Suipacha, el capitán de Húsares, Atanasio Duarte, propuso un brindis "por el primer rey y emperador de América, Don Cornelio Saavedra". El hecho enfureció a Moreno y decretó el inmediato destierro de Atanasio Duarte. "Un habitante de Buenos Aires ni ebrio ni dormido debe tener expresiones contra la libertad de su país", según sostuvo Moreno (cita recogida en www.elhistoriador.com.ar). La pelea entre Saavedra y Moreno estaba desatada. Un viaje y una muerte anunciada Saavedra, moderado y conciliador con las ex autoridades coloniales, había logrado imponerse sobre Mariano Moreno. Para desembarazarse de él lo envió a Europa con una misión relacionada con la compra de armamento. La fragata inglesa Fama partió el 24 de enero de 1811. A poco de comenzar el viaje Moreno se enfermó y le comentó a sus acompañantes: "Algo funesto se anuncia en mi viaje". Las presunciones de Moreno fueron certeras. El gobierno porteño había firmado contrato con un tal Mr. Curtís el 9 de febrero, quince días después de la partida del ex secretario de la Junta, adjudicándole una misión idéntica a la de Moreno. El documento aclaraba "que si el señor doctor don Mariano Moreno hubiere fallecido, o por algún accidente imprevisto no se hallare en Inglaterra, deberá entenderse Mr. Curtís con don Aniceto Padilla en los mismos términos que lo habría hecho el doctor Moreno" (citado en www.elhistoriador.com.ar). Mariano Moreno murió el 4 de marzo de 1811 durante el viaje tras ingerir una sospechosa medicina suministrada por el capitán del barco. Su cuerpo fue arrojado al mar envuelto en una bandera inglesa.http://suite101.net/article/mariano-moreno-y-la-libertad-de-prensa-a16265#.VXTP_M9_Oko

DEBATE DE PERIODISTAS EN INTRATABLES (Programa de la TV argentina) América

Increible charla: Juan Carlos Monedero "Un miembro del Tribunal Constitu...

"LA LLUVIA DEL TIEMPO" ¡¡¡Feliz día del Periodista!!!


http://www.eltiempo.com/entretenimiento/musica-y-libros/novela-del-escritor-jaime-bayly-la-lluvia-del-tiempo/14940856 Jaime Bayly: 'El poder es una obsesión que arrastra a muchos' El escritor se mete con la política, el periodismo y el poder en su novela, 'La lluvia del tiempo'. Por: ALEJANDRA GONZÁLEZ DÍAZ | 6:38 p.m. | 6 de diciembre de 2014 No soy neutral u objetivo, ni lo intento, porque me aburriría. Me gusta tomar partido Foto: Claudia Rubio / EL TIEMPO No soy neutral u objetivo, ni lo intento, porque me aburriría. Me gusta tomar partido", así se describe Jaime Bayly, periodista peruano. A sus 49 años, Jaime Bayly se identifica a sí mismo como un periodista de opinión. “No soy neutral u objetivo, ni lo intento porque me aburriría. Me gusta tomar partido”, señala. Tal vez esa opinión es la misma que comparte con Juan Balaguer, un periodista incisivo que comprueba cómo la verdad sale lastimada cuando se mezcla con el poder y la política en La lluvia del tiempo, la más reciente novela del peruano, basada en un caso real y autobiográfico, sucedido en Perú hace catorce años. Todo comenzó en el año 2001, cuando Bayly fue contactado por Zaraí Toledo, una niña de 14 años, quien le pidió que la entrevistara en su programa para dar a conocer que era la hija negada del candidato a la presidencia Alejandro Toledo. Indignado ante la frialdad con la que una persona era capaz de mentir sobre su propia hija, aun con una prueba de sangre que comprobaba el parentesco, Bayly decidió llevar a su programa a Zaraí junto con su madre y denunciar el hecho. “Creo que hice lo correcto, que fue tratar de ayudar a la mujer cuya hija quería que su padre la reconociera. Pedían una prueba de ADN y eso me parecía un acto mínimo de justicia, pero el candidato se negó”, recuerda. Sin embargo, el escándalo no impidió que Toledo fuera elegido presidente y que Bayly fuera despedido del canal donde trabajaba. Desde ese momento, tuvo la idea de convertir la historia en una novela, que escribió en el 2011, y sobre la que conversó con EL TIEMPO durante su visita al país. ¿Por qué se decidió por novelar un hecho real? Me parecía que la relación entre la política y la televisión era un tema interesante de novelar; son dos campos que más o menos conozco desde joven, cómo se mueven los políticos y cómo se mueven los dueños de los canales de televisión y cómo los políticos usan la televisión, a menudo a expensas del buen periodismo, desfigurando la verdad, acomodando las cosas a su antojo. Claro que no lo cuento tal como ocurrió. Usted reflexiona sobre el ejercicio periodístico... Los periodistas que tienen programas de alta influencia en la opinión pública son muy vulnerables a ese tipo de presiones y tienen que elegir a veces entre la ética y el buen periodismo, o preservar su empleo. Como le pasa al protagonista, que al final quiere quedar bien con todos, pero no lo logra y ganan los malos, los que tienen la plata y saben cómo se mueven los hilos del poder. ¿Qué lectura hace del protagonista, el periodista Juan Balaguer, su álter ego? A mí me resulta Balaguer un personaje enternecedor porque oculta algo, su preferencia sexual, un amante que sus enemigos han grabado y eso es algo que siempre sale en una campaña presidencial, siempre hay alguien que graba algo que no debe. Entonces él tiene un amante, pero su público no sabe que es homosexual, a él le da vergüenza porque cree que eso lesionaría su credibilidad y eso lo hace muy vulnerable a las presiones y chantajes de sus adversarios. Pero sí, me veo reflejado en Balaguer. Aunque no me han ocurrido las cosas tan crudamente como a él, sí he tenido mis tropiezos y mis caídas, me han despedido más de una vez de la televisión, incluida esa vez del caso real. La novela también plantea una mirada sobre el poder... La novela es sobre cómo el poder corrompe a las personas y saca lo peor de ellas, sobre la atracción magnética que el poder ejerce sobre tanta gente, sobre cómo se convierte en una obsesión que arrastra a muchos... En ese sentido ¿cree, como dijo Rousseau, que ‘el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe’? No, yo creo que nadie nace bueno ni a cojones. Somos genéticamente viciosos, eso está en nuestro ADN, nos gusta intrigar, conspirar, meternos en estos líos. No sé por qué. ¿Y cómo se sintió cuando vio que Toledo fue presidente? Fue algo muy descorazonador para mí. A la gente no le parece reprobable que le encuentren al candidato un esqueleto en el clóset, al contrario; les parece genial ese tipo de biografías algo facinerosas. La gente parece querer que el político sea eficaz más que virtuoso. ‘La forma es fundamental’ Bayly dice que su experiencia como novelista le ha aportado mayor cuidado en el trabajo de la estructura literaria. “Hace veinte años, cuando escribí mi primera novela, era más intuitivo. Ahora he querido contar la historia en dos tiempos”. Y añade: “Yo creo que la forma es fundamental”.
ALEJANDRA GONZÁLEZ DÍAZ Para EL TIEMPO
¡¡¡FELIZ DÍA DEL PERIODISTA!!! Portada>Espectáculos>A propósito del lanzamiento de 'La lluvia del tiempo' Jaime Bayly: ‘Los periodistas famosos se venden o se alquilan al poder’ Jueves 27 de noviembre del 2014 | 13:02 Polémico periodista y escritor indicó que las figuras de opinión más influyentes a menudo no son verdaderamente independientes. Jaime Bayly habló sobre ‘La lluvia del tiempo’, su última novela. (USI) A propósito del lanzamiento de su último libro, La lluvia del tiempo, el periodista y escritor Jaime Bayly aseguró que los periodistas famosos muchas veces “se venden o se alquilan” al poder de turno, bajo cuyas órdenes sacrifican “casi todo, incluso la verdad”. “Muy a menudo los periodistas famosos influyentes se venden o se alquilan, no son verdaderamente independientes y tienen que subordinarse a la agenda que les dicta el poder”, señaló en entrevista con Efe. En su última novela —a la que califica como “una revancha”—, Bayly relata cuando en 2001 reveló que el ex presidente y entonces candidato presidencial Alejandro Toledo tenía una hija no reconocida. “El poder es una gran fiesta, a los periodistas y escritores no nos toca estar en la fiesta ni acomodarnos dócilmente a los intereses de quien pone la música”, señaló Bayly, quien además de su rol en la televisión ha estado tentado a postular a la presidencia del país. “Al final de cuentas mis adversarios me regalaron esta novela, me ayudaron a escribirla. Eso es algo que agradecer”, afirmó con ironía el escritor de 49 años, autor de otros títulos como No se lo digas a nadie y De repente un ángel. “Cuando uno se mete en la lucha por el poder se embarra bastante; es un fango, es un pantano y te enlodas aunque no lo quieras”, remarcó.