jueves, 8 de octubre de 2015

¿Qué es PISA?


http://www.oecd.org/pisa/39730818.pdf ¿Qué es PISA? El nombre PISA corresponde con las siglas del programa según se enuncia en inglés: Programme for International Student Assessment, es decir, Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos. Se trata de un proyecto de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), cuyo objetivo es evaluar la formación de los alumnos cuando llegan al final de la etapa de enseñanza obligatoria, hacia los 15 años.1 Se trata de una población que se encuentra a punto de iniciar la educación post-secundaria o que está a punto de integrarse a la vida laboral. Es muy importante destacar que el Programa ha sido concebido como un recurso para ofrecer información abundante y detallada que permita a los países miembros adoptar las decisiones y políticas públicas necesarias para mejorar los niveles educativos. La evaluación cubre las áreas de lectura, matemáticas y competencia cientí- fica. El énfasis de la evaluación está puesto en el dominio de los procesos, el entendimiento de los conceptos y la habilidad de actuar o funcionar en varias situaciones dentro de cada dominio. Los exámenes Los exámenes utilizados en el proceso de evaluación no requieren otra cosa que papel y lápiz y cada estudiante cuenta con dos horas para responderlo. Cada examen es una combinación de preguntas directas con una única respuesta correcta (preguntas que sólo admiten algunas palabras o algunas frases breves por respuesta, o que ofrecen múltiples opciones para que el alumno marque alguna o algunas), y preguntas que requieren que los estudiantes elaboren sus propias respuestas. Las preguntas del primer tipo sólo pueden ser correctas o incorrec- El programa PISA de la OCDE. Qué es y para qué sirve tas, y las del segundo tipo son de evaluación más compleja y admiten respuestas parcialmente correctas. Es importante destacar que si bien PISA utiliza la herramienta de las preguntas de opción múltiple, una porción importante de los reactivos, particularmente los más complejos, requieren del alumno la redacción de textos e incluso la elaboración de diagramas. No todos los alumnos tienen el mismo examen sobre la mesa el día de la prueba; a diferentes alumnos les tocan cuadernillos distintos. Tal como se aplicó la prueba en 2006, había 13 cuadernillos de examen diferentes, cada uno de ellos con cuatro capítulos o grupos de actividades de evaluación. Además del examen propiamente dicho, los estudiantes deben responder un cuestionario en el que se les hacen preguntas sobre sí mismos y sobre sus hogares. Este cuestionario de contexto es una herramienta muy importante para el aprovechamiento de la prueba de PISA, y hablaremos de él más adelante. La muestra Para la realización de PISA se utilizan muestras representativas de entre 4,500 y 10,000 estudiantes por país. Este tamaño de muestra permite realizar inferencias del país en su totalidad pero no permite inferencias por regiones o estados. Algunos países solicitan sobre muestras para utilizar la prueba también en la exploración de las diferencias regionales. Tal fue el caso de México, que en el ciclo de evaluación de 2003 condujo una evaluación con 29,983 estudiantes y en el ciclo 2006 con 30,971 estudiantes. Los resultados PISA se propone ofrecer un perfil de las capacidades de los estudiantes de 15 años de todos los países donde se aplica el examen. Además, provee información sobre el contexto personal, familiar y escolar de los participantes en la muestra. El carácter cíclico (trienal) de la evaluación permite tener indicadores sobre las tendencias en cada país y en el conjunto de los países involucrados en el proyecto. En última instancia, la calidad y riqueza de los datos arrojados en el proceso de evaluación pretende constituirse en la base para la investigación y análisis destinados a mejores políticas en el campo de la educación.

PRUEBAS PISA: ¿para qué sirven y para qué no?


PRUEBAS PISA: ¿para qué sirven y para qué no? Más de 13.000 estudiantes presentaron las Pruebas para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE. Semana Educación analiza cuál es el propósito de estos exámenes. ¿Para qué sirven y para qué no las pruebas Pisa? Ya presentamos las pruebas PISA: ¿para qué sirven y para qué no? La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) empezó a trabajar en el diseño de las pruebas PISA a mediados de la década de los 90. Anunciaron su lanzamiento en 1997 y las aplicaron por primera vez en el 2000 con una muestra de estudiantes de los 43 países miembros. Desde entonces, las pruebas se presentan cada tres años haciendo énfasis en las áreas de lenguaje, ciencias y matemáticas. Colombia se unió al grupo de países evaluados en el 2006. Y aunque los resultados no han sido satisfactorios en ninguna de las entregas, cada vez hay más interés por parte del Ministerio de Educación Nacional para que esa tendencia cambie. Las pruebas PISA se han convertido en el termómetro mundial de la educación y promueven un modelo de enseñanza y evaluación al que no le faltan críticos. Hay quienes creen que los resultados de esta evaluación son una radiografía de un sistema educativo específico, así como algunos se quejan de que se sobredimensiona su importancia. Ahora que se presenta la sexta edición, y la cuarta en la que participa Colombia, Semana Educación consultó a los expertos para entender para qué sirven o no las pruebas PISA. ¿Para qué sí sirven? - Poner el debate sobre la mesa. Así lo cree Gabriel Sánchez Zinny, consultor en políticas educativas y fundador de Kuepa, una plataforma que diseña herramientas de aprendizaje a distancia para niños y adultos. Según Sánchez, “antes no se debatía. No había una discusión informada e inteligente sobre la calidad ni había como informar sobre cuáles son los desafíos de la educación”. - Actualizar las políticas públicas. Sánchez también afirma que PISA es una oportunidad para evaluar qué proyectos están funcionando y a cuáles debe darse prioridad. - Compararse con el mundo. Las pruebas son una excusa para que Colombia se pueda medir frente al rendimiento de los estudiantes de los países más desarrollados. Al respecto, dice Sánchez que “en este mundo global y competitivo, Latinoamérica, según la última prueba PISA (2012), está rezagada con respecto a sus niveles de calidad educativa. Sigue siendo fundamental compararse entre países de la región y otras naciones para entender qué aspectos requieren mejorarse y qué políticas están funcionando en otros lugares”. ¿Para qué no sirve? - Entender problemas locales sobre educación. Si bien Sánchez Zinny afirma que hay que incentivar la participación de más países en PISA, reconoce que es difícil comparar tantos países con información general. “Las pruebas no tienen en cuenta el pasado particular de cada país, las condiciones de pobreza, el contexto de conflicto”. Pero esos elementos inciden en los resultados y hacen parte de la calidad en educación. - Identificar experiencias distintivas que dan resultados. Como lo señaló en una entrevista con Semana Educación Pablo Gentili, secretario ejecutivo de Clacso, las pruebas PISA sirven para identificar qué se está haciendo mal en la formación de ciertas competencias, pero no dicen qué está bien dentro del sistema. Si un profesor en un área rural tiene una propuesta creativa, fuera de lo tradicional, que sirve para obtener buenos resultados o mejorar las condiciones de vida, señala Gentili, PISA no identificará ese factor de cambio. Por eso los analistas insisten en que deben existir otras formas de evaluación. - Para medirse individualmente. Los estudiantes que entre ayer y hoy presentaron las pruebas nunca obtendrán un informe que les permita saber cómo les fue. Eso impide que las instituciones identifiquen casos críticos o sobresalientes. Además, dado que las pruebas se presentan una vez cada tres años para estudiantes alrededor de los 15 años, no existe la opción de que un joven pueda medirse en dos momentos distintos y comparar resultados. - Evaluar conocimientos sobre ciudadanía, historia o ética, entre otros. “PISA no evalúa todos los temas”, dice Sánchez Zinny, “y este es un importante tema a considerar para seguir debatiendo qué otros aspectos fundamentales de la educación se deberían incluir en estas pruebas, y también en las pruebas nacionales y locales”. - Para replantear las políticas públicas sobre educación de calidad, más allá de los indicadores y los rankings internacionales. Bien lo dice Rosa María Torres del Castillo, investigadora y pedagoga, en su blog Otra Educación: “las conclusiones y las recomendaciones que se derivan de dichos estudios y evaluaciones terminan en letra muerta […] quedando como principal preocupación de los gobiernos subir a como dé lugar puntajes y ránkings en la próxima prueba, asumiendo que allí se juega todo y que en eso consiste el "mejorar la calidad de la educación".

"Quise convencerme de que ser gay era algo enfermo y feo"


JUEVES 08 DE OCTUBRE 2015 "Quise convencerme de que ser gay era algo enfermo y feo" Lo dijo monseñor Krysztof Charamsa, quien reveló su homosexualidad un día antes del Sínodo de la Familia. "Me doy cuenta de que el precio es muy alto, pero me doy cuenta también del precio que tendría que pagar si me escondía", expresó Monseñor Charamsa, junto a su parejaMonseñor Charamsa, junto a su parejaCrédito: AFP La comunidad católica internacional se vio impactada hace menos de una semana luego de que uno de sus sacerdotes revelara ante la opinión pública que es gay y que está en pareja. Se trata de Krysztof Charamsa, un cura polaco de 43 años, miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien "al salir del placard" generó todo un revuelo en el seno del propio Vaticano. Unos días después de su declaración, el religioso concedió una entrevista al periodista Luis Novaresio en radio La Red y explicó cómo es su vida hoy, su liberación y todo lo que intentó hacer "para no ser homosexual". "Me siento muy bien. No sólo es un derecho sino una necesidad espiritual salir del armario y ponerme en transparencia mi vida espiritual", expresó. Dijo que luego de su confesión, vivió un momento de un paz y "de una tranquilidad que muchas veces no se siente en al vida". Aclaró que no se arrepiente de lo que dijo e incluso fue más allá. "Yo no podría seguir siendo sacerdote sin decirles a otras personas que soy homosexual, me siento llamado por Dios como homosexual. Es una energía de amor, de una vida siempre más libre. Más capaz de afrontar nuestras situaciones. La orientación sexual de cada uno no importa. Debemos comprender y reconocer las diferencias de otros para aceptarlas", sostuvo. El mismo sábado, el Vaticano consideró "muy grave" que un cura anunciara su homosexualidad en la prensa, un día antes del sínodo sobre la familia, y decidió suspenderlo de sus funciones. "La elección de hacer una declaración tan impactante un día antes de la apertura del sínodo (sobre la familia) es muy grave e irresponsable", había dicho el padre Federico Lombardi, "porque intenta someter la asamblea sinodal (de los obispos) a una presión mediática injustificada". El cura polaco tiene el título de Monseñor gracias a sus funciones en la Congregación. La Santa Sede precisó que los superiores jerárquicos de su diócesis deberán decidir si conserva su estatuto de cura. "Sabía que por la Iglesia había un problema con todo una sensibilidad de afectuosidad que es homosexual. Me cansé de todo eso porque era un trauma", agregó Charamsa. El religioso contó cómo fue el conflicto entre su homosexualidad y el ingreso en su actividad clerical. "Yo siempre desde que recuerdo me daba cuenta que era homosexual. Era un chico siempre activo en la parroquia, pero trabajaba para convencerme que era algo malo, algo sucio, pecaminoso, feo, enfermo, no ordenado, defectuoso. Le pedía a Dios que lo elimine de mi corazón", contó. Sin embargo, reconoce que sus confesión le puede costar caro en su carrera dentro de la Iglesia. "Me doy cuenta de que el precio es muy alto pero también me doy cuenta que del precio que tendría que pagar si me escondía. Especialmente en los últimos años cuando como teólogo y filosofo me daba cuenta hay un conocimiento, una experiencia de humanidad, que por la Iglesia esta negada, cancelada", dijo. "No se puede hablar de eso. Es suficiente tomar un manual de psicología de sexología para ver que imagen tenemos en la Iglesia", criticó. ¿Como podemos ordenar la vida de las personas homosexuales cuando nosotros tampoco sabemos definir la homosexualidad?, se preguntó. Finalmente destacó que el Papa Francisco "fue una inspiración para él" y reveló que dentro del clero hay miembro que también son homosexuales. "Es una contradicción tremenda porque por otro lado tenemos fantásticos gays dentro del clero católico que conozco yo también. El Papa es un ejemplo para mí de escuchar a otras personas, que es algo que falta en la iglesia católica", dijo.

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