martes, 13 de octubre de 2015

Extrañar y sentir nostalgia no es algo malo


https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5323306406958375429#editor/target=post;postID=2389358900333483060 Extrañar y sentir nostalgia no es algo malo June 3, 2014 Escrito por: Diana Garcés Tras casi un mes de haber regresado a España, son muchas las emociones encontradas que tengo. Por una parte estoy muy contenta de estar de nuevo en un lugar que “conozco”, de poder hablar de nuevo mi idioma, de comer la comida que tanto me gusta, de sentir el frío de la primavera, ver la lluvia, ver amigos que hace meses no veía… En definitiva, es delicioso estar en casa. Sin embargo, por otra parte siento nostalgia, por haber regresado, porque deje atrás gente maravillosa, porque me hubiese gustado estar más tiempo, porque hubiese querido ver más cosas, porque estar de viaje siempre es una aventura y cuando la pasas bueno, volver a la “realidad” es más complicado. Y sí, es verdad, para nosotros no es lo mismo que para muchos viajeros que se van realmente de vacaciones y dejan atrás trabajo, obligaciones y se van a disfrutar 200% de un nuevo país y de nuevas experiencias. Para nosotros no fue así. Gracias a que Traviajamos, estuvimos en nuevos lugares, disfrutamos de experiencias, pero el trabajo fue con nosotros. Así que estar de nuevo en casa es hacer lo mismo que hicimos por allá, salvo que estamos en territorio “conocido”. ¿Hay diferencia entre aquí y allá? Hasta el momento no he notado la diferencia, salvo que aquí todo es más caro, aquí entiendo lo que discuten los de la mesa del lado, aquí puedo yo defenderme completamente sola y no necesito de Jaime para comunicarme (algo positivo tenía que tener), aquí estoy a gusto, estoy contenta, pero me falta algo… Para irme organizando, te diré lo que extraño y por más raro que parezca, por más ridículo que te suene espero puedas entenderme. Extraño no entender a nadie, extraño estar en un sitio y ver personas hablar y no saber qué dicen. ¿Saben por qué lo extraño? Porque era genial, porque te permitía estar en tu propio mundo, especular, aventurarte y sobre todo te permitía intentar sobrevivir de alguna manera, para ayudar, para preguntar, para hacer lo que sea que quisieras hacer. Además, porque no hay nada más pesado que estar en un lugar y escuchar a gente hablar a gritos de política y pendejadas que a ti no te importan, pero igual te lo tienes que aguantar, porque es lo que hay, es de lo que hablan y tu, lamentablemente lo entiendes todo y la única opción que tienes es salir o aguantarte. Por eso te digo que soy rara, porque para muchos puede ser genial entenderse con los demás y hasta participar de la discusión, pero para mí, lo maravilloso es no entender, es no saber de qué hablan, qué va a pasar. No tener claro si mañana la chica del restaurante estará contenta y parlanchina o por el contrario estará ensimismada y triste, pero con una sonrisa es su mirada y tratando de darme consejos que no le entiendo. Porque a mi no me interesa la política de los demás, ni que me digan por quien votar o que es mejor una nación sin Rey y demás… Lo siento, no me interesa. Eso no quiere decir que no me importe. Pues sí, estar en casa es genial, pero te diré que extraño Asia, para mí ha sido un descubrimiento maravilloso, pero no por el budismo, ni por el hinduismo, ni por los musulmanes, tampoco por la comida, ni por los lugares para conocer. La extraño porque me sentí en casa, me sentí segura, me sentí a gusto, me sentí muy bien allí. Me sentí comprendida, aceptada y sobre todo me sentí igual que ellos. Yo en Europa me siento muy bien, es un continente que me encanta y me enamora cada que conozco o exploro un nuevo lugar. Sin embargo, en Asia me sentí como me siento aquí y un poquito más: segura, tranquila y adicionalmente me sentí viva y demasiado bien. Obviamente hubo lugares de lugares, situaciones de situaciones, pero en general fue una experiencia completamente positiva, que me enseño a tener paciencia, a comprender, a tolerar, pero sobre todo descubrí que puedo hacerlo, que puedo enfrentar desafíos, que puedo ser y hacer lo que yo quiero. Como estamos de confesiones… Si te digo la verdad, esto no es que lo haya descubierto exclusivamente en Asia, desde que salí de mi país en el 2009 lo vengo descubriendo, salvo que en Asia, al no comprender nada, al estar realmente sola pude palparlo y realmente sentir todo lo que he aprendido estos años lejos de casa, de mi familia, de mis amigos, de lo que me es conocido y natural… Todo esto ha sido para crecer, ha sido para aprender, pero sobre todo ha sido para más adelante poder enseñar. Porque todo lo que aprendas para ti, en algún momento será un bien para otro. Así que no veo la hora, no veo el momento en que pueda trasmitir a los demás este amor, esta paz, esta alegría por nada, esta conexión y re-conexión conmigo y con los demás (personas, lugares, situaciones, cosas, animales, pasado, presente, futuro…) que aunque no me hacen perfecta e inmune a sentimientos negativos, me hace perfecta en mi imperfección y sumamente feliz con mi vida y mi situación actual. Así pues, a seguir sacándole jugo a la vida, a seguir exprimiéndola, pero sobre todo a seguir aprendiendo y enriqueciendo mi espíritu con nuestras experiencias y con viejos recuerdos del pasado presente. Porque aunque hoy en particular extraño Asia, lo cierto es que estoy feliz y contenta de estar de nuevo aquí. De saber que se vienen cosas maravillosas y de que siempre estoy en casa. Porque como te dije una vez: “mi casa está dónde está mi corazón - Piopíalo “.

CAMBIAR DE CASA...


La nostalgia al estar lejos de casa es normal y hay que lidiar con ella ¿Planeas independizarte? ¿Tus hijos se van a estudiar a otra ciudad? Los especialistas sugieren cómo tener una separación exitosa Por Derrick Ho Escribir cartas en lugar de llamar y estar dispuesto a hacer amigos son claves para sentirse mejor lejos del hogar (Getty Images). Escribir cartas en lugar de llamar y estar dispuesto a hacer amigos son claves para sentirse mejor lejos del hogar (Getty Images). Lo más importante Experto: la nostalgia es un sentimiento que viene en oleadas La edad puede hacer una diferencia crucial al enfrentarse con la nostalgia Expertos recomiendan a los padres no ir por sus hijos si se están sintiendo muy nostálgicos Temas relacionados Tus problemas afectan el ánimo y salud de tus padres Una mirada a la vida de familias migrantes mexicanas Hermanos por donación de esperma se conocen por web ¿Eres tan considerado… que engordas? Leyes de inmigración que separan familias Lindsay Lohan pide tiempo con su familia Las parejas de lesbianas crían mejor a sus hijos ¿Quién sigue escuchando vinilos? Betancourt dice que no pidió dinero a Colombia (CNN) — Cambiar de ciudad para estudiar la preparatoria, la universidad, o un posgrado; pasar un semestre en el extranjero; casarse; aceptar una oferta de trabajo en otra ciudad; ir a buscar empleo a otro país o simplemente independizarse, son eventos que pueden hacerle ilusión a cualquiera, pero también provocar un sentimiento de sólo poder pensar en lo que dejamos atrás. Este mes, cuando miles de estudiantes van a sus universidades a empezar otro año académico, muchos están dejando sus casas, y algunos lo hacen por primera vez. Mientras que las rutinas son reemplazadas por nuevas actividades académicas y sociales y un hogar lleno de extraños, la nostalgia o morriña –extrañar a la familia, amigos o los platillos de la abuela- aparece. La nostalgia de casa no es nada nuevo. Es mencionada en Éxodo, el libro del Antiguo Testamento y en la Odisea de Homero; le pasa a prácticamente todo el mundo que se va de su hogar, a los atletas y artistas también. Pero sólo desde hace poco se ha tenido una conciencia sobre lo que es ese sentimiento –un desorden con síntomas identificables- y qué lo causa. En un artículo escrito por Chris Thurber y Edward Walton publicado en Pediatrics -la revista de la Academia Estadounidense de Pediatría- la nostalgia es definida como “la angustia y el deterioro emocional causado por una separación anticipada o actual de la casa y de objetos y sujetos de apego, como los padres”. Los que sufren de esta condición sienten ansiedad, tristeza, nerviosismo, y más claramente, preocupación obsesiva por el recuerdo del hogar, dijo Thruber. También puede afectarnos la sensación de que nuestros seres queridos siguen adelante sin nosotros: los amigos se casan y tienen hijos, sin que nosotros estemos ahí. Pero no necesariamente tiene que ser nostalgia de la casa. Y tampoco necesariamente es una enfermedad, dicen los expertos. El sentimiento tiene su origen en la necesidad de amor, la protección y la seguridad, sentimientos asociados al hogar, dijo Josh Klapow, un psicólogo clínico y profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Alabama. Cuando estas cualidades no están presentes en el nuevo ambiente, empezamos a extrañarlas, y por ende extrañamos la casa materna. Es un sentimiento que llega en oleadas, dice Klapow: “Muy pocas emociones se quedan todo el tiempo, sólo van y vienen”, dijo. Pero cuando la nostalgia ataca, tanto niños como adultos están desprevenidos, agregó. Según Thurber, los síntomas son iguales en todas las edades y entre hombres y mujeres. Pero la edad sí puede jugar un papel a la hora de enfrentar la nostalgia. A los 8 años, los niños no tienen pensamientos operacionales formados ni pensamiento hipotético, dice Thurber, así que estar lejos de la casa por un mes parece como toda una eternidad. Pero es más probable que un joven de 18 años pueda trasladar eso a un espacio de tiempo manejable. “Haces comparaciones en tu mente: eso significa que si uno lava la ropa una vez a la semana, lo hará cuatro veces. Eso cambia y mientras el concepto del tiempo se vuelve más sofisticado, también lo hace la calidad de la forma en que lo enfrenta la gente”, dice el investigador. Y la experiencia también sirve. La experiencia de sentir nostalgia es lo único, agrega, que puede prepararlo a uno contra otra experiencia así. La separación ayuda a tomar fuerzas. En vez de hablar cada cinco minutos por todos los medios tecnológicos, dice Klpapow, los padres deberían establecer un momento definido, una vez a la semana, para hablar con sus hijos que se han ido a estudiar. Así ellos harán relaciones por su cuenta y ganarán independencia. ¿Se puede prevenir la nostalgia? “No del todo”, dice Thurber, a pesar del título de su estudio: Prevenir y tratar la nostalgia de casa. “Pero lo que se puede hacer es cambiar su intensidad”, afirma. Hay que practicar estando fuera de casa, recomienda Thurber, y familiarizándose con el nuevo ambiente para reducir la ansiedad y el impacto. Nos da nostalgia de casa “porque hay cosas que amamos”, dice Thurber. “Es el bio-producto de la fuerza de nuestro apego. Si no hubiera nada en el mundo a lo que estuviéramos apegados, entonces no nos haría falta nada cuando nos vamos”. Los consejos que Thurber da a los padres de chicos que se van de casa son: Evitar expresar ansiedad. En vez de decirle al hijo cuánto lo extrañan, expresen optimismo por la nueva experiencia. Escriban en lugar de llamar. El contacto telefónico saca a flote los sentimientos de tristeza, pero escribir hace reflexionar. Encontrar un amigo. Motiven a sus hijos a que encuentren amigos. Ayuda a la transición. No cedan. Ir por su hijo porque está nostálgico sólo le impedirá familiarizarse con el nuevo lugar. Para quienes sienten nostalgia: Mantente ocupado. Participar en actividades de la universidad ayuda a olvidarse de los sentimientos de nostalgia y a hacer nuevos amigos. Establece una rutina personal. Haz algo que te haga sentir cerca de casa, como escribir una carta o ver una foto familiar. Habla con alguien. Busca a personas que entiendan por lo que estás pasando o estén sintiendo lo mismo. Es un apoyo. El tiempo vuela. Piensa que el tiempo en realidad es corto, y así se pasará más rápido.

Entrevista Biográfica a Adolfo Pérez Esquivel (Parte 1/5)

Entrevista Biográfica a Adolfo Pérez Esquivel (Parte 2/5)

Entrevista Biográfica a Adolfo Pérez Esquivel (Parte 3/5)

Entrevista Biográfica a Adolfo Pérez Esquivel (Parte 4/5)

Entrevista Biográfica a Adolfo Pérez Esquivel (Parte 5/5)

antonio berni

¿Quién Realmente Descubrió América?