miércoles, 21 de octubre de 2015

Argentinisima I (1972)

Hoy el Martín Fierro se lee en el mundo en 49 idiomas


Hoy el Martín Fierro se lee en el mundo en 49 idiomas Indostano, bantú, ruso y chino son sólo algunos. Un 12 de enero de 1873, la obra de José Hernández empezó a distribuirse en las pulperías.
Eduardo Pogoriles El 12 de enero de 1873 un aviso publicitario en el diario porteño La Pampa informaba que "se comenzó a repartir un folleto titulado El gaucho Martín Fierro escrito en verso en estilo gauchesco por José Hernández, ex redactor del diario El Río de la Plata y ex ministro de Gobierno de Corrientes". Otros avisos similares le siguieron, en La Nación el 17 de enero, en La Prensa el día 18. Era la primera parte del poema, escrita por Hernández entre marzo y octubre de 1872 en una pieza de hotel en Buenos Aires. La segunda parte, La vuelta de Martín Fierro, aparecerá en 1879, el mismo año en que Eduardo Gutiérrez publica el folletín Juan Moreira. Ambas partes del poema de Hernández se unirán recién en 1910 en forma de libro, como lo conocemos ahora, hasta ser un clásico. "No hay forma de saber cuántos millones de ejemplares se han vendido en el mundo. Pero fue traducido a 49 idiomas y existen al menos 1.300 ediciones diferentes", admite el editor Francisco Montesanto. La Cámara del Libro asegura que desde 1982, cuando se iniciaron los registros, hubo 91 ediciones con 2.700.000 ejemplares. En la Feria del Libro, creada en 1975, es siempre el texto más consultado. Pero todo empezó con aquel folleto de 78 páginas y tapas azules, que se vendía a 10 pesos y se agotó en dos meses. Impreso en papel de diario, lo acompañaba otro escrito de Hernández, "Memoria sobre el camino trasandino", donde se hablaba de un ferrocarril que uniría a Chile y la Argentina, símbolo de los cambios del país. El presidente era Sarmiento, que le había permitido a Hernández volver de su exilio en Brasil, donde se refugió luego de apoyar a López Jordán y los federales sublevados contra Urquiza. En 1872 casi 6.000 guerreros de Calfucurá atacaron pueblos bonaerenses, Antonio Lussich publicó sus Tres gauchos orientales y Hilario Ascasubi su Santos Vega. Entre los años 1873 y 1883, cuando Hernández lanzó su 12° edición del poema —la última que corrigió en vida— se vendieron 58.000 ejemplares. Era todo un éxito. En 1878 el editor José Puig y Clavera, dueño de la librería porteña "La Nueva Maravilla", le confiesa a Hernández que en los tres últimos años ha vendido 8.000 ejemplares, "un hecho nuevo y sin precedentes en el comercio de libros de esta ciudad". En 1881 el ex presidente Nicolás Avellaneda escribe: "uno de mis clientes, almacenero por mayor, me mostraba ayer en sus libros los encargos de los pulperos de la campaña, 12 gruesas de fósforos, una barrica de cerveza, 12 Vueltas de Martín Fierro y 100 cajas de sardinas". "Veterano periodista y militante político, Hernández entendía el poder de la publicidad. Anticipó el texto a los diarios del interior y sabía muy bien lo que hacía al lanzar su poema como folleto. Así circuló la literatura gauchesca desde la época de Bartolomé Hidalgo y Estanislao del Campo. Había escasas librerías en Buenos Aires, pero muchas pulperías y almacenes de campo en las provincias del Litoral, donde encontraría a su público", dice la filóloga Elida Lois, quien junto a Angel Núñez coordinó la primera edición crítica de Martín Fierro, un texto de 1.400 páginas editado por la Colección Archivos de la UNESCO en 2001. Esta edición, fuente insoslayable para el tema, implicó un trabajo de diez años. Se restauraron los originales de Hernández, que se publican con sus propias correcciones, indicio de sus vaivenes políticos. También reúne ensayos críticos clave, desde 1873 al presente. Pero esta edición no se vende en Argentina y no fue bien difundida por la gestión cultural de la Alianza. Amos Segala, director de la colección, comentó desde París que la UNESCO está buscando otro distribuidor , "ya que la editorial Sudamericana no recibió los libros que despachamos a Plaza & Janés —la casa matriz, en Barcelona— al precio de 10 dólares para libreros". Segala aseguró que, hace tiempo, se enviaron 932 ejemplares a la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería. Volviendo al año 1873, el sueldo de un peón rural rondaba los 150 pesos y muy pocos sabían leer. ¿Cómo fue entonces que el "Martín Fierro" tuvo tanto éxito? "En las pulperías siempre había una copia del folleto y un lector, quien lo cantaba a los demás. Pronto se impuso la figura del recitador y cantante profesional, un payador que declamaba el poema acompañándose con su guitarra", destaca Lois. En 1889 el poeta uruguayo Elías Regules adapta al teatro el Martín Fierro para el circo criollo de los hermanos Podestá —italianos llegados de Génova— que se estrena en La Plata y atrae al mismo público popular del Juan Moreira. En 1894, Miguel de Unamuno considera que el poema "es lo más fresco y más hondamente poético que conozco de América".
La construcción de un clásico Críticos y escritores lo hicieron clásico, no sin resistencias y malentendidos. En 1913 Leopoldo Lugones dio seis conferencias en el teatro Odeón, donde vinculó al Martín Fierro con la epopeya griega clásica. Entre el público estaban el presidente Roque Sáenz Peña y el ya anciano Julio Roca. "El precio de esa legitimación cultural fue muy caro, Lugones forzó las cosas intentando crear un mito de identidad nacional a costa de la destrucción del poema y de su contexto histórico", comenta Lois. También era un planteo contra la inmigración: la "barbarie" había cambiado de signo, ya no estaba en el campo sino en las ciudades, en "la plebe ultramarina" de la que habla Lugones. Esto será rechazado por Calixto Oyuela y Jorge Luis Borges. "Es un caso admirable de interpretación y penetración del alma gauchesca por un poeta culto, se narra una conmovedora tragedia individual y colectiva", dirá Oyuela. "Es un libro muy bien escrito y muy mal leído", dirá Borges, el primero en señalar que la literatura gauchesca fue producida no por payadores sino por escritores de ciudad, que usaron los tonos de voz del gaucho. Desde la vanguardia literaria de 1920, con la revista Martín Fierro impulsada por Borges, el poema será releído de muchas maneras. Borges le dedica sus cuentos "El fin" y "Biografía de Tadeo Cruz". Para algunos, el ciclo gauchesco se cerraría con Don Segundo Sombra (1926), la novela de Ricardo Güiraldes.
Desde 1919, cuando Ricardo Rojas incluye al Martín Fierro en su Biblioteca Argentina, se inicia la serie de ediciones eruditas y artísticas, que tendrá otros hitos: la filólogica de Eleuterio Tiscornia (1925), la ilustrada por Adolfo Bellocq (1930), las de Carlos Leumann (1945) y Ezequiel Martínez Estrada (1948), la de EUDEBA (1962) ilustrada por Juan Carlos Castagnino. La comprensión moderna de la obra nace con Muerte y transfiguración de Martín Fierro de Martínez Estrada, sigue con los críticos Angel Rama, Adolfo Prieto, Noé Jitrik y Josefina Ludmer, también con los historiadores Tulio Halperín Donghi y Horacio Zorraquín Becú. Modelo de resistencia en la desesperación, tragedia de la resignación, ¿cómo leer hoy a Hernández? Un clásico lo es porque siempre le dice algo nuevo a cada generación. Todos aquellos que alguna vez, a lo largo de la historia argentina del siglo XX, se sintieron exiliados en su propia patria y víctimas de la injusticia, sintieron también que el Martín Fierro hablaba por ellos. Ese es su clasicismo.

Jorge Cafrune (Aquí me pongo a contar... cosas del Martín Fierro).

Consejos de Martin Fierro a sus Hijos