lunes, 23 de mayo de 2016

CAPÍTULO SIETE - RODOLFO BENAVIDES


Capítulo VII ESFINGE DE TANIS. PIRÁMIDE DE SAKARA. LA DIOSA ISIS En el museo de El Cairo se encuentra una pequeña escultura en forma de esfinge, llamada Esfinge de Tanis, porque en ese lugar fue descubierta. Esta reliquia, en vez de llevar el klaft (el tocado de tela en la cabeza), como lo lleva la Gran Esfinge, tiene melena de león, y las orejas y todo el cuerpo de león, lo que inequívocamente alude al dios sol por una parte, y por otra a la constelación de Leo: ambos, símbo- los religiosos inseparables desde hace 12 o 13,000 años. Al igual que la Gran Esfinge, la de Tanis tiene cara humana. La interpretación más generalizada se refiere al sol naciente, que es uno de los nombres dados a la Gran Esfinge. El klaft o tocado de tela también alude al sol, como ocurre con cualquier sombrero moderno. Algunos arqueólogos afirman que la Esfinge de Tanis corres- ponde a una época tardía, probablemente a la XII dinastía (1842- 1797 a. C.) y que representa a Amenemher III. Pensamos —como otros autores— que la Esfinge de Tanis es un símbolo solar que representa un dfbs y una religión solares y que pro- bablemente fue esculpida hacia la primera dinastía, dada su coinci- dencia artística con las paletas predinásticas conocidas como de la época de Narmer-Menes. Quizá transcurrido el tiempo otro faraón tomó este símbolo y lo adoptó como propio, fenómeno acaecido con cierta frecuencia con otros símbolos egipcios. Otros autores han señalado como antigüedad probable entre 6,200 y 4,933 a. C. En consecuencia, vendría a ser muy anterior a la construcción de la Gran Pirámide. (73) Cabe suponer, como mera probabilidad lógica, que la Esfinge de Tanis pudo haber servido de modelo original, y tal vez a escala, para hacer después la Gran Esfinge; pero al labrar la roca para hacer la definitiva y estando ya en la Era de Tauro fueron cambiados algunos detalles —fenómeno normal en toda construcción— y las modificacio- nes consistieron en quitarle la melena leonina y ponerle el klaft, asi como perfilar el cuerpo en forma de toro, símbolo que coincidiría en sentido astronómico con la Gran Pirámide y con la constelación de Tauro ya vigente. La Esfinge de Tanis está reconocida como una admirable obra de arte, especialmente para la época en que fue esculpida, ya que demuestra una técnica, experiencia y sensibilidad muy avanzadas, tanto como la orfebrería en oro puro de que se habla en otro capitulo de este libro. Pirámide de Sakara . La segunda construcción de Egipto, parece haber sido la Pirá- mide de Sakara, que fue la primera de su tipo. Su creación se atri- buye a Path Hotep, también conocido como Inhotep (2,700 a. C.), que fue visir del faraón Soser y a quien siempre se le ha reconocido como gran médico y arquitecto, hijo a su vez de otro arquitecto. A este respecto, los griegos siempre reconocieron que desde tiempo muy antiguo los egipcios fueron maestros en la medicina y en la magia. Por ejemplo, Hornero en la Odisea dice: «En Egipto, los hombres son más expertos en medicina que en ningún otro lugar del mundo.» „ •»•• Pero Inhotep vivió en la tercera dinastía: ¿cómo pudo haberse llegado a ese grado de conocimiento, tanto en arquitectura como en medicina, en orfebrería, en escultura, en astronomía, etc., sin haber existido previamente milenios de experiencia y natural evolución? ¿En qué región del mundo se vivió esa evolución? ¿De dónde llegó esa experiencia y sensibilidad? Hoy no existen contestaciones satisfactorias y todo sigue aún envuelto en el misterio. (75) Isis Hathor significa vaca. Aunque en época tardía, la construcción del templo de Hathor obedeció a un culto muy antiguo. Fue morada de Horus (Halcón), hijo de Isis y de Osiris; esto significa que Hathor alimentó la vida de Horus. Hathor fue una manera de simbolizar a la diosa Isis, y ésta a su vez, fue perpetuada en la Gran Esfinge. No se conoce ninguna otra diosa anterior a Isis en la teogonia egipcia. A Isis se la simbolizó de varias maneras: asi por ejemplo, en algunos casos aparece con cuernos de vaca, símbolo de alimentación y de vida. También suele aparecer con la flor de loto en la cabeza y un ins- trumento musical en la mano, semejante a la sonaja, símbolo de man- do usado por los faraones. También aparece con forma felina, clara alusión al león y a la Gran Esfinge. « En el Libro de los muertos, se ponen las siguientes palabras en boca de Isis y naturalmente de la Gran Esfinge: «Yo soy la reina de estas regiones. Yo fui la primera que reveló a los mortales el misterio de la vida que hay en el trigo y en el maíz.» Este texto da la razón de por qué se la consideró como madre de la vida y de la alimentación. Al hacer mención del maíz, es obligatorio que recordemos a los mayas y a algunos otros pueblos de América, para quienes el maíz fue la base de su alimentación y por^ello lo consideraron de origen di- vino.*Ahora bien quienes han investigado acerca del origen primitivo del maíz, afirman que el mismo jamás fue silvestre en parte alguna del mundo. ¿De dónde habrá salido el maíz tanto en Egipto como en América? ¿Habrá sido traído desde el espacio exterior, es decir desde otro planeta y que por ello se le atribuyó un origen divino? Entre otros muchos atributos, Isis representaba las fases de la luna. Los sacerdotes del culto a Isis debían observar absoluta casti- dad y sus cabezas debían ser rapadas antes de empezar cualquier ritual relativo a Isis. (77) En fin, que Isis es un personaje cósmico representado monumen- talmente en la Gran Esfinge, y que a ésta no se la podrá entender sin las claves astronómicas contenidas en la Gran Pirámide. Y decir astronomía es decir matemáticas, en las que hay números que, además de tener valor cuantitativo en lo astronómico, lo tienen tam- bién simbólico. Tal es el caso del 666, tema muy importante que se aborda en el siguiente capítulo. La diosa Hathor o Isis. Puede advertirse en la ilus- tración el fenómeno astronómico de las fases lunares y el de la «Luna llena», simbolizados por un disco o una esfera, entre cuernos. (79)