sábado, 7 de mayo de 2016

MARIA EVA DUARTE DE PERÓN / Segunda parte


El peronismo Eva Duarte y Juan Perón se conocieron en 1944 y se casaron el 22 de octubre de 1945. En los primeros días de 1944 Eva conoció a Juan Perón. En esa época la Argentina atravesaba un momento crucial de transformaciones económicas, sociales y políticas. La situación política y social en 1944[editar] Económicamente, el país en los años anteriores había cambiado completamente su estructura productiva debido a un gran desarrollo de la industria. En 1943 la producción industrial había superado a la producción agropecuaria por primera vez. Socialmente, el país estaba viviendo una gran migración interna, del campo a la ciudad, empujada por el desarrollo industrial. Ello llevó a un amplio proceso de urbanización y un notable cambio de la población en las grandes ciudades, especialmente Buenos Aires debido a la irrupción de un nuevo tipo de trabajador y trabajadora no europeos. Fueron llamados despectivamente cabecitas negras por las clases medias y altas, debido a que usualmente tenían el pelo, la piel y los ojos más oscuros que el de algunos inmigrantes europeos. La gran migración interna se caracterizó también por la presencia de una gran cantidad de mujeres buscando ingresar al nuevo mercado de trabajo asalariado que estaba creando la industrialización. Políticamente, el país vivía una crisis profunda de los partidos políticos tradicionales que habían convalidado un sistema corrupto y abiertamente fraudulento fundado en el clientelismo. Ese período es conocido en la historia argentina como Década Infame (1930-1943) y fue dirigido por una alianza conservadora conocida como La Concordancia. Ante la corrupción del gobierno conservador el 4 de junio de 1943 se produjo un golpe de Estado militar que abrió un confuso período de reorganización y realineamiento de las fuerzas políticas. Al producirse el golpe militar el teniente coronel Juan D. Perón, de 47 años, era un integrante de la tercera fila del nuevo gobierno. Evita.JPG En 1943, poco tiempo después de comenzado el gobierno militar, un grupo de sindicatos mayoritariamente socialistas y sindicalistas revolucionarios, encabezados por el dirigente sindical socialista Ángel Borlenghi, tomó la iniciativa de establecer contactos con oficiales jóvenes que tuvieran simpatía por los reclamos de los trabajadores. Del lado militar, fueron los coroneles Juan Perón y Domingo Mercante quienes encabezaron el grupo militar que resolvió hacer una alianza con los sindicatos para impulsar el programa histórico que el sindicalismo argentino venía proponiendo desde 1890. La alianza militar-sindical encabezada por Perón y Borlenghi fue imponiendo grandes conquistas laborales (convenios colectivos, Estatuto del Peón de Campo, jubilaciones, etc.) y ganando en consecuencia un apoyo popular que le permitió comenzar a ocupar posiciones importantes en el gobierno. El primer cargo lo obtuvo precisamente Perón, cuando fue designado al frente del insignificante Departamento de Trabajo. Poco después obtenía que el departamento fuera elevado a la importante jerarquía de Secretaría de Estado. Paralelamente al avance de las conquistas sociales y laborales obtenidas por el grupo sindical-militar dirigido por Perón y Borlenghi, y al creciente apoyo popular al mismo, comenzó a organizarse también una oposición encabezada por los grupos patronales, militares y estudiantiles tradicionales, con apoyo abierto de la embajada de Estados Unidos, que fue ganando apoyo en la clase media y alta. Este enfrentamiento sería inicialmente conocido como «las alpargatas contra los libros». Encuentro con Juan Domingo Perón[editar] Evita y Perón en 1950. El 22 de enero de 1944, Eva (con 24 años) conoció a Perón (de 48 años y viudo desde 1938) en un acto realizado en el estadio Luna Park por la Secretaría de Trabajo y Previsión con el fin de condecorar a las actrices que más fondos habían recaudado en la colecta de solidaridad con las víctimas del terremoto que asoló la ciudad de San Juan. Las actrices que resultaron primeras fueron Niní Marshall y Libertad Lamarque.24 En febrero Perón y Eva ya estaban viviendo juntos, en el departamento de esta última de la calle Posadas. Mientras tanto, Eva seguía desarrollando su carrera artística. Por entonces trabajaba en tres programas radiales diarios: Hacia un futuro mejor (10:30), donde difundía las conquistas sociales y laborales que conseguía la Secretaría de Trabajo, el radioteatro Tempestad (18:00) y Reina de reyes (20:30). También actuó en dos películas, La cabalgata del circo, con Hugo del Carril y Libertad Lamarque y La pródiga que no llegó a estrenarse en su época por presión de Perón, quien requirió al productor el negativo y las copias, pero una copia retenida por este fue guardada en Montevideo y permitió su exhibición en 1984.25 Ese año resultó elegida presidenta de su sindicato, la Asociación Radial Argentina.20 El '45[editar] La famosa «foto de las patas», tomada en la fuente de la Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945. El año 1945 fue clave para la historia argentina. La confrontación entre sectores sociales se agudizó y la oposición entre alpargatas y libros se transformó en peronismo y antiperonismo. El 8 de octubre a la noche se produjo un golpe de Estado dirigido por el general Ávalos que exigió de inmediato y obtuvo la renuncia de Perón al día siguiente. Durante una semana los grupos antiperonistas tuvieron el control del país pero no se decidieron a tomar el poder. Perón y Eva permanecieron juntos, circulando por diversas casas, entre ellas la de Elisa Duarte, la segunda hermana de Eva. El 12 de octubre Perón fue detenido en el departamento de la calle Posadas y confinado en la cañonera Independencia, que zarpó hacia la Isla Martín García. Ese mismo día Perón le escribió una carta a su amigo el Coronel Mercante en la que le menciona a Eva Duarte, llamándola Evita: Le encargo mucho a Evita, porque la pobrecita tiene sus nervios rotos y me preocupa su salud. En cuanto me den el retiro, me caso y me voy al diablo. El 14 de octubre Perón le escribió a Eva una carta desde Martín García en la que le dice entre otras cosas: ... Hoy he escrito a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salga nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos... ¿Qué me decís de Farrell y de Ávalos? Dos sinvergüenzas con el amigo. Así es la vida... Te encargo le digas a Mercante que hable con Farrell para ver si me dejan tranquilo y nos vamos al Chubut los dos... Trataré de ir a Buenos Aires por cualquier medio, de modo que puedes esperar tranquila y cuidarte mucho la salud. Si sale el retiro, nos casamos al día siguiente y si no sale, yo arreglaré las cosas de otro modo, pero liquidaremos esta situación de desamparo que tú tienes ahora...Con lo que yo he hecho estoy justificado ante la historia y sé que el tiempo me dará la razón. Empezaré a escribir un libro sobre esto y lo publicaré cuanto antes, veremos entonces quién tiene razón... Por entonces parecía que Perón había sido definitivamente desplazado de la actividad política y que, en el mejor de los casos, se retiraría con Eva, para vivir en la Patagonia. Sin embargo a partir del día 15 de octubre los sindicatos comenzaron a movilizarse para exigir la libertad de Perón, hasta desencadenar la gran manifestación del 17 de octubre que finalizó con su liberación, provocó la recuperación de las posiciones en el gobierno que tenía la alianza militar-sindical y abrió el camino para la victoria en las elecciones presidenciales. Escribanía Ordiales, en Junín, encargada de confeccionar el acta de matrimonio civil entre Eva Duarte y Juan Domingo Perón en 1945. Enfrente se encontraba la casa de la familia Duarte. Actualmente es la sede del Tribunal de Trabajo. La versión tradicional asignó a Eva Perón un papel decisivo en la movilización de los trabajadores que ocuparon Plaza de Mayo pero actualmente los historiadores coinciden que su intervención en esas jornadas fue muy limitado si es que tuvo alguna.26 En ese momento, Eva Duarte aún carecía de identidad política, de contactos en los sindicatos y de apoyo firme en el círculo íntimo de Perón. Los testimonios históricos son abundantes en señalar que el movimiento que liberó a Perón fue organizado directamente por los sindicatos en todo el país y la CGT.27 El periodista Héctor Daniel Vargas ha revelado que el 17 de octubre de 1945 Eva Duarte estaba en Junín, seguramente en la casa de su madre, y menciona como prueba un poder firmado por ella ese mismo día en esa ciudad. Al parecer podría haber llegado a Buenos Aires esa tarde.28 Como Perón había dicho en sus cartas, pocos días después, el 22 de octubre se casó con Eva en Junín. El acontecimiento ocurrió en la Escribanía Ordiales, que funcionaba en una casona que aún existe en la esquina de Arias y Quintana, en el centro de la ciudad. El escritorio utilizado para confeccionar el acta de matrimonio civil se encuentra actualmente expuesto en el Museo Histórico de Junín. Dos días después se realizó la ceremonia de matrimonio católico en la iglesia de San Francisco, orden muy apreciada por Eva, en la ciudad de La Plata. Carrera política[editar] Participación de Eva en la campaña electoral[editar] Evita saludando desde el tren, campaña para las elecciones de 1946. Eva comenzó abiertamente su carrera política acompañando a Perón, como su esposa, en la campaña electoral con vistas a las elecciones presidenciales del 24 de febrero de 1946.6 Fotografía de María Eva Duarte de Perón, con dedicatoria para la primera dama guatemalteca María Cristina Vilanova de Árbenz. La participación de Eva en la campaña de Perón fue una novedad en la historia política argentina. En aquel momento las mujeres carecían de derechos políticos (excepto en San Juan) y las esposas de los candidatos tenían una presencia pública muy restringida y básicamente apolítica. Desde principio de siglo grupos de feministas, entre los que se destacaron personas como Alicia Moreau de Justo, Julieta Lanteri, Elvira Rawson de Dellepiane, habían reclamado sin éxito el reconocimiento de los derechos políticos para las mujeres. En general, la cultura machista dominante consideraba una falta de feminidad que una mujer opinara de política.6 Eva fue la primera esposa de un candidato presidencial argentino en estar presente durante su campaña electoral y acompañarlo en sus giras. Según Pablo Vázquez, Perón venía proponiendo desde 1943 que había que reconocer el derecho al voto de las mujeres pero en 1945 la Asamblea Nacional de Mujeres presidida por Victoria Ocampo y otros sectores conservadores se opusieron a que una dictadura otorgara el voto femenino y el lema fue: "Sufragio femenino pero sancionado por un Congreso elegido en comicios honestos" y el proyecto finalmente no logró imponerse.29 El 8 de febrero de 1946, pocos días antes de finalizar la campaña, el Centro Universitario Argentino, la Cruzada de la Mujer Argentina y la Secretaría General Estudiantil organizaron un acto en el estadio Luna Park para manifestar el apoyo de las mujeres a la candidatura de Perón. Debido a que Perón no pudo asistir por encontrarse agotado, se anunció que María Eva Duarte de Perón lo reemplazaría en el uso de la palabra. Era la primera vez que Evita hablaría en un acto político. Sin embargo la oportunidad resultó frustrada porque el público reclamó airadamente la presencia de Perón e impidió que pudiera pronunciar su discurso.30 Durante la campaña electoral Eva no pudo ir más allá de su condición de esposa de Perón. Sin embargo ya en ese momento era evidente que su intención era desempeñar un papel político autónomo, incluso aunque las actividades políticas estuvieran prohibidas para las mujeres. Esta visión que ella misma tenía de su papel en el peronismo está expresado en un discurso pronunciado años después, el 1 de mayo de 1949: Quiero terminar con una frase muy mía, que digo siempre a todos los descamisados de mi patria, pero no quiero que sea una frase más, sino que vean en ella el sentimiento de una mujer al servicio de los humildes y al servicio de todos los que sufren: "Prefiero ser Evita, antes de ser la esposa del Presidente, si ese Evita es dicho para calmar algún dolor en algún hogar de mi patria".31 El 24 de febrero de 1946 se realizaron las elecciones triunfando la fórmula Perón-Quijano con un 54% de los votos. Derechos de la mujer[editar] Eva Perón hacia mediados de los '40. En la historia argentina existe un reconocimiento unánime sobre el hecho de que Evita realizó una tarea decisiva para el reconocimiento de la igualdad de derechos políticos y civiles entre hombres y mujeres. Durante su gira europea precisó con claridad su punto de vista frente a esta cuestión: Este siglo no pasará a la historia con el nombre de «siglo de la desintegración atómica» sino con otro nombre mucho más significativo: «siglo del feminismo victorioso».32 Eva Perón fue muy amiga de María Cristina Vilanova de Árbenz, primera dama de Guatemala, quién también fue una mujer muy influyente en los gobiernos revolucionarios de Guatemala.33 Sufragio femenino[editar] Retrato oficial de Juan Domingo Perón junto a su esposa Eva, de Numa Ayrinhac y exhibido en el Museo del Bicentenario, es el único oficial de un Presidente argentino acompañado de la Primera Dama.34 El 27 de febrero de 1946, tres días después de las elecciones, Evita ―de 26 años de edad― pronunció su primer discurso político en un acto organizado para agradecer a las mujeres su apoyo a la candidatura de Perón. En esa oportunidad Evita exigió la igualdad de derechos para hombres y mujeres y en particular el sufragio femenino: La mujer argentina ha superado el período de las tutorías civiles. La mujer debe afirmar su acción, la mujer debe votar. La mujer, resorte moral de su hogar, debe ocupar el sitio en el complejo engranaje social del pueblo. Lo pide una necesidad nueva de organizarse en grupos más extendidos y remozados. Lo exige, en suma, la transformación del concepto de mujer, que ha ido aumentando sacrificadamente el número de sus deberes sin pedir el mínimo de sus derechos. Manifestación de mujeres frente al Congreso Nacional por la ley de Voto Femenino, 1948. El proyecto de ley fue presentado inmediatamente después de asumido el nuevo gobierno constitucional, el 1 de mayo de 1946. La oposición de los prejuicios conservadores resultaba evidente, no solo entre los partidos opositores sino incluso dentro de los partidos que sostenían el peronismo. Evita presionó constantemente a los parlamentarios para que lo aprobaran, causando incluso protestas de estos últimos por su intromisión. Retrato del Presidente Juan Domingo Perón y su señora esposa María Eva Duarte de Perón junto al vestido que uso en la misma A pesar de que era un texto brevísimo en tres artículos, que prácticamente no podía dar lugar a discusiones, el Senado recién dio media sanción al proyecto el 21 de agosto de 1946, y hubo que esperar más de un año para que la Cámara de Diputados sancionara el 9 de septiembre de 1947 la Ley 13.010, estableciendo la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres y el sufragio universal en la Argentina.35 Finalmente, la Ley 13.010 se aprobó por unanimidad. A continuación la declaración en cadena nacional del discurso oficial de Evita, promulgando la ley del sufragio femenino en su país Mujeres de mi patria, recibo en este instante de manos del Gobierno de la Nación, la ley que consagra nuestros derechos cívicos, y lo recibo ante vosotras con la certeza de que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria. Aquí está hermanas mías resumida en la letra apretada de pocos artículos una historia larga de luchas, tropiezos y esperanzas, por eso hay en ella crispaciones de indignación, sombras de aucasos amenazadores, pero también alegre despertar de auroras triunfales, y esto último que traduce la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional(...). El Partido Peronista Femenino[editar] Artículo principal: Partido Peronista Femenino Monumento a Evita, obra de Ricardo Gianetti, en Austria y Libertador (Bs.As.) en el lugar en que murió, donde estaba la casa presidencial. En 1949 Eva Perón buscó incrementar la influencia política de las mujeres fundando el Partido Peronista Femenino (PPF), el 26 de julio en el Teatro Nacional Cervantes de la Ciudad de Buenos Aires. El PPF estaba organizado a partir de unidades básicas femeninas que se abrían en los barrios, pueblos y sindicatos canalizando la militancia directa de las mujeres.36 Las afiliadas al Partido Peronista Femenino participaban a través de dos tipos de unidades básicas: Unidades básicas sindicales, si eran trabajadoras asalariadas Unidades básicas ordinarias, si eran amas de casa, empleadas domésticas, trabajadoras rurales.37 En el Partido Peronista Femenino no había distinciones ni jerarquías entre los miembros. El 11 de noviembre de 1951 se realizaron elecciones generales. Evita votó en el hospital donde estaba internada, debido al avanzado estado del cáncer que terminaría con su vida al año siguiente. Por primera vez resultaron elegidas parlamentarias: 23 diputadas nacionales, 6 senadoras nacionales, y si se cuentan a las legisladoras provinciales fueron electas en total 109 mujeres. 29 Igualdad jurídica en el matrimonio y la patria potestad[editar] La igualdad política de hombres y mujeres, se complementó con la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida que garantizó el artículo 37 (II.1) de la Constitución de 1949, que nunca fue reglamentado. El texto fue directamente escrito por Eva Perón. El golpe militar de 1955 derogó la Constitución, y con ella la garantía de igualdad jurídica entre el hombre y la mujer en el matrimonio y frente a la patria potestad, reapareciendo la prioridad del hombre sobre la mujer. La reforma constitucional de 1957 tampoco reincorporó esta garantía constitucional, y la mujer argentina permaneció discriminada legalmente hasta que se sancionó la ley de patria potestad compartida en 1985, durante el gobierno de Alfonsín. Relación con los trabajadores y los sindicatos[editar] Amparo de los humildes, afiche de propaganda oficial sobre la figura de Eva Perón. Eva Perón estableció una fuerte relación, estrecha y a la vez compleja, con los trabajadores y los sindicatos en particular, que la caracterizó. En 1947 Perón ordenó disolver los dos partidos que lo sostenían, el Partido Laborista y la Unión Cívica Radical Junta Renovadora, para crear el Partido Peronista. De ese modo los sindicatos perdieron autonomía dentro del peronismo, aunque por otra parte este se constituyó con el sindicalismo como su «columna vertebral», lo que en la práctica implicó que el Partido Peronista tomara la forma de un partido cuasi-laborista. En este esquema de poderes heterogéneos y muchas veces en conflicto que confluían en el peronismo, entendido como un movimiento abarcador de múltiples clases y sectores, Eva Perón ocupó un papel de vínculo directo y privilegiado entre Perón y los sindicatos, que les permitió a estos últimos consolidar una posición de poder, aunque compartido. Por esta razón fue el movimiento sindical el que impulsó la candidatura de Eva Perón a vicepresidente, en 1951, candidatura muy resistida, incluso dentro del Partido Peronista, por los sectores que querían evitar un avance del sector sindical. Evita tenía una visión sumamente combativa de los derechos sociales y laborales y pensaba que la oligarquía y el imperialismo actuarían incluso violentamente para anularlos. Consecuentemente Eva impulsó junto a los dirigentes sindicales la formación de milicias obreras y, poco antes de morir, compró armas que entregó a la CGT.38 La estrecha relación entre Evita y el sindicalismo quedó evidenciada a la muerte de aquella, cuando su cadáver embalsamado fue llevado de manera permanente a la CGT. Gira europea[editar] Evita con traje formal.jpg Perón, Evita y otros dirigentes peronistas pensaron en una gira internacional para 1947, inédita en aquel momento para una mujer, que pudiera ubicarla en el primer plano político. La gira se extendió durante 64 días, partiendo el 6 de junio y regresando el 23 de agosto de 1947. Durante la misma visitó España (18 días), Italia y el Vaticano (20 días)39 , Portugal (3 días), Francia (12 días), Suiza (6 días), Brasil (3 días) y Uruguay (2 días). Su intención oficial era oficiar de embajadora de buena voluntad y conocer los sistemas de ayuda social instalados en Europa con la obvia intención de impulsarla a su regreso a hacerse cargo de un nuevo sistema de obras sociales. En el cortejo viajó el padre jesuita Hernán Benítez, por quien ella se dejaba aconsejar, y que tendría influencia, a su vuelta, en la creación de la Fundación Eva Perón. Eva Perón bautizó la gira con el nombre de Gira del Arco Iris. La denominación se originó en una candorosa afirmación de Evita a poco de llegar a Europa: No vine para formar un eje, sino sólo como un arco iris entre nuestros dos países.40 España, gobernada por el dictador Francisco Franco, fue la primera escala de su viaje. Estuvo en Villa Cisneros, Madrid, Toledo, Segovia, Galicia, Sevilla, Granada, Zaragoza y Barcelona. Hay testimonios sobre el desagrado de Evita acerca del modo que se trataba a los obreros y a las personas humildes en España.41 42 Mantuvo una situación tirante con la esposa de Franco, Carmen Polo, debido a su intento de mostrarle el Madrid histórico de los Austrias y los Borbones en lugar de los hospitales públicos y los barrios obreros («barrios de chabolas»).43 41 También se dice que utilizó su diplomacia e influencia con Franco para obtener el perdón de la militante comunista Juana Doña.44 De regreso en la Argentina, contaría: A la mujer de Franco no le gustaban los obreros, y cada vez que podía los tildaba de «rojos» porque habían participado en la guerra civil. Yo me aguanté un par de veces hasta que no pude más, y le dije que su marido no era un gobernante por los votos del pueblo sino por imposición de una victoria.45 Evita llega a Madrid donde es recibida con veintiún cañonazos y una multitud de obreros españoles. El viaje continuó por Italia, donde almorzó con el ministro de Relaciones Exteriores, visitó guarderías infantiles. En su paso por Italia escribe en los diarios locales, alternando cenas con los máximos representantes del gobierno o la sociedad civil y encuentros con obreros.46 En el Vaticano fue recibida por el Papa Pío XII, quien le entregó el rosario de oro y la medalla pontificia que llevó en sus manos al momento de morir, después de mantener una reunión a solas de 15 minutos. De lo que allí hablaron el Papa y Eva no ha quedado ningún testimonio directo, con excepción de un breve comentario posterior de Perón sobre lo que su esposa le había contado. El diario La Razón de Buenos Aires cubría la noticia del siguiente modo: El Papa la invitó entonces a tomar asiento junto a su escritorio y comenzó la audiencia. Ni una sola palabra se ha dado a conocer oficialmente de la conversación que sostuvieron el Sumo Pontífice y la señora de Perón, pero un miembro de la casa papal indicó que Pío XII le hizo presente a la señora de Perón su agradecimiento personal por la ayuda que la Argentina ha prestado a las naciones europeas azotadas por la guerra, y por la colaboración que ha prestado la Argentina en la obra de socorro de la Comisión Pontificia. Al cabo de 27 minutos, el Sumo Pontífice oprimió un pequeño botón blanco en su escritorio. Una campanilla sonó en la antecámara y la audiencia llegó a su fin. Pío XII obsequió a la señora de Perón un rosario con una medalla de oro conmemorativa de su pontificado.47 Después de visitar Portugal, donde fue recibida por multitudes, se dirigió a Francia, donde se vio afectada por la publicación en la revista France Dimanche de una foto suya en una propaganda de jabón. De todos modos se entrevistó con el presidente de la Asamblea Nacional, el socialista Édouard Herriot, entre otros políticos. El jesuita Benítez la llevó a Notre Dame a hablar con el Nuncio Apostólico en París, Monseñor Angelo Giuseppe Roncalli, futuro Papa Juan XXIII, quien le dio la siguiente recomendación: Si de verdad lo va a hacer le recomiendo dos cosas: que prescinda por completo de todo papelerío burocrático, y que se consagre sin límites a su tarea.48 Benítez afirmó que a Roncalli le impresionó la figura de Evita inclinando su cabeza frente al altar de la Virgen mientras se escuchaba el Himno Nacional Argentino: ¡Ha vuelto la emperatriz Eugenia de Montijo!, afirmó que dijo el prelado.49 La gira continuó por Suiza, donde se entrevistó con dirigentes políticos. Sobre su escala en ese país se han realizado muchas especulaciones intentando asociarla a hechos de corrupción, pero los historiadores no han encontrado pruebas que permitan sostenerlas.[cita requerida] Finalmente descartó visitar Gran Bretaña debido a que la familia real se encontraba en Escocia, y antes de volver visitó Brasil y Uruguay. El broche de la gira lo constituyó, ya de regreso, su visita a la Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad Continental, que se celebraba en Rio de Janeiro el 20 de agosto de 1947, que concluyo con la firma el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).50 La Fundación Eva Perón y la ayuda social[editar] Paseo Colón 850. Edificio construido ad hoc para la Fundación Eva Perón, actualmente Facultad de Ingeniería. Eva Perón trabajó personalmente recibiendo a personas y familias necesitadas de ayuda social. Artículo principal: Fundación Eva Perón La actividad por la cual Evita se destacó durante el gobierno peronista fue la ayuda social orientada a atender la pobreza y otras situaciones sociales de desamparo. Tradicionalmente en la Argentina esa actividad estaba en manos de la Sociedad de Beneficencia, una antigua asociación cuasi-estatal creada por Bernardino Rivadavia a principios del siglo XIX dirigida por un selecto grupo de mujeres de la clase alta. Ya en la década de 1930 comenzó a ser evidente que la Sociedad de Beneficencia como organización, y la beneficencia como actividad, se habían vuelto obsoletas e inadecuadas para la sociedad urbana industrial. A partir de 1943, la Sociedad de Beneficencia comenzó a ser reorganizada y el 6 de septiembre de 1946 fue intervenida. A partir de entonces, el peronismo se ocupó de la asistencia y la ayuda social. Parte de esa tarea fue desarrollada a través del exitoso plan de salud pública que llevó adelante el Ministro de Salud Ramón Carrillo; parte fue desarrollada a partir de las nuevas instituciones de previsión social como la generalización de las jubilaciones y pensiones; y parte fue desarrollada por Eva Perón desde la Fundación Eva Perón. Inmediatamente después de regresar de su gira europea, Evita organizó una Cruzada de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón, que orientaba a atender ancianos y mujeres desamparadas, mediante subsidios y hogares temporarios. El 8 de julio de 1948 se creó la Fundación Eva Perón, presidida por Evita, que desarrolló una gigantesca tarea social que llegó prácticamente a todos los niños, ancianos, madres solteras, y mujeres que eran único sustento de familia, pertenecientes a los estratos más carenciados de la población. La Fundación realizó un amplio espectro de actividades sociales, desde la construcción de hospitales, asilos, escuelas, colonias de vacaciones, hasta el otorgamiento de becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promoción de la mujer en diversas facetas. La Fundación realizaba anualmente los famosos Juegos Infantiles Evita y Juegos Juveniles Juan Perón, en los que participaban cientos de miles de niños y jóvenes de sectores humildes, que a la vez que promovía el deporte permitió también realizar masivos controles médicos.51 La Fundación entregaba también masivamente, cada fin de año, sidra y pan dulce a las familias más carenciadas, hecho este último muy criticado por los opositores antiperonistas. Los fondos de la Fundación provenían de aportes de distinta índole: estaban los obligatorios impuestos por leyes nacionales sobre los jornales de los obreros dos veces al año y las donaciones de empresas privadas, aparentemente voluntarias pero constituyendo en la práctica casi un requisito para funcionar sin problemas con el gobierno peronista.52 También recibía fondos del Estado y utilizaba inmuebles, personal y medios de transporte del mismo. Un decreto del Poder Ejecutivo dispuso que los sobrantes de las partidas de cada ministerio se transfiriera a la Fundación y pese a que fue objetado por el Tribunal de Cuentas igual fue aplicado.53 En 1951 Golda Meir viajó a Argentina para agradecer el apoyo de la Fundación Eva Perón a Israel. De las obras realizadas por la Fundación que han permanecido pueden destacarse el complejo habitacional Ciudad Evita en el partido de La Matanza (Gran Buenos Aires), gran cantidad de hospitales que en la actualidad suelen llevar el nombre de Evita, o Eva Perón, la República de los Niños en Gonnet (provincia de Buenos Aires), etc. La Fundación realizó también ayudas solidarias para diversos países como Estados Unidos54 e Israel. En 1951, Golda Meir, por entonces Ministra de Trabajo israelí y una de las pocas mujeres que en el mundo habían alcanzado una posición política destacada en democracia, viajó a la Argentina para entrevistarse con Eva Perón y agradecerle las donaciones a Israel en los primeros momentos de su creación.55 La preocupación especial de Eva Perón por los ancianos la llevó a redactar y proclamar el 28 de agosto de 1948 el llamado Decálogo de la Ancianidad, una serie de derechos de los ancianos que al año siguiente fueron incorporados a la Constitución Argentina de 1949. Los 10 Derechos de la Ancianidad eran: asistencia, vivienda, alimentación, vestido, cuidado de la salud física, cuidado de la salud moral, esparcimiento, trabajo, tranquilidad y respeto. En 1956 la Constitución de 1949 fue derogada por una proclama militar y los derechos de la ancianidad no volvieron a tener jerarquía constitucional. La Fundación Eva Perón funcionaba en un gran edificio especialmente construido ubicado en Paseo Colón 850 de la ciudad de Buenos Aires, a una cuadra de la Confederación General del Trabajo. Cuando se produjo el golpe militar de 1955 que derrocó al Presidente Perón, la Fundación fue asaltada destruyéndose las grandes estatuas de Leone Tommasi que se encontraban en su frente y el edificio fue entregado a la Universidad de Buenos Aires. Actualmente allí funciona la Facultad de Ingeniería. La escritora Aurora Venturini que trabajara en la Fundación Eva Perón como psicóloga ha dejado su recuerdo sobre Evita en ese ámbito: A la Fundación llegaba a las ocho de la mañana y se iba a las cuatro del día siguiente. Las piernas se le hinchaban, se sacaba los zapatos debajo del escritorio y quedaba descalza... había que verla de cerca, en el trato diario, podía ser insoportable de tan inmediata . Cuando me decía a mí o a otros “esto lo quiero para mañana”, había que tenerlo listo porque si no se le escapaban insultos gruesos, descargaba toda su rabia en el que tenía adelante, le saltaba la bronca. Era difícil estar con ella en esos momentos. Después, la entendí: se le acababa el tiempo, estaba muy apurada... Me acuerdo del chico de las moscas. Yo la había acompañado a una recorrida por las barriadas pobres. Por entonces, las villas eran buenas, se podía entrar, no había violencia, sólo pobreza, mucha pobreza. Se nos acercó un chico que tenía la cabecita completamente negra… eran moscas. Evita no se contuvo y se largó a llorar, después pidió que lo lleváramos al hospital donde se curó, pero a ella nunca se le fue la impresión. Esas cosas le daban una rabia inmensa, se volvía loca.12 Candidatura a la vicepresidencia[editar] Dos millones de personas presenciaron el acto de la presentación de la fallida fórmula Perón-Eva Perón. MENÚ0:00 Discurso de Renunciamiento de Eva Perón el 31 de agosto de 1951. En las elecciones generales de 1951 fue la primera vez que las mujeres pudieron presentarse, no solo para votar sino como candidatas. Debido a su gran popularidad, la Confederación General del Trabajo propuso la candidatura de Evita al cargo de Vicepresidenta de la Nación, acompañando a Perón, un hecho que no solo implicaba llevar una mujer al Poder Ejecutivo, sino fortaler al sector sindical en el gobierno peronista. La audaz jugada desató una aguda lucha interna en el peronismo e intensas gestiones de los grupos de poder, en la que los sectores más conservadores presionaron fuertemente para evitarlo. Simultáneamente a este proceso Evita desarrolló un cáncer de útero que acabaría con su vida en menos de un año. En ese contexto, el 22 de agosto de 1951 se produjo el Cabildo Abierto del Justicialismo convocado por la Confederación General del Trabajo. La reunión convocó a cientos de miles de trabajadores y trabajadoras en la esquina de Moreno y 9 de julio y constituyó un hecho histórico fuera de lo común. En su transcurso los sindicatos le pidieron a Evita que aceptara la candidatura a vicepresidente. Tanto Perón como Evita tomaron sucesivamente la palabra para sugerir que los cargos no eran importantes y que ya Evita ocupaba un lugar superior en la consideración de la población. A medida que las palabras de Perón y Evita ponían de manifiesto las fuertes resistencias que despertaba su candidatura, la multitud empezó a exigirle a Evita que la aceptara allí mismo. Incluso en algún momento alguna voz en la multitud le exigió a Perón: ¡Deje hablar a la compañera Evita!56 Eva llora y abraza a Perón durante el acto del 22 de agosto de 1951. En ese momento se produjo un diálogo entre la multitud y Evita, completamente inusual en eventos multitudinarios: Texto del diálogo entre Evita y la multitud en el Cabildo Abierto del 22 de agosto de 1951 -Evita (hablando a la multitud y a Perón): Hoy, mi general, en este Cabildo Abierto del Justicialismo, el pueblo preguntó que quería saber de qué se trata. Aquí ya sabe de qué se trata y quiere que el general Perón siga dirigiendo los destinos de la Patria. -Pueblo: ¡Con Evita! ¡Con Evita! -Evita: Yo haré siempre lo que el pueblo quiera. Pero yo les digo que así como hace cinco años he dicho que prefería ser Evita, antes que la mujer del presidente, si ese Evita era dicho para aliviar algún dolor de mi Patria, ahora digo que sigo prefiriendo ser Evita. La Patria está salvada porque la gobierna el general Perón. -Pueblo: ¡Que conteste! ¡Que conteste! -Espejo (CGT): Señora, el pueblo le pide que acepte su puesto. -Evita: Yo le pido a la Confederación General del Trabajo y a ustedes, por el cariño que nos profesamos mutuamente, para una decisión tan trascendental en la vida de esta humilde mujer, que me den por lo menos cuatro días. -Pueblo: ¡No, no, vamos al paro! ¡Vamos a la huelga general! -Evita: Compañeros, compañeros...yo no renuncio a mi puesto de lucha. Yo renuncio a los honores. (Llora). Yo haré, finalmente, lo que decida el pueblo. (Aplausos y vivas). ¿Ustedes creen que si el puesto de vicepresidenta fuera un cargo y si yo hubiera sido una solución no habría contestado ya que sí? -Pueblo: ¡Contestación! ¡Contestación! -Evita: Compañeros, por el cariño que nos une, les pido por favor que no me hagan hacer lo que no quiero hacer. Se los pido a ustedes como amiga, como compañera. Les pido que se desconcentren. (La multitud no se retira). Compañeros, ¿cuándo Evita los ha defraudado? ¿Cuándo Evita no ha hecho lo que ustedes desean? Yo les pido una cosa, esperen hasta mañana. -Espejo (CGT): La compañera Evita nos pide dos horas de espera. Nos vamos a quedar aquí. No nos movemos hasta que nos dé la respuesta favorable. -Evita: Esto me toma de sorpresa. Jamás en mi corazón de humilde mujer argentina pensé que podía aceptar este puesto... Denme tiempo para anunciar mi decisión al país en cadena. Evita votando en el hospital en 1951. Fue la primera vez que las mujeres votaron en las elecciones nacionales en Argentina. A tal efecto Evita recibió la Libreta Cívica Nº 00.000.001. La multitud entendió esas palabras como un compromiso de Eva Perón de aceptar la candidatura y se retiró. Sin embargo, nueve días después, Eva habló por radio para informar que había decidido renunciar a la candidatura. Esa fecha fue designada por los simpatizantes del peronismo como Día del Renunciamiento. Por supuesto que la deteriorada salud de Eva Perón resultó a la postre un factor determinante del fracaso de su candidatura a vicepresidente. Sin embargo ello no impidió que la propuesta de la CGT pusiera en evidencia las luchas internas en el peronismo y en la sociedad, ante la eventualidad de que una mujer apoyada por los sindicatos pudiera ser elegida vicepresidenta y eventualmente incluso presidenta de la Nación. En las elecciones que se llevaron a cabo el 11 de noviembre de 1951 Evita había sido operada seis días antes y debió votar en su cama del hospital. Enfermedad y muerte[editar] Perón sostiene a Evita en el acto del 17 de octubre de 1951. Titulares del diario La Prensa por la muerte de Evita. Eva Perón enfermó de cáncer de cuello uterino.57 Su primera manifestación sucedió el 9 de enero de 1950 cuando sufrió un desmayo en el acto de fundación del Sindicato de Taxistas.58 A comienzos de 1951 vuelve a desmayarse en la Fundación Eva Perón, razón por la cual trasladó su oficina a la residencia presidencial, ubicada en aquel entonces en Austria y Libertador, donde hoy se encuentra la Biblioteca Nacional. El 15 de octubre publicó su libro La razón de mi vida, escrito con la ayuda del periodista español Manuel Penella entre otros, con una primera edición de 300.000 ejemplares. Después de su muerte se convertiría en libro de lectura en las escuelas. El avance del cáncer la volvía cada vez más débil y la obligaba a guardar reposo. Pese a ello participaba en los actos públicos. Uno de los más importantes de este período final de su vida fue el del 17 de octubre de ese año. El discurso que Evita pronunció ese día ha sido considerado como su testamento político; en él menciona nueve veces su propia muerte. El 5 de noviembre de 1951 fue intervenida quirúrgicamente por el famoso médico oncólogo estadounidense George Pack en el Hospital de Avellaneda (actual Hospital Interzonal General de Agudos "Presidente Perón"), construido por la propia Fundación Eva Perón. Seis días después votó allí, en su cama, en las elecciones generales que consagraron la reelección de Perón. Actualmente esa sala ha sido convertida en Museo59 Por esa época Eva Perón empezó a dictar su último libro, conocido como Mi mensaje, dictado al dirigente sindical de los docentes, Juan Jiménez Domínguez, y finalizado pocos días antes de morir. Se trata del texto más encendido y emocional de Evita, uno de cuyos fragmentos fue leído después de su muerte, el 17 de octubre de 1952, en el acto de Plaza de Mayo, y que luego se extravió, para ser hallado en 1987. Sus hermanas sostuvieron entonces que se trataba de un texto apócrifo, iniciando un juicio que finalizó en 2006 estableciendo que se trata de un texto auténtico.60 Los siguientes fragmentos de Mi Mensaje, dan una idea de la naturaleza de su pensamiento en los últimos días de su vida: Me rebelo indignada con todo el veneno de mi odio, o con todo el incendio de mi amor —no lo sé todavía— en contra del privilegio que constituyen todavía los altos círculos de las fuerzas armadas y clericales. Funeral por la muerte de Eva Perón. A Perón y a nuestro pueblo les ha tocado la desgracia del imperialismo capitalista. Lo he visto de cerca en sus miserias y crímenes. Se dice defensor de la justicia mientras extiende las garras de su rapiña sobre los bienes de todos los pueblos sometidos a su omnipotencia... Pero más abominables aún que los imperialistas son las oligarquías nacionales que se entregan vendiendo y a veces regalando por monedas o por sonrisas la felicidad de sus pueblos. Recibió radioterapia en varias ocasiones y existe evidencia de que, poco antes de morir, en mayo o junio de 1952,61 se le efectuó una lobotomía prefrontal neuroquirúrgica en Buenos Aires, como tratamiento del dolor, la ansiedad y la agitación derivados del cáncer metastásico que padecía, y que el neurocirujano James L. Poppen habría estado involucrado en el procedimiento,61 62 al igual que el neurocirujano George Udvarhelyi.63 El 18 de julio de 1952 entró en coma por primera vez. Murió a la edad de 33 años, el 26 de julio de 1952. El certificado de fallecimiento indica que falleció a las 20:25.64 Algunas publicaciones sostienen que falleció dos minutos antes, a las 20:23.65 A las 21:36 el locutor J. Furnot leyó por la cadena de radiodifusión: Cumple la Subsecretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 horas ha fallecido la Señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación. Los restos de la Señora Eva Perón serán conducidos mañana, en horas de la mañana, al Ministerio de Trabajo y Previsión, donde se instalará la capilla ardiente...66 Tras su muerte la CGT declaró tres días de paro y el gobierno estableció un duelo nacional de 30 días. Su cuerpo fue velado en la Secretaría de Trabajo y Previsión hasta el 9 de agosto que fue llevado al Congreso de la Nación para recibir honores oficiales, y luego a la CGT. La procesión fue seguida por más de dos millones de personas y su paso por las calles recibió una lluvia de claveles, orquídeas, crisantemos, alhelíes y rosas arrojados desde los balcones cercanos. El gobierno contrató a Edward Cronjagar, camarógrafo de la 20th Century Fox, que había filmado los funerales del mariscal Foch para que hiciera lo mismo con el funeral de Evita y de ese material resultó el documental Y la Argentina detuvo su corazón.67 El gobierno dispuso también que las radios señalaran diariamente la hora de la muerte de Evita, leyendo el texto “son las 20:25, hora en que Eva Perón pasó a la inmortalidad”. Su cuerpo fue embalsamado y mantenido en exposición en la CGT. Mientras tanto, el gobierno empezó las obras del Monumento al Descamisado, que se había proyectado con base a una idea de Evita y que, según un nuevo plan, sería su tumba definitiva. Cuando la Revolución Libertadora derrocó a Perón el 23 de septiembre de 1955, el cadáver fue secuestrado y hecho desaparecer durante 14 años. El secuestro del cadáver de Evita[editar] El cuerpo de Evita contemplado por el Dr. Pedro Ara, quien lo momificó. Los restos de Evita se encuentran actualmente en el Cementerio de La Recoleta. Durante la dictadura militar llamada Revolución Libertadora (1955-1958) que derrocó al presidente Juan Perón, un comando al mando del teniente coronel Carlos de Moori Koenig secuestró el cuerpo de Evita, el 22 de noviembre de 1955 por la noche, que se encontraba en la CGT. Esa misma noche por órdenes directas de Pedro Eugenio Aramburu un comando de marinos entró por la fuerza en en edificio de la CGT, derribo el busto de Evita que se encontraba en el primer piso y con armas forzaron la puerta de la capilla del segundo piso, allí quemaron las banderas argentinas dispuestas sobre el cadáver y orinaron sobre él. Durante tres días el cuerpo fue colocado en un camión que se trasladaba por diferentes puntos de la ciudad, a fin de no levantar sospechas.68 El teniente coronel Carlos de Moori Koenig secuestró el cuerpo de Evita, el relato del ex mayor Jorge Dansey Gazcón difiere ya que asegura que fue él quién lo trasladó.69 La orden la había dado el dictador al mando del país en ese momento, General Pedro Eugenio Aramburu. Desde ese momento se estableció un itinerario macabro y perverso.70 Moori Koenig puso el cadáver dentro de una camioneta y lo mantuvo en su interior durante varios meses, estacionándola en distintas calles de Buenos Aires, en depósitos militares, o incluso en la casa de un militar. Una noche incluso, los militares llegaron a matar a una mujer embarazada confundiéndola con un comando peronista que pretendía recuperar el cadáver. Moori Koenig instaló el féretro de pie con el cadáver en su oficina. Una de las personas que vio en esas circunstancias el cadáver de Evita fue la cineasta María Luisa Bemberg. El dictador Pedro Eugenio Aramburu destituyó a Moori Koenig y le encomendó al coronel Héctor Cabanillas, sepultarlo clandestinamente. La llamada Operación Traslado fue diseñada por el entonces teniente coronel y luego dictador también Alejandro Agustín Lanusse, con la ayuda del sacerdote Francisco "Paco" Rotger, a cargo de quien recayó la responsabilidad de obtener la complicidad de la Iglesia a través del superior general de la orden de los paulinos, el padre Giovanni Penco, y el propio Papa Pío XII.71 El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto en el barco Conte Biancamano a Génova (Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer llamada María Maggi de Magistris y fue enterrado bajo ese nombre en la tumba 41 del campo 86 del Cementerio Mayor de Milán. Las versiones se multiplicaron y el mito se agrandó. Hay versiones que sostienen que los militares mandaron realizar tres copias de cera de la momia, y que las enviaron a otro cementerio italiano, uno en Bélgica y otro en Alemania Occidental. En 1970 la organización guerrillera Montoneros secuestró a Aramburu, exigiendo entre otras cosas la aparición del cuerpo de Evita. Cabanillas entonces se movilizó para traerlo, pero no llegó a tiempo y Aramburu fue asesinado.[cita requerida] En septiembre de 1971, el General Lanusse, dictador por entonces del país, le ordenó al coronel Cabanillas, organizar el "Operativo Retorno". El cuerpo de Evita fue entonces desenterrado de la tumba clandestina en Milán y devuelto a Perón en Puerta de Hierro (Madrid). En tal acción participó el brigadier (R) Jorge Rojas Silveyra, embajador argentino en España. Al cadáver le faltaba un dedo que le fue cortado intencionalmente y presentaba un leve aplastamiento de la nariz, pero estaba en buenas condiciones generales. El 17 de noviembre de 1974 la presidente María Estela Martínez de Perón trajo el cuerpo de Eva al país, y lo ubicó en la quinta presidencial de Olivos (ese mismo día apareció el cadáver del ex presidente Aramburu que los Montoneros retenían desde hacía un mes antes). El gobierno comenzó a proyectar el Altar de la Patria, un gran mausoleo que albergaría los restos de Juan Perón, Eva Duarte de Perón, y todos los próceres de la Argentina, como símbolo de unión del país. En 1976 la dictadura militar que tomó el poder el 24 de marzo le entregó el cuerpo a la familia Duarte, que dispuso que fuera enterrada en la bóveda que su familia posee en el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires, donde se encuentra desde entonces.72 El conocido cuento del escritor Rodolfo Walsh, titulado Esa mujer, tiene como tema el secuestro del cadáver de Evita.Wikipedia