domingo, 14 de febrero de 2016

James Cook - Navegante, explorador y cartógrafo británico.


James Cook James Cook Captain-James-Cook.jpg James Cook, retrato de N. Dance, c. 1775. (Museo Marítimo Nacional, Greenwich) Información personal Nacimiento 7 de noviembre de 1728jul. Marton (en), Middlesbrough, Reino Unido Fallecimiento 14 de febrero de 1779 Kealakekua Bay (en), Hawái, Estados Unidos Nacionalidad Reino de Gran Bretaña James Cook FRS RN (Middlesbrough, North Yorkshire, 27 de octubre de 1728-Hawái, 14 de febrero de 1779) fue un navegante, explorador y cartógrafo británico. Realizó tres viajes por el océano Pacífico, durante los cuales se describieron con precisión grandes áreas, y muchas islas y costas fueron documentadas por primera vez en mapas europeos. Sus mayores logros fueron el reclamo para el Reino de Gran Bretaña de la costa este de Australia, descubierta por los españoles en el siglo XVI; las islas Hawái, descubiertas por el español Álvaro de Saavedra en 1527 y la circunnavegación y cartografía de Terranova y Nueva Zelanda. James Cook era de origen humilde. Nació en Marton, Yorkshire del Norte, cerca de la actual localidad de Middlesbrough. Sus padres, Grace y James, hacían tareas rurales. El padre era inmigrante escocés. En total eran cinco hermanos. James se educó en la escuela de Great Ayton, ciudad donde toda la familia se había mudado por razones laborales. Cuando tuvo 13 años, comenzó a trabajar con su padre en la administración de una granja. En 1745 Cook dejó su hogar para trabajar como aprendiz de tendero en la aldea de pescadores de Staithes. Después de un año y medio allí, el dueño de la tienda encontró que James no era apropiado para ese trabajo, lo llevó a la ciudad portuaria de Whitby y lo presentó a John y Henry Walker. Estos eran armadores prominentes y se dedicaban al negocio del carbón. Cook fue tomado como aprendiz en un navío mercante de la pequeña flota de barcos que transportaban carbón a lo largo de la costa inglesa. Una vez que completó su aprendizaje de tres años, comenzó a trabajar en barcos comerciales del mar Báltico, en donde escaló rápidamente a través de los rangos de la marina mercante. En 1755 se le ofreció ser comandante del bergantín Friendship, pero al poco tiempo se postuló como voluntario al servicio de la Royal Navy (Armada Real Británica). En 1755, el Reino de Gran Bretaña estaba rearmándose para lo que sería el comienzo de la guerra de los Siete Años. Cook pensó que su carrera podría avanzar más rápidamente bajo el servicio militar. Sin embargo, esto requería comenzar desde abajo en la jerarquía naval y, en junio de ese año comenzó como able seaman (marinero con experiencia de al menos dos años), a bordo del HMS Eagle, bajo el mando del capitán Hugh Palliser. Vida familiar[editar] En 1762 Cook se casó con Elizabeth Batts, la hija de uno de sus mentores. Tuvieron seis hijos: James, Nathaniel, Elizabeth, Joseph, George y Hugh. Cuando Cook no estaba navegando, residía en el East End de Londres. Comienzo de la carrera naval en la Armada Real Británica[editar] Carta de la costa de Terranova, realizado por James Cook y Michael Lane. Durante la guerra de los Siete Años, Cook participó en el sitio a la ciudad de Quebec, antes de la batalla de las Llanuras de Abraham, en 1759. Allí demostró su habilidad para la topografía y cartografía, y fue el responsable de trazar mapas de gran parte de la entrada al río San Lorenzo durante el sitio, permitiendo al General Wolfe lanzar su ataque de forma sorpresiva sobre las Llanuras de Abraham. Entre 1763 y 1767, Cook trazó cartas sobre las irregulares costas de Terranova; entre 1763 y 1764, por el estrecho noroeste; entre 1765 y 1766, la costa del sur entre la península Burin y cabo Ray; y, finalmente, la costa oeste durante el año 1767. Estas cinco temporadas de Cook dieron como resultado el primer mapa a gran escala y de gran exactitud sobre el lugar. También dieron a Cook un gran dominio en la práctica topográfica, realizada en condiciones adversas, lo que llamó la atención de la Royal Navy y la Royal Society, en un momento crucial, tanto en la carrera personal de Cook como en la postura británica de cara a los descubrimientos de ultramar. Primer viaje (1768-71)[editar] Artículo principal: Primer viaje de James Cook En 1766, la Royal Society lo contrató para viajar al océano Pacífico, con objetivo de observar y documentar el tránsito de Venus sobre el Sol. Ruta del primer viaje de Cook (1768–71). En 1768 Cook zarpó al mando del HMB Endeavour desde Inglaterra, navegó el Atlántico Sur, dobló el cabo de Hornos y continuó hacia el oeste por el Pacífico, hasta llegar a Tahití el 13 de abril de 1769, en donde se debían llevar a cabo las observaciones. El tránsito de Venus estaba pronosticado para el 3 de junio de ese año, por lo que hasta ese momento se encargó de la construcción de un pequeño fuerte y observatorio. El astrónomo designado para la tarea de observación fue Charles Green, asistente de Nevil Maskelyne en la Royal Household. El principal propósito de la misión era obtener mediciones que podrían ser usadas con mayor precisión para calcular la distancia entre Venus y el Sol. Si se conseguía esto, entonces se podrían calcular las distancias de los demás planetas conocidos basándose en sus órbitas relativas. Green, Cook y Solander hicieron mediciones por separado, que tuvieron variaciones mayores que los márgenes de error esperados. La instrumentación que utilizaron era adecuada para la época, pero los métodos utilizados no eliminaban los errores. Más tarde, cuando sus resultados fueron comparados con los de otros observadores del mismo evento desde otras partes del mundo, el resultado no fue tan concluyente o preciso como se había esperado. Una vez que las observaciones se completaron, Cook partió para realizar el segundo propósito de su viaje: buscar en el Pacífico Sur señales del continente más austral: Terra Australis, que ya habían descubierto un siglo y medio antes el holandés Willem Janszoon y el español Luis Váez de Torres, ambos en el año 1606. La Royal Society, y especialmente Alexander Dalrymple, ignoraban su existencia pero creían que podrían encontrarla; sin embargo, Cook tenía sus propias dudas al respecto. Con la ayuda de mapas españoles sustraídos durante la ocupación británica de Manila en 1762 y con los consejos de Tupaia, un tahitiano que conocía la geografía del Pacífico, Cook llegó a Nueva Zelanda, siendo el segundo europeo en llegar allí. Abel Tasman, en 1642, había sido el primero. Cook hizo un mapa de toda la costa de Nueva Zelanda, cometiendo sólo algunos errores menores. También descubrió el estrecho de Cook, que separa la isla Norte de la isla Sur, que Tasman no había visto. Luego partió con rumbo oeste, para intentar llegar a Tierra de Van Diemen (hoy Tasmania), que había sido vista por Tasman, para establecer si formaba parte o no del legendario continente austral. Sin embargo, fueron forzados a mantener un rumbo más hacia el norte debido a los fuertes vientos. Cuando divisaron tierra, Cook la nombró Punta Hicks, ya que Leuit Hicks fue el primero en divisarla. Cook pensó que podía ser Tierra de Van Diemen, pero en realidad era parte de la costa sudeste de Australia, y con esto se convirtieron en los primeros europeos conocidos en encontrar la costa este del continente. El lugar avistado es generalmente calculado como un punto a mitad de camino entre las actuales ciudades de Orbost y Mallacota, en el estado de Victoria. Un nuevo reconocimiento de la zona, realizado en 1843, volvió a bautizar el lugar como Cabo Everard. Para el bicentésimo aniversario del avistaje, el nombre fue oficialmente cambiado a Punta Hicks nuevamente. El HMB Endeavour continuó rumbo al norte, bordeando la costa, manteniendo la tierra a la vista. Cook cartografió y bautizó con diferentes nombres a varios lugares. Después de una semana, pasaron por una gran caleta de poca profundidad. En este lugar, llamado Kurnell, Cook y su tripulación tuvieron el primer contacto con el continente. Al principio, Cook llamó al lugar bahía Stingaree, debido a la gran cantidad de rayas encontradas allí; luego fue cambiado a bahía Botánico, y finalmente a bahía Botánica (Botany Bay), por las especies únicas encontradas por Banks, Solander y Spöring. Este primer sitio en el cual pararon, más tarde fue fomentado (especialmente por Banks) como un buen lugar para establecer un asentamiento y una colonia británica. Sin embargo, casi dieciocho años después de este primer arribo, cuando el capitán Arthur Phillip llegó allí en 1788 para establecer un fuerte y una colonia penal, encontró que la bahía y sus alrededores no eran un lugar tan promisorio como había sido descrito. Entonces, Phillip dio órdenes de moverse hacia el norte, al lugar que Cook había denominado Port Jackson pero no había explorado en profundidad. Fue en un lugar de Sydney Cove que se realizó el asentamiento de Sídney. Durante algunos años más, el lugar seguiría siendo llamado generalmente Botanic Bay. Aquí se realizaron las primeras expediciones científicas para documentar la flora y la fauna de Australia. En este viaje, Cook tuvo contacto con indígenas del lugar, que eran de carácter pacífico. Réplica del HMB Endeavour en el puerto de Cooktown. Cook continuó hacia el norte, bordeando la costa y trazando mapas de la misma. Hubo un contratiempo cuando el HMB Endeavour pasó por la Gran barrera de coral el 11 de junio de 1770. El barco se dañó seriamente y el viaje se demoró casi siete semanas, mientras las reparaciones eran hechas en la playa (cerca de los muelles de la actual ciudad de Cooktown, en la boca del río Endeavour). Mientras estuvieron allí, Joseph Banks, Herman Spöring y Daniel Solander hicieron su primera gran colección de flora australiana. Allí, la tripulación tuvo encuentros con los aborígenes del lugar, que eran mayormente pacíficos. Por el contacto con la tribu Guugu Yimithirr, la palabra kangaroo (canguro) fue introducida al idioma inglés, derivando de gangaroo; "kangaroo" no designaba el nombre del animal, sino la expresión "no le entiendo" con que respondían a las preguntas de los ingleses. Una vez que se realizaron las reparaciones, se continuó con el viaje, pasando por el punto más nórdico de la península Cabo York, y luego navegaron a través del estrecho de Torres, entre Australia y Papúa Nueva Guinea, que había sido navegado por Luis Váez de Torres en 1604. Hasta este momento de la travesía, Cook no había perdido ningún hombre a causa del escorbuto; un logro destacable y prácticamente desconocido en los viajes de larga distancia por mar durante el siglo XVIII. Cook obligaba a su tripulación a comer cítricos y chucrut, aunque todavía nadie entendía las razones por las que ingerir estos alimentos prevenía el escorbuto. Luego navegó hacia Batavia, la capital de las Indias Orientales Holandesas, por reparaciones. Batavia era conocida por sus brotes de malaria, y, antes que retornaran, gran parte de la tripulación de Cook sucumbió a esta enfermedad y a otras como la disentería; entre ellos el tahitiano Tupaia, el secretario finés de Banks, el científico finés Herman Spöring, el astrónomo Charles Green y el ilustrador Sydney Parkinson. La isla Spöring fue bautizada así por Cook en honor a Herman Spöning y a su trabajo durante el viaje. El HMB Endeavour, el barco del primer viaje, luego daría su nombre al transbordador espacial Endeavour y al río Endeavour. Los diarios de Cook fueron publicados a su regreso, con lo que se convirtió en una especie de héroe entre la comunidad científica. Sin embargo, entre el público en general, el botánico Joseph Banks fue un héroe más grande. Banks finalmente intentó tomar el mando del segundo viaje de Cook, pero desistió del viaje antes que éste comenzara.WIKIPEDIA (Los demás viajes vrer los vídeos anteriores...

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La falsedad de los mitos médicos María Elena Navas


La falsedad de los mitos médicos María Elena Navas BBC Ciencia http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7161000/7161341.stm Se nos ha dicho siempre que debemos tomar ocho vasos de agua al día, y que no debemos leer con poca luz porque estropeamos nuestros ojos. Agua No necesitamos tomar tanta agua como se nos ha hecho creer. Algunas personas afirman que sólo usamos 10% de nuestra capacidad cerebral. Pero, ¿son ciertos estos y otros mitos médicos? Especialistas en Estados Unidos se pusieron a investigar estas y otras creencias que han pasado de generación en generación. Y después de revisar la literatura médica relacionada con cada una de estas ideas, no encontraron evidencia científica que comprobara que fueran verdaderas. El estudio -llamado "Enterrando los mitos médicos"- fue llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Medicina de Indiana y aparece publicado en la Revista Médica Británica. Los investigadores exploraron siete creencias que no sólo son aceptadas por la población en general sino también por los expertos. "Nos dimos cuenta de que en la comunidad médica circulaban muchas ideas que realmente nunca habían sido comprobadas", dijo a BBC Ciencia la doctora Rachel Vreeman, una de las autoras del estudio. "Así que decidimos lanzar este estudio como un ligero recordatorio tanto para la gente como para los médicos, de que no debemos creer algo sólo porque lo hemos escuchado anteriormente", agrega. Universales Muchos de estas ideas médicas han logrado atravesar fronteras y se creen en muchas partes del mundo. "Por ejemplo, que debemos tomar ocho vasos de agua al día" explica el doctor Aaron Carroll, coautor del estudio. "Esto es algo muy popular que no sólo hemos visto impreso en los medios de comunicación sino también hemos escuchado a muchos expertos recordándonos que no tomamos suficiente agua, que debemos tomar al menos ocho vasos", agrega el doctor Carroll. Imagen cerebral Es un mito que sólo usemos 10% de nuestra capacidad cerebral. "De hecho descubrimos que este número -ocho- ha sido hasta cierto punto inventado". Los autores no encontraron evidencia científica que apoyara la necesidad de tomar tanta agua al día. De hecho, afirman, los estudios revelan que obtenemos suficiente agua de los alimentos que consumimos, o de bebidas como jugos, leche, e incluso té o café descafeinado. "No es que necesitemos tomar agua pura, lo que necesitamos es tener líquido en nuestra dieta", señala el experto. "Y de hecho encontramos que lo que los estudios demuestran es que nuestro cuerpo es muy bueno para regular cuánta agua necesitamos, y por eso nos indica cuando tenemos sed". Y ¿quién no ha escuchado la advertencia de no leer a "media luz" porque dañamos nuestros ojos? "Tampoco es cierto eso -afirma la doctora Vreeman- a pesar de que casi todos lo hemos escuchado de nuestros padres". "Pero no hay evidencia que lo compruebe -agrega- y lo que sabemos es que cuando leemos con poca luz forzamos nuestros ojos y esto causa un estrés temporal que puede resecar o irritar los ojos". "Pero cuando regresamos a condiciones normales de luz ese estrés temporal desaparece y no queda ningún daño permanente", dice Vreeman. Potencial Y ¿estamos realmente desaprovechando nuestro potencial cerebral como se nos ha hecho creer a través de generaciones? "¡Falso! -afirma la investigadora- a pesar de que nos gustaría que fuera cierto porque entonces la gente sentiría que no ha alcanzado todo su potencial cerebral". "Pero al analizar una serie de estudios de imágenes computacionales y escáneres de resonancia magnética no pudimos encontrar ninguna zona "durmiente" en el cerebro". "O si analizamos las células o neuronas de un individuo no encontramos áreas inactivas o zonas que no estuvieran funcionando" agrega la experta. Decidimos lanzar este estudio como un ligero recordatorio tanto para la gente como para los médicos, de que no debemos creer algo sólo porque lo hemos escuchado anteriormente Dr. Rachel Vreeman, Universidad de Indiana La idea de que el cabello y uñas continúan creciendo después de la muerte puede ser solamente una ilusión óptica causada por el retroceso de la piel del muerto, afirman los investigadores. "El crecimiento de cabello y uñas requiere de un complejo proceso de regulación hormonal que deja de funcionar al morir", señalan. Y otra ilusión óptica es la creencia de que rasurarse causa que el pelo crezca más áspero y más rápido. "Nunca hubiéramos creído que se trataba de un mito, pero encontramos varios estudios que han comparado parches de cabello que crece después de rasurarse y otros sin rasurarse", explica Rachel Vreeman. Se descubrió que el cabello rasurado no crece más rápido y nace sin una punta muy fina que se encuentra en el cabello sin rasurar, lo cual de la impresión de ser más grueso y más áspero. Y la próxima vez, no crea esas advertencias en los hospitales que prohíben el uso de teléfonos móviles. "Se cree que los teléfonos celulares pueden crear un campo electromagnético donde se encuentran y por esto mucha gente asume que su uso es peligroso en hospitales porque pueden causar interferencia con el equipo médico", explica el doctor Carroll. "Pero se han hecho muchos estudios detallados que demuestran que el teléfono debe estar muy cerca del equipo para causar un error, y estos errores aunque detectables, no son clínicamente importantes", dice el investigador.