lunes, 14 de noviembre de 2016

QUERIDOS PAPITOS...(La carta irónica)


SOCIEDAD La irónica carta con la que maestros respondieron las quejas de algunos padres El texto se titula “Queridos papitos” y fue escrito por un grupo de docentes de una escuela primaria del barrio salteño de Limache, que fueron cuestionados por enviar mucha tarea a casa 23 de agosto de 2016 La carta se titula “Queridos papitos”. Un grupo de padres de una escuela del barrio salteño de Limache se quejó públicamente porque sus hijos volvían de la escuela con mucha tarea para el hogar. Lo que no imaginaron es que su crítica a los maestros recibiría como respuesta una irónica carta titulada "Queridos papitos". En un breve texto cargado de acidez, los docentes aceptan la queja, pero contragolpean cuestionando con dureza el modo en que los padres crían a sus hijos. Allí hacen foco en las carencias de educación que observan en varios niños: malos modales, falta de higiene, deshonestidad, falta de respeto e irresponsabilidad. Todos déficits propiciados por el tipo de crianza que reciben en sus casas. LA CARTA COMPLETA "Queridos papitos: Atiendo a su solicitud de no enviar tareas para la casa, porque es de nuestra ´responsabilidad´ como profesores enseñar las materias y no de ustedes, es por eso que quiero pedirles que no manden más a la escuela niños irresponsables, faltos de respeto, sin bañarse, deshonestos, flojos y prepotentes, porque esa es su ´responsabilidad´ y no la deben delegar en nosotros. Gracias papitos".

Padres y maestros: lazos en crisis


Clarin.comSociedadEducación11/03/12 Padres y maestros: lazos en crisis EL QUIEBRE DEL VINCULO ENTRE LOS DOCENTES Y LAS FAMILIAS La relación entre el hogar y la escuela es clave para la disciplina y el aprendizaje. Maestro.Víctor Martínez: “hace falta mayor compromiso de los padres” TAGSmaestros,padres,vínculos opiná 10shares Federico Poore Todos coinciden en el diagnóstico: la relación entre padres y maestros pasa por un momento difícil. La autoridad docente en el aula se desdibujó a tal punto que en los últimos meses la comunidad educativa fue testigo de lamentables escenas de agresiones dentro y fuera de la escuela . “Los padres no confían en los maestros. Directamente les dicen que no saben educar a los chicos”, explica Amalia Favale , madre Franco (14), un alumno de la Escuela Media N° 7 de Vicente López. “Los directivos les contestan que son los padres quienes no saben controlar a sus hijos”, agrega. Perla Zelmanovich , investigadora principal del área de Educación de FLACSO, considera a esta situación como un reenvío de impotencias : “La madre dice: Póngale usted límites a este chico porque yo ya no sé qué hacer , mientras que la directora responde: Si no hay familia que apoye, no podemos hacer nada ”. Esta relación de desconfianza aniquila el diálogo y crea el terreno para lo peor, ya que la violencia –dice Zelmanovich– se multiplica cuando se resquebrajan los vínculos de reconocimiento. “Hace poco vi cómo una madre le ponía el dedo en el pecho a una maestra”, relata Víctor Martínez , maestro de séptimo grado en la Escuela N° 5 Nicolás Rodríguez Peña de Capital. “La docente tenía las piernas llenas de moretones porque el hijo de esa señora venía todos los días a patear a sus compañeros, pero la mamá insistía que lo que le generaba violencia era la maestra. Pero ese dedo hincándose en su pecho te daba la pauta de cuál era el ámbito en el que vivía ese pibe, el nivel de violencia que había en esa casa”. Los padres tienen hoy una mirada muy crítica frente a la escuela, que incluye todo tipo de reclamos, a veces violentos. “Para muchos de ellos, la escuela dejó de cumplir su promesa de incluir a sus hijos y promoverlos educativamente”, señala la investigadora Guillermina Tiramonti . Sus estudios parten de la premisa de que las familias a las que la escuela atiende hoy no son las mismas que la institución viene pensando desde hace décadas: “Hay chicos de diferentes sectores, no sólo de clase media, además de grupos familiares no organizados jerárquicamente donde los hijos imponen sus criterios a los padres”, afirma. Los expertos insisten en que estos episodios exigen medidas inteligentes y paulatinas. Lo primero que debe hacerse, aseguran, es establecer lo que le toca a cada uno . “Los profesores deben hacerse cargo de la oportunidad del chico aquí y ahora, instalándoles puntos de referencia distintos a los de la familia”, asegura Zelmanovich. Uno de los últimos reportes sobre violencia escolar preparados por el Ministerio de Educación demostró que la presencia activa de los docentes es fundamental para desactivar estos problemas a tiempo. El capítulo dedicado a episodios de violencia que involucran a adultos concluyó que las agresiones “bajan marcadamente cuando la implicación de los docentes es percibida como frecuente”. Por el contrario, cuando la figura del maestro es más débil, aparecen los insultos y las amenazas . Otro tema es la existencia de reglas a seguir. En ese sentido, Tiramonti entiende que un buen desarrollo del papel docente en el aula necesita pautas claras que tanto alumnos como padres acepten. “Cuando no hay argumentos claros, aparecen los reclamos de ‘por qué discriminan a mi chico’. Por ejemplo, la institución debería explicar de manera clara los criterios por los cuales pone un aplazo”. Los padres, por su parte, deberían mostrar un mayor vínculo con el docente. “Algunos padres no se acercan a la escuela porque les da vergüenza. No entienden que un chico o un adolescente no es un adulto y necesita el acompañamiento de la familia”, asegura Ana María Scarinci , directora de la Escuela N° 12 de San Isidro, que recibe a varios alumnos del barrio La Cava. “Todo viene a la escuela y la escuela no es omnipotente, por eso organizamos espacios abiertos a los padres, que siempre ayudan”, agrega Ana María. Tanto docentes como directores dicen que las reuniones con padres son productivas, pero que es difícil sostenerlas. Víctor Martínez señala que los encuentros en su colegio tienen poca convocatoria debido a los cambios que se han producido en el mundo laboral. Ahora es común que ambos padres trabajen y resulta difícil “pegarse una escapada” para ir a hablar con los maestros un día de semana. “Los padres asumen su cuota de responsabilidad, pero no tienen tiempo para resolverlo en medio de su vorágine”, se lamenta. Los especialistas aseguran que una posible solución consiste en cambiar el modo en el que la escuela interpela a las familias . La idea es no llamar a los padres solo para criticar a sus hijos, sino armarse un tiempo aparte para felicitarlos por sus progresos o destacarlos en algún área. Para Zelmanovich, esta propuesta de un diálogo amplio, que no se convoque solo para “retar” a los padres, es una buena manera de renovar el vínculo. Amalia cree que esto puede ser un principio de solución. “El colegio tiene que hacer que los chicos se sientan arraigados y los padres deben tener un mayor compromiso. Si al menos una de las dos partes funciona bien, puede reclamarle a la otra el papel que le corresponde ”, resume.

TECNO Quiénes son los argentinos que ganaron el Mundial de ciberseguridad


TECNO Quiénes son los argentinos que ganaron el Mundial de ciberseguridad A partir del Data Mining, desarrollaron algoritmos basados en inteligencia artificial para resolver diferentes problemas. Se impusieron sobre 40 equipos de 11 países. Fueron los únicos latinoamericanos que participaron de la competencia. Por Desiree Jaimovich 14 de noviembre de 2016 djaimovich@infobae.com | @djaimovich Trabajan, estudian y, además, participan de torneos internacionales. Y les va muy bien. Ellos son Adriana Baravalle, Andrés D'Ambrosio, Diego Tauziet, Pablo Albani y Rafael Crescenzi. Los argentinos ganaron la Competencia 2016 de Ciberseguridad y Data Mining (CDMC2016), organizada por la Universidad de Kyoto en Japón. Los cinco están cursando el último año de la Maestría en Explotación de Datos y Gestión del Conocimiento de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral, y ésta no es el primer certamen que ganan, aunque sí uno de los importantes y exigentes. LEA MÁS: Estudiantes argentinos, ganadores de RoboCup, el mundial de robótica Se trata de una competencia impulsada por 11 organismos y universidades – como el Instituto Nacional de Información y Comunicaciones de Japón y la Unitec de Nueva Zelanda- que se lleva adelante anualmente desde 2010. En esta ocasión, participaron 40 equipos de 12 países entre los que estuvieron Estados Unidos, Japón, Australia, China, Corea y Malasia. Los estudiantes de la Universidad Austral fueron los únicos argentinos y latinoamericanos presentes en el evento. También fueron los únicos que, mientras participaban del certamen, siguieron con sus obligaciones laborales, remarcó Adriana Baravalle, en diálogo con Infobae. Rafael Crescenzi, Pablo Albani, Diego Tauziet, Adriana Baravalle y Andrés D’Ambrosio, argentinos ganadores de la Competencia 2016 de Ciberseguridad y Data Mining (CDMC2016) (cortesía Universidad Austral) Rafael Crescenzi, Pablo Albani, Diego Tauziet, Adriana Baravalle y Andrés D’Ambrosio, argentinos ganadores de la Competencia 2016 de Ciberseguridad y Data Mining (CDMC2016) (cortesía Universidad Austral) En el transcurso de las tres semanas que duró la competencia, elaboraron programas capaces de resolver diferentes desafíos y los enviaron para la evaluación. LEA MÁS: Cómo son los inventos de los argentinos y uruguayos premiados por el MIT Quedaron como finalistas con la Universidad de Birmingham. Estuvo difícil pero lograron imponerse. Fue un trabajo de equipo y que se llevó adelante de manera remota. "Programamos algoritmos que aprenden solos a detectar estos problemas", explicó Andrés D'Ambrosio. Luego de haber sido seleccionados viajaron a Kyoto donde participaron de la 23° Conferencia Internacional de Procesamiento Neuronal de Información (ICONIP 2016). Allí presentaron su trabajo y recibieron el premio de 3.000 dólares, una suma que no fue suficiente para cubrir el viaje. De hecho fueron ellos quienes tuvieron que financiarse por su cuenta y por eso no pudieron estar todos presentes: sólo tres de ellos pudieron viajar. LEA MÁS: Tres estudiantes de 15 años desarrollaron una aplicación para denunciar acoso callejero En qué consistió la competencia Tuvieron que resolver problemas usando Data Mining, que es un proceso de extracción de información de grandes bases de datos. Esto permite identificar patrones o factores para entender procesos y así hacer predicciones. En el Data Mining se procesa información, luego se crean algoritmos en base a esos datos y finalmente se hace el testeo para llegar a las predicciones. Para llevar adelante la primera tarea tuvieron que clasificar los datos de sitios que estaban encriptados. La segunda implicó predecir diferentes clases de errores en un sistema y el último desafío consistió en evaluar qué tipo de aplicaciones para Android eran, en realidad, malware encubierto. Qué aplicaciones tiene el Data Mining "Se puede utilizar para cualquier problema en el cual se quiera predecir algo. Cuando tenes información histórica y querés predecir el futuro podés usarla con modelos estadísticos, matemáticos para predecir el futuro siempre con algún grado de incerteza", subrayó Diego Tauziet. LEA MÁS: El invento argentino que permitiría ahorrar 29.500 millones de dólares al año Este tipo de tecnología se emplea para hacer recomendación de productos para las ventas, o en los bancos para evaluar un crédito, estimar un posible fraude. "Y también hay otros usos más novedosos que tiene que ver con tratar de entender la huella digital de un jugador, y ver quién juega parecido evaluando datos, entonces se buscan jugadores que se desempeñen de forma similar y son evaluados como posibles reemplazantes de ese jugador", contó D´Ambrosio. "No es solo para predecir sino para detectar patrones de comportamiento, por ejemplo estimar los clientes que se van a dar de baja de un banco con una antelación de tres meses. Con la base histórica se puede estimar quienes son potenciales clientes que van a darse de baja o cambiar de tarjeta y entonces hacer acciones comerciales como para retenerlos", amplió Baravalle. LEA El videojuego argentino Master of Orion, entre los mejores del mundo