domingo, 13 de agosto de 2017

HISTORIA DEL VOTO (3)


Historias del voto argentino A lo largo de los años se dio el voto cantado, las proscripciones y la compra de sufragios. La Ley Sáenz Peña instauró el voto universal, secreto y obligatorio que posibilitó la llegada de Yrigoyen al poder y el término de los gobiernos conservadores. 15.03.2011Actualidad Votar no siempre fue tan sencillo como ahora: entrar a un cuarto oscuro, elegir entre diferentes boletas y depositar el sobre en una urna. En la historia argentina hubo voto cantado, proscripciones y hasta candidatos que no estuvieron presentes el día de las elecciones. Pasó de todo en doscientos años de historia. Si bien la primera ley electoral argentina fue sancionada en 1821 en la provincia de Buenos Aires -bastante limitada, ya que sólo contemplaba el voto masculino y "calificado"-, antes de la Revolución de Mayo había ya algún tipo de democracia embrionaria: "Estaban los cabildos abiertos. En el del 22 de mayo de 1810 hubo 251 vecinos invitados a tomar la decisión más trascendente de permitir que continuara Cisneros en el gobierno o no. También ha habido otros importantes: en las invasiones inglesas y después", explica el historiador Daniel Balmaceda, en diálogo con La Prensa. Claro que existían variadas restricciones: era un sistema de elección de forma indirecta, en el que sólo votaban los vecinos "más importantes". "El título que se usaba era el de vecino, es decir aquella persona que tenía derecho a tomar decisiones. Por supuesto, en esto no se incluía a los esclavos ni a los peones ni a las mujeres. La elección quedaba limitada a una élite. El concepto de pueblo era ese", resume Balmaceda. FRAUDE Los historiadores coinciden en que la Constitución Nacional de 1853 dejó un importante vacío jurídico respecto del sistema electoral, que fue parcialmente cubierto por la Ley 140 de 1857. Felipe Pigna, en su texto "La historia del voto en la Argentina" explica que el voto seguía siendo masculino y cantado y el país se dividía en 15 distritos electorales en los que cada votante elegía por una lista completa. "En todo el tiempo de los gobiernos conservadores existieron serias sospechas de fraudes electorales -señala Balmaceda-. Diría que es una constante que se da en las previas a cada elección. Se generara un ambiente enrarecido y se sostenía que tal fórmula iba a ganar. Finalmente, por fraude, ganaba". -¿Pero cómo se lograba? -Se hacían trampas. Se votaba en grupos y en voz alta. Por ejemplo, el hombre fuerte del pueblo armaba grupos e iban a votar todos juntos. Obviamente se votaba lo que el jefe decía. Si no era así, iba a haber consecuencias. El que mandaba en la zona organizaba el voto. Era un tipo de elección que si bien se denominaba democrática, obviamente no lo era. Al respecto, Pigna agrega que "los días de elecciones los gobernantes de turno hacían valer las libretas de los muertos, compraban votos, quemaban urnas y falsificaban padrones. Así demostraba la clase dominante su desprecio por la democracia real y su concepción de que eran los únicos con derecho a gobernar un país al que consideraban una propiedad privada". Dentro del ambiente enrarecido que ocurría antes de las elecciones, Balmaceda recuerda que en 1874, para descontento de los que postulaban a Bartolomé Mitre, Sarmiento eligió como sucesor a Nicolás Avellaneda. "Esto provocó la gran revolución de 1874 con intenciones de derrocar al gobierno de Sarmiento. Sin embargo, ese movimiento fue sofocado. A partir de entonces, Roca que logró neutralizar la revolución, se convirtió en uno los principales generales del gobierno constitucional y eso le valió su posterior ascenso al poder", explica el historiador. SIN CAMPAÑA Balmaceda cuenta que en la historia de las elecciones argentinas llama la atención el caso de dos presidentes que no hicieron campaña. "Son Sarmiento y Marcelo T. de Alvear. Lo que resulta más llamativo es el hecho de que ambos no se encontraban en el país el día de las elecciones. Tampoco estaban cuando fueron nominados ni en toda la campaña. Sarmiento vivía en Estados Unidos y Marcelo T. de Alvear, sucesor de Yrigoyen, ocupaba un puesto diplomático en Europa. Tanto uno como otro directamente vinieron a asumir". -¿Por qué se aceptaba esto? -La campaña electoral no funcionaba como ahora. El que se postulaba ya era conocido y no era necesario el tipo de propaganda actual. LEY SAENZ PEÑA El sistema perverso siguió hasta 1912 cuando comenzó a funcionar la ley Sáenz Peña, implantada por el entonces presidente Roque Sáenz Peña. Desde entonces, surgió el voto secreto, obligatorio y libre que llevó al poder a Hipólito Yrigoyen. Sin embargo, el escritor, historiador y periodista Horacio Salas señala que el corte no fue tan tajante y que, de una u otra forma, el fraude continuó. "Recién en 1946 fueron las primeras elecciones que tuvieron control del Ejército", explica Salas. "Recuerdo que mi padre nos contaba que en las primeras elecciones después de la Ley Sáenz Peña y en las inmediatamente posteriores hubo varias irregularidades. A él le tocó varias veces ir a votar. El iba a la mesa, entregaba la libreta de enrolamiento, se la sellaban pero no emitía el voto. Es decir, había vicios terribles". El que se salvó del fraude fue Marcelo T. de Alvear. Según cuenta Salas con Alvear "se cuidaron en las formas porque lo consideraban el ala conservadora del radicalismo. Se lo protegió". -¿Cuándo se puede hablar de verdaderas elecciones limpias? -El voto democrático en serio -secreto, universal y obligatorio- recién se dio del todo en la elección de Perón de 1946. En 1951 se produce el voto femenino. En esas elecciones fue cuando Evita votó en el sanatorio. Precisamente uno de los fiscales era David Viñas (recientemente fallecido). Este fue el momento más alto del peronismo. Perón tuvo más votos que toda la oposición junta. FRONDIZI E ILLIA -¿Qué ocurrió en las elecciones que ganó Frondizi? -En el "58 Perón -que estaba proscripto- dio una orden para votar a Frondizi, quien ganó por mucho margen. En ese entonces, el opositor era Balbín. -¿Y qué pasó con Illia? -Ganó nada más que con el 21 ó 22 por ciento de los votos. En esas elecciones el triunfador fue el voto en blanco por la proscripción del peronismo. Después del derrocamiento de Illia se produjo un gran período de dictadura militar que se extendió hasta 1973. "Luego de los siete años de Onganía, Levingston y Lanusse se dieron las elecciones que ganó Cámpora. Recuerdo que había un gran compromiso político. Después vino Perón que ganó por el 60 por ciento. Esa gran ebullición que había se daba sobre todo por los años de proscripción anteriores. Repito, se vivía un gran compromiso". Salas debió exiliarse en Madrid durante los duros años de la dictadura militar. A su regreso, en 1983, se produjo el regreso de la democracia. "Por supuesto que recuerdo esas elecciones del 30 de octubre de 1983. Se vivía una verdadera fiesta. Yo tenía 45 años cuando volví. El día que asumió Alfonsín pude estar en el Cabildo con él gracias a mi labor periodística. Era tanta la emoción de esos momentos que cuando volví del acto a mi casa, mi mujer me dijo que había estado tres horas llorando". Después del 30 de octubre de 1983 se sucedieron -sin interrupciones- nuevas elecciones hasta la actualidad. Pero la historia cambió. En estos 27 años de democracia, los viejos vicios de fraudes electorales, votos cantados y prescripciones felizmente quedaron en el pasado.http://www.laprensa.com.ar/372449-historias-del-voto-argentino.note.aspx

EDUARDO LÁZZARI- HISTORIA DEL VOTO (2)


EDUARDO LAZZARI ESPECIALES Anecdotario de la historia argentina 30 Noviembre, 2016 Share on FacebookTweet about this on Twitter Eduardo Lazzari describe hechos, personajes y momentos definitorios o curiosos, desplegados en la serie “Anecdotario de la Historia Argentina”, producción especial de Radio Nacional.161123 Lazzari Anecdotario Eduardo Lazzari Los perfiles de Francisco Savio, Lucio Victorio Mansilla, Julieta Lanteri, Manuel Domecq García, Jorge Newbery, Florencio Parravicini, Luis y Roque Sáenz Peña, los hermanos Arturo, Risieri y Silvio Frondizi, entre otros, se intercalan con acontecimientos que incluyen el protagonismo de la pasión y el poder. De ello dan cuenta, por ejemplo, referencias a la actitud del general José de San Martín ante un asunto de polleras, el romance entre Santiago de Liniers y Ana Perichón, el amor clandestino por Guillermina de Oliveira Cézar, la decisión de Justo José de Urquiza de contraer matrimonio luego de haber tenido más de veinte hijos. También a cierta prohibición para casarse con una medio hermana, los recelos en torno a la inauguración de La Plata, la mujer cordobesa que se convirtió en suegra de dos presidentes, el escandaloso estreno de “Amalia”, la decisión de Justo José de Urquiza de contraer matrimonio después de haber tenido más de veinte hijos.http://www.radionacional.com.ar/anecdotario-de-la-historia-argentina/

EDUARDO LÁZZARI- Historia del voto en Argentina (1)


VOTÁ LA NOTICIA "Lo importante no es lo que yo digo, sino lo que dice la historia" En la noche del miércoles estuvo en la ciudad el reconocido historiador Eduardo Lazzari. La temática de la charla tuvo que ver con "Las grandes presidencias históricas y el futuro argentino". Sociedad Viernes, 28 De Agosto Del 2015 | 04:00Hs Compartir esto en Facebook Foto: N. Gramaglia imagen Lazzari en el ISP Nº2 En diálogo con la prensa manifestó: «La historia es una fuente de aprendizaje para el presente, sumamente importante y además sirve como una aspiración para el futuro». En charla se tuvieron en cuenta las grandes presidencias argentinas «a cargo de hombres extraordinarios como Urquiza, Sarmiento, Roca, Alvear» y a partir de allí, «algunas claves del pensamiento argentino, que permitan proyectar un futuro que este a la altura de lo que se pensó que la Argentina tenía como destino». Según Lazzari, en un principio la historia tenía un objetivo, «de formar un panteón para que sea el sostén de un país que era joven. Y en estos tiempos se busca más darle un perfil humano a los personajes. Los historiadores tenemos la obligación de ir a los hechos y a todos los hechos». Y agregó: «En estos últimos tiempos también han adolecido de parcializar según lo que queremos demostrar que es la historia. Hay algo en lo que yo insisto mucho y es que uno no puede comenzar el relato de la historia por el capítulo final. Lo importante no es lo que yo quiero decir, sino lo que la historia nos dice. A mi hay personajes de la historia que me parecen fantásticos como es Sarmiento, entonces tengo la obligación de hacer hincapié en las cosas que no me gustan de él, porque si no yo cuento el Sarmiento que yo quiero, y no el que él mismo nos cuenta. Entonces desde ahí, el humanizar a los personajes está bien. El otro riesgo es considerar a esos personajes, como de hoy y juzgarlos a la luz de nuestro pensamiento actual lo cual nos lleva a disparates fenomenales». Y finalizó al respecto: «A lo sumo podríamos decir hoy que alguien podría tener un espíritu belgraniano, sanmartiniano, sarmientino, no a la inversa. Y sobre todo porque el respeto al contexto de los hechos es lo que hace posible que entendamos un poco lo que pasó. Sino terminamos diciendo barbaridades que no tienen nada que ver con la historia. Sarmiento Consultado sobre qué nos dejó a nuestro país, el ex presidente Domingo Faustino, Lazzari lo recordó una anécdota: «Hace algunos años cuando se pudrió el ataúd que tenía los restos de Sarmiento, un grupo de personas juntó el dinero para reemplazarlo. Los sepultureros del Cementerio de La Recoleta procedieron a trasladar los restos de Sarmiento de un ataúd a otro. Entonces al final cuando quisieron pagar por sus servicios al sepulturero, éste lo tomo mal, y no sabíamos por qué razón era. Y dijo: ‘cómo me va a dar plata por éste tipo, por éste que nos enseñó a leer y escribir’. Desde esos oscos modos de un sepulturero hay que pensar qué nos dejó Sarmiento». Y agregó: «Cuando él entró en la Presidencia, el 71% de los argentinos no sabía ni leer ni escribir, y del 29% que quedaba no sabía escribir. En 40 años el país fue el más avanzado en la lucha contra el analfabetismo del mundo. Esos son los hechos». Perón A qué se debe la permanencia de Perón en al opinión pública, fue otra de las preguntas contestadas por el historiador. «Es un personaje importante, lo que uno no puede entender a veces son las razones por las cuales gente que no tiene nada que ver con Perón se llama peronista. Hay que entender que Perón constituyó un movimiento desde el poder, ese momento tuvo una organización piramidal porque él era militar, lo que era absolutamente legítimo. Y curiosamente un movimiento con enorme popularidad ha ido perdiendo esos atributos y los escándalos de estos días nos sorprenden por qué si algo siempre fue impecable en el peronismo es que se podía o no estar de acuerdo pero no se dudaba que gana las elecciones». Y cerró sobre Juan Domingo: «Perón está vigente porque significó en su momento una conquista de derechos sociales para un gran sector de la población sobre todo la clase obrera, y la incorporación a la política de ésta. Para el historiador es una tarea muy difícil abordar el nombre de Perón y Evita porque el mito ha superado la historia, y aunque uno documentalmente muestre lo contrario a lo que creemos no hay forma de demostrarlo». Alvear En último momento, Lazzari, dio a conocer para él cuál es el Presidente argentino que debería estar más presente o ser recordado por sus hechos. «Soy un admirador de la obra de Marcelo Torcuato de Alvear que curiosamente por la coyuntura partidaria para los conservadores se hizo Radical y para los radicales, Conservador. Recién ahora el radicalismo está reivindicando una presidencia que en cifras marca un momento extraordinario de Argentina. Yo digo que es el más republicano de los presidentes argentinos porque nunca mezcló el estado, el partido y el gobierno. A tal punto que cuando un Ministro era candidato lo hacía renunciar y sus candidatos perdían las elecciones porque tenían que jugar solos. Él había estado en Europa durante la primera Guerra Mundial e hizo que aplicara en nuestro país criterios muy modernos. Con sólo decir que la Argentina en 1928 era el sexto país del mundo en ingresos per cápita y el décimo país del mundo en el total de su producción bruta marca que algo se hizo bien», finalizó. Fuente: "Somos Rafaela"http://www.diariocastellanos.net/noticia/lo-importante-no-es-lo-que-yo-digo-sino-lo-que-dice-la-historia