jueves, 8 de febrero de 2018

DESTELLOS PATAGÓNICOS (26) - El panal


Sergio Pellizza El Panal Cuento corto por Sergio Pellizza El abuelo, “abu”, como les gustaba llamarle a los nietos, quizás por una modernización de la ternura que venían imponiendo los modernos medios de comunicación que continuaban cruelmente lastimando palabras desde hacia tiempo, como los twiter y otros, caminaba con Mateo y Tomas primos de 12 años por el parque. Para la naturaleza era primavera, para los huesos del “abu” otoño avanzado, por lo que le costaba seguir el natural ritmo de los chicos. Costo un poco sacarlos de la PC y llevarlos a dar esta vuelta pero, ya en este nuevo ambiente la sabia naturaleza estaba inoculando los efectivos anticuerpos que contrarrestaban la infección invasora de tanta informática. Lo hacía suavemente y sabiamente, con los aromas del aire en libertad donde se mezclaban los perfumes y los colores diluyendo los últimos comentarios de los “súper héroes” y la atención se dispersaba con la misma libertad con la que se mezclaban los perfumes y colores. Corrieron y gastaron el pasto a revolcones. Regresaron jadeando y sedientos a la sombra de la vieja higuera que había plantado posiblemente el abuelo de varios abuelos y que parecía estar brindando sus higos y su reparo desde siempre. El “abu” saco del bolso dos gaseosas frías y los chocolatines que nunca faltaban y estaban en algún lugar dispuestos a aparecer en cualquier momento, incluso en los menos oportunos como antes del almuerzo. Fue así que en ese instante la sabia naturaleza produjo el momento mágico que el “abu” pacientemente esperaba. Vino en forma de mosca que se poso sobre la mano de Mateo y salió como disparada ante el esperable manotazo. Casi en el mismo momento surgió la pregunta.- Mateo dice ¿porque vuelan las moscas así tan rápido y se mueven de esa manera? -No vi ningún avión hacer un vuelo parecido. – Tomas dice- ¿ y las abejas? , -Esas parecen helicópteros “abu” como lo hacen? El “abu” dice: - Les diré lo que me parece que hay que hacer primero y es observar luego de que miremos bien compartamos lo que miro cada uno. Ya tomas observó algo interesante. Las abejas se mueven como helicópteros cosa que no hacen las moscas. La sabia naturaleza sabia, como si quisiera cooperar con este trío de inquietos observadores posa una mosca y una abeja sobre una rama y flor cercanas. -Dice mateo .¿Las espanto para mirar lo que hacen?. Antes de que llegue ninguna acción los insectos se van. La mosca desapareció entre la fronda pero la abeja se poso en una otra flor, y en otra, la siguen y descubren en el hueco de un árbol seco un panal de abejas. Allí se desvió el interés del vuelo de los insectos y se concentró en el panal. -Mira Mateo las habitaciones de las abejas son todas igualmente redondas parecen hechas con compas. Se acercan un poco más y ven que las “habitaciones” de las abejas son hexagonales no circulares. El “abu” les dice que las habitaciones se llaman celdas y también que si sabía, que eran hexagonales pero no porque. ¿Qué misterio no? Como es casi la hora del almuerzo van todos a la casa y antes de pasar al comedor el abuelo les dice: Que les parece si pasamos por la biblioteca y tratamos de descubrir el misterio. Consultando libros y Google en la PC del abuelo se enteran que esta pregunta de por qué las celdas de las abejas son todas iguales y hexagonales es un viejo desafío del pensamiento humano. Los libros dicen que esta pregunta ha pasado del campo de la geometría a la filosofía y a la biología, y, está llena de de incógnitas trascendentales: ¿actúan las abejas llevadas por un instinto geométrico de origen divino, responde a razones evolutivas por una cuestión de utilidad, viene la forma hexagonal del aplastamiento de unas celdillas sobre otras?". El “abu” recuerda haber leído en alguna vieja geometría que cuando se quiere cubrir un plano con formas geométricas idénticas – el hexágono es la forma más eficiente, puesto que es la que se ajusta mejor al plano, ofreciendo menos perímetro. Se podría deducir entonces que las abejas escogen la figura hexagonal para construir las celdas porque es la forma que utiliza la menor cantidad de cera posible. Así se lo explica a los chicos. Mateo dice lo entiendo “abu”, es lo que vos siempre nos decís de que la naturaleza siempre hace las mejores cosas con el menor trabajo. Tomas dice: A mi parece que queda una pregunta sin resolver y es ¿entienden las abejas de geometría?