jueves, 6 de diciembre de 2012

EL GAUCHO- En su homernaje: FACUNDO, LA SOMBRA DEL TIGRE


La palabra gaucho se usó en las regiones del Plata, Argentina, Uruguay, y Brasil, (aunque allí la palabra es gaúcho) para designar los jinetes de la llanura o pampa, dedicados a la ganadería. Aunque se han propuesto muchas etimologías, no es claro todavía el origen de esa palabra. Una de las más populares es la que hace derivar a gaucho de "guahu-che", que en araucano significa "gente que canta triste". Fruto de la mezcla de sangres española e indígena, comenzó a forjar su original personalidad en las primitivas vaquerías de la colonia. Allí aprendió a desempeñar las tareas de ganadería con singular destreza y fundió su cuerpo con el de su inseparable compañero: el caballo. Pasaba la mayor parte de su vida sobre el lomo de su pingo, por eso siempre detestó la agricultura, que lo obligaba a estar de pie. Su indómito valor lo convirtió en uno de los pilares de la emancipación americana. Fue pastor en los tiempos de paz y soldado en tiempos de guerra. La extensión de la llanura pampeana fue la que terminó de moldear su conducta. Es independiente, de vida errante y costumbres sencillas. Esa libertad con que enfrenta la vida le traería aparejados muchos disgustos. Por mucho tiempo se lo marginó, llegándole su reivindicación con el paso del tiempo, al punto de convertirse la palabra gaucho en sinónimo de rectitud de carácter y nobleza de corazón. La Payada Payada se llama a las poesías que el gaucho (payador) cantaba casi recitando con la ayuda de la guitarra, caracterizándose por ser improvisada y cantada. Los principales temas mencionados eran el origen de la vida, el amor, su hogar o el misterio de la muerte. La payada podía ser individual o a dúo, esta última se llamaba contrapunto y podía ser a preguntas y respuestas, o sobre varios asuntos; durando, generalmente, varias horas o días y terminaba cuando uno de los cantores no respondía inmediatamente la pregunta. El gusto por las demostraciones de habilidad del gaucho incluían la del payador. Acompañado de una guitarra cantaba casi recitando coplas queimprovisaba sobre cualquier tema propuesto. Cuando se encontraban dos payadores, se establecían duelos de payadas, en la que uno trataba de vencer al otro, y que se prolongaban según la habilidad de los intérpretes. Es la payada de contrapunto. Fue fuente de inspiración para el poeta Rafael Obligado, en la concepción de su célebre personaje Santos Vega. Sarmiento describió así al payador: "El cantor no tiene residencia fija. Su morada está donde la noche lo sorprende. Su fortuna, en sus versos y en su voz". Payadas y payadores La idea de este post es ante tanta tecnologia e importación de estilos y artistas ( cosa que no esta mal ).....es remontar y recordad nuestra cultura, nuestro sentir. Por eso hoy vamos a repasar un poco de esta cultura, nuestra cultura, y conocer aun mas de las personas q supieron llevar a viva voz toda esta poesia. ¿Qué es una Payada? Se llaman payadas a las poesías que el payador canta como si estuviera recitando, acompañado de una guitarra. Las payadas se caracterizan por tratar temas de forma improvisada sobre un tema entre dos o más payadores. Los temas principales de las payadas son, por lo general, el amor, el origen de la vida, la muerte y el hogar. Las payadas también se denominan payas. Qué es un contrapunto? La payada a dúo se denomina contrapunto. Un contrapunto puede ser a base de preguntas y respuestas o bien tratando varios temas (diálogo repentista, de forma improvisada). Por lo general un contrapunto puede durar varias horas o días dándose por finalizado cuando uno de los payadores no responde de forma inmediata a la pregunta. Qué es un payador? Se llama payador al poeta repentista, que canta de forma individual o en contrapunto con otro --------------------------------------------------------------------------. YOUTUBE PELÍCULA: FACUNDO, LA SOMBRA DEL TIGRE Subido por matiasgz84 el 10/09/2011 Esta es, probablemente, la más larga película de la historia del cine argentino. --------------------------------------------------------------------------- Día del payador En Argentina y Uruguay se celebra el 23 de julio el Día del Payador por haberse realizado en esa fecha del año 1884, en Montevideo, la famosa payada entre Juan Nava y Gabino Ezeiza. El payador posee una virtud innata por la cual expresa reflexiones casi filosóficas en el breve instante en que su pensamiento se las dicta. Todo es repentino, nada se tiene escrito. Este género es muy popular en toda la América de habla hispana, especialmente en Uruguay, Argentina, Chile y Brasil. ----------------- Subido por Payadores el 08/06/2011 Fragmento de un contrapunto con distintas maneras de improvisar; decima, cuarteta libre, cuarteta cerrada, sextilla, asonancia, etc...Prado de Montevideo --2009- Lopez (uruguayo) Gabotto (argentino) ----------------- Subido por sirfacu1 el 06/12/2010 Payada de Martin Fierro y Moreno, recitado en el teatro NIño Jesus de Praga de Olivos, Buenos Aires

NAVIDAD COMO FIESTA


--Algunos ortodoxos celebran la Navidad junto con la Epifanía. Adoración de los Magos de Oriente y los pastores. Formación de la Navidad como fiesta de diciembre Según la Enciclopedia Católica,1 la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. La evidencia más temprana de la preocupación por la fecha de la Navidad se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios “muy curiosos” asignan no solo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 pashons copto (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto. Desde 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea I en 325, la Iglesia Alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae. Adopción de la fecha de Navidad como 25 de diciembre Un árbol de Navidad. Existen diversas teorías sobre el origen del 25 de diciembre como día de la Navidad. Según defiende William J. Thige, ya en el siglo III se celebraría el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, aún antes de que los romanos celebraran la fiesta del Sol invencible (Sol Invictus).2 Según otros autores, la celebración de esta fiesta el 25 de diciembre se debe a la antigua celebración del nacimiento anual del dios-Sol en el solsticio de invierno (natalis invicti Solis),3 adaptada por la Iglesia católica en el tercer siglo d. C. para permitir la conversión de los pueblos paganos.4 En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre,5 aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes. En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre.6 Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha,7 finalmente el papa Liberio decreta este día como el nacimiento de Jesús de Nazaret en 354. La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, el 15 de febrero, que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo V[cita requerida]. Algunos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo IV como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino I el Grande se convirtiera al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos. La lectura atenta de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta 379, bajo San Gregorio Nacianceno. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino[cita requerida]. Sin embargo, los primeros discípulos de Cristo (llamados posteriormente cristianos en Hechos 11:26 ) no celebraban la Navidad,6 8 divergencias con respecto a la fecha de nacimiento han hecho se adoptara el 25 de diciembre como fecha oficial de su natalicio y el 06 de enero como la Epifanía (Esto todavía se celebra en Argentina, Armenia, España, Ecuador, Perú, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, México, Colombia, Chile, Uruguay y Venezuela).8 Para las Iglesias Orientales la Epifanía es más importante que la Natividad, ya que es ese día cuando se da a conocer al mundo, en la persona de los extranjeros. Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad se conoce como Yule (o jul).9 Prohibición de la celebración de la Navidad Durante la Reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibida por algunas iglesias protestantes, llamándola "Trampas de los papistas" y hasta "Garras de la bestia", debido a su relación con el catolicismo y el paganismo antiguo. Después de la victoria parlamentaria contra el Rey Carlos I durante la Guerra civil inglesa en 1647, los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad. El pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury, donde decoraban las puertas con eslóganes que hablaban de la santidad de la fiesta. La Restauración de 1660 puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero reformista, no conformes, rechazaban las celebraciones navideñas, utilizando argumentos puritanos. En la época colonial de los Estados Unidos, los puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal en Boston de 1659 a 1681. Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desgracia en los Estados Unidos después de la Revolución, porque se consideraba una costumbre inglesa. En la década de 1820, las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y algunos escritores británicos comenzaron a preocuparse, pues la Navidad estaba en vías de desaparición. Dado que imaginaban la Navidad como un tiempo de celebración sincero, hicieron esfuerzos para revivir la fiesta. El libro de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar. La Navidad fue declarada día feriado federal de los Estados Unidos en 1870, en ley firmada por el Presidente Ulysses S. Grant, pero aún es una fiesta muy discutida por los distintos líderes puritanos de la nación. En la actualidad, los Testigos de Jehová no celebran la Navidad, porque la consideran una festividad pagana y su celebración no aparece prescrita en la Biblia. Además, rechazan que el 25 de diciembre sea la verdadera fecha del nacimiento de Cristo. Fiestas no cristianas del 25 de diciembre Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada, como revistas especializadas, monografías, prensa diaria o páginas de Internet fidedignas. Puedes añadirlas así o avisar al autor principal del artículo en su página de discusión pegando: {{subst:Aviso referencias|Navidad}} ~~~~ Alegoría de Cristo en forma del dios solar Helios o Sol Invicto conduciendo su carroza. Mosaico del siglo III d. C. de las grutas vaticanas en la Basílica de San Pedro en el techo de la tumba del Papa Julio I. Los aztecas también celebraban el nacimiento de uno de sus dioses en invierno: Huitzilopochtli. Celebración del Capac Raymi, era liderada por el Emperador Inca. Alusión hecha por Guamán Poma. La verdadera fecha de nacimiento de Jesús no se encuentra registrada en la Biblia. Por esta razón, no todas las denominaciones cristianas coinciden en la misma fecha. Los orígenes de esta celebración, el 25 de diciembre, se ubican en las costumbres de los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio del invierno (desde el 21 de diciembre), alguna fiesta relacionada al dios o los dioses del sol, como Apolo y Helios (en Roma y Grecia), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlan), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, solo para volver a otro ciclo. Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del "Natalis Solis Invicti" o "Nacimiento del Sol invicto", asociada al nacimiento de Apolo. El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. De esta fiesta, se tomó la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo. Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizaron para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta. Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad, cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa. Los mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. "Por esa razón y aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas." Los incas celebraban el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral. En el solsticio de verano austral el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, pero vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta diciembre, y así se completa el ciclo de vida del Sol. Esta fiesta tenía una connotación de nacimiento, pues se realizaba una ceremonia de iniciación en la vida adulta de los varones jóvenes del imperio, dicha iniciación era conocida como Warachikuy. Cálculo de la fecha de Navidad según los Evangelios Adoración de los pastores, obra de Gerard van Honthorst que escenifica la Navidad. Fue presentada el 25 de diciembre de 1622. Algunos expertos han intentado calcular la fecha del nacimiento de Jesús tomando la Biblia como fuente, pues en Lucas 1:5-14 se afirma que en el momento de la concepción de Juan el Bautista, Zacarías su padre, sacerdote del grupo de Abdías, oficiaba en el Templo de Jerusalén y, según Lucas 1:24-36 Jesús nació aproximadamente seis meses después de Juan. 1Cronicas 24:7-19 indica que había 24 grupos de sacerdotes que servían por turnos en el templo y al grupo de Abdías le correspondía el octavo turno. Contando los turnos desde el comienzo del año, al grupo de Abdías le correspondió servir a comienzos de junio (del 8 al 14 del tercer mes del calendario lunar hebreo). Siguiendo esta hipótesis, si los embarazos de Isabel y María fueron normales, Juan nació en marzo y Jesús en septiembre. Esta fecha sería compatible con la indicación de la Biblia (Lucas 2:8), según la cual la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, lo cual difícilmente podría haber ocurrido en diciembre. Cualquier cálculo sobre el nacimiento de Jesús debe estar ajustado a esta fuente primaria, por lo que la fecha correcta debe estar entre septiembre y octubre, principios de Otoño. Además, debe tomarse en cuenta el censo ordenado por César al tiempo del nacimiento del Hijo de Dios, lo cual obviamente no pudo haber sido en diciembre, época de intenso frío en Jerusalén, la razón es que el pueblo judío era proclive a la rebelión y hubiera sido imprudente ordenar un censo en esa época del año. Como los turnos eran semanales, tal y como lo confirman los manuscritos del Mar Muerto, descubiertos en Qumrán, cada grupo servía dos veces al año y nuevamente le correspondía al grupo de Abdías el turno a finales de septiembre (del 24 al 30 del octavo mes judío).10 Si se toma esta segunda fecha como punto de partida, Juan habría nacido a finales de junio y Jesús a finales de diciembre. Así, algunos de los primeros escritores cristianos (Juan Crisóstomo, 347-407) enseñaron que Zacarías recibió el mensaje acerca del nacimiento de Juan en el día del Perdón, el cual llegaba en septiembre u octubre. Por otra parte, según los historiadores, cuando el Templo fue destruido en el año 70, el grupo sacerdotal de Joyarib estaba sirviendo. Si el servicio sacerdotal no fue interrumpido desde el tiempo de Zacarías hasta la destrucción del templo, este cálculo tiene al turno de Abdías en la primera semana de octubre, por lo que algunos creen que el 6 de enero puede ser el día correcto. En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirmo que "Nuestro Señor fue concebido el 8 de las calendas de abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la Pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día en que murió". Si fue concebido el 25 de marzo, la celebración de su nacimiento se fijaría nueve meses después, es decir, el 25 de diciembre.11

NAVIDAD- CELEBRACIONES LITÚRGICAS


WIKIPEDIA
En la Iglesia Católica Para el catolicismo la Navidad no solo es un día de fiesta, sino una temporada de fiestas, y de la misma forma que la Pascua, contiene un tiempo de preparación, llamado Adviento, que inicia cuatro domingos antes del 25 de diciembre. Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior (Nochebuena) aunque sea domingo, se reza la famosa Misa de Gallo o Misa de Medianoche; en algunos lugares hay incluso una Misa de la Aurora que se celebra precisamente al amanecer del 25 de diciembre. Y la Misa de Mediodía, en la que es costumbre que antes o después de ella, el Papa dé un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo, este mensaje es conocido como Urbi et Orbi (en latín: a la Ciudad de Roma y al Mundo). Algunos ortodoxos celebran la Navidad junto con la Epifanía. Adoración de los Magos de Oriente y los pastores. Posterior a la celebración del 25 de diciembre de Navidad, tienen lugar las fiestas de san Esteban, protomártir (26 de dic.), san Juan Evangelista (27 de dic.), los Santos Inocentes (28 de dic.), la Sagrada Familia (domingo siguiente a la Navidad o 29 de dic. si Navidad cae en domingo), María Madre de Dios (1 de enero), la Epifanía que se celebra el 6 de enero aunque en algunas diócesis se traslade al Segundo Domingo después de Navidad, y el Bautismo de Nuestro Señor (Domingo siguiente a Epifanía), con el que termina el tiempo litúrgico de la Navidad. En las Iglesias Ortodoxas Las Iglesias Orientales por no aceptar el calendario propuesto por el papa Gregorio XIII, aún usan el calendario juliano y por lo tanto la Navidad la celebran el 25 de diciembre pero que, según el calendario gregoriano, es 7 de enero. Aunque la Iglesia Armenia la celebra el 6 de enero, junto con la Epifanía. Se exceptúan las Iglesias de Alejandría, Rumania, Bulgaria, Albania, Finlandia, Grecia y Chipre; que sí festejan Navidad el día 25 de diciembre. Cabe señalar que en Belén, ciudad de nacimiento de Jesucristo, la Navidad se celebra dos veces. Pues la Basílica de la Natividad es administrada por la Iglesia Católica que celebra Navidad el 25 de diciembre; y la Iglesia Ortodoxa de Jerusalén que la celebra el 6 de enero. En esa iglesia hay una caverna subterránea con un altar sobre el lugar en el que según la tradición nació Jesús. El punto exacto está marcado por un agujero en medio de una estrella de plata de 14 puntas rodeada por lámparas de plata. En el Protestantismo Aunque hasta el siglo XIX algunas Iglesias protestantes dejaron de celebrar Navidad, para desligarse del Catolicismo,12 la mayoría, comenzando por Lutero, continuaron celebrándola el 25 de diciembre. En Estados Unidos compartieron la Navidad católicos y protestantes desde 1607, año en que se celebró por primera vez esa fiesta en Norteamérica.13 En el Mormonismo La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o mormones, quienes no se consideran una Iglesia Protestante ni Reformada, sino una Iglesia Restaurada, no obstante que se unen al mundo en la celebración navideña tradicional manifiestan lo siguiente: "Nosotros creemos que el 6 de abril es el cumpleaños de Jesucristo, de conformidad con lo indicado en la revelación citada en Doctrina y Convenios 20:1, en la que claramente se fija el día como el cumplimiento de mil ochocientos treinta años desde el advenimiento del Señor en la carne. Admitimos que nuestra aceptación se basa en la fe en las revelaciones modernas, y de ninguna manera se presenta como el resultado de una investigación o análisis cronológicos. Nosotros creemos que Jesucristo nació en Belén de Judea, el 6 de abril del año 1 antes de J.C.” (Fuente: Jesús el Cristo, por James E. Talmage. Capítulo 9, páginas 108-109.) La Navidad es celebrada por la mayoría de los cristianos, aunque algunos consideran que, al no indicar en la Biblia la fecha del nacimiento de Jesucristo ni ordenar celebrarla, no hay razón para celebrar o crear una fiesta por ese motivo. Así también muchos protestantes creen que la Navidad no debe ser motivo de disputas por no seguir las viejas tradiciones de la Iglesia Católica o por saber la fecha exacta del nacimiento de Jesús. Tradiciones navideñas La Navidad es la fiesta cristiana más popularizada, pese a que la Iglesia considera que es más importante la Pascua. Y por tal motivo es la que contiene más tradiciones: La Cena de Navidad, consiste en un banquete a medianoche, en honor del nacimiento de Cristo que tuvo lugar a esa hora; de manera parecida al banquete judío del Pésaj. Tradicionalmente se come pavo, bacalao, cerdo, cordero y otros platos, dependiendo del lugar en que se celebre o las tradiciones de la familia. Los Belenes, Pesebres o Nacimiento navideño consisten en la representación del nacimiento de Jesús, mediante una maqueta de Belén y sus alrededores, en la que las figuras principales son el establo en donde nació Jesús, la Sagrada Familia, los animales y los pastores, también los 3 reyes magos y una estrella con una estela que también suele colocarse en lo alto del árbol de Navidad. Según la tradición san Francisco de Asís fue su inventor. En Argentina, México, Colombia, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Paraguay, Venezuela, Perú, Chile y Bolivia, la figura del Niño no se coloca hasta la llegada de la Navidad, fecha en que se celebra su nacimiento, y luego de ser «arrullado» es colocado entre José y María. La Corona de Adviento, corona hecha a base de ramas de ciprés o pino atada con un listón rojo en la cual se colocan cuatro velas por lo general de color rojo las cuales marcan los cuatro domingos de adviento anteriores al día de Navidad, las familias se reúnen a su alrededor cada domingo, se enciende una vela y se recitan oraciones y villancicos como preparación al Nacimiento de Jesús. Esta tradición es más recurrente en la Iglesia Católica ya que la corona debe ser bendecida en la Iglesia. Los Villancicos canciones o cantos alusivos al nacimiento de Cristo o a la Sagrada Familia. Algunos como Noche de Paz tienen versiones en varios idiomas o ritmos, con el mismo o distinto nombre. Las Villas Navideñas representaciones de pueblos en época de nieve. Las Posadas son una serie de fiestas populares, que recuerdan el trayecto de San José y la Virgen María para llegar a Belén. Estas celebraciones tienen lugar del 16 al 24 de diciembre en México y sus países vecinos. Novena de Aguinaldos costumbre católica, donde las familias o grupos de personas se reúnen a rezar un novenario, del 16 al 24 de diciembre, consumir platos típicas de Navidad, como buñuelos o la natilla y cantar villancicos, además de divertirse, y hacer juegos motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Fue escrita por Fray Fernando de Jesús Larrea en el siglo XVIII. Las Piñatas consiste en una olla de barro adornada con picos y papel picado o figuras de cartón adornadas con papel picado de colores, ambas rellenas de dulces, fruta y en ocasiones juguetes y confetti, que se rompen en cada uno de los días de las Posadas. Según la tradición la piñata debe llevar 7 picos ya que cada uno representa los 7 pecados capitales. Las Chocolatadas son celebraciones para niños durante las semanas previas al 24 de diciembre en el Perú. Consiste en espectáculos infantiles, bailes, y entrega de regalos para todos. Se le denomina así pues es infaltable el chocolate caliente y el panetón (pan de dulce con frutas confitadas). Un globo de papel seda es un artefacto volador que en países como Colombia se suelta durante la celebración de la Navidad; en esta temporada los medios de comunicación y las empresas lanzan campañas que buscan eliminar esta práctica por los riesgos que implica soltar un elemento como este con fuego en su interior; sin embargo sigue siendo una tradición muy arraigada a las personas y no es extraño ver globos durante el 24 y 25 de diciembre por los cielos de algunas sus más importantes ciudades.

NOTICIAS: MANUAL PARA ENFRENTAR LA VIOLENCIA


Peligro escuela: ¿qué hacemos? Por Patricia Rodón y Viviana García Sotelo Origen de los conflictos escolares La causa de las actitudes conflictivas o violentas entre los escolares son múltiples y se recogen con claridad en el libro de María Victoria Trianes La violencia en el contexto escolar (Málaga, 2000). Según la autora estas actitudes tendrían su origen en: * Factores personales, como la pérdida de control del impulso que lleva a actuar y decir cosas irreflexivamente. La impulsividad es un factor innato que dificulta el dominio sobre el propio control de la agresividad en la interacción con otros niños. Este control, que debe producirse a lo largo del desarrollo, permite sustituir la respuesta agresiva física por la verbal, y por estrategias tales como explicar, razonar, discutir, etc. Sin embargo, en los niños impulsivos el proceso es más lento y requiere una acción educativa constante que les ayude a controlar sus impulsos. -Otro factor es la empatía, es decir, una respuesta emocional que resulta del reconocimiento del estado emocional de la otra persona y su condición, y consiste en sentir un estado emocional similar al percibido en la otra persona. Algunos estudios subrayan la relación inversa entre la empatía y la agresividad. -Adaptación escolar. Se trata de otro factor individual relacionado con la conducta violenta. Se ha detectado una estrecha asociación entre problemas de índole escolar como la obtención de notas bajas, el pobre rendimiento escolar, repetir curso y ser expulsado del centro y las conductas agresivas de los adolescentes (peleas, llevar armas y delincuencia). Los alumnos con un bajo nivel en el dominio de habilidades básicas escolares tienen casi el doble de probabilidad de sufrir violencia, tanto como agresores, víctimas o ambas cosas. O sea el alumnado ya marginado por su bajo rendimiento escolar corre el riesgo de sufrir todavía un mayor grado de exclusión a través de la violencia ejercida por ellos o sobre ellos. Aunque concurran otros factores personales, lo importante es que sin una intervención educativa, estas características pueden multiplicarse y desembocar en problemas de déficit de concentración, frustración académica, escasas estrategias de solución de problemas y bajas expectativas de poder resolver los problemas por medios no agresivos. * Factores familiares: Las deficiencias en la socialización. La estructura de muchas familias dificulta la transmisión de normas de convivencia elementales y la fijación de límites. Padres y madres que trabajan fuera del hogar en jornadas laborales de mañana y tarde dejan a los hijos a merced de la calle, donde los valores aprendidos son claramente negativos sobre todo en barrios marginales y conflictivos. -Las actitudes emocionales básicas de los padres hacia el niño durante los primeros años. Una actitud emocional negativa, caracterizada por falta de afecto e implicación, incrementa el riesgo de que el niño pueda mostrarse agresivo u hostil con los iguales. -Una exposición crónica a la violencia en la familia origina reacciones agresivas y antisociales en los niños y adolescentes. -La permisividad y tolerancia hacia la conducta agresiva del niño, sin establecer límites claros que controlen esa conducta agresiva con hermanos, iguales, y adultos, contribuye a que aumente el nivel inicial de conducta agresiva del hijo. -El uso de métodos de disciplina autoritarios y de ostentación de poder, tales como el castigo físico y las explosiones emocionales negativas pueden estimular la conducta agresiva en los hijos. * Las relaciones con los iguales: En cualquier caso, pero más aún si la familia no puede proporcionar buenos patrones de socialización, el colegio representa una oportunidad única para que los alumnos aprendan habilidades y usos sociales que puedan servirle para integrarse en interacciones laborales y sociales. Y en cualquier caso, el contexto escolar tiene sus propias potencias y posibilidades, pues permite unas relaciones sociales en su seno que constituyen el núcleo de la sociedad infantil, y en sus clases, a lo, largo de la escolaridad, se fragua el autoconcepto y la autoestima, redes de apoyo y amistad importantes en la vida social del alumno, estrategias aprendidas por la experiencia para resolver problemas con sus compañeros. Pero estas interacciones también pueden ser negativas. Impulsividad, temperamento activo, dificultades de aprendizaje escolar, inadaptación a la escuela, necesidades educativas especiales, raíces sociales deprimidas o pertenencia a una minoría étnica, son algunos de los múltiples factores que pueden debilitar la posición del niño en el grupo de iguales y dificultar su adaptación. * La influencia de la escuela En el Informe Elton recogido por Trianes (2000) se argumenta que “el clima de la escuela puede ser crucial en el proceso de cambio de conductas antisociales, ya que esa atmósfera puede estimular los valores prosociales y sancionar claramente las conductas violentas, e incentivar un papel más activo de los compañeros espectadores contra los episodios violentos. Por el contrario, en las escuelas con una atmósfera agresiva, en los que los episodios de violencia no son evaluados ni sancionados, es probable que exista presión sobre los compañeros que observan la violencia, para que, incluso aunque sientan simpatía por las víctimas, decidan abstenerse de intervenir y se insensibilicen ante el sufrimiento ajeno”. Es evidente que las características de organización, las dimensiones de la escuela, la distribución de espacios y la antigüedad del edificio pueden ser determinantes en el clima de violencia. Así, los problemas de violencia interpersonal y vandalismo se concentran fundamentalmente en escuelas masificadas, con una escasa organización y dotados con aulas reducidas, con unas dependencias envejecidas y descuidadas y carentes de atractivos y de espacios para el recreo, para el ocio o la formación de los alumnos. También parece evidente que largas jornadas lectivas con cambios de docentes cada hora, sobre contenidos excesivamente academicistas, impartidos con metodologías pasivas para el alumnado, sin planteamientos serios de atención a la diversidad y con fórmulas rígidas y unidireccionales de la disciplina, no favorecen el proceso de enseñanza-aprendizaje. Pero no sólo estos condicionantes físicos o de organización se asocian a la violencia, sino que las reglas de funcionamiento, la orientación de la escuela autoritaria o democrática, las relaciones docentes y la oportunidad de participación e implicación de los alumnos determinan o no la aparición de este tipo de problemas. En principio, las escuelas mejor dotadas para evitar hechos graves de violencia interpersonal, son aquellas que propician la participación de los alumnos en la definición de sus normas, que se esmeran por cuidar la relación docente, admitiendo camaradería y acercamiento por parte del alumnado, que elaboran atractivos programas interdisciplinares de formación, que ofrecen alternativas a la valoración por el rendimiento en las materias escolares y que inducen a actividades de voluntariado, ayuda y mediación en los conflictos. * La influencia de los medios de comunicación Goldstein en Agression reduction strategies, señala tres grandes efectos negativos de la influencia de los medios de comunicación de masas en la conducta violenta: • Efectos sobre la agresión: - Incremento de la imitación de conductas violentas - Incremento de la violencia autodirigida •Temor a ser víctimas de agresiones: - Incremento de temor y desconfianza. - Incremento de búsqueda de autoprotección • Efecto espectador: - Incremento de la despreocupación por incidentes violentos que contemplamoso conocemos. - Incremento de la frialdad e indiferencia ante estos incidentes. A pesar de reconocer esta influencia de los medios de comunicación, algunos trabajos muestran que los niños pueden muy bien diferenciar la ficción de la realidad cuando se les educa para ello y desde pequeños adoptan actitudes críticas frente a las películas y series televisivas con planteamientos exagerados o irreales. * Factores contextuales La pobreza y la baja calidad de vida familiar con problemas económicos y sociales, constituyen un caldo de cultivo para el estrés, la frustración y la inestabilidad familiar, problemas todos ellos vinculados a conductas agresivas en adolescentes varones. Guerra (1995) encuentra conductas diferenciadas entre alumnos procedentes de barrios marginales y de aquellos que proceden de un contexto urbano acomodado, ya que los primeros muestran más altos niveles de conducta agresiva. Además los niños de ambientes más empobrecidos es probable que tengan más experiencias con acontecimientos estresantes, en su interacción con vecindarios violentos. También es más previsible que adopten creencias que justifican la agresión. Tanto el estrés percibido como las creencias que justifican la agresión anticipan posteriores conductas violentas. Es posible utilizar la escuela como plataforma para influir en las familias, atrayéndolas hacia actividades de formación. Se trata de una vía fructífera que, cuando además se da una acción combinada con asistentes sociales que se desplazan hasta las casas, puede mejorar aspectos relevantes de la dinámica familiar, como las relaciones padres-hijos, los modos de manejar los problemas de la crianza de los hijos, etc. • Valores ambientales La existencia de valores es una de las características que históricamente han definido a una comunidad en un contexto determinado. Actualmente, hay una tendencia al divorcio entre unos valores aceptados e incluso defendidos de alguna manera y otros que son los realmente dominantes en la medida en que son por los que se rigen una amplia mayoría. Así, teóricamente se apuesta por la libertad, la solidaridad y la tolerancia, pero en realidad, los valores sociales vigentes son la competitividad, la ley del más fuerte para solucionar los conflictos. El niño o la niña percibe esta dualidad como una manifestación de hipocresía social o familiar, por lo que no se socializa con los valores positivos sino con una especie de relativismo sumamente negativo para la educación. Los alumnos/as aprenden juntos Un estereotipo de la vieja tradición académica que, poco a poco, se va desterrando es, la creencia de que el aprendizaje tiene una sola dirección, explicación–comprensión, de la boca del docente a la mente del alumnado. Sabemos que aprender requiere un esfuerzo por parte del aprendiz, para lograr ajustar sus conocimientos o habilidades previas a los retos que los nuevos contenidos le suscitan, pero ese reto no siempre se hace individualmente. Es más, es la situación interactiva que establece el que sabe más con el que sabe menos, lo que provoca la tensión entre los niveles de comprensión del que está intentando aprender algo, respecto del que está intentando enseñar algo, y éste no siempre es el profesor; gran cantidad de información y de conocimiento elaborado se produce en la tensión entre los propios aprendices. El constructivismo, esa filosofía educativa que ha ido penetrando en la educación formal, desde la educación infantil hasta la universidad, va dejando entre nosotros ciertas ideas–fuerza que despejan algunos mitos, como el de la vía única de acceso a la información y el modelo de aprendizaje único. Comprender el papel que los iguales tienen en la construcción del conocimiento individual es, de alguna forma, comprender que no sólo enseña el profesor/a, sino que la situación de enseñanza –aprendizaje es compleja, variada y, con frecuencia, impredecible. Se aprende de muchas maneras, mediante una diversidad de procesos, en condiciones variadas y en contextos distintos. Esto, lejos de resultar confuso no sólo es útil, sino también tranquilizador. Dado que no lo podemos controlar todo, quizás sea prudente adoptar una actitud observadora, para tratar de comprender otros mundos: como el mundo social que los alumnos/as crean entre sí. Es lógico pensar que los conocimientos y los procedimientos nuevos, son contenidos que los alumnos/as suelen aprender de sus profesores/as; pero hay otros contenidos, especialmente los que se refieren a las actitudes y los valores, que no siempre son objeto de atención por parte del profesorado. Muchos estilos de hacer las cosas, gestos y actitudes, se dejan a la eventualidad de ciertos procesos, no tan controlados como la transmisión de conocimiento académico. Los alumnos/as adquieren, por imitación, mimetismo o simple adscripción a modas, muchos de sus hábitos y actitudes. La ausencia de control y responsabilidad respecto de estos contenidos, hace que sepamos menos sobre cómo se elaboran y construyen las actitudes y los valores que van penetrando en la personalidad del alumnado. Es más, probablemente, ni ellos/as mismos/as sabrían decir quién, cuándo y cómo les enseñó algunos de estos contenidos. En realidad son las experiencias vividas, especialmente las que acontecen en el grupo de compañeros/as, las que enseñan, de una forma relativamente inconsciente, estos hábitos, creencias y valores. Los alumnos/as comparten sentimientos, actitudes y valores. La vida de relación de los estudiantes en el centro educativo es compleja, como la de todo grupo que se percibe con el mismo estatus social e intereses semejantes y, sobre todo, que es tratado como homogéneo; y está atravesada por los sentimientos, emociones, actitudes y valores que los seres humanos despliegan entre sí cuando conviven de forma estable y prolongada. Los acontecimientos y sucesos a los que están expuestos y en los que participan son comunes, y esto hace nacer en ellos la autopercepción de que van en el mismo barco, que se dirige a puertos cercanos. En el contexto de los iguales, acontecen sucesos y se despliegan actitudes que van incidiendo, en el marco del contacto obligatorio del aula, en la personalidad de los estudiantes en todos los aspectos, pero especialmente en el que se refiere a su desarrollo social y moral. Muchas de las experiencias en las que participan los alumnos/as tienden a sacralizar normas de convivencia, costumbres y reglas no escritas. Con frecuencia, son normas y convenciones que se corresponden con actitudes positivas de los unos hacia los otros, hacia los adultos o la sociedad en general. Pero no siempre los acontecimientos que tienen lugar dentro del grupo de iguales proporcionan los modelos de comportamiento social adecuado y las creencias en normas y reglas idóneas. A veces, la microcultura de los iguales incluye claves de dominio y sumisión interpersonal que van más allá de lo moralmente tolerable, y entonces el grupo puede convertirse en un modelo de referencia negativo para el desarrollo social. Aparece un fenómeno de prepotencia, o desequilibrio en el estatus social que un chico/a establece con otro o que un grupo de ellos establece con un estudiante en particular: son esquemas de malas relaciones que pueden adquirir diferentes grados de peligrosidad para el desarrollo social y la convivencia en la escuela. Los relatos históricos y la memoria adulta suelen recordarnos la existencia de convenciones y formas de trato abusivo entre los chicos/as en todos los tiempos; en la experiencia personal de muchos de nosotros están aquellos sucesos en los que un compañero/a abusaba impunemente, mediante burlas, palabrotas, ridiculizaciones o rumores, de otro chico/a, que, por distintas razones, padecía estos abusos sin saber cómo salir de la situación. El problema del maltrato entre compañeros/as en las instituciones educativas ha existido siempre, lo que no es excusa para no abordarlo en la actualidad. Algo más que compañeros:a importancia de tener amigos/as A cualquier edad es necesario sentirse lo suficientemente bueno/a como para que los demás quieran estar cerca, conversar y hacer cosas con nosotros/as. Pero, especialmente, en los años de la primera adolescencia es muy importante tener amigos/as y ser aceptado/a por los otros. En la adolescencia y la juventud la sociabilidad con los iguales adquiere un papel fundamental. Pasados ya los años en que la familia era el centro de la vida del chico/a, los amigos/as ocuparán la atención de la vida de relación. El éxito y el fracaso social parece centrarse en el éxito o el fracaso con los compañeros/as. Pero llegar a tener amigos/as, en contra de lo que los adultos creen, no es una tarea fácil para los chicos/as. Hace falta saber ofrecer y saber recibir, saber conversar sobre cosas relevantes y atractivas y saber escuchar, respetar los turnos de un diálogo espontáneo que puede tratar de múltiples temas, pero que exige hablar de uno mismo y escuchar asuntos personales de otro. En general, es necesario saber compartir, lo que, en muchas ocasiones, supone desprenderse de cosas propias, y que éstas sean usadas de diferente manera o con distinto esmero, tener puntos de vista distintos, para que sean atractivos, a la par que comunes. Los amigos/as deben gustarse. Nadie es amigo de alguien al que considera antipático o pesado. Así, tener amigos/as exige acercar, en alguna medida, el comportamiento, los hábitos y las rutinas personales a una invisible línea común, compuesta por las convenciones que el grupo considera aceptables. Éstas, como hemos dicho, no son claramente manifestadas, ni democráticamente decididas en una pública proclama. Las convenciones sobre lo que es atractivo para los otros y, por tanto, fuente de afinidad afectiva, son siempre variables y no dependen del chico/a que quiere tener amigos. Él/ella debe descubrir cuáles son allí los valores y tratar de adaptarse a ellos, pero no siempre lo consigue. Hasta hace poco, la psicología de las relaciones interpersonales había señalado dos tipos de chicos/as: el socialmente aceptado, o popular, y el socialmente rechazado, o impopular; pero ésta es una clasificación algo elemental, que falsea mucho la realidad. Entre los dos polos –popularidad e impopularidad– existe una amplia gama de matices; gente diversa y corriente que, ni son del todo populares, ni viven marginados. Entre el chico/a al que todos los demás escuchan, con el que quieren estar y compartir actividades, y el que nunca es escuchado ni provoca el más mínimo deseo de compañía, existen una amplia gama de matices de sociabilidad, que dan una riqueza extraordinaria al campo de la vida social. En esta zona amplia se encuentran la mayoría de los alumnos/as, a los que la “asignatura” tener amigos y sentirse aceptados les ocupa tanto o más tiempo que las Matemáticas o la Lengua. Los sentimientos de amistad producen una gran satisfacción, alimentan la estima personal y amplían el campo de actuación social, provocando seguridad en uno mismo/a. Pero no siempre la pertenencia a un grupo implica los sentimientos de amistad que el chico/a busca, a veces la incorporación a un grupo pasa por aceptar las normas, asumir obedientemente los hábitos del mismo, seguir a sus líderes y callar los deseos y las iniciativas propias. Este tipo de incorporaciones a los grupos, relativamente abundante en las edades de la adolescencia, resulta cruel y provoca sentimientos muy ambivalentes. Sentirse aceptado y socialmente integrado El adolescente concede una gran importancia a percibirse y ser visto como un individuo socialmente integrado y quiere evitar, a toda costa, ser señalado como alguien aislado, así que acepta y busca voluntariamente su pertenencia a un grupo. Pero el grupo puede imponerle actividades y normas que no siempre le permiten discutir, o que son claramente contrarias a sus propios criterios de conducta. Así, el conflicto entre la necesidad de integración social y la disonancia normativa, se convierte en un conflicto personal que, cuando se inclina a favor del individuo, vuelve a provocar el aislamiento y la soledad, con la consiguiente creencia en la incapacidad para hacer amigos/as; pero cuando se inclina hacia el grupo, provoca dependencia, sumisión y a veces indefensión. Efectivamente, si el conflicto termina inclinándose a favor del grupo, el chico/a debe plegarse a un tipo de microcultura y de normas en las que no cree, porque no ha participado en ellas. Aparecen entonces problemas de sumisión, dependencia e inseguridad frente a los demás, a los que sí se percibe como verdaderamente integrados y seguros de sí mismos/as. La integración social en los grupos de adolescentes no es un asunto fácil, ni depende exclusivamente de las habilidades sociales individuales de los chicos/ as; la microcultura de los mismos, compuesta por el conjunto de normas, ritos, convenciones, creencias y hábitos de comportamiento, incide de una forma muy importante en que el proceso de integración sea satisfactorio para los individuos que lo realizan. Una minoría de los alumnos/as, no están satisfechos o, al menos, encuentran fría y poco satisfactoria su relación con los compañeros/as. De entre éstos/as, algunos se sienten verdaderamente aislados y tienen dificultades para hacer y mantener amigos, por distintas razones, que normalmente no son reconocidas. La falta de amigos/as o el fracaso repetido en lograr un grupo social cercano, provoca sentimientos de inseguridad e inestabilidad social, lo que afecta a la autoestima, devolviendo al chico/a una imagen de sí mismo/a deteriorada o empobrecida. Ser ignorado/a, percibirse como un individuo sin amigos o aislado puede llegar a ser más doloroso que cualquier otro problema académico. Los/las adolescentes dedican una parte importante de sus esfuerzos a hacer y mantener la amistad o, al menos, a formar parte gregariamente de un grupo, aunque para ello haya que renunciar a los intereses propios o a los valores anteriores. Asumir y cumplir normas Aunque los alumnos no siempre tiene la opción de participar en la elaboración de las normas, los sistemas de regulación de las actividades, las decisiones y los esquemas disciplinares, aprende muy pronto cuáles son las leyes, explícitas o implícitas, pero efectivas, para dominar el campo de las relaciones de los unos con los otros, porque muchas de las convenciones, que terminan imponiéndose, son las que los grupos de alumnos/as se dan a sí mismos/as. Los alumnos/as, agrupados en los escenarios de aulas, patios de recreo, pasillos y entradas y salidas, son en sí mismos una parte sustantiva de la dinámica organizativa de la escuela. Las actividades y acontecimientos que tienen lugar en estos escenarios homogeneizan la vida social de la escuela, distribuyen roles, marcan estatus, imponen costumbres y convenciones que terminan afectando de forma relevante al clima social. En el devenir cotidiano de la convivencia, se incluyen las pautas que los compañeros/as se otorgan entre sí, lo que posibilita la emergencia de actitudes y valores, ya sean positivos o negativos. Como hemos visto, las relaciones que los compañeros/as establecen entre sí son, con frecuencia, un campo oscuro para los docentes y las autoridades educativas. Una falsa y excesiva creencia en la autonomía personal, o el simple desinterés por los procesos no instructivos, ha rodeado de un halo de ignorancia a las relaciones emocionales, afectivas y convivenciales de los escolares, siempre unos centímetros más abajo de la mirada de los adultos responsables de los centros. Dentro de los agrupamientos espontáneos que organizan los alumnos/as en las aulas y fuera de ellas, tienen lugar fenómenos que influyen de forma significativa en el proceso de asunción de las normas disciplinares. Es en los escenarios de iguales donde se asientan y se sacralizan los valores morales y la tendencia a asumir, de manera personal, convenciones, hábitos y rutinas que encajarán bien o mal con los propuestos por la institución educativa. En el devenir cotidiano de la convivencia de los compañeros/as, se incluyen pautas de comportamiento y actitudes que pueden reafirmar en el chico/a la seguridad personal, mediante la conciencia de pertenencia a un grupo de referencia, o pueden convertirse en un proceso peligroso para la socialización. Es lo que ocurre con el aprendizaje de modelos excesivamente agresivos o francamente violentos, que a veces se confunden con problemas de disciplina, pero no lo son realmente. Son problemas de malas relaciones entre iguales que terminan construyendo climas sociales en los que no es difícil encontrar verdaderos fenómenos de abuso, malos tratos y violencia entre compañeros/as. No Conviene olvidar que: – El profesor no es el único agente formativo en el proceso educativo, los iguales también desarrollan procesos de aprendizaje entre sí: cognitivos y, sobre todo, afectivos y morales. – La interacción continua entre el alumnado genera el microsistema de los iguales, en el que se gesta la cultura del grupo (normas, convenciones, valores, actitudes, conductas, etc.). – Muchas de las relaciones interpersonales fomentan convenciones, conductas y sentimientos que son, social y moralmente, intolerables. Ése es el caso de las relaciones violentas. – Los/las adolescentes dedican gran parte de su tiempo y su esfuerzo a hacer y mantener amistades, aunque para ello tengan que negar sus propias normas y sus valores personales. – Muchos de los problemas considerados como disciplinares son, en realidad, disfunciones de las relaciones interpersonales, basadas en el aprendizaje de patrones agresivos. --------------------------------------------------------------------------- DIARIO EL DÍA- LA PLTA LA CIUDAD Les darán a los docentes un manual para enfrentar la violencia Será una guía oficial con pautas prácticas LA GUÍA APUNTA A QUE LAS ESCUELAS TRABAJEN EN CONJUNTO CON OTROS ORGANISMOS DEL ESTADO PROVINCIAL La dirección de Educación bonaerense elaboró una guía de actuación para afrontar situaciones conflictivas en las escuelas, que será distribuida el año entrante con el objetivo de que los docentes tengan “herramientas” para intervenir ante los hechos de violencia que se registran en los establecimientos educativos y que “reconocen su origen en la violencia que se da en la sociedad”, se explicó. Ante el incremento de la problemática, que se manifiesta de muy diferentes maneras, la cartera educativa trabajó con otros organismos del Estado con el fin de hallar un instrumento que le permita a los maestros de todos los niveles de la enseñanza brindar contención y protección a los alumnos y protegerse ellos mismos ante situaciones de violencia. Participaron de la confección de la guía la secretaría de Niñez, el ministerio de Justicia y Seguridad, el de Salud y ONGs. La directora de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social de la dirección de Educación, Eliana Vázquez, explicó que “no hay recetas únicas para la intervención de los docentes ante situaciones de violencia o conflicto, pero sí es posible brindar una orientación que permita la contención de los chicos y de los propios maestros”. Acerca de la guía, única en su tipo en el país, señaló que “lo que se busca es que determinadas cosas no sucedan, pero si suceden, que la situación no devaste a la escuela; que el docente tenga una herramienta para poder actuar”. Y ejemplificó: “Ante situaciones de violencia familiar y maltrato infanto-juvenil, debe recurrir al servicio local de Promoción y Protección de los Derechos de los Niños, que depende de la secretaría de Niñez. Frente a otros casos, como el de chicos sometidos a trabajo, debe dar lugar a una tarea en conjunto con la cartera laboral bonaerense”. En cuanto a la presencia de un arma en el aula, un tema que generó polémica, dijo que es sólo “un ítem entre muchos, desde conflictos entre adultos, adultos y menores, el fallecimiento de una persona, un intento de suicidio y abuso sexual y trata de personas”.