lunes, 6 de agosto de 2012

LLEGADA A MARTE (CURIOSITY)


NOTICIAS GOOGLE SOCIEDAD NUEVA ERA ESPACIAL Un robot llegó a Marte y ya se piensa en enviar a un hombre Tras un viaje de 567 millones de kilómetros, el Curiosity se posó ayer sobre la superficie marciana y ahora buscará rastros de vida. El proyecto tiene por meta concretar una misión tripulada en 20 años. IMÁGENES Un momento histórico. La imagen difundida por la NASA recrea el instante en el que el robot se posa sobre la superficie marciana. Allí las temperaturas oscilan entre -5° y -87°. / EFE C El aterrizaje, paso a paso “Nos preparamos durante 8 años para una operación de 7 minutos” Vivir en Marte, un viejo sueño que sobrevuela la literatura y el mundo del cine El planeta rojo, como nunca se vio Nueva era espacial, robot, Marte WASHINGTON. EFE, AFP Y DPA. - 07/08/12 “Estoy entero y a salvo en la superficie de Marte”. El mensaje que publicó el robot Curiosity ayer a la madrugada en el blog de la NASA, despertó aplausos y abrazos en el Laboratorio de Propulsión (JPL) de la agencia espacial en Pasadena, California. Tras un viaje de 567 millones de kilómetros, había logrado posarse sobre Marte. Así abrió una nueva era en la exploración espacial cuyo objetivo final es llevar al hombre al Planeta Rojo dentro de 20 años . “Hoy (por ayer) las ruedas de Curiosity han empezado a abrir camino para el sendero de las huellas humanas en Marte”, dijo el jefe de la NASA, Charlie Bolden. “Buscará responder a preguntas antiguas sobre si alguna vez existió vida en Marte o si el planeta puede sustentar la vida en el futuro ”, señaló, y luego apuntó que el presidente Barack Obama ha fijado como meta “enviar humanos a Marte a mediados de la década de 2030”. El mismo Obama calificó ayer como “hazaña tecnológica sin precedentes” la llegada de la ambiciosa expedición, que demandó una inversión de 2.500 millones de dólares. El aterrizaje se produjo a las 22.32 del domingo en Estados Unidos (2.32 de ayer en Argentina) al pie del monte Sharp, que se eleva 5.500 metros en el centro del cráter Gale. Fue elegido porque se cree que allí convergían varios ríos, y que en sus capas sedimentarias habría información muy valiosa. “La misión no terminó, recién comienza. El robot está operando de manera exitosa”, remarcó Miguel San Martín, uno de los dos argentinos que participan de la misión. “Es un nuevo hogar que vamos a explorar”, agregó. Pero antes de empezar a avanzar por el suelo marciano, Curiosity verificará si todos sus aparatos funcionan correctamente, lo que podría demandar días o semanas. Más de 500 científicos e ingenieros de varios países palpitaron los “siete minutos de terror”, en los que el robot entró en la atmósfera del planeta rojo y llevó a cabo el aterrizaje más difícil de una nave no tripulada. Poco después de tocar la superficie, donde las temperaturas oscilan entre -5° y -87°, Curiosity envió sus primeras imágenes, que mostraban sus ruedas a salvo sobre la superficie, en medio de la nube de polvo que levantó al caer con sus 900 kilos de peso. La misión reavivó el entusiasmo por la exploración espacial, con miles de personas siguiéndola vía Internet y a través de decenas de pantallas gigantes instaladas en la avenida Times Square de Nueva York y en diversas ciudades de Estados Unidos. En otra de las imágenes enviadas por el robot (en blanco y negro y a la mitad de la resolución que se espera que envíe en los próximos días) puede verse el borde del cráter y, en primer plano, un campo de grava. “La pregunta es, ¿de dónde viene esta grava? Es la primera de las muchas preguntas científicas que llegarán de nuestra nueva casa en Marte”, comentó el científico John Grotzinger. El descenso en suelo marciano supuso una compleja operación para reducir la velocidad de 21.243 km/h a apenas 2,74 km/h, mediante el despliegue de un enorme paracaídas y la activación de una grúa para depositar lentamente el robot. Como si fuese un “transformer”, la cápsula del Curiosity pasó en 420 segundos de ser un cono envuelto en temperaturas de casi 900° a convertirse en grúa flotante sobre ocho cohetes y finalmente –en el momento de posarse sobre el cráter Gale– devino en algo parecido a una araña mecánica. “Vamos a asegurarnos de que estamos funcionando a toda máquina antes de aventurarnos a través de las llanuras”, dijo Grotzinger. “En un año más o menos podríamos estar en la base del Monte Sharp, porque el lugar en el que nos posamos parece interesante y no queremos simplemente salir corriendo de allí sin haberlo estudiado muy bien”. Curiosity lleva a bordo un Laboratorio Científico Marciano, compuesto por 10 instrumentos científicos, con una masa que es 15 veces más grande que las cargas utilizadas en las anteriores misiones, Spirit y Opportunity. Más adelante en la misión, el robot utilizará un taladro y una cuchara en el extremo de su brazo robótico para recoger muestras de suelo y polvo de los interiores de las rocas, luego las pasará por un tamiz y las repartirá entre los instrumentos de análisis de laboratorio. “La misión nominal es de dos años, pero creo que si dura dos veces más nadie se sorprendería”, dijo Pete Theisinger, director de Ingeniería y Ciencias del JPL. “No tenemos ninguna prisa, no vamos a arruinarlo”, concluye.

JÓVENES Y CURIOSOS (De "El Rincón del vago")

TÉCNICAS DE ESTUDIO Factores a cuidar para estudiar sin distracciones 2 mayo, 2012 a 18:05 No nos digas más. Cuando te pones a estudiar padeces del “síndrome de la caperuza” . A la menor que te sientas delante de tu escritorio para empollar un par de folios, es como si una enorme capucha tapara tus sentidos y te impidiera adquirir cualquier tipo de conocimiento sobre lo que estás leyendo. ¿Te has parado a pensar qué maravilloso y cuántas cosas útiles podrías hacer con ese tiempo que media entre el instante en que te sientas ante los libros y el momento en que decides abandonar tu cuarto absolutamente desesperado? ¿Te gustaría que ese periodo de suplicio no fuera tan tortuoso o durase el mínimo imprescindible para aprender tus apuntes con garantías de que no se te va a resetear del cerebro a los 2 minutos? En esto del empollar y del estudio hay una ecuación tan exacta que es como si la hubiese dictado el mismísimo Pitágoras: Mala atención = mal aprendizaje Otra parte de esta igualdad matemática sería que un mal aprendizaje conduce al fracaso, al suspenso, al “vuelva usted en septiembre o si no ya el año que viene”. Nosotros no queremos verte eternamente en tu silla de estudiante haciendo más horas de las necesarias y quemando pupilas bajo un flexo. ¡No en nuestros días de vagos! Por eso vamos a facilitarte acceso directo a los cinco factores que más pueden influir en que te distraigas, pierdas la atención material sobre lo que te interesa realmente, que es empollar los folios o el libro cuanto antes para salir de ahí, también cuanto antes. A esto lo llaman productividad. Toma buena nota: Ambiente de estudio Mira la leonera que tienes por habitación. Hay gente que se mueve muy bien entre el desorden y lo tolera sin la menor aprensión. Pero lo normal es que tener recogida la parte que ocupa tu escritorio, infunda cierta paz interior, o la sensación de que “las cosas pueden ir bien si empiezan bien”. Vamos, una mera acción simbólica de que estás predispuesto a poner también orden en tu cabeza. No tiene por qué ser en tu escritorio ni en tu habitación. Busca el sitio de la casa donde te halles más a gusto. En todo caso, ten a mano los materiales necesarios para estudiar sin hacer interrupciones molestas y a destiempo. En cuanto a la música, si es clásica y te deja tranquilo… adelante. Pero mira, yo no vuelvo a estudiar con música que tenga letra: acabas con el boli como micrófono en plan Karaoke mudo y eso ¡no puede ser! ¿No hemos quedado que íbamos a estudiar? Sobre lo de irte a la biblioteca, en tu mano queda. Si vas a ir a quedar con los amigotes para contaros chismes o tirar bolitas de papel a quienes realmente estén estudiando, mejor quédate en casa. Una biblioteca puede ser un buen lugar para estudiar si es un entorno tranquilo y hay gente que está ocupada en esa misma labor que quieres realizar: nada como ver estudiar a otros… ¡a ver si se nos pega algo bueno!