sábado, 22 de octubre de 2016

¿Por qué toman alcohol los jóvenes?


FOTO DE LA WEB ¿Por qué toman alcohol los jóvenes? Alejandro RozitchnerPARA LA NACION Por lo mismo que los adultos. No tanto por el sabor sino por el efecto. Hay una cierta hipocresía social acerca de este tema, que nos impide ver claro que el alcohol "pega" y que en eso consiste su éxito. Es una droga; una droga legal, pero una droga. Y aun más: una droga encantadora, sensacional, socializante, divertida, accesible, barata, generalmente manejable. Los chicos toman alcohol para sentir la libertad y la distensión que a los adultos tanto nos gusta sentir al tomar cerveza, vino, champagne o whisky. El problema es que mientras los adultos pueden manejar su consumo, por experiencia y porque la madurez aumenta la capacidad de autoconocimiento y autocontrol, los chicos no evalúan correctamente los peligros y pueden dañarse severamente. El consumo de alcohol adolescente es uno de los temas más preocupantes para los padres que adoran a sus hijos, un tema que quita el sueño y genera una comprensible angustia. El problema merece ser abordado seria e imaginativamente. ¿Por qué los adultos no logran evitar que los jóvenes se maten bebiendo? Hay varias respuestas posibles: Porque no se preocupan verdaderamente por ellos y creen que decir lo que debe hacerse equivale a educar (lo que es falso: educar es ayudar a crecer, no enunciar distantemente qué está bien y qué está mal, y encima hacerlo con enojo o decepción). Porque no saben tratar con los chicos cuando estos empiezan a hacerse adultos (tal vez porque tampoco encontraron para sí mismos las respuestas que los chicos están buscando y suelen pedir con una desesperación que hace tambalear todo a su paso). Porque por más que dicen que no hay que tomar de más ellos mismos lo hacen (un poco al modo en que muchos adultos de hoy dicen con indignación "los chicos no leen", olvidando que jamás los verán con un libro en la mano). Porque la complejidad del tema supera los recursos espontáneos de la paternidad bienintencionada y pide esfuerzos de comunicación y empatía con los que esos adultos no cuentan. ¿Qué efecto tiene el alcohol como droga? Como todas las drogas, el alcohol tiene un efecto sobre la personalidad y no sólo sobre el cuerpo genérico. Hay quien se pone eufórico, hay quien se marea, hay quien siente mucho sueño; hay quien se pone divertido y se acerca a la persona que le gusta, hay quien se pone agresivo y se pelea hasta con los amigos a los que más quiere. "Como todas las drogas, el alcohol tiene un efecto sobre la personalidad y no sólo sobre el cuerpo genérico" Compartilo El efecto general podría ser descripto como el de la desinhibición: hace más livianas las cosas que resultan difíciles, da aire a situaciones de encierro, muestra nuevas perspectivas de vida, da coraje a quien se siente decaído, pero también aumenta la sensación de desesperación en quien tiene tendencia a ella, etc. ¿Son buenas estas cosas? Digamos que entre adultos responsables este consumo puede ser evaluado positivamente como relajante o como un buen aterrizaje para días exigentes, pero esto requiere ser capaz de mantenerse en dosis razonables. ¿Por qué algunos chicos llegan al coma alcohólico y otros no? Debe haber razones circunstanciales inmanejables, pero también es cierto y comprobable que los adolescentes que no saben cuidarse son por lo general los que no están siendo bien queridos, es decir, los que no sienten el contacto, la cercanía, la intimidad, con adultos comprensivos y maduros (hay muchas personas con apariencia adulta que no lo es en realidad). Los chicos que corren más peligros son los que no tienen adultos emotivamente cercanos que los ayuden a entenderse y a entender el mundo siempre complejo con el que los humanos tenemos que enfrentarnos. Porque un gran amor que no sabe generar esta cercanía no es más que una emoción remota, escondida, casi diríamos un amor no realizado. No se trata tanto de decir cuánto quiere uno a sus hijos, sino de hacer las cosas a las que ese amor nos compromete y jugarnos por él. La mejor manera de ayudar a un adolescente a enfrentar las dificultades que plantea el alcohol (la necesidad de encontrar una medida, el poder negarse a la presión de los pares, la posibilidad de evitar la solución rápida a las angustias excesivas propias del desarrollo) es hablar con él, de sus emociones y de las propias (es decir, que los adultos no se sitúen en una posición superior como si lo tuvieran ya todo resuelto y abran también su verdad al contacto). "La mejor manera de ayudar a un adolescente a enfrentar las dificultades que plantea el alcohol es hablar con él, de sus emociones y de las propias" Compartilo Nada puede salvar a los chicos de los peligros del mundo, pero la intimidad bien vivida con adultos amantes es lo más parecido a un poder protector que los acompañará siempre. ¿Cómo hacer entonces para resolver el problema? Hay que tener en cuenta que el alcohol acompaña desde siempre a la civilización humana, en todas partes del mundo. Son buenas las restricciones de venta a los menores de edad, los controles estrictos en boliches, etc. Pero no son la solución completa. Para poder cuidar a los chicos de los peligros de una ingesta excesiva, o de un hábito temprano, es necesario: 1) Entender por qué el efecto del alcohol es tan buscado (no simplificar este punto, que es clave, en una niebla moral falta de realidad). 2) Dar información realista acerca de los peligros, es decir, enseñar a tomar (no mezcles, no manejes, tomá mucho agua, pará a tiempo, negarse no es de persona débil sino lo contrario), es decir. 3) Ayudarlos a mejorar el control respecto de sus acciones (es decir, ayudarlos a madurar, tratando no sólo el tema del alcohol sino las otras cuestiones que les preocupan) 4) Ayudarlos a dar rienda suelta a su libertad creativa y productiva, lo que equivale a; 5) Ayudarlos a madurar pero mediante una capacitación en la lucha por sus deseos, porque la insistencia en el deber, y sobre todo en un deber desangelado, jamás resultó saludable para nadie. Para todo eso los adultos tienen que aprender: a hablar con los chicos (a hablar, no a putearlos o enseñarles desde una posición superior dudosa: hablar es compartir), y a controlar ellos mismos sus propios excesos. Un último punto: si los adultos se la pasan quejándose de todo, despreciando al mundo, creyendo que la crítica es inteligencia (que no lo es, ni lo fue nunca), luego no tienen que sorprenderse de la apatía de sus hijos, ¿qué mundo les entregan, como escenario de vida posible? Adolescente que no aprende a volar se emborracha hasta el desmayo.LA NACIÓN

La conmovedora historia de Estela de Carlotto, la Abuela de Plaza de Mayo


La conmovedora historia de Estela de Carlotto, la Abuela de Plaza de Mayo que encontró a su nieto Ignacio de los Reyes BBC Mundo, Buenos Aires 6 agosto 2014 "¿Cómo se puede querer tanto a alguien sin conocerlo, sin saber qué siente, cuándo ríe, por qué sufre? Trato de imaginarme tu cara. Le pruebo bocas, ojos, gestos. Naciste un 26 de junio de 1978... Hace 32 años que te llamás Guido y yo te extraño"*. Estas palabras salieron hace cuatro años del puño de Estela de Carlotto, la abuela de la Plaza de Mayo cuyo rostro reconocen todos en Argentina. Durante casi cuatro décadas el país la vio marchando en la Plaza de Mayo. En eventos políticos y campañas de Derechos Humanos. Y anunciando el hallazgo de otros hijos de desaparecidos (nunca el del bebé de su hija Laura, hasta ahora). Ignacio Hurban Image caption Ignacio Hurban o Guido Carlotto es músico. Esta foto es de su perfil de Facebook. Incluso su nieto Guido la reconocía en la televisión. Y alguna vez le dijeron que se parecía mucho a los Carlotto, aunque él por aquel entonces no era Guido, ni tampoco era "el nieto", sólo uno más en una familia de campo en la provincia de Buenos Aires. Pero hoy la abuela, Guido y el país celebran conmocionados. Quién es Guido / Ignacio, el nieto recuperado Este martes, el hombre de 36 años fue identificado como descendiente de Laura Carlotto, una maestra y ama de casa con cuatro hijos que dejó todo para convertirse en una de las más importantes activistas de los Derechos Humanos en el país. Según la familia, Guido fue robado de su madre a las pocas horas de que ésta diera a luz en un centro de detención de la ciudad de La Plata. Ella era una militante de izquierda que luchó en la Juventud Universitaria Peronista contra el régimen de la Junta militar. La acabaron matando poco después, como a otros miles de personas que fueron torturadas, asesinadas o "desaparecidas" entre 1976 y 1983. Hasta 30.000, según organizaciones de Derechos Humanos del país. Estela de Carlotto ni siquiera sabía que su hija estaba embarazada cuando desapareció, ya que se enteró poco después por el aviso de una compañera. Historia incompleta Estela de Carlotto es un símbolo de la lucha por los DD.HH. Aquel bebé, Guido, que hasta ahora era conocido como Ignacio Hurban y es músico, se presentó en julio ante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) porque tenía dudas sobre su propia historia. Según la familia, se sometió a pruebas de ADN que coinciden en un 99% con el de los Carlotto, aunque no informó sobre quién se llevó al niño ni cómo acabó en la casa de la que hasta hoy era considerada su familia. "La historia completa no la sabemos todavía, pero la vamos a armar. Esto es muy fuerte para una persona", dijo la presidenta del grupo en una conferencia de prensa. Sí se supo que su padre biológico era otro militante, algo desconocido hasta ahora. A la memoria Manifestación de las madres y abuelas de Plaza de MayoImage copyrightAFP GETTY IMAGES Image caption Carlotto llevaba casi cuatro décadas buscando a su nieto Guido. Foto de AFP. Durante casi cuatro décadas, Estela de Carlotto buscó a su nieto y colaboró para encontrar a los hijos de miles de desaparecidos durante los años de la Junta Militar argentina. Se unió a la organización de Abuelas de Plaza de Mayo a fines de los 70, fue considerada en varias ocasiones como candidata al Premio Nobel de la Paz, y su búsqueda pronto se convirtió en un símbolo de la lucha por los Derechos Humanos en Latinoamérica. "Lo que yo quería era no morirme sin abrazarlo. Y pronto lo voy a poder abrazar", dijo de Carlotto sobre su nieto. "Ya tengo a mis 14 nietos conmigo. La silla vacía va a estar con él, los portarretratos vacíos, que lo están esperando, van a tener su imagen. Es hermoso, es un artista, un chico bueno", contó emocionada. No podía imaginar Estela que mientras ella buscaba a Guido, "Ignacio" estaba muy cerca de ella y de otras abuelas. Este mismo año editaba su canción, Para la memoria, que comenzaba así: "El ejercicio de no olvidar nos dará la posibilidad de no repetir (…) Cargando en ancas los hombros se van quedando los años, no se han cerrado las puertas ni las heridas de antaño". Símbolo Jorge VidelaImage copyrightAFP En su cuenta de Twitter había celebrado la identificación de otros nietos, años antes de que él fuera el protagonista de un histórico hallazgo. Además del símbolo de una búsqueda que llevó décadas, es el joven número 114 recuperado e identificado desde el fin del régimen militar argentino, aunque la organización de Abuelas cree que podría haber cientos más. En muchos casos, los padres adoptivos se han enfrentado a procesos judiciales por la apropiación de hijos de activistas desaparecidos. Mientras, en 2012, el ya fallecido gobernante de facto Jorge Videla fue condenado a 50 años de prisión, mientras Reynaldo Bignone fue sentenciado a 15 años por el robo sistemático de bebés de los militantes de izquierda detenidos, torturados y asesinados. "Todos somos abuelas" "Hoy en Argentina todos somos abuelas, hoy todos somos los nietos", le dice a BBC Mundo Nicolás Gil Lavedra, amigo de la activista y director de Verdades Verdaderas, una película sobre la vida y lucha de De Carlotto. "Estela tiene 10 años menos ahora, está renovada… encontró lo que estaba buscando", asegura. Tan pronto se conoció la noticia, la mayoría de los medios y redes sociales de Argentina estallaron de emoción. "La alegría que sentimos cuando apareció Guido fue por Estela, pero también fue por la lucha de Abuelas. Aunque cada vez aparecen más nietos, también se está haciendo más difícil (hallarlos), ellas se van muriendo, por eso tienen que aparecer ahora. Esas abuelas merecen el abrazo que Estela va a tener en estos días", remarca el cineasta. En 2006, cuando se cumplían 30 años de aquel golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, Estela de Carlotto imaginaba cómo sería el momento en que se reuniría con su nieto: "Camino disfrutando lo que otras Abuelas abrazan como propio, pensando cuándo me tocará oír un timbre, una voz, la sangre comparada que diga: soy tu nieto Guido. Entonces sonarán en el cielo los clarines de la Victoria y Laura desde allí me sonreirá". El 5 de agosto de 2014, a los 84 años, después de casi 40 de lucha y de otros 113 nietos recuperados, de Carlotto pudo añadir otro capítulo a su historia. Y pensar de nuevo en la madre asesinada de Guido, en su Laura: "Ella estará diciendo: 'Mamá, ganaste una batalla larga'". Estela de CarlottoImage copyrightREUTERS * En la película Verdades verdaderas sobre la lucha de Estela de Carlotto, del cineasta argentino Nicolás Gil Lavedra.MUNDO