martes, 29 de enero de 2013

ÁGILMENTE (Libro recomendado) Estanislao Bachrach


http://www.lanacion.com.ar/1529743-estanislao-bachrach-el-cerebro-no-se-gasta-con-el-uso Sábado 24 de noviembre de 2012 | Publicado en edición impresa Estanislao Bachrach: "El cerebro no se gasta con el uso" Fue profesor en Harvard, escribió un best seller sobre cómo ser más creativo y tiene una columna de neurociencia en Perros de la calle Por Soledad Vallejos | LA NACION Foto: Oliver Kornblihtt Podría decirse que la raíz del éxito del libro de Estanislao Bachrach (41), autor de Ágilmente (Sudamericana), académico de Harvard y doctor en biología molecular, está en una plaza, justo detrás de la hamaca donde este científico argentino suele llevar a Uma, su pequeña hija. De hecho, allí estaba Bachrach cuando un remolino de ideas que comenzó a golpear en su frente lo hizo reaccionar, lo empujó a investigar por qué las ideas (algo que casi todos han experimentado alguna vez) suelen revelarse en los lugares y momentos menos pensados. "Pero, fundamentalmente, se manifiestan más seguido cuando estamos relajados", dispara Bachrach, en los primeros párrafos de su libro, un compendio de casi 400 páginas en el que el científico propone romper con los patrones repetitivos de pensamiento para potenciar la creatividad y vivir mejor. ¿Cómo? "Estani", como lo llaman sus amigos, quienes lo conocen en la Universidad Torcuato Di Tella -donde hoy se desempeña como profesor de Liderazgo e Innovación- y también sus compañeros de radio en el programa Perros de la Calle, donde jueves por medio tiene una columna propia, encontró las respuestas en la neurociencia. "Tu cerebro puede seguir aprendiendo y cambiando todos los días de tu vida. Eso se conoce como neuroplasticidad, y la buena noticia es que es el único órgano del cuerpo que no se gasta con el uso", asegura Bachrach. Un día antes de morir, o después de leer Ágilmente (por qué no), el hemisferio derecho del cerebro puede despertarse, multiplicar las buenas ideas, los tan esperados insights o revelaciones. Y así ser más creativos, y felices... -¿Por qué un científico elige escribir un libro de autoayuda, un género tan bastardeado? -Yo no escribí un libro de autoayuda. Yo escribí un libro, y si las editoriales o el mundo de los libreros lo cataloga como de autoayuda, no me importa. No me avergüenza. Si lo leés, lo aplicás en tu vida y eso te aporta algo bueno y te ayuda, mejor. Estoy tan seguro de lo que hago y de lo que escribí, sobre todo de dónde saqué la información, que no me importa cómo se catalogue el libro. Fui a la facultad ininterrumpidamente durante 17 años. Me gusta estudiar, no es algo envidiable, es fácil para mí porque es lo que me gusta hacer. Y el libro lo escribí totalmente convencido. -Al final de cada capítulo, hay ejercicios y tips. ¿Certificás que eso funciona? -Totalmente. Hace unos años que trabajo en organizaciones nacionales e internacionales en temas de creatividad e innovación, y veo a la gente más feliz y más creativa. Me escriben mails, me agradecen, me cuentan cosas que les sucedieron. Veo el impacto real en las personas. Y eso me estimuló a escribir el libro. -¿Tu trabajo es ayudar a que la gente sea más creativa? -Como consultor externo sí. Pero fundamentalmente soy científico, estudio e investigo las empresas. ¿Cuáles? Las que innovan, y cómo lo hacen, con la gente más creativa. ¿Y son creativos por talento? No, por la forma de trabajar, por la dinámica de laburo. Mi intención es explicar, desde la neurociencia, cómo es posible tener más ideas en el laburo y ser más feliz. -¿Es cierto que la oficina es el peor sitio para tener ideas? -Es el peor lugar cuando estás todo el día non-stop. Cuando estás apagando los fuegos de ayer, cuando laburás bajo presión y estresado. Así es muy difícil. Y acá viene la explicación neurocientífica. -¿Y cuál es? -En esas condiciones, hay mucha electricidad en el córtex prefrontal [que tiene que ver con la razón y la lógica], y las ideas vienen de atrás, del inconsciente. Si vos estás con mucho ruido adelante, debajo de la frente, las ideas no entran. Entonces necesitás frenar. La ciencia te muestra que cuando frenás, cambia la electricidad del cerebro, pasa de beta a alpha. Beta es esta charla, por ejemplo, atento. Durante esta conversación, no saldrán nuevas ideas. Alpha es más relajado, con alpha silenciás el córtex y empiezan a llover las ideas. Pero la gente suele cometer un error. Pretende tener una buena idea, y lo que hay que hacer es tener muchas. Eso es estadística. Cuanto más estrés, tensión y presión para demostrarle algo a tu jefe, menos ideas surgirán. -Pero una cuota de adrenalina es necesaria. ¿O no? -Sí, muy bien, es así. Todos los cerebros funcionan de manera eficiente con un determinado nivel de noradrenalina y dopamina, los dos neurotransmisores del cerebro. Pero lo que hay que saber es que la curva de eficiencia tuya es muy distinta de la mía. Lo que quiero decir es que vos necesitás cierta cantidad de ese nivel de estrés, y yo, tal vez, el doble o la mitad. Entonces, si yo le pido a mi gente que trabaje como yo, le estoy pifiando. Cuanto más conozco lo que necesito y lo que necesitan los otros [una mañana libre, una taza de café, apagar la computadora por unas horas, una siesta...] mejor. El autoconocimiento: otro género tan importante y bastardeado. -¿Y la meditación, que también mencionás en el texto, es la mejor herramienta para eso? -Esto lo contesto como Estanislao, no como profesional. A mí la técnica no me interesa, también puede ser la religión, la terapia cognitiva, el psicoanálisis o el deporte. Lo importante es encontrar una que te permita conocerte. Yo soy mi primer conejillo de Indias, y a mí la meditación me cambió la vida. -¿El cerebro de alguien que medita es distinto del que no lo hace? -Una resonancia magnética nuclear de un meditador muestra que su cerebro tiene encendidas áreas de la creatividad, del foco, de la concentración. Es sencillo: en lugar de hacer bíceps, el que medita todos los días hace foco, por eso puede concentrarse mucho mejor. -¿Cómo se ve un insight dentro del cerebro? -Eléctricamente se ve como una onda gama, que es un tipo de electricidad. De alpha se convierte a gama. La conversión dura medio segundo. La puedo ver, ahí viene la idea, y ese alto contenido energético da mucho placer y felicidad. -Pero ¿entonces no hay gente naturalmente creativa? -Sí, un 2% de la población tiene naturalmente ese talento. En promedio, una persona tiene unos 65.000 pensamientos conscientes por día, y el 95% son iguales a los de ayer y también a los de mañana. UNA CAIPIRINHA, ACÁ O EN LA PLAYA No importa dónde la tome. Al científico Estanislao Bachrach, una caipirinha siempre lo transporta a la playa, a épocas de juventud, de no responsabilidad y no dinero. "Es como una pausa en el tiempo. Me gusta el ruido de los cubitos de hielo contra el vaso, el color verde de la lima", describe. A tono con su filosofía, ya que el verde, según estudios científicos, ayuda a ser más creativos.

JACINTO CONVIT GARCÍA


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Jacinto Convit Jacinto Convit García Dr. Jacinto Convit Nacimiento 11 de septiembre de 1913 (99 años) Jacinto Convit García (Caracas, Venezuela, 11 de septiembre de 1913) es un médico y científico venezolano, reconocido por desarrollar la Vacuna contra la Lepra1 y por sus estudios para desarrollar una cura contra diversos tipos de Cáncer.1 Es Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 1987. Posee alrededor de 45 condecoraciones otorgadas por diversas universidades venezolanas y extranjeras. Es hijo de un español de origen catalán nacionalizado venezolano, Francisco Convit y Martí y de madre venezolana Flora García Marrero, de origen canario, nació en la parroquia La Pastora, Municipio Libertador de Caracas. Inició sus estudios en el Liceo Caracas. Cursó el bachillerato en el colegio Andrés Bello, alumno destacado del gran maestro Rómulo Gallegos en la cátedra de Filosofía y Matemáticas, del que afirmó “Qué buenos recuerdos, un profesor ejemplar de talante visionario”. En 1932 ingresó a la escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela donde obtuvo el título de Doctor en Ciencias Médicas en 1938. Sus calificaciones, que le hicieron merecer menciones honoríficas en asignaturas como física y anatomía humana, anatomía descriptiva y topográfica, clínica médica y clínica quirúrgica entre otras. Estudiábamos mucho, con gran intensidad y había mucho que memorizar. Hubo una época en la que llegué a sentir una especie de cansancio. El número de horas que había que estudiar era grande. Es amplia la carrera y proyección de la obra de Convit a nivel internacional. El instituto de Bio-Medicina recibe becarios enviados por la OMS/OPS provenientes de América, África y Asia. En 1971 Convit es nombrado por la OMS Director del Centro Cooperativo para el estudio Histológico y Clasificación de la Lepra, dirección que continúa desempeñando. En 1968 es nombrado Presidente de la Asociación Internacional de la Lepra (ILA) y reelecto en 1973, también fue designado Presidente de la International Journal of Leprosy Corporation. En 1976 fue electo Director del Centro Panamericano de Investigación y Adiestramiento en Lepra y Enfermedades Tropicales. [editar]Avances en la Lepra Una invitación le cambiaría la vida y demarcaría su destino en el año 1937, el doctor Martín Vegas conocido pionero en los estudios sobre la lepra dio a conocer a Convit, la vieja casona de Cabo Blanco en el estado Vargas, la cual albergaba a cientos de pacientes afectados por lacería o lepra. En 1990, Convit escribía que su permanencia en Cabo Blanco fue enriquecedora en el plano personal y profesional. "Aprendí a cuidar a los pacientes desempeñando labores de médico, juez, odontólogo y consejero, que sirvieron ampliamente para enriquecer mi conocimiento sobre la enfermedad y profundizar sobre el aspecto humano de los enfermos" En aquel tiempo esta enfermedad era el causal del prejuicio más arraigado dentro de la sociedad, a los leprosos se les encadenaba y eran custodiados por autoridades policiales, imagen que definiría el carácter humano de Convit, quien ante tal maltrato, exigió a los guardias un mejor proceder con los enfermos. [editar]Cura contra la Lepra Luego de varias investigaciones con el único remedio empleado en estos pacientes, el aceite de Chaulmoogra, pudieron comprobar que el compuesto de Sulfota y Clofazimina podía fungir con gran efectividad en contra de este mal, lo que conllevó el cierre de las conocidas leproserías donde los enfermos eran encerrados y vejados en su condición humana. En 1946, Convit es nombrado Médico de los Servicios Antileprosos en Venezuela y junto a su equipo diagnostican 18 mil leprosos en todo el país, tras lo que organizan 24 centros de atención. Ya en 1949 había uno o dos servicios de dermatología sanitaria en cada estado de la nación. Ante tales logros, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) mostró interés y envío a su personal a entrenarse a Venezuela de la mano de Convit, quien insistía en que los pacientes debían ser vistos como portadores de una enfermedad igual a las demás, y, por ende, sentían, sufrían y padecían como cualquier otro enfermo lo hacía. [editar]Creación de institutos Luego de controlar la Lepra y otras enfermedades endémicas, Convit se plantea el reto de crear un centro de investigaciones científicas. Así, nació el Instituto de Dermatología, que posteriormente se llamó Instituto de Biomedicina de Caracas (IBC), el cual dirige desde 1972, y es desde el 2 de julio de 1973 la sede del Centro Internacional de Investigación y Adiestramiento sobre Lepra y Enfermedades afines de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud. Allí, después de mucho esfuerzo conjunto y continuo, surgió la vacuna contra la lepra, que sirvió de base para la vacuna contra la Leishmaniasis. En el año 1988, los grandes avances en estudios epidemiológicos, le valieron una nominación1 al Premio Nobel de Medicina, por el descubrimiento de la vacuna contra la lepra,1 la cual resultó de la combinación de la vacuna de la tuberculosis con el bacilo Mycobacterium leprae. Un año antes de esta nominación, Convit recibió en España el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. En su trayectoria fructífera ha contribuido al surgimiento y desempeño de diversas instituciones y asociaciones relacionadas con la labor médica, tanto dentro como fuera del país. De esta forma, es miembro fundador de la Sociedad Venezolana de Dermatología y Venereología, de la Sociedad Venezolana de Alergología y de la Sociedad Venezolana de Salud Pública. El 28 de febrero de 2011 es condecorado con La Legión de Honor, la más alta distinción honorífica de la República Francesa. [editar]Investigaciones de la cura del Cáncer En el 2012,1 a sus 99 años, lidera un equipo que desarrolla en el Instituto de Biomedicina, una autovacuna contra el cáncer de seno, estómago y colon, el procedimiento es basado en exploraciones con inmunoterapia. En conjunto con especialistas de la Universidad Central de Venezuela es responsable de la elaboración de este tratamiento experimental.2 1