domingo, 25 de septiembre de 2011

¿QUÉ DICEN LAS RELIGIONES? EMBRIONES Y...

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Internacional
Los desafíos de la bioética: qué dicen las religiones

Todas las religiones postulan que la vida humana es sagrada. Pero no todas se colocan ante los dilemas de la bioética con las mismas reflexiones e interpretaciones. Conocer las diversas posiciones de las religiones ante la clonación, la eutanasia, el destino de los embriones in vitro y tantas otras realidades enriquece nuestras propias reflexiones.

Marie-Gaëlle le Perff y Jean-Paul Guetny

Fecundación in vitro, clonación, eutanasia... Estamos cada vez más habituados a estos interrogantes éticos, capaces de desatar apasionados debates. La ciencia médica continúa avanzando y cada día nuevos problemas se suman a los anteriores.

La bioética nació de una indignación ante abusos y novedades vividas como transgresiones, dice Anne Fagot-Largeault, profesora de filosofía de ciencias biológicas y médicas. Más concretamente, la urgencia de una reflexión sobre estos temas surgió cuando se descubrieron en Estados Unidos algunos experimentos con seres humanos y tras producirse el primer trasplante de corazón en 1967. En 1970, el cancerólogo estadounidense Van Rensselaer Potter convocó a una ciencia de la sobrevida que él llamó bioética. Al año siguiente fue creado en Estados Unidos el primer instituto de bioética. Su fundador, André Hellegers, propuso llamar bioética a la reflexión ética sobre la biomedicina. En Francia, el nacimiento en 1982 de Amandine, la primera bebé-probeta, urgió a una reflexión más profunda. Hoy, la mitad de los Estados del Consejo de Europa tienen un comité nacional para reflexionar y decidir sobre estos temas y la tendencia a organizarlos es mundial. En 1993 se creó en la UNESCO el Comité Internacional de Bioética, que elaboró en 1997 la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos.

UNA EXPERIENCIA NOVEDOSA: “PROCREACIÓN RELIGIOSAMENTE ASISTIDA”
En materia de procreación, no siempre resulta fácil conciliar las posibilidades que brindan los últimos avances médicos con la fe religiosa. Existe ya en Francia, en el hospital Antoine Bèclere, en Clamart, la primera y hasta ahora única consulta ético-religiosa en esta materia en ese país. En los locales de uno de los hospitales obstétricos de punta de Francia, un ginecólogo, el doctor Paul Atlan, acoge una vez por semana a parejas o a mujeres solas enfrentadas a decisiones complejas.

A veces, la urgencia complejiza más las cosas. El doctor Atlan recuerda a una joven mujer musulmana. Sólo aquel caso bastaría para darle sentido a todo mi trabajo, recuerda todavía emocionado. Ella padecía una enfermedad genética que hacía que sus embarazos resultaran muy riesgosos para su salud. Después del nacimiento de su segundo hijo, no quiso escuchar a los médicos que le recomendaron no tener más hijos y quedó nuevamente embarazada. Según lo previsto, tuvo problemas y en el cuarto mes su presión alcanzó niveles muy elevados. El médico que la atendía le advirtió que sólo sobreviviría si se practicaba de inmediato un aborto terapéutico. La joven rechazó la idea. Impotente, el médico la envió en una ambulancia donde el doctor Atlan.

Tras 45 minutos de discusión, éste logró que la mujer le autorizara a solicitar a la Mezquita de París un permiso para interrumpirle de inmediato el embarazo. Una hora después, el doctor Dalil Boubakeur enviaba por fax un informe de la comisión de teólogos a la que había reunido: los textos de la sharia autorizaban a la mujer a no poner en peligro su vida. Hizo falta una hora y media más de discusión antes de que la paciente, sollozando, aceptara la interrupción terapéutica de su embarazo. Dos días después, su presión arterial volvía a ser normal.