martes, 17 de febrero de 2015

ELOGIO DE LA MUJER BRAVA Por Héctor Abad Faciolince. Escritor.


Del muro de Amazonia : ELOGIO DE LA MUJER BRAVA Por Héctor Abad Faciolince. Escritor. ”Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas.” A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, aprovechadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden. La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran "no más usted me avisa y yo estoy a su disposición", siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias). A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos. Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo. Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos, el sobrepeso, las canas), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, te dirán que hacer, buscarán junto a ti la solución, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso. Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas trabajan, producen, confían, pero también exigen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento. Vamos hombres, por esas mujeres bravas pero no mantenidas!!!!!!!!!!Enviada por Mónica Bonavía

5 DE ENERO DE 2015 Claudio Naranjo, psiquiatra y experto en materia educacional: “Esta educación sirve para domesticar a la gente (…) para que sigan siendo unos corderitos manipulables por los medios de comunicación”


5 DE ENERO DE 2015 Claudio Naranjo, psiquiatra y experto en materia educacional: “Esta educación sirve para domesticar a la gente (…) para que sigan siendo unos corderitos manipulables por los medios de comunicación” El médico, inductor de Eneagrama en Occidente, aseguró que la situación de la educación en Chile "no es una crisis más entre las muchas crisis que tenemos, sino que la educación está en el centro del problema. El mundo está en una crisis profunda porque no tenemos una educación para la conciencia. Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida. El modelo de desarrollo económico de hoy ha eclipsado el desarrollo de la persona". por EL MOSTRADORENVIAR RECTIFICAR IMPRIMIR claudionaranjo Claudio Naranjo, es psiquiatra, médico experto en la ‘deshumanización’ de la educación médica, que se convirtió en gurú para la actual diputada y ex dirigenta estudiantil Camila Vallejo, en materia educacional. * Cuando uno escucha a este psiquiatra chileno de 75 años da la sensación de estar frente al Jean-Jacques Rousseau de nuestro tiempo. Cuenta que estaba bastante dormido hasta que en los años 60 se fue a vivir a EE.UU., allí fue discípulo de Fritz Perls, uno de los grandes terapeutas del siglo XX y formó parte del equipo del Instituto Esalen en California. Allí tuvo grandes experiencias en el mundo terapéutico y en el mundo espiritual. Contactó con el sufismo y se convirtió en uno de los introductores de Eneagrama en Occidente. También bebió del budismo tibetano y el zen. Claudio Naranjo ha dedicado su vida a la investigación y a la docencia en Universidades como Hardvard y Berkeley. Ha fundado el programa SAT, una integración de la terapia Gestalt, el Eneagrama y la Meditación para enriquecer la formación de profesores. En este momento está lanzando un aviso muy contundente: o cambiamos la educación o este mundo se va a pique. - Dices que para cambiar el mundo hay que cambiar la educación, ¿cuál es la problemática de la educación y cuál es tu propuesta? -La problemática en la educación no es de ninguna manera la que a los educadores les parece que es. Creen que los estudiantes ya no quieren lo que se les ofrece. A la gente se le quiere forzar a una educación irrelevante y se defiende con trastornos de la atención, con desmotivación. Yo pienso que la educación no está al servicio de la evolución humana sino de la producción o más bien de la socialización. Esta educación sirve para domesticar a la gente de generación en generación para que sigan siendo unos corderitos manipulables por los medios de comunicación. Esto es socialmente un gran daño. Se quiere usar la educación como una manera de meter en la cabeza de la gente una manera de ver las cosas que le conviene al sistema, a la burocracia. Nuestra mayor necesidad es la de una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser. La crisis de la educación no es una crisis más entre las muchas crisis que tenemos, sino que la educación está en el centro del problema. El mundo está en una crisis profunda porque no tenemos una educación para la conciencia. Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida. El modelo de desarrollo económico de hoy ha eclipsado el desarrollo de la persona. - ¿Cómo sería una educación para que seamos seres completos? -La educación enseña a la gente a pasar exámenes, no a pensar por sí misma. En un examen no se mide la comprensión, se mide la capacidad de repetir. ¡Es ridículo, se pierde una cantidad tan grande de energía! En lugar de una educación para la información, se necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de la mente profunda. A mí me parece que estamos presos entre una alternativa idiota, que es la educación laica y una educación autoritaria que es la educación religiosa tradicional. Está bien separar Estado e Iglesia pero, por ejemplo en España, han echado por la borda el espíritu como si religión y espíritu fueran la misma cosa. Necesitamos que la educación atienda también a la mente profunda. -¿Cuándo hablas de espiritualidad y de mente profunda a qué te refieres exactamente? -Tiene que ver con la conciencia misma. Tiene que ver con aquella parte de la mente de la que depende el sentido de la vida. Se está educando a la gente sin ese sentido. Tampoco es la educación de valores porque la educación de valores es demasiado retórica e intelectual. Los valores deberían ser cultivados a través de un proceso de transformación de la persona y esta transformación está muy lejos de la educación actual. La educación también tiene que incluir un aspecto terapéutico. Desarrollarse como persona no se puede separar del crecimiento emocional. Los jóvenes están muy dañados afectiva y emocionalmente por el hecho de que el mercado laboral se traga a los padres y ya no tienen disponibilidad para los hijos. Hay mucha carencia amorosa y muchos desequilibrios en los niños. No puede aprender intelectualmente una persona que está dañada emocionalmente. Lo terapéutico tiene mucho que ver con devolverle a la persona la libertad, la espontaneidad y la capacidad de conocer sus propios deseos. El mundo civilizado es un mundo domesticado y la enseñanza y la crianza son instrumentos de esa domesticación. Tenemos una civilización enferma, los artistas se dieron cuenta hace mucho tiempo y ahora cada vez más los pensadores. - A la educación parece solo interesarle desarrollar la parte racional de la gente, ¿qué otras cosas podrían desarrollarse? -Yo pongo énfasis en que somos seres con tres cerebros: tenemos cabeza (cerebro intelectual), corazón (cerebro emocional) y tripas (cerebro visceral o instintivo). La civilización está íntimamente ligada por la toma de poder por el cerebro racional. Con el momento en que los hombres predominaron en el dominio político, unos 6.000 años atrás, se instaura esto que llamamos civilización. Y no es solamente el dominio masculino ni el dominio de la razón sino también de la razón instrumental y práctica, que se asocia con la tecnología; es este predominio de la razón instrumental sobre el afecto y sobre la sabiduría instintiva lo que nos tiene tan empobrecidos. La plenitud la puede vivir sólo una persona que tiene sus tres cerebros en orden y coordinados. Desde mi punto de vista necesitamos una educación para seres tri-cerebrados. Una educación que se podría llamar holística o integral. Si vamos a educar a toda la persona, hemos de tener en cuenta que la persona no es solo razón. Al sistema le conviene que uno no esté tanto en contacto consigo mismo ni que piense por sí mismo. Por mucho que se levante la bandera de la democracia, se le tiene mucho miedo a que la gente tenga voz y tenga conciencia. La clase política no está dispuesta a apostar por la educación. - La educación nos sumerge en un mar de conceptos que nos separan de la realidad y nos aprisiona en nuestra propia mente, ¿cómo se puede salir de esa prisión? -Es una gran pregunta y es una pregunta necesaria en el mundo educacional. La idea de que lo conceptual sea una prisión requiere una cierta experiencia de que la vida es más que eso. Para uno que ya tiene el interés en salir de la prisión de lo intelectual, es muy importante la disciplina de detener la mente, la disciplina del silencio, como se practica en todas las tradiciones espirituales: cristianismo, budismo, yoga, chamanismo… Parar los diálogos internos en todas las tradiciones de desarrollo humano ha sido visto como algo muy importante. La persona necesita alimentarse de otra cosa que conceptos. La educación quiere encerrar a la persona en un lugar donde se la somete a una educación conceptual forzada, como si no hubiera otra cosa en la vida. Es muy importante, por ejemplo, la belleza. La capacidad de reverencia, de asombro, de veneración, de devoción. No tiene que ver necesariamente con una religión o con un sistema de creencias. Es una parte importante de la vida interior que se está perdiendo de la misma manera en que se están perdiendo los espacios bellos de la superficie de la Tierra, a medida que se construye y se urbaniza. - Precisamente quería preguntarte tu opinión sobre la crisis ecológica que vivimos -Es una crisis muy evidente, es la amenaza más tangible de todas. Se puede prever fácilmente que con el calentamiento de la Tierra, con el envenenamiento de los océanos y otros desastres que están pasando, no vamos a poder sobrevivir tantas personas como las que somos ahora. Estamos viviendo gracias al petróleo y consumimos más recursos de los que la tierra produce. Es una cuenta atrás. Cuando se nos acabe el combustible será un desastre para el mundo tecnológico que tenemos. La gente a la que llamamos más primitiva, como los indígenas, tienen una forma de tratar a la naturaleza que no viene del sentido utilitario. En la ecología como en la economía y otras cosas, hemos querido prescindir de la conciencia y funcionar sólo con argumentos racionales y eso nos está llevando al desastre. La crisis ecológica sólo puede pararse con un cambio de corazón, verdadera transformación, que sólo la puede dar un proceso educativo. Por eso no tengo mucha fe ni en las terapias ni en las religiones. Solo una educación holística podría prevenir el deterioro de la mente y del planeta. * Esta entrevista fue realizada por Alberto Fraile Oliver y publicada por la Revista Mundo Nuevo.

Lunes 16 de febrero, 2015 Una tercera posición frente al ‪#‎18F‬ Diego Rojas


OPINIÓN Lunes 16 de febrero, 2015 Una tercera posición frente al ‪#‎18F‬ Diego Rojas Por: Diego Rojas El fin de ciclo está atravesado por una imagen que lo domina: “la grieta”. Una bifurcación que corroe y divide en dos un territorio, que aleja lo que debería estar unido, que corta con cuchillo de carnicero -en este caso- el espacio social de la Argentina. La imagen es problemática en varios aspectos. Y expone cómo actúan los falsos velos de la ideología. Todo esto es posible de verificar al apreciar los posicionamientos respecto a la marcha del #18F en homenaje y por justicia por el fiscal Nisman. La añoranza de una supuesta paz social perdida a manos del kirchnerismo es un recuerdo mentiroso: la sociedad argentina -y todas las sociedades- están marcadas por el conflicto, que se manifiesta más o menos abiertamente de acuerdo a cada época. No podría ser de otra manera: la sociedad está dividida en clases sociales con intereses divergentes y hasta antagónicos. El kirchnerismo en su etapa final exacerba el conflicto que atraviesa el cuerpo de la nación y lo expone en sus varias direcciones: no sólo se exhibe la diferencia de intereses entre los trabajadores y el Gobierno kirchnerista -que no es el suyo- sino que muestra la divergencia de fines entre sectores del empresariado al que responde el gobierno y aquel al que le es esquivo, de la pleitesía que rinde a distintas intenciones de naciones extranjeras y la alineación o no con el oficialismo de corporaciones, burocracias y políticos. La muerte del fiscal Nisman -que implica necesariamente al Estado como responsable del acontecimiento- promovió que este magma vivo de conflictividad se convierta en el escenario de nuestros días. La marcha convocada para el 18 de febrero en demanda de justicia para el presunto crimen de Nisman es falaz. Su convocatoria esquiva el punto central de esa muerte, que implica indagar en las responsabilidades políticas del asunto. La guerra de espías que vive la nación es consecuencia de una crisis de Estado de la que es responsable el kirchnerismo, pero también los partidos que lo antecedieron en el gobierno. Los partidos que convocan a la movilización no plantean salidas a la cuestión de los servicios de inteligencia ya que son responsables del actual estado de las cosas. Los radicales que le dieron continuidad a los espías de la dictadura, los menemistas que usufructuaron los beneficios políticos de los agentes secretos y los fondos reservados, los aliancistas que pusieron a sus cuadros jóvenes al frente del manejo de los “servicios”, los duhaldistas que reprimieron y mataron en un puente con el uso de los infiltrados, los macristas con su Ciro James y su Fino Palacios, los kirchneristas que usaron como nunca en democracia los presupuestos del Estado para acrecentar la caja para espiar, que nombraron a un represor experto en Inteligencia al frente de Ejército, que implementaron el Proyecto X, que bancaron al sindicalista del Batallón 601 como su gran felpudo gremial, que espiaron políticos, periodistas y activistas clasistas. Todos responsables, todos cómplices, todos culpables del terremoto político que conmueve a la Argentina. Se indica que un grupo de fiscales convoca al #18F para tranquilizar conciencias, como si esa pata del Estado fuera impoluta -cuando su norma implica todo lo contrario. Se trata, en realidad, de una movilización que tiene la intención de lavarle la cara a los políticos de la oposición antikirchnerista de derecha. Querrían aprovechar la crisis para salvar sus culpas, cuando -como ya se señaló- son todos responsables. La falsa imagen de la grieta indica que cada ciudadano debería ubicarse en un lado u otro de esa abertura. Con los responsables kirchneristas del marasmo o con los responsables antikirchneristas que los precedieron. Un razonamiento equivocado. Esta caracterización no evita predecir que el #18F habrá una gran movilización, es decir, que la marcha del silencio canalizará el descontento social. De cualquier manera, una oposición de derecha que navega en la desorientación, que aspira a frentes inverosímiles, que no tiene un plan para salir de la crisis sólo podrá aprovechar esta convocatoria con fecha de vencimiento. La izquierda no participará de la movilización y su posición es correcta. Esto no evita observar que este sector político no pudo visibilizar una salida a esta crisis. El Partido Obrero se movilizó en solitario al Congreso para demandar la interpelación del gabinete nacional en el Congreso, un hecho que también pondría en cuestión a los posicionamientos de la oposición turuleca. Pero la soledad de su convocatoria da cuenta de que el Frente de Izquierda en su conjunto no pudo esbozar un planteo común -aunque también es cierto que pudieron unificar su posición de no movilizarse el 18 de febrero. Otro sector de la izquierda se movilizó junto a la CTA para pedir una Comisión que revisara la cuestión del atentado a la AMIA. El proyecto convoca a diputados de los partidos mayoritarios solamente, es decir, querría que los responsables evaluaran sus responsabilidades. Una impostura. Ni con el Gobierno, ni con la oposición de derecha. No es desdeñable una tercera posición que busque encontrar las causas profundas de la crisis de nuestra nación. La izquierda debería insistir en esta perspectiva. Es necesaria una otra movilización.INFOBAE

Martes 17 de febrero, 2015 Las cuatro etapas del populismo Nicolás Cachanosky


Martes 17 de febrero, 2015 Las cuatro etapas del populismo Nicolás Cachanosky Por: Nicolás Cachanosky En “Populismo Macroeconómico” (1990) Rudiger Dornbusch y Sebastián Edwards dividen el populismo en cuatro etapas luego de observar la experiencia de varios países latinoamericanos. El populismo siempre ha sido difícil de definir de manera precisa. No obstante se han identificado algunos rasgos característicos. Por ejemplo, la presencia de una propaganda política basada en movilizaciones, una retórica (o relato) y simbología diseñados para generar la atracción del electorado. Acuerdos y políticas destinadas a los sectores de bajos ingresos, con los cuales la clases política se identifica por más que provengan o se encuentren en clases medias o altas. También es factor característico el uso de chivos expiatorios y de teorías conspirativas. Es por esto que el populismo a su vez encuentra puntos de coincidencia con la izquierda (socialismo) y con la derecha (fascismo). ¿Es el kirchnerismo socialismo o fascismo? ¿O acaso tiene actitudes y políticas de ambos? De allí que proyectos populistas sean calificados por algunos como socialismo aplicado y por otros como un tipo de fascismo. Las cuatro etapas identificadas por estos autores son las siguientes: Etapa 1 En los primero años, el diagnóstico de los políticos populistas es reivindicado. Las políticas macroeconómicas muestran exitosos resultados, aumento del PBI, baja del desempleo, incrementos del salario real, etc. La inflación se mantiene bajo control en base a regulaciones, capacidad ociosa, e importaciones financiadas con las reservas del Banco Central. Etapa 2 Comienzan a aparecer cuellos de botella. En parte debido a la política de incentivar el consumo (descuidando las inversiones), la escasez de dólares, y la eliminación de stocks y capacidad ociosa. Un reacomodamiento de precios relativos, como una devaluación o controles de capital y del tipo de cambio comienza a ser necesario. El gobierno intenta, pero falla, en controlar el aumento de los ingresos reales y del gasto público. La economía en negro o informal comienza a crecer y el déficit fiscal empeora notablemente debido a los subsidios otorgados a bienes de consumo y el mercado de divisas (tipo de cambio.) Etapa 3 Serios faltantes, aceleración de la inflación, y un evidente atraso cambiario llevan a una fuga de capitales y a una desmonetización de la moneda local de la economía. La caída en la recaudación por una menor actividad económica y el aumento en los subsidios empeoran aún mas el cuadro de déficit fiscal. El gobierno intenta cortar subsidios y devaluar un ritmo más acelerado la moneda. Los salarios reales caen y comienzan a aparecer signos de inestabilidad política. Es fracaso del proyecto populista es claro. Etapa 4 Un nuevo gobierno lleva a delante ajustes “ortodoxos” , posiblemente bajo la tutela del Fondo Monetario Internacional (FMI). Los salarios reales siguen cayendo llegando a un nivel inferior al que se encontraban al inicio del proyecto populista. Esta caída del salario real (que no comienza con la reforma ortodoxa) se debe a que las políticas económicas del proyecto populista llevan a una disminución en las inversiones, depreciación del capital invertido, y a la fuga de capitales. El capital (financiero) se mueve de un país a otro más fácil que el trabajo. El menor capital per capita producto de las políticas populistas son la razón de la caída de los salarios reales. Si bien Dornbusch y Edwards describen estas cuatro etapas en 1990, el paralelismo con el kirchnerismo es notable. Es que los populismos pueden cambiar los relatos, simbologías, y manera de presentar sus políticas de acuerdo a lo que en cada caso particular sea más apropiado para el proyecto. Algunos países, por ejemplo, tienen el Ministerio de la Felicidad. Otros tienen la Secretaria de Pensamiento Nacional. ¿Acaso se puede hablar de serias diferencias? Parece ser claro que el kirchnerismo se encuentra en la tercer etapa. ¿Serán las próximas elecciones presidenciales la puerta a la cuarta etapa? ¿Cuántas veces ya vivió Argentina este ciclo? Si ben la descripción de las etapas es lo suficientemente clara y el paralelismo con el kirchnerismo evidente, hay algunas aclaraciones pertinentes por hacer. En primer lugar, según Dornbusch y Edwards, la cuarta etapa pone de manifiesto la caída de los salarios reales, pero no los produce. El llamado “sinceramiento de la economía.” El político populista, en cambio, utiliza la cuarta etapa como chivo expiatorio a quien culpar por los efectos de sus propias políticas para atraer votantes en las próximas elecciones sosteniendo que “con mi gobierno esto no pasaba.” En segundo lugar, no es sorpresa que los populismos surjan luego de crisis económicas. No sólo porque brindan la oportunidad de seducir al electorado con teorías conspirativas (utilizar un grano de verdad para crear una gran falsedad), sino porque las crisis brindan las condiciones ideales para la primer etapa, donde se puede poner en marcha una “fiesta de consumo” aprovechando que la capacidad ociosa pone distancia a los cuellos de botella. De este modo se confunde recuperación económica con genuino crecimiento económico. En tercer lugar, especialmente en los países con instituciones débiles y donde el populismo se encuentra presente en más de un partido político, el proyecto populista de turno culmina cuando se “choca con la realidad,” no cuando las instituciones ponen límites a la administración de turno. El gobierno de Menem, por ejemplo, que siguió al populismo de Ricardo Alfonsín, hizo reformas económicas más por necesidad que por convicción (sobre qué tan neoliberal fueron de hecho sus reformas ver esta nota en Infobae). No es casualidad que se identifique a la llegada del populismo peronista (que influye a más de un partido) como el inicio del retraso argentino respecto al mundo. La secuencia de caídas de ingresos reales de ciclo en ciclo mencionado en la cuarta etapa. Por último, no es que el modelo económico bajo el populismo se agota, como si el mismo fuese consistente, pero llega un momento en que hay que cambiarlo. Por el contrario, el modelo económico nunca debió ser aplicado. Lo que se agota es el maquillaje del deterioro económico, no las supuestas virtudes del modelo. Dicho de otra manera, el problema no es identificar el momento correcto en el cual cambiar de modelo, el problema es identificar el correcto modelo de entrada. Aquel que hay que cuidar, pero no controlar abusivamente porque el modelo es consistente en sí mismo y por lo tanto evoluciona pero no se agota.INFOBAE