miércoles, 15 de febrero de 2017

REVISIONISMO HISTÓRICO- SARMIENTO


CRÍTICA REVISIONISTA http://criticarevisionista.blogspot.com.ar/2011/09/las-de-sarmiento.html Critica Revisionista Es este nuestro modestísimo grano de arena y nuestro homenaje a la monumental tarea historiográfica que emprendieron los maestros del revisionismo fundacional en pos de develar la verdad histórica y de poner la historia al servicio de los intereses de la Nación. sábado, 17 de septiembre de 2011 LAS DE SARMIENTO Domingo Faustino Sarmiento es uno de los principales beneficiados de la falsificación histórica que lo ha colocado en un sitial de gloria que no le corresponde, primero, porque no es cierto, y segundo, que es todo lo contrario, es decir, está lejos de ser un ejemplo de virtudes cívicas y patrióticas como debe ser un prócer. Esta versión malsana de nuestra historia afirma que Sarmiento fomentó la educación al punto de calificar a esa tarea de fundacional, lo que no es una verdad revelada, ya que dicho mérito le corresponde a Nicolás Avellaneda, ministro de educación durante la presidencia de Sarmiento (1868—1874), que fue su sucesor en la presidencia. Tras esa máscara de “prócer” se esconde un mentiroso y un criminal que detestaba a su propio país. Desde su exilio (voluntario) en Chile comenzaría su labor artera y traidora, a través de su periódico “El Progreso”, fomentando con entusiasmo y dedicación la ocupación, por parte del Gobierno de ese país, del Estrecho de Magallanes y la Patagonia; la toma de posesión del primero se concretó el 21 de septiembre de 1843. También desde esas mismas páginas el 28 de noviembre de 1842 manifestaba: “La Inglaterra se estaciona en las Malvinas. Seamos francos: esta invasión es útil a la civilización y el progreso”; es curioso que nuestros héroes que defendieron NUESTRAS Islas Malvinas de la agresión colonialista de Gran Bretaña (y de su alcohólica Primer Ministro, Margaret Thatcher) fueron “ilustrados” en las “hazañas” del “padre del aula” durante su infancia, a la par que incoherentemente también les enseñaban que las Malvinas son argentinas. De las provincias opinaba: “Son pobres satélites que esperan saber quien ha triunfado para aplaudir. La Rioja, Santiago del Estero y San Luis son piltrafas políticas, provincias que no tienen ni ciudad, ni hombres, ni cosa que valga. Son las entidades más pobres que existen en la tierra”. ("El Nacional", 9/10/1857). Y muchas otras expresiones análogas contra nosotros, los argentinos, Hispanoamérica, etc. Sarmiento, como muchos otros, se encuentra en el grupo de miserables que auspiciaban todo tipo de perjuicios a la Argentina por el sólo hecho de no encontrarse ellos (los unitarios) en el gobierno, como si el desastre y los asesinatos del Gral. Lavalle no hubieran sido suficientes, “lo que no puedo concebir es el que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española: una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer...” (Carta del Gral. San Martín al Restaurador Gral. Juan Manuel de Rosas –10 de junio de 1839), tal era el juicio del Libertador hacia quienes fomentaban la agresión militar contra la Argentina. A Sarmiento se lo explica también a través de su mas estrecho aliado en la destrucción de la Argentina, Bartolomé Mitre, quien lo designó por decreto del Poder Ejecutivo Nacional del 28 de marzo de 1863 Director de la guerra y Comandante General de las fuerzas de línea y milicias de San Juan, Mendoza y San Luis. Es interesante destacar que durante el período junio de 1862 e igual mes de 1868, hubo en las provincias 117 revoluciones y 91 combates; dato “curioso” puesto que estos dos personajes se encontraban en la cima del poder nacional, promediaba la “organización nacional” y la Argentina era un desastre en todo sentido. Lo que convierte a Sarmiento en uno de los máximos responsables de la anarquía de esos años. A pesar de todo ello, la exaltación que recibió de la historiografía oficial traspasa los límites, no sólo de lo creíble, sino del sentido común, como el mito incomprobable que “nunca había faltado a la escuela”, y muchas otras mentiras mas, para convertir a este resentido social y egoísta en un “prócer”. Debe un pueblo valiente y saludable tener un conocimiento cabal y completo de su historia, pues ésta será el cimiento de grandeza que con paciencia y sabiduría labrarán sus generaciones. La versión “oficial”, afortunadamente ha tenido la inevitable confrontación con la realidad, y que, como era esperado, se desmoronó sin siquiera crujir. Pero no ha sido completo, pues ¿de que puede servir que conozcamos con veracidad nuestra historia, si todavía cohonestamos y somos cómplices de la inveterada mentira? Ello sólo demuestra que en realidad no comprendimos el trascendente rol que desempeña la historia en la vida de una nación, ya que aquella le señalará el rumbo, le trazará un itinerario de victoria o de derrota. La obra debe ser completada, ya no hay razón ni justificación para que permanezcan monumentos y calles con los nombres de Rivadavia, Alvear, Mitre, Sarmiento y Urquiza, ya éstos son los mojones de la decadencia que nos llevaron a la derrota nacional, torciendo NUESTRO DESTINO, el destino de la Patria, destino americanista y federal, de tacuara y rojo punzó. El principal fundamento por el cual se los debe dejar de considerarlos próceres, es porque ellos implica que sean un ejemplo a seguir, y ése es el problema, puesto que emularlos nos ha llevado a sangrientos enfrentamientos entre hermanos, a sucesivos fracasos políticos y económicos, como bien sabemos los argentinos, tales como devaluación, inflación, tiranía, demagogia, degradación social, etc. Todos ellos se han enfrentado directamente o indirectamente con el Gral. José de San Martín, el Gral. Manuel Belgrano y el Restaurador Gral. Juan Manuel de Rosas, ya sea combatiéndolos personalmente o enfrentando sus ideas. Se debe pasar de la palabra a la acción, de la proclama a la realización, esos hombres nefastos, apreciados correctamente se muestran ante la posteridad con la inefable tacha de infamia de la traición a la Patria. Luis Francisco Asis Damasco http://asisluis.blogspot.com ***************************************************************** LA HISTORIA DE SAN JUAN, BAJO LA LUPA DE FELIPE PIGNA “El problema con Sarmiento es cuando se lo saca de contexto” El historiador argentino que más libros vende habló de todos los personajes sanjuaninos relevantes de la historia. Se apasiona con Sarmiento. Admite que es una rareza el primer voto femenino del país en San Juan. Defiende la reivindicación del Cruce. Se encandila con la Difunta Correa y con Martina Chapanay. Y critica duro a Salvador María del Carril. Repaso a fondo antes de su visita a la provincia. Por Sebastián Saharrea
domingo, 18 de noviembre de 2012“El problema con Sarmiento es cuando se lo saca de contexto” NOTAS RELACIONADAS Kirchner, Cristina. Evita y Perón -Como sanjuanino, lo primero que le quiero preguntar es sobre Sarmiento. ¿Cuál es la exacta dimensión de Sarmiento en la historia argentina? -Yo creo que es una dimensión enorme. Es un tipo de parte aguas, ¿no? Que además su esplendor se produce a mitad de siglo con la publicación de Facundo, en 1848. Así que divide el siglo literariamente, políticamente. Un tipo realmente extraordinario en el sentido literal, fuera de lo común, de un nivel de producción y de trabajo realmente impresionante. Pensemos que sus obras completas son 52 tomos en la época que no había computadora, era todo pluma. Un hombre muy curioso, un autodidacta principalmente, que se hizo a sí mismo, que sufrió la pobreza y la marginación porque él pretendía estudiar acá en el Nacional Buenos Aires y al carecer de contactos no pudo hacerlo y por eso se tuvo que dedicar a leer por su cuenta, a ordenar sus lecturas. Que vive fuertemente los conflictos de su provincia y del país, es decir esta aparición de Facundo Quiroga en 1827 y su invasión a San Juan que lo encandila y en algún punto lo enamora. Lo enamora en el sentido de la impresión, de no poder creer ese personaje…. -Que le define a la barbarie… -Claro, de eso a lo que él va a empezar a definir como barbarie. Y bueno, ahí comienza una vida en la que está muy mezclado lo político, lo militar y lo literario. Él peleaba con todas las armas y se incorpora al ejército unitario, después marcha al exilio, donde se dedica a escribir desde Chile y donde produce el Facundo que es una abra realmente impresionante, donde hay ahí un objetivo que es el de escribir contra Rosas, en realidad. Porque Facundo es un poco la excusa para definir la barbarie, y algunas cosas realmente interesantes y contradictorias, un concepto tan romántico, tan particular, casi prepositivista, donde el campo significa la barbarie y la ciudad la civilización. Es interesante porque la ciudad está ocupada por Rosas. Creo que Sarmiento es un tipo que ha hecho mucho por la educación, con altos niveles de contradicción también producto de su época. El problema es cuando se lo saca de contexto. Al acusarlo a Sarmiento de racista, podemos decir que prácticamente toda su generación lo era, en aquella visión del mundo en que ni siquiera se consideraba otra cosa. Es decir, los habitantes originarios, los negros, recordemos que en buena parte del mundo sigue existiendo la esclavitud. En Argentina la habrá hasta el año 53, en Brasil hasta la década del 90 del siglo XIX. El tráfico seguirá un tiempo más. Así que ese concepto del negro como una cosa era algo frecuente. Horrible, por supuesto. Hoy, afortunadamente nos horroriza a todos, pero en esa época era de lo que ni se hablaba, era como natural. Y en cuanto a la inferioridad de la raza sudamericana, tema de uno de sus libros, era algo que también se daba por supuesto. No estoy justificándolo, estoy diciendo que los ubiquemos en el contexto. Que por supuesto, esa parte de su pensamiento no nos gusta, nos espanta ¿no?, a 150 años de su publicación. Entonces yo creo que pasan estas cosas. Está muy bien que nos enojemos con Sarmiento y está muy mal que no comprendamos el contexto. Las dos cosas son válidas y uno tiene derecho a que no le gusten esos escritos porque hubo otros pensadores contemporáneos que tuvieron un poco más de contemplación, una mirada tratando de indagar un poco más. La característica del gaucho, particularmente. Estoy pensando por ejemplo en José Hernández, que es un poco posterior, pero que es contemporáneo a Sarmiento, y que tiene otra visión del indio. -¿Cree que Hernández fue más tolerante? -Más tolerante, otra visión del gaucho de la que tenían Sarmiento, Mitre, lo que se podría denominar la generación del 80. En síntesis, si cabría la síntesis, yo creo que Sarmiento es un hombre altamente valioso al que hay que leer y con el que se puede discutir, sin dudas, porque ha dejado tantos escritos…. Fue un gran provocador, le gustaba provocar, tenía un ego extraordinario. Le decían “don yo”. Una frase tremenda fue cuando llega a la Legislatura, ya estaba sordo luego del atentado y todo eso, y le dicen cómo va a hacer porque está sordo y escucha tan mal, para escuchar a los otros legisladores. Y él dice: yo no vengo a escuchar, yo vengo a que me escuchen. Entonces, hay una impronta muy fuerte. Y a la vez, un tipo valiente, en determinado momento, enfrentándose con el poder real sin nadie que lo acompañe. O sea, no sirven las figuras que se enfrentan si no tienen atrás … sirven testimonialmente, pero no concretan combate. Digamos, cuando él se enfrenta duramente a la Sociedad Rural en eso de extender ese modelo tan lindo de Chivilcoy, de una sociedad como la que él había visto en EEUU. De granjeros que son medianos propietarios… -¿Cometió un error Sarmiento en eso, en pesan que se podía extrapolar un modelo como el norteamericano a una sociedad como la argentina? -No, no comete un error. Lo que pasa es que quizá no mide las consecuencias. O en todo caso, no logra construir un sector social que lo acompañe, una parte de la clase dirigente que entienda que era bueno para el país. Que no iba a afectar los intereses inmediatamente, que aquellos que tenían 500 mil, 600 mil hectáreas, que repartamos 10 mil no los iba a complicar en nada y que podía reactivar el campo, generar más producción. Pero había un nivel de egoísmo que sigue presente en algún sentido, que no quería eso para el campo. Quería a la gente sometida, sin educación, sin que conozca sus derechos, mantener a la Argentina en el analfabetismo, que justamente en eso fue importante Sarmiento porque fue el autor del primer censo en 1869. Para 1869, 71% de analfabetos… Una cifra muy fuerte, que por supuesto es mucho mayor en las provincias. -Digamos que a Sarmiento no lo ve formando parte de esa visión tan rancia de la generación del 80. -No, porque él discute con Mitre algunas cosas. Por ejemplo el tema de las concesiones de los ferrocarriles. El es un enamorado de los EEUU, un hombre que fue embajador plenipotenciario y conoció a todo el mundo allá. Y él ve que el motor de la economía americana son dos cuestiones: por un lado, esto que decíamos de la mediana propiedad donde el granjero necesita tecnificar su campo porque si no 30 hectáreas no le rinden y comienza un proceso de inversión y tecnificación donde el campo va impulsar la industria, que son dos cosas complementarias, algo que en la Argentina no se ve así por las enormes extensiones y el mal reparto de la tierra. Y el otro elemento es la traza de la red ferroviaria, que en EEUU se hace claramente en telaraña, con una gran interconexión regional, pensando en un modelo muy virtuoso de mercado interno. Es decir, cada región debe estar interconectada, las producciones circulan por el país, circula población, circulan pasajeros. -Eso lo encandiló a Sarmiento. -Sí, y ve que en Argentina el concepto mitrista ferroviario es de un trazado en abanico, donde toda la producción tiene que ir al centro, básicamente beneficiando a los británicos e inclusive con perjuicios muy graves para las producciones argentinas porque los fletes eran carísimos y podían hacer fracasar a un sector de la producción. Pasó con la uva, pasó con el azúcar. Pasó con el petróleo, la Argentina tuvo petróleo en Cuyo, en Jujuy, mucho antes de 1907, pero los ingleses se negaban a distribuirlo para poder mantener el monopolio del carbón. Entonces tuvo que aparecer petróleo en costa, como fue en 1907 en Comodoro para que se pudiera distribuir por barco y zafar del cepo de transporte inglés. Sarmiento denuncia el contrato que firma Mitre para el ferrocarril Córdoba-Rosario. Donde se les da unas concesiones extraordinarias a los ingleses. El cree que innecesarias, como ser 5 leguas -25 kilómetros- de tierra a cada lado de las vías a todo el largo. Entonces él dice que era habitual con las empresas privadas que se les diera terrenos al costado de las vías, pero que en EEUU se les daba interrumpido para no generar monopolios. Es decir que cada tantos kilómetros se les ponía otra propiedad, no se les daba todo el largo, o todo el ancho. -Mirá EEUU, tan promercado, pero con fuerte regulaciones. Bueno, pero siempre fue un capitalismo donde el Estado tuvo una presencia muy fuerte. -Pasó con el petróleo también. -Y lógico. Los grandes países capitalistas tuvieron un control estatal muy fuerte para que el Estado creciera armónicamente con el capital. De hecho, separan la capital de los negocios con la capital política. Justamente, así decían que no podían sobornar a nadie. Así que la tenía clara. Y Sarmiento admiraba eso y lo trata de imponer acá sin demasiado éxito. Es un fanático del transporte, es un fanático del telégrafo, de las comunicaciones.. -¿Piensás que es injusto con Sarmiento este revisionismo actual en el que se pone mucho empeño en cuestionar los paradigmas de la “historia que ganó”, así entre comillas? -Yo creo que sí es un poco injusto en la medida que no se mencione todo lo positivo y no se lo diferencie a Sarmiento. El fue durísmo con Roca, tremendamente crítico de la campaña del desierto, no del genocidio que él acompañaba porque había que terminar con el indio, sino de los negocios, absolutamente inescrupulosos, llevados adelante por Roca y su familia. Él denuncia al hermano de Roca, Ataliva Roca, y dice que había creado un verbo que era atalivar, que quiere decir robar. Y relaciona a Roca a todos los negocios de la provisión del ejército, a la provisión de cuarteles y demás. Así que los últimos años de Sarmiento desde el diario El Censor, son profundamente anti-roquistas. Por ahí estaría bueno distinguir de qué estamos hablando. Por supuesto que no nos gusta el término civilización o barbarie, muy bien criticado por un contemporáneo como Alberdi, que es el hombre que mejor le discute a Sarmiento. Y ahí vemos la calidad de estos intelectuales: se discuten con libros. Son extraordinarios, ¿no? Quizá en Alberdi tenemos el ejemplo de un tipo de un nivel de ilustración similar, pero con otra mirada. Que entiende que la barbarie no es así como la pintaba Sarmiento, sino que la barbarie también está en los que asesinan a poblaciones enteras, como los coroneles de Mitre. Que la barbarie también está en la guerra del Paraguay. Y que concuerda con Sarmiento en el modelo americano, en el modelo de desarrollo, en la civilización, en la educación. Sobre todo el último Alberdi. Porque Alberdi tiene dos momentos. Uno más conservador, que es el de las bases, y un momento más progresista que es del final, donde podemos considerar lo que se ha reunido como su obra póstuma. -Por ahí en esta nueva mirada de la historia, por llamarle así, hay un reposicionamiento de Rosas, y eso lo corre un poquito a Sarmiento… -Sí, siempre en estos casos, uno debe mirar con amplitud. Lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo de los personajes. Uno lo debe hacer a esto en general en la historia, es una práctica que le da seriedad al relato. A uno puede no gustarle lo que ha hecho Roca, pero no puede desconocer la ley 1420, que es una ley positiva. Yo creo que esto en general pasa con todo, a excepción de los gobiernos de facto que están viciados de nulidad y encontrarle cosas positivas es una tarea que no tiene sentido. Qué se yo, alguna ruta, algún aeropuerto, pero partamos de la base que son gobiernos que se han burlado de la voluntad popular, que han matado gente. Entonces, acá no hay una balanza. Pero en otro tipo de personajes, yo creo que en general uno tiene que ser honesto. Yo no digo de ninguna manera imparcial, porque la imparcialidad no existe, pero sí mostrar toda la foto completa. Cuando uno habla del peronismo, un movimiento tan complejo, tan interesante a partir de esa complejidad, a partir de que alguno lo quiere simplificar, uno tiene que hablar necesariamente de los logros, de la fundación Eva Perón, del posicionamiento del trabajador como nunca en la historia, del reacomodamiento de la distribución del ingreso como nunca ocurrió, y también deberá hablar del autoritarismo, de la censura, de la persecución a la oposición, de la tortura que hubo en algunos casos. Y bueno, por qué vamos a hablar de una cosa sí y de una cosa no. Ahí es donde la historia se empieza a complicar y se torna tuerta. Esto es lo importante, no caer en fanatismos donde la palabra Sarmiento es una palabra y la palabra Rosas es una buena palabra. La verdad es que Rosas hizo cosas muy interesantes y otras cosas que verdaderamente repudiamos. -Hablás mucho de mujeres y escribiste un libro,, ¿te parece una extrañeza de la historia el hecho de que la mujer haya tenido por primera vez en el país la posibilidad de votar en San Juan? Y fue casi 20 años antes de que lo impusiera el peronismo a nivel nacional. -Es una rareza que tiene que ver con varias cosas. La mujer podría haber votado en el país mucho tiempo antes y los proyectos socialistas por ejemplo de Mario Bravo, de Alfredo Palacios, se presentan de a decenas a partir de la década del 10. Inclusive hay un proyecto previo a la Ley Saenz Peña, presentado por la bancada socialista. La mujer podría haber votado en la década del 20, o en la del 10 en todo el país. Tuvo la fortísima oposición de la bancada conservadora, la indecisión de la bancada radical, y eso imposibilitó que esta ley tan justa llegara. Hasta que llega este fenómeno del cantonismo en San Juan, que curiosamente se aplica en un momento increíble ¿no? -Además, en una provincia de carácter conservador… -Sí, claro, se sanciona en el 27 y se aplica en el 31, en plena década infame. Después del golpe de Uriburu y comenzando el gobierno de Justo. Así que es un hecho muy poco conocido por el resto del país, como suele ocurrir con las historias provinciales. Es increíble que todavía se hable de la historia nacional y cuando se habla de la historia nacional se habla de la historia de Buenos Aires. Lo que pasó a Buenos Aires fue lo que afectó a Buenos Aires. Puede haber ocurrido en no sé donde, pero es importante siempre que afecte a Buenos Aires. Sabemos de San Juan porque fue una de las causas de la batalla de Cepeda, es la única vez que nos acordamos de San Juan, de los conflictos sanjuaninos. Pero porque le interesaba a Buenos Aires. La historia interna de San Juan nos es, en general a los argentinos, como la de Misiones o la de Chaco…. Nadie nos enseña, en los profesorados, los chicos que serán los próximos investigadores y docentes, no entra directamente en el aula, nadie sabe nada. -¿Qué idea tenés de los partidos provinciales? Siempre son interesantes. Particularmente el Bloquismo, que es un partido interesantísimo. Ese vínculo con el socialismo, con el radicalismo. Un radicalismo de izquierda precedente a Forja, es una cosa interesante. Porque uno piensa en un radicalismo de izquierda, justamente por esta visión portuaria, en lo primero que piensa es en Forja. Y acá tenés un antecedente altamente interesante en una provincia como San Juan, que después deriva en todo lo contrario, en el Bloquismo conservador. Los Bravo y toda esa historia. -En este contexto de revisión histórica, hay un interés legítimo de apropiarse de la ruta sanmartiniana, que fue por donde cruzó Los Andes San Martín. Si bien los límites políticos son posteriores, está esta rivalidad con Mendoza. Pero San Juan ha salido a rescartar, a darle ese relieve geográfico e histórico, ¿vos qué pensás de estas cosas? -Las rivalidades provinciales no se dan sólo en Argentina, sino también en el mundo. Y bueno, creo que entre San Juan y Mendoza hay rivalidades económicas, no solamente de carácter histórico, y eso también profundiza las divisiones. -La cuestión en este caso es: bueno, tanto que se habla de San Martín, de la gesta libertadora y del cruce de la Cordillera, hay un par de datos que la historia gruesa pierde de vista y es el lugar geográfico por donde pasa y es territorio sanjuanino, o el aporte de algún batallón de negros de San Juan que hicieron un aporte importante en Chacabuco. -Totalmente, el Quinto de Infantería, que eran negros y que también pasan por otros pasos. Recordemos que eran cinco pasos, desde La Rioja hasta Malargüe, lo cual habla de la magnitud de la hazaña. Eran 1.000 kilómetros de frontera. Cuatro columnas grandes y una más chica, llegando con una sincronización en la época en que no había GPS, ni celular, ni nada. Yo creo que está bueno que se diga la verdad, que se trabaje por la verdad y que cada uno tenga la parte de historia que le corresponde. Mendoza tiene una parte más importante porque la gobernación estaba allí, pero nadie podrá negar el lugar geográfico del paso de San Martín por San Juan. Y creo que nadie se ha puesto a criticar desde Mendoza. -No, no, no. -Es que contra la verdad, no se puede y está muy bueno que se haga todos los años el cruce. -Es una especie de reivindicación. Yo pude ir, e hicimos la ruta sanmartiniana hasta el cruce por Valle Hermoso. Y dan ganas de volver y escribir una nota que diga: San Martín no cruzó la cordillera. Porque parece imposible. Parece imposible ahora, con el apoyo de Gendarmería, el Ejército …. Dan ganas de negar lo rotundo de los hechos históricos. ¿Te han invitado? -Sí, pero para esa fecha se me complica un poco. Además es toda una semana ¿no? -Sí, una semana en febrero, hasta el 12 que es el aniversario de la batalla de Chacabuco. ¿Físicamente te da? -Hay que bancárselo ¿no?. Hay que entrenar. Yo siempre digo: no iban al spa, iban a pelear. Es fantástico. -Cambiamos de tema y te llevo a la historia de la Difunta Correa, cuya historia incluiste en tu libro sobre mujeres argentinas. ¿Habiendo tan pocos datos sobre la existencia de esta mujer, sobre su proeza, creés que hay una demanda colectiva de tener una fenómeno como la Difunta? - Y bueno, sí, como también de una Gauchito Gil. Son devociones populares que van por fuera del aparato eclesiástico y que terminan con la Iglesia casi aceptándolo, porque tienen un nivel de devoción impresionante, especialmente porque vienen del palo popular. Tanto Gil que era un desertor de la Guerra del Paraguay, como Deolinda, que era una mujer de la historia popular con su marido reclutado para la guerra civil. Hay una cuestión de identificación con estos mitos populares, a los que se les tiene una fe ciega. Son más accesibles, me parece a mí, que la Virgen María. Acá están más a mano, me parece. Y es impresionante. Yo estuve en el santuario de la Difunta y es impresionante y conmovedor. A mí me conmovió mucho. Jamás me burlaría de algo así y me parece que es muy fuerte lo que le pasa a la gente. -¿Su historia es como se cuenta, o hay cosas que no son? -Lo que pasa es que sabe muy poco. Es una vida de una mujer anónima y lo único que se sabe es la circunstancia de su muerte. Hay una situación de miseria, de abandono, pero sabemos muy poco de ella. Sí el episodio milagroso que se le atribuye con el niño amamantándose de su mamá. -Igual calzó justo en la demanda popular de tener un ícono como referencia. -Además, en un lugar muy particular. Desértico, donde la vida evidentemente es más difícil. Hay como un símbolo de vida con el agua. Así que estas devociones populares a mí me parecen altamente interesantes. Y provienen de la gente, nadie las impone. Nadie impone a la Difunta Correa, tiene que ver con tu voluntad. Lo otro, ya hay todo un proceso de imposición, más familiar, la escuela religiosa. En este caso, la gente quiere o no quiere. Es muy impresionante. Pasa con Gilda también. -También incluiste en tu libro de mujeres a Martina Chapanay, una bandolera sanjuanina. -Una bandolera, montonera. Bueno, típico caso de estas mujeres que no tenían demasiadas posibilidades de sobrevida. Entonces, el bandolerismo era una de las formas de sobrevida, su incorporación a las tropas de Quiroga, después su incorporación a las tropas de Peñaloza. Una mujer de un coraje increíble que desafía a duelo a Igarzábal, que fue el asesino del Chacho. Un tipo que fue un gran cobarde porque el Chacho se entrega en su casa sin armas y lo asesina delante de su familia Igarzábal, en Olta. Y luego pone su cabeza en una pica. Y Martina lo desafía a duelo. Claro, porque después a ella la incorporan al ejército de línea, a la policía local, y se lo cruza a Igarzábal y lo desafía a duelo. -¿Y qué pasó? -Y bueno, dice el parte policial que Igarzábal tuvo una descompostura gástrica. En términos populares, se cagó Igarzábal. Ante semejante mujer como era la Chapanay. Que también es otro mito, porque es una mujer a la que se le atribuyen cosas milagrosas. Una santa bandolera. También hay muy poco de su vida. Pero me pareció un personaje fascinante, una mujer muy noble. -De sangre huarpe, nacida en las lagunas de Guanacache. -Exactamente, hija de un cacique huarpe. Inclusive hay una gran imprecisión en las cronologías, sobre cuándo nació, grandes lagunas en su vida. De esta forma es como se tratan los fenómenos populares de la historia. Que no es precisa. Porque se trata de que desaparezcan, que se hundan en el olvido. Mientras que de otros crápulas de la historia tienen todo precisado, documentado, con calles. Manuel José García, por citar un caso, que fue el hombre que entregó la banda oriental a Brasil. Sabemos todo de él, lo que quisiéramos saber, lo tenemos. O como Salvador María del Carril, el hombre que le aconseja a la Lavalle hacer un juicio inventado contra Dorrego. Que si no hay un juicio en regla, que invente un juicio para salvar su memoria. Lavalle le dice que no haría eso jamás, que si cometió un error quiere ser él el responsable, y que si fue un acto de justicia, también quiere tener la gloria de haberlo hecho. Y ese señor, Salvador María del Carril, será el primer vicepresidente de la Corte de Justicia de Mitre, el que le aconseja a Lavalle inventar un juicio.
Textuales de Pigna Sarmiento: “Está muy bien que nos enojemos con Sarmiento y está muy mal que no comprendamos el contexto. Las dos cosas son válidas (…) Sarmiento no logra construir un sector social que lo acompañe, una parte de la clase dirigente que entienda que (importar el modelo de EEUU) era bueno para el país”. Cantoni: “Es una rareza que la mujer haya tenido por primera vez la posibilidad de votar en el país en San Juan. Podría haber votado mucho antes, hasta que llega este fenómeno del cantonismo. Y curiosamente, se aplica en un momento increíble, plena década infame”. El Bloquismo: “Es un partido interesantísimo. Ese vínculo con el socialismo, con el radicalismo. Un radicalismo de izquierda precedente a Forja. Acá tenés un antecedente altamente interesante en una provincia como San Juan, que después deriva en todo lo contrario, en el Bloquismo conservador. Los Bravo y toda esa historia”. El Cruce de los andes por San Juan: Está bueno que se diga la verdad. Mendoza tiene una parte más importante en el cruce porque la gobernación estaba allí, pero nadie podrá negar el lugar geográfico del paso de San Martín, por San Juan. Y está muy bueno que se haga todos los años”. La Difunta Correa: “Es una historia impresionante y se da en un muy particular. Desértico, donde la vida evidentemente es más difícil. Hay como un símbolo de vida con el agua. Así que estas devociones populares a mí me parecen altamente interesantes. Y provienen de la gente, nadie las impone”. Martina Chapanay: “Una bandolera, montonera. Bueno, típico caso de estas mujeres que no tenían demasiadas posibilidades de sobrevida. Desafió a duelo al asesino del Chacho, de apellido Igarzábal. El parte policial que Igarzábal tuvo una descompostura gástrica. En términos populares, se cagó Igarzábal”. Salvador María del Carril: “Le aconseja a la Lavalle hacer un juicio inventado contra Dorrego. Que si no hay un juicio en regla, que invente un juicio para salvar su memoria. Y ese señor será el primer vicepresidente de la Corte de Justicia de Mitre, el que le aconseja a Lavalle inventar un juicio”. http://www.tiempodesanjuan.com/sanjuan/2012/11/18/problema-sarmiento-cuando-saca-contexto-21538.html