jueves, 11 de febrero de 2016

Habla el heredero de Mandela


CRONICA Es nieto de Madiba Habla el heredero de Mandela BVER EL VIDEO EN EL LINK: http://www.elmundo.es/cronica/2014/04/20/53524850e2704ecb138b456b.html Ndaba Mandela posa con una fotografía de su abuelo. SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL ELENA PITA Actualizado: 20/04/2014 01:27 horas 0 Ndaba estaba a punto de cumplir 8 años cuando el 11 de febrero de 1990 su abuelo fue liberado de la prisión de Robben Island, después de 27 años encarcelado por su activismo contra el Apartheid. Cuatro años más tarde, el preso 466/64 se convertía en el primer presidente negro de Sudáfrica. De las primeras cosas que entonces hizo Nelson Mandela fue enviar a sus hijos a la universidad y acoger a los nietos en su casa presidencial de las afueras de Johannesburgo. Ndaba era cronológicamente el segundo nieto y fue el que recibió la misión del abuelo. Su hermano mayor era a aquellas alturas indomeñable ya, 20 años y envuelto en la violencia que desató el post Apartheid (estamos en Soweto), «de hecho apenas vivió en aquella casa, se fue»; y los dos pequeños, unos bebés malcriados por Mandela. «Cuando mi abuelo salió de prisión, le preguntaron qué era lo que más había echado de menos durante aquellos 27 años: "Las voces de los niños", dijo». Fácil entender lo que Ndaba nos cuenta. «Yo en cambio terminaba ya primaria, era casi adolescente, y mi abuelo empleó conmigo sus maneras más estrictas. Me exigía las mejores notas en el colegio, nunca estaba contento con mis calificaciones, y me decía que el mundo esperaba que yo fuera un líder (imita su voz recriminándole: "¡¿Sabes Ndaba?, los líderes tienen que sacar las mejores notas de la clase!"). Pero a mí todo aquello me parecía injusto: yo quería ser un chico normal, como los demás, y de hecho fui un estudiante mediocre, no pasaba del 6, y era el típico travieso que se sentaba en la última fila de la clase; jamás me sentí motivado a presidir el consejo de estudiantes ni nada parecido. Además, mi colegio había sido el primero en Johannesburgo en admitir a dos estudiantes negros, imagínate; éramos pocos y éramos los rebeldes». Saint Mary's Brothers School, de confesión católica, aunque los Mandela profesan el metodismo cristiano, acogía a los cachorros de los líderes políticos sudafricanos. Y así continuó Ndaba Mandela (Soweto, 1982), segundo hijo de Magkataho, tercer descendiente y primero en la línea de sucesión de Nelson Mandela y su primera esposa, Evelyn Mase. Fallecidos sus dos hermanos mayores, la de Magkataho fue la única familia acogida en la casa presidencial. Ndaba o el prometido empezó la carrera de Psicología y la dejó, no le gustaba, y estudió Ciencias Políticas «porque no sabía qué estudiar», me dice, pero sin vocación: demasiado pesaba el legado que su abuelo le impusiera. Tenía apenas 22 años cuando sus padres mueren, en dos años consecutivos, víctimas del sida o enfermedades oportunistas relacionadas con el VIH. [Ndaba no tiene memoria del régimen de Apartheid, pero sí de la violencia callejera que se prolongó hasta los años 90 en contra de las leyes segregacionistas; del abuso de alcohol y la criminalidad generalizados en la población de los suburbios, que incluso, me cuenta, afectaron directamente a familiares por parte de su madre.] El fundador de la ONG Africa Rising, junto a su abuelo Mandela. Terminados sus estudios, se dedicó a la producción musical, porque es lo que le gusta y sigue siendo su negocio en Johannesburgo. Pero en el año 2009, último año de actividad del fundador del Congreso Nacional Africano, va a ocurrir algo que cambia el rumbo de su vida. El abuelo Nelson le pide que le acompañe en un viaje por Europa en calidad de ex primer ministro sudafricano. Fueron recibidos en la Abadía de Westminster, en el Palacio Grimaldi de Mónaco, en París, etcétera. «Lo único que la gente conocía de África en el mundo que visitamos eran sus leones, el azote del sida, el horror de las dictaduras y poco más». Con esto, y lo que además sucediera en aquel viaje íntimo junto al abuelo Madiba, prendió en Ndaba la firme decisión de luchar por su tierra. Sólo un año después nace Africa Rising Foundation, la voz de las nuevas generaciones de africanos que lucharán por dignificar la imagen del continente negro y unirán esfuerzos para construir el futuro próspero de África. Le secunda a brazo partido su primo Kweku Mandela, productor de cine (Out of Africa Entertainment), hijo de la cuarta y única hija superviviente del primer matrimonio de Madiba, la tía Makaziwe. 66 víctimas mortales Me he encontrado con ellos en los salones del Hotel Villamagna de Madrid, recién llegados de Johannesburgo, aseados como dos pinceles. Han venido a contarnos lo que África quiere llegar a ser y producir o el made in África del futuro. De momento y hoy, su modelo es esta producción de Etnia Barcelona, algo más que una colección de gafas; un concepto visual y artístico, inspirado en el continente negro y que ha sido inmortalizado por la maestra cámara de Steve McCurry, el veterano fotógrafo de Magnum, el premiado autor de La niña afgana. Hagan memoria, todos la hemos visto en la tan reproducida portada del National Geographic, con sus ojos verdes bajo el sari y el miedo, primera invasión en Afganistán a cargo de los tanques soviéticos, de donde McCurry salió con los carretes cosidos en su chapán. Le he tenido que preguntar a Ndaba por las disputas en torno al legado de su abuelo. ¿Qué habría pensado Madiba si hubiera conocido la pelea familiar que se organizó a su muerte? -- Él hubiera sido capaz de poner orden en la familia, y por supuesto no estaría nada contento con lo que sucedió. Lo peor fue lo que hizo mi hermano mayor, desenterrar los restos de mi padre y del resto de deudos de la familia y llevárselos al mausoleo que él mismo construyó en su pueblo, donde él es el jefe. Quiere ser el líder del clan, lo cual no estaría mal porque es el primogénito varón, pero para serlo es necesario actuar como buen líder y tener en cuenta el consenso de la mayoría y sobre todo de tus mayores. Mi abuelo dejó muy claro que quería ser enterrado en su aldea natal de Qunu, donde pasó su infancia y donde construyó la casa familiar tras ser liberado, y a donde retornaron los restos por decisión judicial. Mi hermano toma las decisiones por su cuenta como si fuera el único nieto, pero somos 20 en total, además de los tres hijos vivos de mi abuelo. Ha perdido el respeto de la gente por la locura que ha hecho. -- ¿Se siente usted el más legítimo heredero de Nelson Mandela? -Sí, soy su heredero legítimo en tanto que soy su nieto, viví con él desde 1993 y fui educado por él. Fue en cierto modo como mi padre, pero yo no diría que me eligió como sucesor de su liderazgo, fueron las circunstancias. Ahora Ndaba Mandela resurge como el icono del clan y así ha sido proclamado por algunas publicaciones. «Éste es el problema». ¡¿Problema?! «Sí, yo nunca tuve la conciencia de ser líder, pero como fundador de la ONG Africa Rising Foundation y por nuestra colaboración con Naciones Unidas, la gente mira hacia a mí como su sucesor». Cree más en el poder de la movilización social que en la política: «Todas las revoluciones de la Historia han tenido lugar contra los gobiernos y no desde los gobiernos; la gente se une por intereses y creencias, o por la injusticia que sufre, y así unidos, los pueblos han sido capaces de cambiar normas y leyes. Miremos lo que acaba de ocurrir en el norte de África con la Primavera Árabe». Africa Rising lucha por difundir una nueva imagen del continente que, según proclama, «es el lugar de origen de la Humanidad». Le he preguntado cuáles serían sus prioridades para superar el pasado y alzarse con una nueva voz. «Líderes capaces: África necesita renovar sus líderes, que son demasiado viejos y continúan vinculados a la lucha anti colonialista; líderes jóvenes responsables del bienestar del pueblo y no de su familia. Yo creo en el futuro, creo en la juventud africana, nosotros no nos sentimos vinculados a la colonización, como nuestros padres. Somos capaces de pensar en el desarrollo desde un punto de vista profesional y no de forma negativa, acomplejados frente a la colonia. Sí, ansiamos la prosperidad de la civilización occidental, y cualquiera es bienvenido en nuestro continente si viene a contribuir a la mejora de África, pero deben preguntarnos qué es lo que necesitamos y no imponer lo que ellos creen que necesitamos». Ndaba Mandela resume así los principales objetivos de su fundación: «Liderazgo que apoye a la pequeña y mediana empresa y que luche contra la economía sumergida; educación y sanidad: esto es lo que África necesita para valerse por sí misma y sentirse orgullosa de su cultura».

Biografia Nelson Mandela Viaje a la libertad

Grandes Biografias: Nelson Mandela parte 1 de 3

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Gran Discurso Nelson Mandela Subtitulado Español

Discurso de Nelson Mandela cuando salió de prisión