sábado, 28 de julio de 2018

REFLEXIÓN: Todos somos responsables...


Soy alguien que está ocho horas diarias frente a la computadora, simultáneamente con un Televisor encendido. Soy una persona que se ha jubilado luego de tener una vida en permanente movimiento. Aquí, en las teclas y todo lo que ofrecen las redes, trato de sentirme útil… Escucho y observo las opiniones de diversos sectores, no solo de periodistas, historiadores, sino de funcionarios, diputados, profesionales, entrevistados, gente de los piquetes que bien no saben para qué están allí y jóvenes que tampoco tienen claro que están defendiendo…Y más de una vez les he preguntado sobre cuál o tal tema que transita en esos momentos por el panorama de noticiosos y videos sensacionalistas, en las redes sociales…Las respuestas suelen ser inciertas, sin consistencia basada en información verídica y muchas veces, respondiendo a ideas implantadas, en lugar de reflexionadas y adquiridas. Claro que tengo una opinión formada respecto de muchos temas, incluidos lo político partidario. Pero, por suerte nunca fui fanática y siempre me agradó conversar con personas que al igual que yo, hablan con información real, basada en documentos, bibliografía acorde, hechos verificables, justicia que se expide en demostraciones con conocimiento de causa. Es allí, cuando nos alejamos de la verdad, donde impera la trampa, donde se muestra y no se interpreta. Es plausible que no esté a la vista la realidad si no la queremos ver, pero existe ese lugar en donde acudimos si de verdad nos interesa. Ese lugar que hay que buscar por los caminos adecuados y no hacerse eco de cánticos y versiones interesadas. Ese debería ser el primer objetivo de una persona bien intencionada. Ahora si se persigue el caos por aquello de “divide y reinarás” cada uno de los que intentan instalar rumbos, terminan estrellados y los beneficiados son otros, esos que por ignorancia desconocen. Si no lo entendemos o lo permitimos, a nuestro leal saber y entender, cabe observar que somos ignorantes o bien presuntuosos, para ubicarnos en un lugar infalible del cual nadie es el dueño, sólo la desidia e intereses personales de unos pocos. Es de inteligentes entender que se aprende a cada momento y comprender (sobre todo los jóvenes) que no debemos ser llevados de las narices detrás de determinadas banderas…y si se nos presenta dicha situación, al menos, busquemos información veraz, pensar a quién beneficia un movimiento de masas que nunca fue atendido debidamente, que necesita muchos años para revertir su situación de abandono. Abandono que viene de años y los mismos que hoy los llevan a la calle, nada hicieron por ellos. Cambiaron sus adhesiones por prebendas. Nunca será el destino de una persona que sabe reflexionar, escuchar, mirar, sopesar el pasado y el presente, equivocarse de nuevo y si pasa es porque lo permitimos. Ante todo esto que les digo, noto periodismo de tendencia, causas cajoneadas, libros contemporáneos mentirosos, noticias inventadas, insultos entre personas que están en el podio de las redes o famosas por sus equivocaciones y contra la autoridad constituida. Argentina es un país que viene sufriendo en su historia una permanente desidia…Se ha vendido, usurpado y nacionalizado en pos de intereses personales, sin pensar en la patria. Es así que los que ya contamos con cierta experiencia miramos todo con desconfianza…Sin querer, para ubicarlos, le hablamos a los jóvenes de la familia y les quitamos la esperanza. Uno de mis nietos me dijo,”me recibo y me voy del país” y como es lógico me estremecí. ¿Puede mi nieto encontrar otro lugar para desarrollarse y ser feliz? El mundo está convulsionado, pero hay algo que en algunos países aún no está contaminado y es el valor de contener al otro. Las costumbres que hacen respetar la calle, el trabajo, las viviendas, los puntos de vista, la palabra, la autoridad, la democracia. Los libros y la educación son el objetivo número uno en una buena cantidad de países. ¿Será tan imposible lograrlo de nuevo en nuestro país? Una vez fuimos de los más importantes del mundo en muchos sentidos… No va a ser fácil si una porción de la población dice que no le importa la política y no se informa, y sigue su camino, y cuando despierta ya es tarde. No va a ser fácil si en lugar de acarrear a los jóvenes a piquetes de protesta, tratamos de educarlos y les explicamos los objetivos reales (inexplicables, por cierto), de las conductas de quienes nos precedieron en la historia, de las facciones que los convocan hoy con fines inimaginables. ¿Cómo voy a inducir a un joven a esgrimir determinadas banderas, si aún no le enseñé a leer comprensivamente un texto, a estudiar los deberes de un ciudadano, a informarse sobre sexualidad, a saber distinguir entre una blasfemia y una palabra amistosa que contemple al otro como un igual desde su conciencia e indecisiones y un concepto equilibrado de los deberes y derechos de los adultos, jóvenes y niños. Cómo los lanzo a la vida con armas de intelectualidad para que sepan defender sus ideales. ¿Cómo? si no he trabajado el respeto, la tolerancia, la convivencia y tanto más… Puedo equivocarme, pero la experiencia como madre, como docente, como una mujer más de ésta, nuestra patria, me habilita para verter conceptos que considero fundamentales para empezar a hablar de evolución y descartar esta sensación de involución que atormenta a los que vivimos mejores tiempos de la Patria. El Congreso tiene el 8 de agosto una grave responsabilidad. En mi opinión son tantos puntos que hay que tener en cuenta… (Sobre todo la Constitución y la “Conciencia), la vida, la salud, el presupuesto) y reflexionar que nuestro país adolece de infinitos males y es nuestra obligación sistematizar las prioridades…Amparo Estévez Saviza/ 28/07/2018