martes, 7 de junio de 2016

El pensamiento de Mariano Moreno

TEORÍAS DEL SALARIO DE SUBSISTENCIA


-ARGENTINA: Se sanciona durante el gobierno de Arturo Illia la ley 16.459 de salario mínimo, vital y móvil. TEORÍAS DEL SALARIO DE SUBSISTENCIA http://www.eumed.net/tesis-doctorales/jcrc/C-01.pdf El análisis de los salarios comenzó a ganar importancia en la literatura económica como consecuencia de la intensificación del capitalismo comercial y de las crisis de los gremios acaecidas durante la segunda mitad del siglo XVII y primera mitad del XVIII. Los economistas de este período y los de la tradición clásica que les siguió se centraron en el análisis del salario del trabajador más común - del varón adulto sin habilidades ni cualificaciones específicas- a quien consideraban que representaba a la mayoría de los asalariados1 . Este salario se relacionaba, basándose en la simple observación de las condiciones en las que vivían la mayor parte de los trabajadores de la época, con un nivel de consumo de subsistencia. Aunque este nivel no se determinaba únicamente en términos estrictamente biológicos. También se veía influido por los 1 El análisis clásico de los salarios relativos se aborda en el capítulo 3 del presente trabajo. Esta teoría, es decir, la teoría clásica de los salarios relativos, se debe fundamentalmente a A. Smith, aunque tiene claros antecedentes en Cantillon. Capítulo 1 11 hábitos y costumbres e incluso por consideraciones sociales, culturales e históricas de cada país o región en cada momento. Las primeras teorías del salario de subsistencia lo consideraron como una magnitud dada por los usos y costumbres de cada país en cada época; no hubo intentos de explicar en términos económicos dicha magnitud ni de encontrar los mecanismos que estabilizaban o llevaban el salario al nivel de subsistencia. En este capítulo analizaremos la evolución del concepto de salario de subsistencia en el pensamiento de los economistas clásicos.2 No obstante, incluiremos también las ideas de dos economistas predecesores de la escuela clásica: Cantillon y Turgot. Ambos fueron quienes primero explicaron la tendencia de los salarios hacia el nivel de subsistencia con independencia de consideraciones normativas. Los autores que habían escrito hasta entonces sobre los salarios del trabajo señalaron, basándose en la evidencia empírica, que éstos se situaban en torno a un nivel de subsistencia. Muchos de ellos recomendaron además, en virtud de sus consideraciones éticas acerca del carácter indolente y vicioso de los trabajadores, el mantenimiento de los salarios en ese nivel para estimular al trabajo. Bernard Mandeville se expresaba de este modo en su conocida obra La Fábula de las Abejas: “Todos los hombres, como muy bien observa sir William Temple, están más dispuestos a la holgura y al placer que al trabajo [...] no tienen nada que les impulse más que la satisfacción de sus necesidades, a las cuales es prudente aliviar pero desatinado curar.” 3 2 No haremos en este capítulo referencia a Marx, cuyas ideas al respecto se discuten más adelante. 3 Bernard Mandeville (1729) La fábula de las Abejas o los Vicios Privados hacen la Prosperidad Pública. Traducción al castellano de la edición facsimilar de 1924 en Fondo de Cultura Económica de España, Madrid, 1997; p. 125. Capítulo 1 12 También consideraron los salarios bajos un requisito necesario para el aumento de la riqueza de un país. En términos de Mandeville: “[... ] en una nación libre, en la que no se permite la esclavitud, la riqueza más segura consiste en una multitud de pobres laboriosos”.4 1. Richard Cantillon Cantillon, a diferencia de sus predecesores, intentó hacer una estimación aproximada del salario de subsistencia. Calculó que el trabajador medio, para mantenerse así mismo y a su familia, debería tener el doble de lo necesario para atender a sus necesidades, lo cual sería equivalente a lo requerido para mantener un esclavo adulto de la categoría más baja y garantizar la reposición del mismo. Este resultado lo obtuvo bajo los supuestos de que la mitad de los niños mueren antes de cumplir los diecisiete años y de que el trabajo de la mujer, teniendo en cuenta que se dedicaba al cuidado de los hijos, no proporciona más que lo suficiente para su propia subsistencia. La cantidad requerida para mantener un esclavo adulto de la categoría más baja la midió en unidades de tierra (del mismo modo que el valor intrínseco de los bienes lo intentó medir en términos de la cantidad de tierra necesaria para su producción). Naturalmente, también señaló que esta cantidad podía variar en función de la región, del momento y de las circunstancias. En el capítulo 11 del Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General, se expresó del siguiente modo: “[...] no he precisado a cuánta tierra corresponde, en valor, el trabajo del aldeano o del obrero más vil, cuando dije que valía el doble del 4 Ibídem, p. 190. Capítulo 1 13 producto de la tierra que sirve para sustentarlo, ya que esta cantidad varía según el género de vida de los distintos países.” 5 Pero el aspecto más interesante del análisis de Cantillon es la idea de que el salario tiende a la larga a mantenerse en torno al de subsistencia. Cantillon elaboró en el capítulo 15 del Ensayo su teoría sin ligar su exposición a elementos normativos como habían hecho los autores mercantilistas que le precedieron.6 La consideración básica de esa teoría era la relación positiva entre población y nivel de los salarios. Con salarios superiores al de subsistencia se producía un crecimiento continuo de la población y con salarios inferiores se creía que la población iría disminuyendo progresivamente. Por otra parte, dado que las variaciones de la población se suponían estrictamente ligadas a los cambios en la fuerza de trabajo se esperaba que los salarios iban a ajustarse al nivel de subsistencia, por lo menos siempre que la demanda de mano de obra mantuviera una tendencia estacionaria. El siguiente pasaje del capítulo 15 de su Ensayo ilustra la idea anterior: “Si los propietarios de tierra tuviesen en cuenta el aumento de la población y se estimulara a los aldeanos a casarse jóvenes, y a tener hijos, con la promesa de proveer su subsistencia, destinando las tierras solamente a esto, sin duda se multiplicarían hasta el número que las tierras pudiesen soportar, de acuerdo con los productos de las parcelas necesarias a la subsistencia de cada uno, ya sea un acre y medio, o cuatro o cinco acres por persona.” 7 5 R. Cantillon (1755), Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General. Traducción al castellano en Fondo de Cultura Económica, México, 1978, p. 34. 6 Martín (1992) señala al respecto que los escritores mercantilistas ligaron el mantenimiento de los salarios al nivel de subsistencia a la consecución de una balanza comercial favorable y a consideraciones éticas sobre el carácter de los trabajadores asalariados. V. Martín Martín (1992), “Jornada, incentivos y pendiente de la curva de oferta de trabajo”, Revista de Economía y Sociología del Trabajo, número 15-16, enero-junio 92; pp. 164-174. 7 R. Cantillon, Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General, op. cit., p. 53. Capítulo 1 14 No obstante, Cantillon nunca llegó a demostrar la tendencia de los salarios a oscilar en torno al nivel de subsistencia; tampoco consideró el salario de subsistencia como una solución de equilibrio a largo plazo. CONTINÚA- VER MÁS SOBRE EL TEMA DEL PRESENTE TRABAJO EN: http://www.eumed.net/tesis-doctorales/jcrc/C-01.pdf