domingo, 10 de abril de 2011

EL PERSONAJE- INGMAR BERGMAN

Ingmar Bergman
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Nombre real Ernst Ingmar Bergman
Nacimiento 14 de julio de 1918
Bandera de Suecia Uppsala, Suecia
Fallecimiento 30 de julio de 2007 (89 años)
Fårö, Gotland, Suecia
Pareja Else Fisher (1943–1945)
Ellen Lundström (1945-1950)
Gun Grut (1951–1959)
Käbi Laretei (1959–1969)
Ingrid von Rosen (1971–1995)
[mostrar]Premios ganados
Premios Óscar
Mejor Película de habla no inglesa
1960 El manantial de la doncella
1961 Como en un espejo
1983 Fanny y Alexander
Premio en Memoria de Irving Thalberg (1971)
Globos de Oro
Mejor película en lengua no inglesa
1960 Fresas salvajes
1961 El manantial de la doncella
1975 Secretos de un matrimonio
1977 Cara a cara
1979 Sonata de otoño
1982 Fanny y Alexander
Festival de Cannes
Premio Especial del Jurado por El séptimo sello (1957)
Palma de las Palmas (1997)
Premio del Jurado Ecuménico (1998)
Premios César
Mejor película extranjera
1984 Fanny y Alexander
Otros premios
León de Oro por toda su carrera del Festival Internacional de Cine de Venecia (1971)
Oso de Oro por Fresas salvajes (1958)

Ingmar Bergman (Uppsala, 14 de julio de 1918 - Fårö, (Gotland), 30 de julio de 2007) cineasta, guionista y escritor sueco, tanto de obras de teatro como de cine. Considerado uno de los directores de cine clave de la segunda mitad del siglo XX, para muchos es el director más importante de la cinematografía mundial.


Segundo hijo de un pastor luterano, Erik, y de Karin Åkerblom nació en Uppsala. El mundo metafísico de la religión influyó tanto en su niñez como en su adolescencia, su educación estuvo basada en los conceptos luteranos de "pecado, confesión, castigo, perdón y redención". «Casi toda nuestra educación estuvo basada en conceptos como pecado, confesión, castigo, perdón y misericordia, factores concretos en las relaciones entre padres e hijos, y con Dios», escribe en sus memorias. Muchas de sus obras están inspiradas en esas relaciones. «Los castigos eran algo completamente natural, algo que jamás se cuestionaba. A veces eran rápidos y sencillos como bofetadas y azotes en las nalgas, pero también podían adoptar formas muy sofisticadas, perfeccionadas a lo largo de generaciones».

El ritual del castigo y otras anécdotas de su infancia aparecen escenificadas en una de sus mejores películas, Fanny y Alexander, donde Alexander es un niño de 10 años que tiene muchas cosas en común con el pequeño Bergman.

Progresivamente el joven Bergman buscó la forma de encauzar sus propios sentimientos y creencias independizándose cada vez más de los valores paternos a fin de buscar su propia identidad espiritual, pero, a lo largo de su vida, Bergman siempre mantuvo un canal abierto con su infancia.

A partir de los trece años estudió bachillerato en una escuela privada de Estocolmo, para luego licenciarse en Letras e Historia del Arte en la Universidad. Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, ya distanciado de su familia, inició su carrera como ayudante de dirección en el Teatro de la Ópera Real de Estocolmo. Afortunadamente encontró en el teatro, y luego en el cine, los dos medios más apropiados para expresar su complejo mundo interior y su potencial creativo. No obstante, las imágenes y valores de su niñez que lo seguirían por el resto de su vida y la proximidad con el quehacer de su padre, lo habían sumergido en las cuestiones metafísicas: Dios, el Demonio, la muerte, la vida, el dolor y el amor.

El director falleció el 30 de julio de 2007 a los 89 años en la isla de Fårö, a la que se había retirado, el mismo día que falleció el director italiano Michelangelo Antonioni.
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Dos dramaturgos, August Strindberg y, sobre todo, Frank Nicholas Petrosinov, le influyeron e introdujeron en un mundo donde se manifestaban los grandes temas que tanto lo atraían, cargados de una atmósfera dramática, agobiante y aun desesperanzada, lo que deja una profunda huella en el espíritu del joven Bergman y una marcada influencia en su obra artística.

Su narrativa visual suele ser deliberadamente lenta, con un montaje y una secuencia de planos mesurados, esto con el fin de lograr un suficiente tiempo de reflexión entre los espectadores, aun cuando ya estén "capturados" en la diégesis; sin embargo tal lentitud está (como en Andrei Tarkovsky) lejos de la monotonía merced a la carga del mensaje o a la excelente marcación actoral; otra característica de su estética fílmica es la limpieza de las imágenes.

Es recurrente el hecho de que en la mayor parte de la filmografía del realizador sueco, sus personajes son atravesados por los mismos caminos en que se internan. Se trata de trayectorias que los reconducen hacia sí mismos, hacia su propia alma, hacia su propia conciencia. Son recorridos íntimos, enigmáticos, que muchas veces se apoderan del espectador transportándolo a una experiencia estrictamente personal e inquietante, en la medida en que sus personajes realizan aquella trayectoria sobrecargada por un denso dramatismo, aquél que implica desnudar el alma humana en forma genérica.

Aquella trayectoria termina en algunos casos en la locura o en la muerte, en otros en un estado de gracia, un momento metafísico que permite a sus personajes comprender más de su realidad, una revelación que los iluminará y modificará el curso de sus vidas. En algunos casos les servirá para exorcizar, conjurar y dominar los fantasmas que perturban el alma del personaje.

Los personajes de Bergman arrastran un pesado lastre en sus mentes, en sus corazones. En general son adultos, salvo el caso del niño de El Silencio, (aunque en realidad no es el niño quien tiene el alumbramiento, sino Ester, el personaje que interpreta Ingrid Thulin). La inquietud que sienten los personajes es más o menos latente, pero progresivamente irá revelándose ante el espectador produciendo un efecto devastador.

La transmisión de esos estados de conflicto interno de sus personajes, originan historias angustiosas y lacerantes, como pocos directores de cine han podido comunicar a su público, y éste es el mayor logro del director sueco.

BERGMAN





EN EL JARDÍN

El razonamiento de los niños pequeños en la resolución de problemas matemáticos from Subsecretaría de Educación Bá on Vimeo.

VIDEO RELACIONADO- LA PELÍCULA DE BERGMAN


Visión del cielo. Allí, Dios sentado en su trono con un libro (un rollo de papel) cerrado con siete sellos (el futuro: la humanidad sojuzgada por el diablo). Llega el cordero de Dios y va abriendo los sellos, cuya liberación va dando paso a personajes y eventos. Los cuatro primeros son los famosos caballos y sus jinetes, señales precursoras de la gran lucha. El blanco (falsos mesías o simples vencedores), cuyo jinete tiene una corona y recibe un arco; el rojo (guerra): a su jinete se le entrega una espada; el negro (hambre e injusticia), es montado por el portador de una balanza; y el amarillento (enfermedades mortales), cabalgado por la muerte.

El quinto sello son los mártires, el sexto las catástrofes (terremoto, sol negro, luna sangrante, estrellas cayendo) que precederán al fin. El séptimo sello, además de una película de Bergman, es el del anuncio del fin, con el sonido de las siete trompetas y los 144.000 sellados, los judíos que se salvan (también está la "gran muchedumbre", el resto de los que no caen al infierno).

Visión del altar en la Tierra. Se abre el séptimo sello, hay media hora de silencio (suspense) y las siete trompetas que tocan los siete ángeles corresponden a las siete plagas sobre Egipto en el Éxodo. Cada vez que toca una trompeta, pasan cosas tremendas: granizo y fuego, la mar ardiendo, meteorito (llamado Ajenjo, como la hierba amarga con la que se hace el vermú: por eso vuelve amarga el agua de los ríos), se apagan parcialmente el sol, la luna y las estrellas, cae luego una estrella, que abre el abismo, del que salen langostas torturadoras dirigidas por Abaddón, el ángel exterminador, luego llega un ejército gigante del río Eúfrates y mata a la tercera parte de la humanidad. No obstante, los que quedan siguen adorando a falsos dioses con sus asesinatos, hechicerías, fornicaciones y rapiñas. Un ángel sin número le da a Juan a comer un librito (las escrituras) para que predique. Y la séptima trompeta anuncia el final: triunfo del Imperio de Dios, con visión del Arca de la Alianza en el cielo incluida.

LA GENTE- JESÚS en el NUEVO TESTAMENTO

TEOLOGÍA BÍBLICA

JESUCRISTO EN EL NUEVO TESTAMENTO



1. En los Sinópticos

a. La vida de Jesús

Los sinópticos son libros que enfocan especialmente en la persona de Jesús. No tratan en primera instancia acerca de Dios ni tampoco acerca de las enseñanzas de Jesús. Tratan del hombre de Nazaret, su vida, su ministerio, su mensaje, su crucifixión y resurrección; quien se revelaba como el Hijo de Dios. Cristo es el sujeto o él que hablan cada sección de los evangelios. Los primeros cristianos creían no simplemente en un mensaje, sino también en una persona.

b. La muerte y resurrección de Jesús

Entre todos los eventos de la vida de Jesús, los evangelios destacan especialmente su muerte. Cada evangelio termina con los eventos del Calvario como el clímax. Martin Kahler sugirió que los evangelios son narraciones de la pasión de Cristo con una introducción tratando de su vida.

c. Presentación de la autoridad de Jesús

Los Fariseos, Escribas y Saduceos confiaban en su propia autoridad. Pero el mensaje de Jesús vino con nueva autoridad, él hablaba como de Dios (Mar. 1:27, 4:41). Esta autoridad de Jesús tenía su base en la relación entre Jesús y su Padre. El hablaba con Dios como a su padre en un sentido único (Mat. 11:25-27). Es decir, cuando Jesús dijo “Padre” esto expresaba una relación que solamente existía entre él y Dios, y excluía los discípulos. Por supuesto él les enseñó a decir a ellos, “Padre” (Mat. 6:6) pero la relación entre ellos y el Padre era en un nivel diferente.

d. Presentación de quién es Jesús

Aunque hemos notado la importancia de la muerte de Jesús en los evangelios, esta solamente tiene significado con la primera parte del evangelio que trata del nacimiento milagroso, los dichos divinos, sus sermones con la autoridad de Dios, los milagros y la conducta de Jesús explicaban su persona. Cuando sabemos quien es Jesús, la muerte del Hijo de Dios tiene significado.

Entonces, la vida de Jesús muestra quien era él, su identidad como el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios. También, Jesús habló especialmente de la llegada del reino de Dios (Mar. 1:14-15). Los judíos esperaban dicho reino, pero en una forma diferente, el reino de la liberación de la nación. El reino para Jesús era de los cielos con Jesús y por medio de él, y su tiempo no era en el futuro, porque ya había llegado, no era necesario esperar más: (Mat. 10:7, 12:28, Lu. 17:21). Era un reino de justicia, paz, y libertad de la maldad para una vida de amor y servicio a Dios, muy diferente de las expectativas judaicas (Mat. 5-7, Luc. 6:20-49).

Los discípulos testificaron que Jesús es el Cristo, es decir, el Mesías (Mar. 8:29) aunque no entendían plenamente las implicaciones de esto. Con el tiempo descubrieron que él era el Mesías sufrido (Mar. 8:31, 9:31, 10:33-34) y rechazado (Mar. 12:10 cp Sal 118:22-23, Mar. 15:34 cp Sal. 22:1, Luc. 22:37 cp Is. 53:12).

Este sufrimiento y la muerte no era por gusto. Todo tenía un aspecto redentor (Mar. 10:45, 14:24). La resurrección de Jesús lo vindicaba como Mesías (Luc. 24:19-27). Sobre la base de su autoridad, él mandó a sus discípulos a una misión mundial (Mat. 28: 16-20, Luc. 24:44-49).

2. El Evangelio de Juan

a. La divinidad de Jesús

En Juan encontramos una presentación de Jesús similar a los sinópticos, pero diferente. En Juan, Jesús se declara a si mismo como hijo de Dios (5: 16-23, 10:33). El significado de esto, es que si él es él hijo de Dios, él es de la misma esencia de Dios, entonces él es igual a Dios (5:18). Esto es mostrado en su relación íntima con Dios como su Padre (17).

Juan destaca a Jesús como divino (1:1, 18) y como consecuencia, el objeto de adoración (20:28). Aunque también Juan presenta a Jesús como completamente humano (4:6).

b. El significado de Jesús en metáforas

Como en los sinópticos, en Juan encontramos a Jesús como el maestro (13:13), el profeta (6:14) y él que es reconocido como Mesías (1:49, 4:29). Pero también su persona y servicio están elaborados en metáforas. “Yo soy” dijo Jesús, en: 6:35 (el pan de vida), 8:12 (la luz del mundo), 10:7 (la puerta), 10:11 (el buen pastor), 11:25 (la resurrección y la vida), 14:6 (el camino, la verdad y la vida), y 15:1 (la vid verdadera). Esta frase “Yo soy” tenía vinculación con Dios mismo según (Ex. 3:14).

c. La relación entre Jesús y el Espíritu Santo

Jesús enseñaba acerca de la venida del Espíritu Santo (14: 16-17, 26; 15:26; 16:7-15). Lo interesante es la relación entre el Espíritu y Jesús. Cuando Jesús dijo que el Espíritu es otro consolador (14:16), el usa la palabra en Griego “allos” a{llov para decir al Espíritu como alguien similar a él mismo, y va a estar como un sustituto de Jesús. Si en Juan 14:16 habríamos encontrado la palabra griega para otro, “heteros” e{terov, esto indicaría que el Espíritu es otra persona en el sentido diferente que Jesús.

3. Los Hechos

a. La continuación del ministerio de Jesús

Lucas dice que Hechos, su segundo tomo, es una continuación de lo que Jesús hacía y enseñaba en su primer tomo, el evangelio (Hech. 1:1). Entonces Hechos es una historia de lo que él hizo con el poder del Espíritu Santo por medio de sus discípulos “en su nombre” (3:6, 16; 16:18).

b. El lugar del Espíritu Santo

Hechos empieza con la promesa del Espíritu quien va a ayudar a dar testimonio a los discípulos de Jesús desde Jerusalén hasta los fines del mundo (1:8). El don del Espíritu vino por Jesús (2:33) y Jesús es el señor del Espíritu, por eso encontramos la frase, “el Espíritu de Jesús” (16:7).

c. Jesús en la tierra y en el cielo

Hechos presenta una combinación de lo que Jesús hizo en la tierra y su ministerio en el cielo. Por ej. Pedro explica a Cornelio acerca de la vida de Jesús y su resurrección y también acerca de su posición celestial como juez (10: 34-43). La base para este reino de Jesús es su resurrección, la cual es una resurrección con poder (3:13-15; 5:31).

d. Los Títulos de Jesús

Como en los sinópticos, en Hechos encontramos a Jesús como el Hijo del Hombre (7:56). También él es representado como el siervo sufrido de Yahvé (8:30-35). En la predicación los cristianos mostraban que este Mesías debía sufrir 17:2-3.

También el es el Hijo de Dios (9:20, 13:32-33). La palabra “Señor” es usado mucho con respeto a Jesús en Hechos (2:36; 9:27; 11:16) o la frase, Señor Jesús (1:21; 4:33; 7:59; 8:16). A veces este título, Señor, indica nada menos que Dios (2:39; 4:26).

4. Las cartas

a. Jesús y su pueblo

Pablo presenta a Jesús como un ser humano, nacido de una mujer, miembro de la comunidad judaica, (Gál. 4:4), con hermanos (1Cor. 9:5), enseñando autoritativamente (1 Cor. 7:10; 9:14), sufriendo muerte pero resucitado y exaltado por Dios (1 Tes. 4:14). Su exaltación resultó en un reino del cielo que sigue hasta el vencimiento de toda la oposición (1 Cor. 15:24-25). Jesús es el Señor vivo quien ejercita su reino desde los cielos (Col. 4:1).

Entonces creer en Cristo no es simplemente creencias acerca de él, sino también un compromiso con una persona viva (Gál. 2:16, Ef. 1:13, Fil. 1:29).

Los creyentes en él forman una nueva entidad, la cual es su cuerpo en un sentido espiritual. En este cuerpo hay una relación entre Cristo y cada creyente (Rom. 12: 4-8, 1 Cor. 12: 12-27). Es decir, “En Cristo” y “en el Señor” expresan una unidad con Cristo, pero sin perder la individualidad del creyente. Hay un sentido en el cual los Cristianos que todavía viven en este mundo han resucitado con Cristo porque ya tienen nueva vida (Ef. 2:6, Col. 2:12, 3:1).

b. Jesús y Adán

Hay una comparación entre el primer hombre, Adán, y el segundo hombre Cristo (1 Cor. 15:45-49). Esta comparación se aplica en un sentido teológico. Ambos son cabezas de una línea. Por un lado hay una conexión entre Adán y la humanidad, el pecado y la muerte; y por otro lado existe la conexión entre Cristo y los creyentes, la justificación y la vida eterna (Rom. 5:12-21, 1 Cor. 15:22).

c. Jesús y Dios

La confesión de los cristianos es que Jesús es el Señor (Rom. 10:9, 1 Cor. 12:3, Fil. 2:11). Cristo como Señor es un tema dominante en las cartas, por ej. 1 Cor. 8:5-6. Usar la palabra “Señor” tiene la connotación de dueño, pero también de alguien opuesto a los reyes terrenales, hasta el Emperador. También “Señor” tenía una connotación divina con respeto al uso de la palabra en el Antiguo Testamento para Dios.

A veces Jesús y el Padre están puestos al mismo nivel (1 Cor. 1:3, Rom. 1:7). Aunque pocas veces se encuentra la descripción de Jesús como Dios (Rom. 9:5, Tit. 2:13). Jesús es la imagen de Dios, y cuando encontramos el término, “imagen”, se nota que hay una distinción entre la imagen de Dios en Cristo (2 Cor. 4:4, Col. 1:15) y la imagen de Dios en los creyentes (2 Cor. 3:18, Col. 3:10).

En las cartas la palabra “hijo” en la descripción de Jesús no es usado mucho (Rom. 1:3-4, 1 Cor. 1:9; Gál. 2:20), pero cuando se usa, expresa la intimidad entre Jesús y Dios, y muestra el gran sacrificio del Padre entregando a su propio hijo (Rom. 8:32).
FUENTE: DAVID FORD-SEMINARIO EVANGÉLICO DE LIMA

CRISTO en el NUEVO TESTAMENTO

Nuevo Testamento
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El Nuevo Testamento traducido por Francisco de Enzinas.

El Nuevo Testamento es la parte de la Biblia cristiana compuesta por un conjunto canónico (autorizado) de libros escritos después del nacimiento de Jesús de Nazaret. Se le designa así desde Tertuliano en la Iglesia cristiana. Al contrario del Tanáj o Antiguo Testamento, los cristianos no tienen esta parte de la Biblia en común con los judíos, a excepcion de los judios mesianicos.

El uso del término "testamento", proviene del hebreo berit ("alianza", "pacto", "convenio" o "disposiciones entre dos contratantes") a través del griego diathéké y del latín testamentum. Por tanto, en su significado original es el de Nueva Alianza, Nuevo Pacto o Nuevo Convenio.

Las versiones más antiguas de textos del Nuevo Testamento que se conservan están escritas en el griego denominado koiné, la lingua franca en el Mediterráneo Oriental en época romana. La mayoría de los especialistas cree que éste fue el idioma en que originalmente se redactaron, aunque algunos libros puedan haberse escrito primero en idioma hebreo o arameo, la lengua semita hablada por Jesús y su entorno. Sin embargo, no existen manuscritos antiguos del Nuevo Testamento escritos en hebreo ni tampoco en arameo.

Según los testigos de Jehová, el término "Nuevo Testamento" no es adecuado para referirse a esta sección de la Biblia. Prefieren llamarlo Escrituras Griegas Cristianas. Por otra parte, según La página del idioma español el nombre Antiguo y Nuevo Testamento para designar las partes en que se divide la Biblia proviene de un error de los traductores latinos de la versión griega de la Biblia, quienes tradujeron como testamentum la palabra griega diatheké, que podía significar, en realidad, dos cosas: ‘deseo’ o ‘voluntad’, y también ‘acuerdo’ o ‘convenio’. El nombre de la Biblia en griego se refiere al antiguo y al nuevo convenio de Dios con los hombres.

CRISTO en el NUEVO TESTAMENTO

Orden↓ Libro↓ Abreviatura↓ Nº Capítulos↓
1 Evangelio de Mateo Mt. 28
2 Evangelio de Marcos Mc. 16
3 Evangelio de Lucas Lc. 24
4 Evangelio de Juan Jn. 21
5 Hechos de los apóstoles Hch. 28
6 Epístola a los romanos Rom. 16
7 Primera epístola a los corintios 1 Cor. 16
8 Segunda epístola a los corintios 2 Cor. 13
9 Epístola a los gálatas Gal. 6
10 Epístola a los efesios Ef. 6
11 Epístola a los filipenses Flp. 4
12 Epístola a los colosenses Col. 4
13 Primera epístola a los tesalonicenses 1 Ts. 5
14 Segunda epístola a los tesalonicenses 2 Ts. 3
15 Primera epístola a Timoteo 1 Tim. 6
16 Segunda epístola a Timoteo 2 Tim. 4
17 Epístola a Tito Tit. 3
18 Epístola a Filemón Flm. 1
19 Epístola a los hebreos Heb. 13
20 Epístola de Santiago Stg. 5
21 Primera epístola de San Pedro 1 P. 5
22 Segunda epístola de San Pedro 2 P. 3
23 Primera epístola de San Juan 1 Jn. 5
24 Segunda epístola de San Juan 2 Jn. 1
25 Tercera epístola de San Juan 3 Jn. 1
26 Epístola de San Judas Jud. 1
27 Apocalipsis de San Juan Ap. 22
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Composición del Nuevo Testamento

La composición del Nuevo Testamento canónico se fijó poco a poco en los primeros siglos de la nueva religión. La lista más antigua se supone redactada hacia el año 170 La lista actual fue publicada originalmente por Atanasio de Alejandría en 370 y consagrada como canónica en el Tercer Concilio de Cartago de 397. Las disputas sobre la composición no cesaron por ello. Martín Lutero cuestionó la pertinencia de incluir la Epístola de Santiago, la Epístola de Judas, la Epístola a los Hebreos y el Apocalipsis de Juan o Libro de la Revelación; aunque finalmente, a diferencia de los deuterocanónicos del Antiguo Testamento, no fueron nunca rechazados. Sin embargo, la canonización de 2 Pedro, 2 Juan, 3 Juan, Santiago y Judas, así como de Hebreos y Apocalipsis, sigue siendo tema de controversia actualmente.

El Nuevo Testamento comprende los cuatro Evangelios canónicos, los Hechos de los apóstoles, las epístolas de Pablo de Tarso, siete epístolas de diversa atribución y el Apocalipsis, como se puede observar en el esquema que se encuentra a continuación.

Comprende, en total, 27 libros en el canon de la Iglesia Católica Romana, aceptado por la mayoría de las Iglesias de la Reforma. La Iglesia Siria sólo acepta 22 libros en su canon. Libros como 1 y 2 de Clemente, el libro de la Alianza, el Octateuco y otros, han sido motivo de disputas, y se encuentran canonizados por parte de otras iglesias Católicas Ortodoxas.

LA GENTE- CRISTO en el ANTIGUO TESTAMENTO

La Introducción a Cristo en el Antiguo Testamento

¿Las Escrituras Hebreas contienen profecías específicas y detalladas y tipos sobre la persona y la obra de la venida del Mesías?

Esa pregunta también me ha intrigado desde los primeros días, después de que yo le entregué mi vida a Jesucristo y comencé a estudiar en serio la Palabra de Dios.

Hace casi cincuenta años, yo descubrí el gozo supremo de los dos hombres que caminaban con su huésped desconocido por el camino de Jerusalén a Emaús. Ese "extraño", Entonces Jesús les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Mesías (Cristo) padeciera todas estas cosas y entrara en su gloria? Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les explicó lo referente a El en todas las Escrituras."(Lucas 24:25-27). Los dos viajeros invitaron a Jesús a su casa para una comida esa noche. Cuando Él tomó el pan y lo bendijo, Él comenzó a darles, "entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; más él se desapareció de su vista" (v. 31). Yo oro para que su respuesta sea como la mía y los dos hombres cuando se decían el uno al otro. "¿No ardía nuestro corazón en nosotros mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?" Mi deseo es que esto será un comienzo nuevo y fresco de un viaje íntimo con nuestro Señor Jesucristo.
La Unidad del Mensaje

Cuando nosotros estudiamos la Biblia debemos tener en cuenta su totalidad, su armonía, y su concepto de un plan divino que se está cumpliendo tanto en el contexto histórico inmediato y en el final, la realización climática en los últimos días.

Hay una firma mesiánica que corre a través de la Biblia. James Orr en El problema del Antiguo Testamento también argumentó correctamente por la unidad del mensaje. "Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, nos parece que este libro es en un sentido real una unidad. No es una colección de fragmentos, pero tiene, como decimos, un carácter orgánico. Tiene una historia conectada para contar de principio a fin, nosotros vemos algo que crece ante nuestros ojos. Este es un plan, un propósito, un progreso, el final se incorpora de regreso al principio, y, cuando todo ha terminado, nos sentimos de nuevo aquí, como en la creación principal, Dios ha terminado todas Sus obras, y he aquí que están bien" (p. 31-32).

Cristo es la clave para el entendimiento de las Escrituras. La Biblia entera encuentra su significado y la explicación en la redención provista por Jesucristo. Progresivamente, se desarrolla el tema de la redención desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Las sombras, los tipos y las imágenes develan la gran doctrina de la salvación por la gracia mediante la fe en la muerte y resurrección de Cristo es revelada desde las primeras páginas. El significado de cualquier pasaje de la Escritura es siempre determinado y regidas por el contexto más amplio de la redención por medio de Jesucristo.

Cuando Jesucristo fue a la cruz, murió por nuestros pecados, y resucitó de entre los muertos, Él proveyó la salvación eterna para todos aquellos que lo aceptan por la fe. Cada individuo en el Antiguo Testamento que fue salvó, fue salvo por confiar en la provisión que Dios haría cuando Cristo vino y murió como su sustituto. Las ceremonias y los sacrificios señalaron un día futuro en que Dios haría seguras todas Sus promesas en una persona. En la plenitud del tiempo, sabemos que esa persona era el Hijo único de Dios, Jesucristo. Los que fueron salvos, fueron salvos por la fe en la venida de Su muerte como sacrificio.

Tenemos que leer el Antiguo Testamento con la expectativa de que encontraremos a Jesucristo allí. El Antiguo Testamento es Cristo céntrico. Cristo es previsto y anticipado en el Antiguo y proclamado en el Nuevo.

Existe una continuidad entre los dos testamentos. El Nuevo Testamento está lleno de referencias al Antiguo. El Antiguo establece las bases para el Nuevo. Incluso una lectura casual de la Escritura revela la revelación progresiva de Dios sobre el mensaje de redención que culmina en la persona y obra de Jesucristo. En última instancia el Antiguo debe ser leído a través de la luz del Nuevo. El Antiguo Testamento alcanza su plenitud en el Nuevo. Nosotros podemos entender el Antiguo Testamento más claramente a través de la luz del Nuevo Testamento.