jueves, 6 de septiembre de 2018

EL BOTÍN INGLÉS/1806-1807


http://www.lagazeta.com.ar/robo.htm#0 EL ROBO Y LA TRAICIÓN DE LA INVASIONES INGLESAS - 1806/1807: Recuerdos del Bicentenario Los verdaderos motivos de la Invasión Inglesa a Buenos Aires Ya antes de 1800, los ingleses, siempre ávidos no sólo de gloria sino de los bienes ajenos, habían incursionado por el Río de la Plata. Montevideo fue fundada en 1726, en el siglo XVIII. Inglaterra en el Siglo XVI no era una potencia a nivel de España y recién estaba comenzando a desarrollar su marina. Los que actuaban mayormente eran los piratas como Drake (que asolaba las costas americanas), Cavendish y otros. Lo que hizo Inglaterra durante los siglos XVI y XVII fue hostigar a España en el mar y en los puertos americanos desarrollando una especie de guerra de guerrillas marítimas a través de "empresarios" privados. También a Portugal y Holanda. Así fue como en 1760 colaboraron con los portugueses en el ataque a la Colonia del Sacramento. Después fue la expedición “privada” del Almirante MacNamara, que salió de Gran Bretaña con escala en Río de Janeiro, con nueve buques de guerra y 3.000 soldados, que atacaron Colonia como paso previo a invadir Buenos Aires. Pero fracasaron y murió en el intento. En 1765 hacen un paso fugaz por las Islas Malvinas, reclamando soberanía y creando las bases “ilegales” para en 1833 ocuparlas definitivamente, echando a sus pobladores, a los colonos y a los presos del Río de la Plata, que redimían su pena con la sociedad. Desde entonces sólo se dedicaron al contrabando de mercaderías y a la venta de esclavos negros en las colonias. El 12 de diciembre de 1804, el inglés Almirante Cochrane ataca y apresa cuatro fragatas españolas que, desde Montevideo, transportaban un tesoro español que se debía entregar a Francia, hecho que motivó la declaración de guerra por parte de España a Inglaterra. En estas naves viajaba a España la familia del ex-gobernador de las Misiones Jesuíticas Cnl Diego de Alvear, falleciendo en el ataque su mujer y uno de sus hijos, mientras Don Diego y su hijo Carlos salvan la vida, por encontrarse en otra nave, “CLARA”. La carga es apresada y todos son llevados a Londres, donde con el tiempo Don Diego vuelve a casarse, y recibiendo su hijo Carlos su educación en institutos ingleses. Y posteriormente ingresará al Ejército de España. El lunes 21 de octubre de 1805 los ingleses derrotan en Trafalgar a las flotas aliadas de España y Francia. Como consecuencia quedan con el dominio naval sobre los mares. Después de la gran batalla naval, España todavía entregaba fuertes sumas a su “aliado” Napoleón, que obtenía de los “tesoros” extraídos de sus colonias americanas. A principios de 1806 se instaló una estación naval británica en África del Sud, desde donde habían comenzado la ocupación de ese territorio, echando a los colonos holandeses hacia el interior del país. La tropa estaba ociosa y el Contralmirante Home Riggs Popham fue sugestionado por un tal White, comerciante yanqui establecido en Buenos Aires desde hacia unos años, con la idea de robar el tesoro que se estaba acumulando en las colonias españolas del Río de la Plata. Si bien en los planes de Gran Bretaña figuraba la invasión a varios lugares del continente americano, por otras prioridades había encarpetado los mismos. Así la misión que comenzó a gestarse, puede definirse como una especie de “empresa privada”, y sin órdenes expresas de SM Británica. Convencido Popham de las riquezas que habría en Buenos Aires y de la indefensión de la misma, amén del apoyo según White, que le prestaría la población, se convierte en el “jefe” del emprendimiento. Convence al comandante de la base de El Cabo, el General David Baird, y este le “presta” 1.600 hombres, a cambio de una “comisión” en el botín. Y además nombra al General William Carr Béresford de su entera confianza, como Jefe de expedición. Al producirse la Invasión Inglesa, las órdenes que imparte el Virrey Sobremonte, dejan al descubierto que la Monarquía española en América se había organizado unicamente para extraer y acumular “tesoros”, marginando la política gubernamental, social y la defensa militar de sus provincias. Sobremonte sin armas y sin fuerzas militares, ordena a último momento armar las milicias, y ejerce una débil defensa de la ciudad. Pero lo que si tenía muy bien organizado, era una rápida evacuación de los fondos acumulados en lingotes y monedas de oro y plata, enviándolos a la ciudad de Córdoba con un tren volante, con tropas de caballería, más su familia y amigos. Dejando a la capital del Virreynato en manos de sus segundos para que negociaran la capitulación. La ciudad fue ocupada bajo la lluvia, en la noche del 27 de junio de 1806. Los Ingleses Gobernaban Buenos Aires.