miércoles, 27 de septiembre de 2017

¿Y EL HORÓSCOPO?


GONZALO DE DIEGO RAMOS TAGSVIRALESCURIOSIDADESASTRONOMÍA TIEMPO DE LECTURA4 min 27.09.2017 – 18:09 H. - ACTUALIZADO: 9 H. La posibilidad de vislumbrar el futuro ha constituido una de las grandes preocupaciones del hombre desde que alcanzó la condición de ‘homo sapiens’. Lo demuestran todas las clases de adivinos que existían en la Edad Antigua (arúspices, orinomantes, pitonisas…), los personajes míticos que se han inventado las grandes obras de la ciencias ficción (los psicohistoriadores de Asimov, los precogs de Philip K. Dick...) o los expertos actuales que se jactan de poder predecir el devenir de una nación o una economía. Los que depositan sus augurios en las estrellas se encontraron hace años con una incómoda realidad: según el movimiento y la posición de los astros, todo el sistema de ordenación del zodiaco sería incorrecto en el momento presente. El 86% de los mortales tenemos un horóscopo muy distinto del que pensamos. En la lista aparece además un signo totalmente nuevo, el de Ofiuco La culpa de semejante desbarajuste la tiene un grupo de expertos de la Minnesota Planetarium Society que en el año 2011 vino a recordar al mundo algo que ya se afirmaba desde hace tiempo: el horóscopo estaría comprendido por 13 signos y no por 12, como dicta la tradición. Inexactitudes y cambios Algunos se preguntarán qué tiene que ver la ciencia con un sistema de creencias como la del mundo astrológico. Lo cierto es que, en origen, la astrología y la astronomía estaban imbricadas, y ciertas premisas de la práctica adivinatoria tenían su base en la pura observación empírica. El establecimiento de los 12 signos del método de predicción del horóscopo tienen así su fundamento en el fenómeno de la eclíptica. La eclíptica vista desde fuera de la Tierra.(Creative Commons) La eclíptica vista desde fuera de la Tierra.(Creative Commons) En la Antigüedad, los astrónomos no conocían cómo era el verdadero movimiento de la Tierra, del Sol o de las estrellas, pero eran buenos estudiosos del cielo. De este modo, basaron todo su modelo para comprender la mecánica que regía el universo en los fenómenos que se podían contemplar desde su posición sobre la superficie del planeta. En puridad, la eclíptica, y por ende el zodiaco, es la línea imaginaria por la que transcurre el Sol en su movimiento aparente (es decir, visto desde nuestro planeta) respecto al “fondo inmóvil” que ocupan las estrellas (que no podemos ver durante el día por la fuerte luz emitida). Así, a medida que La Tierra se desplaza alrededor del astro rey, una constelación distinta queda marcada por la posición que el Sol ocupa cada mes. El recorrido de la eclíptica visto desde la superfice terrestre (Creative Commons) El recorrido de la eclíptica visto desde la superfice terrestre (Creative Commons) Fueron los babilonios quienes hace más de 3.000 años definieron la eclíptica, dividiendo el zodiaco en 12 partes iguales, si bien algunos tratados incluían ya un decimotercer signo. El sistema era ya de por sí bastante poco preciso puesto que las constelaciones tienen formas y tamaños distintos, de modo que el Sol pasa periodos más largos o más cortos alineado con cada una de ellas. Por ejemplo, la línea que parte desde la Tierra, atraviesa el Sol y apunta hacia Virgo, lo hace durante un mes y medio. Cuando señala, sin embargo, hacia Escorpio lo hace solo durante solo 7 días. Asimismo, los babilonios no conocían tampoco otro fenómeno físico que ha acabado cambiado la eclíptica. Se trata de la atracción gravitacional que ejerce la Luna, que genera como resultado un ligero “tambaleo” del planeta conocido como ‘precesión’, todo un cambio lento y gradual en la orientación del eje de rotación. Por culpa de la ‘precesión’ podemos decir que, vista desde la perspectiva de miles de años, la Tierra se mueve en realidad como una auténtica peonza. Desde la fría perspectiva de la ciencia, corrigiendo las imprecisiones mencionadas y el cambio en el eje de rotación, el 86% de los mortales tendríamos un horóscopo muy distinto al que se estableció en origen. En el elenco aparecería además un signo totalmente nuevo, el de Ofiuco. En definitiva, esta debería ser la auténtica lista con los signos del zodiaco según la astronomía (entre paréntesis colocamos las fechas que actualmente se están utilizando): Capricornio: del 20 de enero al 16 de febrero (23 de diciembre al 21 de enero). Acuario: del 16 de febrero al 11 de marzo (22 de enero a 20 de febrero). Piscis: del 11 de marzo al 18 de abril (21 de febrero al 19 de marzo). Aries: del 18 de abril al 13 de mayo (20 de marzo al 20 de abril). Tauro: del 13 de mayo al 21 de junio (21 de abril al 21 de mayo). Géminis: del 21 de junio al 20 de julio (22 de mayo a 22 de junio). Cáncer: del 20 de julio al 10 de agosto (23 de junio al 22 de julio) Leo: del 10 de agosto al 16 de septiembre (23 de julio al 22 de agosto). Virgo: del 16 de septiembre al 30 de octubre (23 de agosto al 22 de septiembre). Libra: del 30 de octubre a 23 de noviembre (23 de septiembre a 22 de octubre). Escorpio: 23 de noviembre al 29 de noviembre (23 de octubre a 22 de noviembre). Ofiuco: del 29 de noviembre al 17 de diciembre (no incluido en el Zodiaco). Sagitario: del 17 de diciembre al 20 de enero (23 de noviembre al 22 de diciembre).