jueves, 31 de mayo de 2012

EL FÚTBOL ARGENTINO (Barrabravas)


Wikipedia Barras bravas en Argentina Una barra brava, en Argentina, es un grupo organizado dentro de la hinchada de un club de fútbol que cumple varias funciones prefijadas y organizadas, como la realización de cánticos y el despliegue de material pirotécnico durante el desarrollo de los partidos con la finalidad de alentar a su equipo. Tienen la característica el ser generadores de diversos incidentes dentro y fuera del estadio, muy a menudo con el empleo de armas blancas.1 Las barras bravas, se identifican con la utilización de banderas con los colores del club, los cuales tienen el carácter sagrado similar al del tótem,2 y diversos instrumentos musicales, particularmente los bombos y platillos. Estas barras también se caracterizan por ubicarse en las tribunas populares, aquéllas que frecuentemente carecen de asientos y donde los espectadores deben ver el partido de pie. La violencia en el fútbol argentino ha estado presente prácticamente desde sus comienzos,3 aunque las barras bravas fueron un fenómeno posterior.4 Desde el primer asesinato registrado, ocurrido en Montevideo, en 1924, luego del último partido del Campeonato Sudamericano entre los locales y la selección argentina. Hasta el año 2010, este fenómeno se ha cobrado una cifra estimativa de por lo menos 249 víctimas fatales y gran cantidad de heridos.5 Hasta el año 2000, sólo 16 casos terminaron en condena, involucrando a 33 personas.6
La 12 desplegando una bandera. Se tienen noticias de la violencia en el fútbol argentino desde principios del siglo XX tanto en los partidos del campeonato local como en los partidos entre Argentina y Uruguay, en Buenos Aires y en Montevideo. El primer hecho que trascendió se produjo en el último partido del Campeonato Sudamericano de 1916, que definiría al campeón, disputado el 16 de julio de 1916 en el estadio de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires.7 Debido a la sobreventa de entradas 40 mil personas se acercaron a ver el partido en un estadio que sólo podía albergar a la mitad. El encuentro fue suspendido debido a los desmanes producidos en las tribunas, las cuales terminaron incendiadas.8 También el primer superclásico,notas 1 disputado en 1913, terminó con un enfrentamiento entre las hinchadas.9 El primer asesinato relacionado con el fútbol argentino se produjo en Montevideo, Uruguay, en 1924. El 2 de noviembre, tras disputarse el último partido del Campeonato Sudamericano que coronó a los locales, se produjeron incidentes frente al hotel donde se alojaba el seleccionado argentino, interviniendo en la pelea hinchas uruguayos e hinchas y jugadores argentinos.10 Durante los incidentes, el argentino José Lázaro Rodríguez disparó contra Pedro Demby, quien fallecería el día después. Rodríguez logró escapar y regresar a la Argentina, gracias a la ayuda de jugadores argentinos,10 en un buque que partió una hora antes de lo programado y no fue interceptado por la policía.11 La policía uruguaya logró identificarlo gracias a una fotografía publicada el 4 de noviembre en el diario argentino Crítica, en donde se lo veía cenando con jugadores argentinos.12 Fue detenido el 24 de ese mes, pero nunca fue deportado.13 El 14 de mayo de 1939, en el estadio de Lanús, la violencia se cobró sus primeras víctimas fatales en territorio argentino.14 En un partido por la cuarta división entre Boca y el local, tras una falta cometida por un jugador de Lanús, los jugadores comenzaron a pelearse. Al ver esto los hinchas de Boca quisieron derrumbar el alambrado e invadir el campo de juego, lo que motivó que la policía realizara disparos para dispersarlos. Pero un policía, llamado Luis Estrella, disparó hacia la tribuna, alcanzando a dos espectadores: Luis López y Oscar Munitoli, un menor de 9 años.14 Pero esta violencia no era sólo entre hinchas, sino también contra los árbitros. El 27 de octubre de 1946, durante un partido entre Newell's Old Boys y San Lorenzo en Rosario, intentaron ahorcar al árbitro Osvaldo Cossio. El partido iba igualado en dos goles cuando Cossio anuló un gol de los locales, empeorando la situación cuando en la jugada siguiente San Lorenzo convirtió el tercer gol. Promediando el minuto 89 del partido, varios hinchas ingresaron al campo de juego logrando golpear al árbitro e intentándolo ahorcar con su propio cinturón.15 16 Pero este fenómeno sufrió una importante transformación a finales de la década de 1950. El periodista Amílcar Romero establece el año 1958 como el comienzo de las barras bravas actuales, con el asesinato de Alberto Mario Linker.4 Debido al asesinato de este hincha de River Plate, en octubre de 1958,8 la sociedad toma conocimiento de la existencia de grupos organizados al aparecer notas en la prensa que hablan de "barras fuertes".4 La llamada "industrialización del fútbol" fue el puntapié inicial para esa organización, ya que se necesitaba controlar todos los aspectos que intervenían en el juego.4 Antes del surgimiento de estos grupos, cuando un equipo jugaba de visitante era presionado por la hinchada rival.4 Esto motivó la organización de las barras bravas como respuesta a esa presión: En el fútbol argentino ya estaba institucionalizado que si uno jugaba de visitante era inexorablemente apretado. Aunque no se tratara de barras bravas tal como las conocemos hoy. Los locales te apretaban y la policía, si no miraba para otra parte, también te apretaba. Eso hubo que compensarlo con una teoría, que en la década siguiente fue moneda corriente: a todo grupo operativo con una mística y capacidad de producir violencia la única manera de contrarrestarlo es con otro grupo más minoritario, con tanto o más mística para producir violencia. Amílcar Romero.4 Barra brava del Club Atlético Newell's Old Boys (de Rosario) durante un partido de Primera división. De esta forma cada club comenzó a tener su barra brava, las cuales eran financiadas por los dirigentes de la institución.4 A estos grupos les eran entregadas entradas y se les pagaba los viajes a los estadios, sumándose luego otras formas de financiación. Pero el acceso a estos "beneficios" por parte del barra brava dependía de la jerarquía que tenía dentro de la barra. Para obtener ese prestigio se debía ser violento,8 por lo que comenzó a aumentar la cantidad de muertos:8 desde 1924 a 1957 sólo se habían producido 12 muertes relacionadas con el fútbol,notas 2 de las 237 que se produjeron hasta 2003.4 A partir de la muerte de Linker comienza en el fútbol argentino una etapa marcada por el incremento en el número de muertes. De acuerdo con Amílcar Romero, entre 1958 y 1985 se producen en Argentina 103 muertes relacionadas con violencia en el fútbol, es decir, en promedio una cada 3 meses.17 Sin embargo, aclara también que el origen de estas muertes no siempre es el enfrentamiento en el estadio y van desde el choque premeditado entre barras bravas fuera de las instalaciones deportivas, la represión policial ante desórdenes o falta de seguridad en los estadios.notas 3 18 Una de las características de las barras bravas a partir de esa fecha es la agudización del nivel de violencia. Pero esta violencia no es exclusiva de los clubes con mayor poder económico, sino que es posible encontrarla en equipos de todas las categorías.1 Teniendo en cuenta el período 1967 - 2008, 144 muertos,1 las muertes relacionadas con el fútbol se produjeron mayoritariamente en la Primera División, el 56% del total, seguida de la Primera B Nacional con el 14%, los torneos regionales con 8% y la Primera B con 6%.1 A partir de la década de 1990, la violencia y la cantidad de víctimas creció aceleradamente.19 En cuanto a la distribución geográfica, las zonas donde se registraron la mayor cantidad de muertes son los Partidos del Gran Buenos Aires (27%), la ciudad de Buenos Aires (23%) y Rosario (8%).1 En cuanto a la modalidad, el 39% se produce por arma de fuego, el 13% por arma blanca y otro 13% debido a la represión policial.1 En los últimos tiempos los enfrentamientos entre diferentes sectores de las barras bravas han aumentado los niveles de violencia y la cantidad muertos.20 El 9 de agosto de 2007 fue asesinado Martín Gonzalo Acro, barra brava de River Plate, como parte de un enfrentamiento entre dos sectores de Los Borrachos del Tablón.21 El mismo fenómeno ha sucedido en otros clubes, por ejemplo en Boca Juniors,22 Newell's Old Boys,23 Estudiantes de La Plata24 Rosario Central,25 o San Lorenzo.26 El porcentaje de víctimas en enfrentamientos entre la propia hinchada pasó del 3% en 1989, al 8% en 2001 y el 17% en 2009.27 Desde mediados de 1985 han existido propuestas para intentar erradicar la violencia. En 1985, luego del asesinato de Adrián Scaserra,notas 4 28 fue sancionada la Ley 23.184, conocida como la Ley de la Rúa.29 Esta ley sancionaba penalmente el ingreso con armas a los estadios, el impedir el normal desarrollo del partido, los destrozos de las instalaciones deportivas y al "que determinare, promoviere o facilitare de cualquier modo la formación de grupos destinados a cometer alguno de los delitos previstos".30 En la Ciudad de Buenos Aires permitía un régimen contravencional que habilitaba la prohibición de concurrencia.30 En 1993 se sancionó la Ley 24.192 que modificó la ley anterior, cambiando las penas y estableciendo un régimen de responsabilidad civil y la posibilidad de clausurar el estadio.31 Finalmente, en 2008, se modificó nuevamente la ley permitiendo a los jueces disponer una medida cautelar que le impida al acusado, por alguno de los delitos mencionados, concurrir a menos de quinientos metros del lugar donde se realiza el partido.32