Alexander Graham Bell y Elisha Gray
Cuentan de Alexander Graham Bell que su ingenio e inventiva fueron visibles y palpables desde su más tierna infancia. Parece ser que cuando todavía no era más que un niño el pequeño Bell proyectó y construyó una muñeca parlante. Aunque al parecer la muñeca solo decía “mamá”, fue todo un logro, teniendo en cuenta lo joven que era Alexander.
El científico e inventor escocés, naturalizado estadounidense, Alexander Graham Bell (Edimburgo, 1847-Baddeck, 1922) es más conocido por la fama que le dieron sus inventos que por sus otros méritos. Pero hay que saber de él que, antes de dedicarse a la invención era desde 1973 profesor de fisiología vocal en la Universidad de Boston. Además tras sus éxitos como inventor fundó en 1883 la revista científica estadounidense Science; entre 1896 y 1904 presidió la Sociedad Geográfica de Estados Unidos; y desde 1898 presidió también la Institución Smithsonian.
Cuando el inventor y técnico electricista estadounidense Elisha Gray (Barnesville, 1835-Newtonville, 1901), que tras idear diversos aparatos relacionados con la telefonía y la telegrafía, y llevar a la práctica el primer teléfono parlante fue a la Oficina de Patentes de New York el 14 de febrero de 1876 se llevó la sorpresa de que, Alexander Graham Bell había presentado ya, unas horas antes, en la oficina de patentes la petición relativa a su recién descubierto teléfono. Aunque ninguno de los dos dispositivos patentados funcionaba realmente en esa fecha se inicio un pleito por la patente, que ganaría finalmente Bell. La patente del teléfono llevaba el número 174.465 del registro de patentes de Estados Unidos, y estaba inscrito bajo el epígrafe de “mejora de la telegrafía”.
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