viernes, 17 de diciembre de 2010

VIVIENDA-BOLIVIA

Presenta un breve diagnóstico de la situación actual en Bolivia, que señala, según el censo, una relativa mejoría en las condiciones habitacionales del país, pero que en cifras absolutas muestra que la situación es mucho más crítica, donde el déficit cuantitativo habitacional sigue estimándose en unas 250.000 viviendas, pero el déficit cualitativo que hace a las condiciones constructivas, espacios habitables o servicios a la vivienda llega a unas 200.000 a 700.000 familias, según el rubro que se considere. Se detecta también que más del 60% de las viviendas son auto construidas y por etapas graduales, lo que debe inducirnos a plantear programas prioritarios de mejoramiento de vivienda y asesoramiento técnico para estos procesos.
Bajo este marco, revisa la evolución de las políticas habitacionales en el país, concluyendo que más que políticas han existido programas de financiamiento y construcción de viviendas de interés social, principalmente dirigidos a los sectores formales de la economía. Este proceso, bajo diferentes modalidades y una implícita política de atención a la vivienda se inicia con la "Ley de Ahorro Obligatorio" en 1924 y concluye con el cierre del FONVIS en 1997. Este sistema construyó desde el INV en 1956 hasta el Fonvis en 1996, un promedio de menos de 1600 viviendas por año, cuando el requerimiento nacional superaba las 30 mil viviendas por año; no siempre iba dirigido a los grupos de menores recursos y sólo a la población aportante, beneficiando directamente a apenas un 7% de esta población. Además encerraba una serie de anomalías en relación a altos costos, baja calidad y denuncias de corrupción.
En 1996, coincidente con los preparativos para Hábitat II, bajo el espíritu de la Participación Popular, nace una Política Nacional de Vivienda. En un prolongado proceso participativo a través de 10 amplias reuniones con 50 organizaciones e instituciones involucradas en un gran Comité Consultivo para la Vivienda, se prepararon las bases para una nueva Política Habitacional en el país.
Los principios básicos definidos por dicha política y presentados en la Cumbre de Hábitat II plantean: 1) el derecho a un hábitat digno, 2) un enfoque integral del problema habitacional, 3) el principio de equidad social y la atención de los grupos más vulnerables, 4) un permanente proceso participativo en la elaboración de las políticas, su aplicación y seguimiento, y 5) La sostenibilidad de los programas.
Plantea un sistema financiero ampliado que remplace al Fonvis, arrancando con el tradicional ahorro de vivienda obligado (el 3%) transformado en libretas de ahorro individualizadas que ganen intereses, abriéndose a ahorros de toda la población y comprometiéndose a otorgar créditos para la vivienda. Este sistema iría acompañado de un sistema de subsidios a la vivienda de familias de menores ingresos y medidas complementarias que incluyan la participación del nivel municipal en la aplicación de programas y normativas habitacionales, la capacitación, investigación, desarrollo tecnológico y asesoría técnica para la autoconstrucción y la conformación de un marco jurídico que ampare al proceso habitacional.
Sin tiempo de implementar estas políticas, tocó a los subsiguientes gobiernos llevar adelante estos lineamientos. Lamentablemente fueron implementados sólo parcialmente y muchas medidas con distorsiones. El documento revisa los programas de la Gestión de Banzer y la nueva gestión Sánchez de Lozada - Meza, los que transitan desde la transformación del sector en Ministerio con un importante apoyo al Programa de Subsidios, pero con la imposibilidad de constituir el nuevo sistema financiero propuesto, más allá de cerrar el FONVIS, hasta el enfoque más economicista de rebajar al sector al nivel un Viceministerio del Ministerio de Economía, con un énfasis actual en un Programa Financiero dirigido al sector formal aportante de los trabajadores, aunque a pesar de ello, se anuncia un pequeño programa complementario para la vivienda social. En ninguna de estas nuevas gestiones se volvió a convocar al comité Consultivo de la Vivienda.
Finalmente, el documento analiza los problemas de este enfoque parcial de los actuales programas concluyendo, en resumen, que hay muchas experiencias ya por detrás, tanto entre los planteamientos de las diferentes gestiones gubernamentales como entre las actividades de ONGs y sectores organizados de la propia población, que poco a poco van armando los pedazos de aquella Política Integral que reclamamos. Y todos estos pedazos con mayor o menor éxito van rellenando y avanzando sobre aquellos lineamientos que se habían planteado en 1997. Concluye, entonces, que debe evaluarse lo avanzado, rescatar lo positivo, corregir errores y rellenar los vacíos para lograr una política integral habitacional en el país.
(Publicación 2004)
  FUENTE: Renasen/Bolivia

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