jueves, 10 de mayo de 2012

HISTORIA DE COMIC ARGENTINO - PRIMERA PARTE


.LA HISTORIA DEL COMIC EN LA ARGENTINA El siguiente trabajo fue realizado por Néstor Gustavo Giunta, y se encuentra debidamente registrado en la Dirección Nacional de Derecho de Autor. Nota del autor: para efectuar el mismo tomé como base un texto original del profesor Oscar De Majo, quien autorizó las modificaciones y agregados efectuados aquí sobre un artículo aparecido en el n° 29 de la revista "Signos Universitarios", de la Universidad del Salvador, en Enero de 1996. NOTA: Único motivo de la publicación es meramente la difusión del tema...WWW.todohistorietas.com.ar PRIMERA PARTE: Desde mediados del siglo XIX hasta el año 1930 Se considera que la primera viñeta humorística publicada en Argentina fue "Viva el Rey", del año 1824, obra del Padre Francisco de Castañeda, quien poseía una Academia de Dibujo. Sin embargo, los primeros relatos gráficos publicados en la Argentina aparecen en los periódicos de sátira política recién a mediados del siglo XIX. Estos periódicos basaban su éxito en la publicación de caricaturas litográficas que, en general, eran observaciones costumbristas. En 1863 aparecería el periódico dominical "El Mosquito", considerada como la primera revista con humor político nacional. En "El Mosquito", que se publicaría hasta el año 1893, serían populares los dibujos de Henri Stein y las caricaturas de Meyer. Por otro lado, en 1884 llegaría la revista "Don Quijote", de Eduardo Sojo, que duraría hasta el año 1905, y en la cual se utilizaba la sátira política como ejercicio del periodismo de opinión. Los primeros antecedentes de la historieta propiamente dicha, en la Argentina, aparecen en las revistas "Caras y Caretas", desde el año 1898 (imagen de la izquierda) y "PBT", desde el año 1904 (imagen de la derecha), donde los artículos de costumbres y política aparecen con alguna ilustración. Se inicia con las "Tiras comerciales" y los dibujos de Manuel Mayol y José María Cao, publicados en los primeros números de "Caras y Caretas", y más precisamente con "La caza del zorro" de Acquarone (en 1901, en esa misma revista). Al comienzo, los globos se alternaban con los habituales textos al pie, en general sin tener incidencia en la acción. Tanto la revista "Caras y Caretas" como "PBT" fueron creadas por Eustaquio Pellicer. En "Caras y Caretas" colaborarían, entre otros, Fray Mocho (seudónimo de José Alvarez, quien a la postre sería director de la misma), Giménez, Zavattaro, Redondo, Villalobos, Málaga Grenet, Valdivia, Mirko, Sirio, Columba, Alonso, Huergo, Caballé, Sabat, y los ya mencionados Cao y Mayol. En tanto, en "PBT" colaborarían, entre otros, Pueyo, Vargas, Vera, Osés, Chiarela, Teganos, Sanuy, Castro Rivera, Navarrette, Rojas, Rabier y Olivella. Por otra parte, desde 1904, Alberto Haynes editaría la revista "El Hogar", que luego sería origen de una poderosa editorial. Mientras tanto, en la primera década del siglo XX se reproducen en la Argentina los primeros comics británicos y norteamericanos, rebautizados en su mayoría con nombres locales. Es así que en 1909 aparecería el primer número de la revista de aventuras "Tit-Bits", dirigida por Rodolfo de Puga (click aquí para ver el número 2000 de la revista), de la editorial Láinez. La primera historieta "secuencial" y con personajes fijos que perdura (o sea, una verdadera "historieta") fue "Viruta y Chicharrón", de Manuel Redondo y Juan Sanuy, del año 1912, que aparecía en "Caras y Caretas". En realidad, y contra lo que muchos creen, "Viruta y Chicharrón" no fueron los primeros personajes de la historieta argentina, ya que eran la versión vernácula de “SpareRibs and Gravy”, dos personajes de Geo Mac Manus. Los diálogos de la misma se desarrollaban únicamente por globos, y tenía más peso el juego linguístico que el gráfico (click aquí para ver una pequeña tira). Y es un año después, en 1913, cuando aparece, también en "Caras y Caretas", y de Manuel Redondo, el primer personaje de la historieta argentina, "Don Goyo de Sarrasqueta" (imagen de la derecha), quien enfrentaba situaciones de las noticias de actualidad, generalmente criticando. En este historieta no se utilizaban “globos” (eran textos al pie de cada viñeta), y se publicaría ininterrumpidamente durante más de quince años en forma semanal. Posteriormente, en "Caras y Caretas" llegarían tiras como "El L.C. Timoteo y el pesquisa Doroteo" (1919, de Luis Macaya), "Abraham Kancha, experto en Uper" (1927, de Hersfield) y "Las aventuras de Chingolo" (1929, de Crosby). En tanto, en la revista "PBT", llegarían otros personajes nuevos, como "Aniceto Cascarrabias" (dibujo de la izquierda), en 1915, de Pedro de Rojas, quien sería el autor, posteriormente, de "Don Salamito y Doña Gaviota", de "El esqueleto rematado" (con diálogos entre un esqueleto y su adquirente en un remate), y de “Smith y Churrasco” (que eran dos detectives). En 1916, también en "PBT" llegaría las tiras "Aventuras de un matrimonio aún sin bautizar", luego bautizada con los nombres de "Don Tallarín y Doña Tortuga" (a cargo de Oscar Soldati), y la historieta cómica de ciencia-ficción "El explorador interplanetario” (de Juan Serrano), donde los protagonistas ("Martín Gala y K. Chupín"), provistos de unos artefactos parecidos a las Alas Delta, recorren diferentes planetas del sistema solar. En 1916, en la revista "El Hogar", comienzan "Las aventuras de El negro Raúl" (derecha), una tira diaria de Arturo Lanteri basada en un personaje real de la fauna porteña. Es así que las historietas aparecen en revistas específicas, y representantes del humor, gráfico y escrito (que en otros lugares comenzarán a existir mucho después). En 1917, los dibujantes Zavalla (con el seudónimo "Pelele") y Columba (que había dibujado antes para la revista "La vida moderna") realizarían caricaturas en unas pantallas luminosas en varias esquinas de Buenos Aires. En 1919 llega la primera revista específicamente infantil, "Billiken", fundada por Constancio C. Vigil, la cual alcanzaría distribución en toda hispanoamérica. Al fin de la década, aparecen varias revistas que contienen historietas nacionales y extranjeras. _En 1917, en la Revista "Popular", aparece "Las diabluras de Tijereta", de Arturo Lanteri (imagen de la izquierda). Ese año aparecería otra revista que incluiría tiras cómicas, "La Novela Semanal" (editada por Miguel Sans y Armando Castillo). Pero recién en 1920 es cuando la historieta pasa a la prensa diaria, cuando el diario "La Nación" empieza a publicar tiras, con gran enojo de muchos de sus lectores, que pensaban que con estas "frivolidades" se desmerecía la "seriedad" de la publicación. Y a partir de la publicación de la tira "Bringin Up Father" de MacManus en el diario "La Nación" (en 1920) proliferan las series de ambientación familiar, a medida que en el país se afianza una masiva clase media. En la década del 20 prácticamente no hay revista de actualidad que no publique entre sus páginas alguna serie de historietas. En el año 1922, Arturo Lanteri sería el creador, en la revista "El Hogar", de la tira "Las aventuras de don Pancho Talero", que duraría casi 30 años, y sería objeto de dos exitosos films; "Pancho Talero" (dibujo de la derecha) era un hombre sometido por su mujer, y durante sus andanzas la historieta captaría un amplio espectro de la vida cotidiana. En 1923, en "La Novela Semanal", Arístides Rechain publicaría la historieta llamada "Página del Dólar" (por estar auspiciada por los cigarrillos "Dólar"), una tira protagonizada por un matrimonio de color (específicamente "Policarpio y su esposa"). Y otra tira de esa época sería "Von Esel, el hombre más tonto del mundo", de "Fly". En el año 1924, en "La Novela Semanal", apareció "La familia de Don Sofanor" (dibujo de la izquierda), también de Rechain, con el esquema de la familia que aspira a pertenecer a una clase social alta. En 1924 llegarían, en la revista "Mundo Argentino", las tiras "Aventuras de Firulete y Retacón" (de González Fossat) y "Anacleto Bataraz y Papamovski" (de Lanteri). De esos años serían también las historietas "Coquita la bataclana" (de Quirino Cristiani, el pionero del dibujo animado en Argentina), "Sofanor Villalba (a) Hollín y su mula Catalina" (de Ermete Meliante) y "Andanzas de Juancito Pato Tero" (de René Barbe y Raúl Roux). Entre revistas dedicadas al cultivo de la historieta aparecidas en la década del '20, hay que citar a "Las Páginas de Columba", fundada en 1922 por el dibujante y caricaturista Ramón Columba, la cual sería semillero de muchos dibujantes. En la misma se publicaría, en el año 1924, "Jimmy y su pupilo" (derecha), de González Fossat, anunciada como la primera historieta deportiva. La tira trataba sobre las desventuras de "El Ternero Mamón de las Pampas", que llegó al boxeo de casualidad, y Jimmy, su manager y entrenador. Este intentaba que su pupilo se tomara en serio la actividad con la intención de acumular dinero a costa de su boxeador, que lo único que obtenía era una derrota tras otra. "Jimmy y su pupilo" inauguró en la Argentina el legendario "continuará", porque la historia seguía de un número a otro. En 1925 llegarían dos tiras más de González Fossat: "Aventuras de Pepita" y "Cebollita y Azucena". El 29 de julio de 1925 se produciría el debut como dibujante de un discípulo del popular caricaturista Diógenes Taborda; hacemos referencia a Dante Quinterno, que publicaría, en "El Suplemento", y con guiones de Leroy, la tira "Panitruco", una historieta con personajes de la noche porteña. En 1926 Quinterno crearía su primer personaje propio, con la tira “Andanzas y desventuras de Manolo Quaranta” (izquierda), para la revista “La Novela Semanal”, y posteriormente llegaría su primer gran éxito, "Don Fermín" (que más tarde pasaría a llamarse "Don Fierro"), en la revista “Mundo Argentino”. Ya en 1927, aparecerían las "Andanzas de Pantaleón Carmona" (derecha), de Messa, publicada por "Femenil". Un año después llegaría la tira de dos alemanes viviendo en Argentina, "Otto y Erich", a cargo de Raúl Roux. En esos años surgieron también "Los éxitos de Pepe Antenita" (de Linage), las "Aventuras de Prudencio Parabrisa" (de Rojas), las "Aventuras de Tarantelli y Peteneras" (de Luis Bello), y "Las hijas de Pastasciuta" (de Oscar Soldati), otra serie familiar que, en este período, tenía una fuerte influencia de las comedias teatrales de entonces. En 1928, surge la primera revista exclusivamente integrada por historietas, "El Tony", de Editorial Columba, lo que la ubica antes que la primera editada en Estados Unidos, donde el comic se desarrolló originalmente en los diarios. La revista "El Tony" se editó ininterrumpidamente durante más de 70 años, y de la misma se editaron también algunos números "extraordinarios" y varios "anuarios". Entre los primeros personajes que aparecieron en la revista "El Tony" estaba "Rulito, el gato atorrante", creado por Raúl Roux en el año 1929, y continuada por otros dibujantes (Gutiérrez, Vidal Dávila, Ferroni y Presa), quienes posteriormente dibujarían "El pecoso y su pandilla". También en 1929 llegarían las "Aventuras de Nenucho" (izquierda), de González Fossat, en "Mundo Argentino", la cual sería una de las primeras series protagonizada por un niño. Ese mismo año, pero en "La Novela Semanal", llegarían las tiras "La barra de Candelario", de Gutiérrez, y "Pepinito y su novia" de González Fossatt. Por estos años debutaría con sus personajes, en los periódicos, Lino Palacio, que crearía a "Ramona" (derecha), en 1930, para el diario "La Opinión". Y hablando de diarios, es importante señalar que, a pesar de que "La Nación" es el diario pionero en la Argentina en cuanto a la publicación de historietas, el más importante para el género, en sus comienzos, es el diario "Crítica", que desde mediados de la década del ‘20 y a lo largo de la del ‘30 albergará lo mejor de la producción nacional y extranjera. La importancia del "comic" en Crítica se debió al interés de su director, Natalio Botana, por la historieta. Además, Botana trajo como novedad algo que era usual en los diarios norteamericanos, la publicación de una misma historieta como "daily strip" (tira diaria en blanco y negro) y como "sunday strip" (plancha dominical a todo color). En el diario Crítica se publicarían diversas historietas norteamericanas, adaptando el vocabulario a los usos y hábitos locales, pero también habría bastante producción local. En octubre de 1928 aparecería, en la tira de Dante Quinterno "Aventuras de Don Gil Contento" (antes llamada "Un porteño optimista"), un personaje secundario, "Curugua-Curiguagüigua", que más tarde se transformaría en uno de los más famosos y queridos de nuestra historieta: "El indio Patoruzú" (a la izquierda, una imagen de sus primeras apariciones). También hay que destacar los trabajos de Diógenes Taborda, la sección de historietas llamada "Mujeres Célebres" (realizada por el jefe de arte del diario Crítica, el español Pedro de Rojas), y la aparición, en 1929, de la primera historieta argentina "seria", "El Tigre de los Llanos", a cargo de Raúl Ramauge, la cual narraba la vida de Facundo Quiroga, sin utilizar globos, y recurriendo a extensos textos explicativos.