viernes, 6 de julio de 2012

LA PARTÍCULA DE DIOS


LA NACIÓN Los experimentos en el CERN posibilitaron comprobar la existencia del bosón de Higgs. Foto: EFE Los principales medios de todo el mundo destacaron ayer y hoy el descubrimiento de la llamada "partícula de Dios", que es considerada por los físicos como la clave para entender la estructura fundamental de la materia y la que atribuye la masa a todas las demás, según la teoría llamada del "modelo estándar". Pero el hallazgo de la partícula cuyas características son coherentes con las del bosón de Higgs tiene una particular historia en su nombre más conocido. La "partícula de Dios" no debe su nombre a que sería la pieza clave del rompecabezas que permitiría comenzar a explicar de qué está hecho el Universo. Aunque muchos lo creen así, 70 años después de que en 1932 se planteara el «modelo estándar de la materia», el particular y marketinero apodo debe su origen al trabajo de un editor. De un temeroso editor, deberíamos decir. El título del libro, modificado. Foto: Archivo Peter Higgs, físico británico nacido en 1929, propuso la existencia de esta partícula en 1964, mientras investigaba en la Universidad de Edimburgo. Años más tarde, el premio Nobel de Física en 1988, Leon Lederman, escribió un libro en 1993 junto al escritor científico Dick Teresi donde explicaba en qué consistía aquella teoría y se hacía un breve repaso sobre la historia de la física y de las partículas. Lo tituló "La Maldita Partícula" ( The Goddamn Particle , en inglés), por lo difícil que era encontrarla. Además pensaron que esa escurridiza partícula que demandaba tanto dinero en ser descubierta debido a los costosos experimentos llevados a cabo, no se merecía otro calificativo que no fuese el de "maldita". Pero el editor del libro sacó la terminación "damn" y lo llamó "The God Particle", o "La partícula de Dios", ya que temía que la palabra "goddamn" fuera considerada insultante y de esa manera pondría en riesgo su trabajo. Finalmente, la editorial norteamericana Dell Publishing consideró ofensivo ese nombre. Los autores tuvieron que acceder al cambio del nombre del libro, que finalmente se publicó como "La Partícula de Dios: Si el universo es la respuesta, ¿Cuál es la pregunta?" (The God Particle: If the Universe Is the Answer, What Is the Question?). Cabe destacar que las editoriales en español lo publicaron como "La Partícula Divina". De esta manera, a raíz de la aparición de aquel libro, parte de la comunidad científica comenzó a llamar al bosón de Higgs como" La Partícula de Dios" o "La Partícula Divina", comenzando por los autores del famoso libro.