jueves, 13 de marzo de 2014

CARTA A UN JOVEN ARGENTINO QUE ESTUDIA FILOSOFÍA


CARTA A UN JOVEN ARGENTINO QUE ESTUDIA FILOSOFÍA Publicado en 20 abril, 2008 de amparorules JOSÉ ORTEGA Y GASSET ( Algunos de sus párrafos) Me ha complacido mucho su carta, amigo mìo. Encuentro en ella algo que hoy es insólito encontrar en un joven, y especialmente en un joven argentino. Pregunta usted algunas cosas, es decir,admite usted la posibilidad que las ignora. Ese poro de ignorancia que deja usted abierto en el área pulimentada de su espìritu, le salvará. Por él se infiltrará el superior conocimiento. Créame: no hay nada más fecundo que la ignorancia consciente de sí misma. Desde Platòn hasta la fecha , los más agudos no han encontrado mejor definición de la ciencia que el título antepuesto por el gran Cusano a uno de sus libros: "DE DOCTA IGNORANTÍA". La ciencia es, ante y sobre todo, un docto ignorar. Por la sencilla razón de que las soluciones, el saber que se sabe, son en todos sentidos algo secundario con respecto a lo problemas. Si no se tiene clara noción de los problemas, mal se puede proceder a resolverlos. Además ,por muy seguras que sean las soluciones, su seguridad depende de la seguridad de los problemas. Ahora bien,: darse cuenta de un problema es advertir ante nosotros la existencia concreta de algo que no sabemos lo que es; por lo tanto es un saber que no sabemos.Quien no sienta voluptuosamente esta delicia socrática de la concreta ignorancia, esa herida, ese hueco que hace el problema en nosotros, es inepto para el ejercicio intelectual. La juventud argentina que conozco me inspira-¿por qué no decirlo?- más esperanza que confianza. Es imposible hacer nada importante en el mundo si no se reúne esta pareja der calidades: fuerza y disciplina. La nueva generaciòn goza de una espléndida dosis de fuerza vital, condición primera de toda empresa histórica; por eso espero en ella. Pero, a la vez, sospecho que carece por completo de disciplina interna- sin la cual la fuerza se desgrega y volatiliza- por eso desconfío de ella. No basta curiosidad para ir hacia las cosas: hace falta rigor mental para hacerse dueño de ellas. En las revistas y libros jóvenes que me llegan de la Argentina- respetando alguna excepciones-demasiado énfasis y poca precisión. ¿Cómo confiar en gente enfática? Nada urge tanto en Sudamérica como una general estrangulación del énfasis. Hay que ir a las cosas, sin más. CONTINUARÁ…