lunes, 24 de marzo de 2014

Los golpes de Estado y las premoniciones de Pellegrini


Los golpes de Estado y las premoniciones de Pellegrini El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas derrocaron al gobierno constitucional de Isabel Perón. En el parte oficial, el nuevo gobierno de facto decía: "...demostrada en forma irrefutable la imposibilidad de la recuperación del proceso por las vías naturales, llega a su término una situación que agravia a la Nación y compromete su futuro". Se acusaba el "tremendo vacío de poder", la "anarquía", la "ausencia total de los ejemplos éticos y morales", la "falta de una estrategia global que enfrentara a la subversión" y "el agotamiento del aparato productivo y la especulación". El nuevo gobierno se autotituló “Proceso de Reorganización Nacional” y sus primeras medidas fueron el establecimiento de la pena de muerte para quienes hirieran o mataran a cualquier integrante de las fuerzas de seguridad, la “limpieza” de la Corte Suprema de Justicia, el allanamiento y la intervención de los sindicatos, la prohibición de toda actividad política, la fuerte censura sobre los medios de comunicación y el reemplazo del Congreso por la Comisión de Asesoramiento Legislativo (CAL), también integrada por civiles y militares, cuyas funciones nunca se precisaron detalladamente. A poco de andar, sin embargo, quedó en evidencia que las Fuerzas Armadas habían asumido el poder político como representantes de los intereses especuladores de los grandes grupos económicos. El influyente rol de las fuerzas militares en la política argentina data de los mismos días de las guerras de la independencia. A pesar del optimismo que despertó hace casi un siglo la aparición del yrigoyenismo y la nueva democracia de masas, pronto se sucedieron diversos golpes de estado y dictaduras militares: 1930, 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976, con la particularidad de que los golpes de la segunda mitad del siglo XX, se dieron en un contexto de escalada de la violencia social y política inédita. Así, en 1976 las Fuerzas Armadas tomaron el poder por última vez y pusieron todos los resortes del Estado al servicio de una represión sistemática y brutal contra todo lo que arbitrariamente definían como el “enemigo subversivo”. Los crímenes cometidos por los militares son hoy denominados en el derecho internacional como “delito de lesa humanidad”. Apenas regresada la era democrática, en 1983, la lupa se posó en el conflicto armado entre el gobierno de facto y las organizaciones guerrilleras. Ésta fue, básicamente, la idea de los “dos demonios”. Pero en los últimos años ha emergido la responsabilidad de importantes sectores civiles: empresarios nacionales y extranjeros, Iglesia, medios de comunicación, consintiendo, colaborando y encubriendo las prácticas del Terrorismo de Estado. 30 mil desaparecidos, 400 niños robados y un país destruido fue el saldo más grave de la ocupación militar. El método de la desaparición de personas no era desconocido en el mundo, pero entonces fue la primera vez que se aplicó desde el Estado de forma sistemática, por lo que en Europa comenzó a hablarse de “la muerte argentina”. En esta oportunidad, recordamos los peligros de dar rienda suelta al Ejército a través de las advertencias que hiciera el legislador y futuro presidente Carlos Pellegrini, en uno de sus últimos discursos en la Cámara de Diputados, en mayo de 1906. Fuente: Carlos María Gelly y Obes, “Los Pellegrini en el club del progreso”, en Club del Progreso, 1852-2002, Ed. Lumiere, Buenos Aires, 2002. "El Ejército es un león que hay que tener enjaulado para soltarlo el día de la batalla. Y esa jaula, señor presidente, es la disciplina, y sus barrotes son las ordenanzas y los tribunales militares, y sus fieles guardianes son el honor y el deber. !Ay de una Nación que debilite esa jaula!, que desarticule esos barrotes, que haga retirar esos guardianes, pues ese día se habrá convertido esta institución, que es la garantía de las libertades del país y de la tranquilidad pública, en un verdadero peligro y una amenaza nacional." Carlos Pellegrini Fuente: www.elhistoriador.com.ar ********************************************************************************************************* Carlos Pellegrini Carlos Enrique José Pellegrini (Ciudad de Buenos Aires, 11 de octubre de 1846 - 17 de julio de 1906) fue un abogado, periodista, traductor público y político argentino que desempeñó en varias oportunidades la legislatura Nacional, el Ministerio de Guerra y Marina y fue electo Vicepresidente de Argentina en el año 1886. Fue el décimo primer Presidente de la Nación Argentina por ser el vicepresidente en ejercicio en 1890, hasta finalizarla en 1892, como consecuencia de los sucesos conocidos como Revolución del Parque, que llevaron a que el entonces Presidente de la Nación Argentina, Miguel Ángel Juárez Celman, renunciara a su cargo. Durante su escasa gestión de veintiséis meses sacó al país de una grave crisis, fundamentalmente económica, al sanear las finanzas y fundar el Banco de la Nación Argentina. Tales medidas dieron lugar a una economía muy próspera en los años inmediatamente posteriores y por tal motivo fue conocido como "el piloto de tormentas".1 2 Además de su reconocida obra gubernamental, se lo recuerda por haber sido adverso a cualquier medio anticonstitucional, habiéndose destacado por haber levantado la censura y el estado de sitio que regía desde el gobierno de Juárez Celman.3 4 Tuvo una visión avanzada para del país, siendo el primer político con ideas industriales en la Argentina, en la época en que el negocio del país era exclusivamente la exportación de materias primas y la importación de productos manufacturados.5 6 Fue el hombre de mayor confianza que tenía Julio Argentino Roca, ambos políticos fueron los que trazaron el destino de llamada generación del 80. Sin embargo esa fuerte unión se rompió cuando Carlos Pellegrini se alejó de Roca (pocos años antes de morir), para reclamar una reforma electoral libre