miércoles, 26 de octubre de 2016

UNO - EDUCAR PARA LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA


UNO - Parte uno Introducción y desarrollo Educar para la participación ciudadana en la enseñanza de las Ciencias Sociales Los contenidos de esta obra se organizan en torno a un tema central de la didáctica de las ciencias sociales: la educación para la participación ciudadana. Se trata, sin duda, de un aspecto de máxima actualidad en el contexto de la evolución de nuestros sistemas sociopolíticos y, como no podía ser de otro modo, con evidentes repercusiones en el plano educativo. Desde la enseñanza de las ciencias sociales la formación para la participación democrática debe ser su finalidad última y más importante, pues supone la culminación de un proceso de formación del pensamiento social en el alumnado y de inserción en los diversos contextos sociales. En este sentido debe interpretarse, en último término, la relevancia de la competencia social y ciudadana en relación con todas las áreas del currículum, y en especial en relación con la enseñanza de las ciencias sociales, la geografía y la historia. No cabe duda de que ser competentes para la convivencia en la sociedad o para formar parte de la ciudadanía, en definitiva ser ciudadano o ciudadana y ejercer como tal con responsabilidad y compromiso, requiere conocimientos sobre el pasado y el presente de la sociedad así como capacidades para pensar soluciones o alternativas a los problemas sociales, pero también requiere participar, aplicar de alguna manera los conocimientos sociales a la realidad social, política o cultural. Hace años que en Europa y en la mayoría de países democráticos del mundo se desarrollan programas de Educación para la ciudadanía, una necesidad de formación que se extiende ante la preocupación que despierta el posible alejamiento de la juventud de la participación democrática o, tal vez, la falta de comprensión que existe ante nuevas formas de acción social. Así, son muchas las investigaciones y las propuestas educativas innovadoras que reclaman una nueva educación política, jurídica o económica, o una nueva educación cívica, que ponga el acento en la participación. Estas propuestas se sitúan tanto en la educación formal como en la no formal, tanto en diferentes ámbitos institucionales como por parte de distintas entidades no gubernamentales. Desde la enseñanza de las ciencias sociales, la geografía y la historia, así como desde otras ciencias de la educación, el campo de la investigación relativo a la educación para la participación ciudadana ha ido creciendo, al mismo tiempo que se hacía evidente la importancia de su presencia en los currículos de ciencias sociales y también de otras áreas. Es necesario reconocer que queda mucho camino por recorrer hasta que la participación democrática y la intervención social sean el centro de los aprendizajes, y se reconozca el peso de la enseñanza de las ciencias sociales en este sentido. Aprender ciencias sociales debe significar aprender a saber y a saber hacer, a convivir y a saber ser personas responsables y comprometidas socialmente; es decir, aprender historia, geografía o ciencias sociales nos debe servir para comprender, formar el pensamiento crítico y divergente y ser capaces de participar en nuestro entorno y promover 14 cambios sociales. Debe ser un aprendizaje y, por tanto, una enseñanza que promueva el camino que va desde la reflexión a la acción, desde la valoración de las situaciones a la toma de decisiones y la comprensión de las consecuencias...CONTINUARÁ LA INTRODUCCIÓN