viernes, 11 de noviembre de 2016

¿CUÁNTOS SEXOS HAY? (4) (Todas las opiniones son discutibles)


http://www.conelpapa.com/ideologia/ideologia.htm
¿Qué postura sostienen los ideólogos de género ante la cuestión de la reproducción humana? La ideología de género plantea “otras vías de reproducción”: le gustaría que los heterosexuales se uniesen de vez en cuando para algún encuentro. De esa forma -dicen- irían naciendo seres que irían adoptando imaginativamente, el sexo que deseasen y adoptando los roles que quisieran. Heidi Hartmann afirma: “La forma en que se propaga la especie es determinada socialmente. Si biológicamente la gente es sexualmente polimorfa y la sociedad estuviera organizada de modo que se permitiera por igual toda forma de expresión sexual, la reproducción sería resultado sólo de algunos encuentros sexuales: los heterosexuales”. Para esta ideóloga de género la culpa de la situación actual la tienen los sexos: "La división estricta del trabajo por sexos, un invento social común a toda sociedad conocida, crea dos géneros muy separados y la necesidad de que el hombre y la mujer se junten por razones económicas. Se contribuye así a orientar sus exigencias sexuales hacia la realización heterosexual, y a asegurar la reproducción biológica. En sociedades más imaginativas, la reproducción biológica podría asegurarse con otras técnicas." Dentro de esta ideología, el término libre elección de reproducción es la expresión clave para referirse al aborto. El térmimo estilo de vida puede significar muchas cosas: homosexualidad, lesbianismo y todo tipo de sexualidad fuera del matrimonio. 17. ¿Qué raíces ideólogicas tiene la ideología de género? A. Materialismo y existencialismo ateo. Simone de Beauvoir (existencialista atea): “no naces mujer: ¡te hacen mujer! B. La antropología individualista del neoliberalismo radical. C. Los postulados de los representantes de la revolución sexual: Wilhen Reich y Herbert Marcuse. D. Marxismo. Por una parte, esta ideología es una interpretación neo-marxista de la historia. Para Marx toda la historia es una lucha de clases, de opresores contra oprimidos, en una batalla que se resolverá sólo cuando los oprimidos se percaten de su situación, se alcen en revolución e impongan una dictadura de los oprimidos. De esa forma, dice Marx, la sociedad será totalmente reconstruida y emergerá una sociedad sin clases, libre de conflictos, que asegurará la paz y prosperidad utópicas para todos. Frederick Engels fue quien sentó las bases de la unión entre el marxismo y el feminismo. En el libro "El Origen de la Familia, la Propiedad y el Estado", escrito en 1884, señalaba: "El primer antagonismo de clases de la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer unidos en matrimonio monógamo, y la primera opresión de una clase por otra, con la del sexo femenino por el masculino". Los marxistas clásicos creían que el sistema de clases desaparecería una vez que se eliminara la propiedad privada y la religión. Sin embargo, para la ideología de género los marxistas fracasaron por concentrarse en soluciones económicas, sin atacar directamente a la familia, que es -para la ideología de género- la verdadera causa de las clases. En ese sentido, Shulamith Firestone afirma la necesidad de destruir no sólo la diferencia de clases, sino destruir la diferencia de sexos: Dice esta ideóloga: "asegurar la eliminación de las clases sexuales requiere que la clase subyugada (las mujeres) se alce en revolución y se apodere del control de la reproducción; se restaure a la mujer la propiedad sobre sus propios cuerpos, como también el control femenino de la fertilidad humana, incluyendo tanto las nuevas tecnologías como todas las instituciones sociales de nacimiento y cuidado de niños. "Y así como la meta final de la revolución socialista era no sólo acabar con el privilegio de la clase económica, sino con la distinción misma entre clases económicas, la meta definitiva (...) debe ser igualmente -a diferencia del primer movimiento feminista- no simplemente acabar con el privilegio masculino, sino acabar con la distinción de sexos misma: las diferencias genitales entre los seres humanos ya no importarían culturalmente". Shulamith Firestone, The Dialectic of Sex, Bantam Books, New York, 1970, p. 12 18. ¿Cómo se hace la de-construcción de la educación ? La Presidenta de Islandia, Vigdis Finnbogadottir, lo planteó en una conferencia preparatoria para la Conferencia de Pekín organizada por el Consejo Europeo en febrero de 1995. Señaló que las niñas deben ser orientadas hacia áreas no tradicionales y no se las debe exponer a la imagen de la mujer como esposa o madre, ni se les debe involucrar en actividades femeninas tradicionales: "La educación es una estrategia importante para cambiar los prejuicios sobre los roles del hombre y la mujer en la sociedad”. Para quitar el concepto “hombre” y “mujer”, la perspectiva del género -defienden- debe integrarse en los programas escolares". Alison Jagger, autora de diversos libros de texto utilizados en programas de estudios femeninos en Universidades norteamericanas, lo explica así: Hacia la sociedad polimórfica natural El final de la familia biológica eliminará también la necesidad de la represión sexual. La homosexualidad masculina, el lesbianismo y las relaciones sexuales extramaritales ya no se verán desde el prisma liberal como opciones alternas, fuera del alcance de la regulación estatal; en vez de esto, hasta las categorías de homosexualidad y heterosexualidad serán abandonadas: la misma institución de las relaciones sexuales, en que hombre y mujer desempeñan un rol bien definido, desaparecerá. La humanidad podría revertir finalmente a su sexualidad polimórfica natural".Continuará... "