miércoles, 18 de mayo de 2011

CÁBALA II- CÁBALA CRISTIANA

Modelo que cristalizó en Florencia donde Marsilio Ficino y Juan Pico de la Mirándola, dando curso a la traducción y al diálogo, vierten la antigua sabiduría hebrea y griega al latín, demostrando los nombres diversos con los que cada tradición se refiere a los mismos Principios.

Y todo ello según la tradición de las "escuelas de traductores", que al igual que en Florencia existieron en otros tiempos y lugares, en Atenas, Alejandría, Bagdad, Toledo, Gerona, Córdoba, o Aquisgrán.

Abundando en ello se da cita a textos, que son expresión de la inteligencia que iluminó a aquellos cabalistas-herméticos-cristianos, en formas signadas por los números, la geometría, las letras, la alquimia, la arquitectura, la pintura, el grabado, y el teatro, entre otras; ciencias y artes o vehículos conductores de un conocimiento regenerador capaz de sugerir un espacio nuevo, como el que se indica en el frontispicio del templo de Apolo en Delfos: Conócete a ti mismo. Conocimiento representado también por el signo de la Mónada, principio de la Díada, de la Tríada y de la Tétrada.

La existencia no es más que el recorrido o viaje alrededor del "misterio" del que todo surge y al que todo ha de retornar, y que va revelándose en el "rito" del despertar al "conocimiento".

Para rescatar o revivir este objeto precioso o tesoro es preciso traspasar la letra muerta, colocarse detrás del espejo, despertando del sueño en que se vivió; para llegar a adivinar que, en el "gran sueño" que es la vida ya no hay temor a seguir soñando.

Y lo que es posible soñar hoy en la Voluntad despierta, son las noticias que llegan hasta nosotros en voces audibles, legibles y visibles para oídos más que humanos que viven en la paradisíaca inocencia del Edén. Mensajes de los orígenes que nos traen a la memoria una muestra de imágenes sugerentes que evocan los estados desconocidos del espíritu.

Las puertas del entendimiento, de la voluntad y de la memoria, pasivas respecto al Principio y activas respecto al cosmos, están abiertas de par en par. La escalinata que cubre el espacio entre lo visible y lo invisible, es recorrida por la alfombra mágica del símbolo en todas sus formas y variedades.

Testimonios que habiendo llegado hasta aquí se conservan aún en la memoria de las crónicas de nuestro tiempo, sencillas muestras de un amor al conocimiento, tan reales, que a los ojos interiores no puede caberles ya ninguna duda de que jamás han dejado ni dejarán de existir, pues son en el ahora imperecedero.

Los hombres de este entonces estuvieron hoy en una Arcadia Feliz, próximos a un siglo en el que están por concluirse todas las cosas.

Corresponde a la virtud de la paradoja comprender que como todo está hecho, todo está por hacer; la obra conclusa está inconclusa y presta a la renovación.

Disfrutemos de la compañía de los Angeles o de las Ideas y visitemos los recintos simbólicos ante los que la imaginación enmudece. CONTINUARÁ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario