Amor de primavera
Era una mañana preciosa. El sol calentaba la piel con una suavidad y una ternura que era como una canción de cuna que invitaba a dormir. Solo una suave brisa de aire fresco del campo te recordaba que todavía no era verano. Los pájaros se perseguían y el aire estaba impregnado por el olor de la primavera. Martín era un chico alto, de pelo castaño y poderosa mirada. Sus ojos negros te penetraban el alma cuando te miraban y estaba parado ahí, justo al lado del tobogán con su hermanito de 4 años. Nunca me había fijado atentamente en el. Pero hoy, sentada en el banco de la plaza y camuflada por unas coronas de novia todas florecidas, podía hacerlo sin que el me viera. Todos los chicos del barrio comentaban que yo le gustaba, pero el a mi no. Bueno, en realidad no lo sabía. Quizás por esa insistencia de todos y un poco por vergüenza también, debo reconocerlo, casi ni lo miraba, pero ahora... ahora estaba sola, con un libro en la mano y podía levantar la cabeza de vez en cuando y observarlo.
Nunca pensé que no podría dejar de mirarlo y agache la cabeza hacia mi libro y me di cuenta que era el hombre con quien compartiría el resto de mi vida. Estaba pensando en eso cuando de repente el sol se nubló y una sombra invadió todo mi cuerpo. Hola me dijo... Hola le dije yo.ALTAMIRANDA
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