En la luna
Es de noche. La Luna juega a esconderse detrás de los pinos de enfrente de mi casa. Mi mamá sale a llamarme para que vaya a comer, pero yo estoy en otro lado. Mi cabeza da vueltas y vueltas mientras miro la Luna desde el balcón de mi pieza. De ahí debe venir el dicho que dice ESTOY EN LA LUNA. Y sí, estoy en la Luna. Todo lo que pienso me lleva hasta allá, arriba, muy arriba... hasta la Luna. Como me gusta estar ahí, lejos de todo. Mi mamá me vuelve a llamar... –Julieta… ¡a comer!-.
Un murciélago perdido pasa entre los pinos y aunque ve poco, se las arregla para no chocar con nada. Miro la noche y miro mi vida, lo bueno y lo malo y este dolor que tengo que no me deja tranquila. Como me gustaría estar en la Luna. Mirar la tierra como una piedra preciosa de color azul con vetas blancas y ver todos los problemas así chiquitos como se ve ahora el Río de la Plata. Y floto, lejos de todo, lejos de todos y solo me dejo llevar por la ingravidez y siento que mis problemas se van así, flotando hacia lo más infinito del espacio... hacia las estrellas... cuando de repente una voz conocida me despierta del ensueño. -Julieta... ¿qué te pasa? Hace dos horas que te estoy llamando para comer - Estás en la luna vos … - Si mamá.... ya voy.ALTAMIRANDA
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