martes, 10 de julio de 2012

HISTORIA DE LA ECONOMÍA ARGENTINA (4)

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Gobierno de José Félix Uriburu (1930 – 1932) En el plano económico, su presidencia se caracterizó por una aguda recesión. Los aspectos más acentuados fueron la disminución de los ingresos, la caída del consumo, el crecimiento alarmante de la desocupación y el aumento de la presión fiscal. Para contrarrestar los efectos de la crisis del 29 de planteó la intervención del gobierno en el área financiera. Creó la Comisión de Control de cambios (10/10/31) para conservar el oro y poder así cumplir con los pagos de empréstitos externos. Se emitieron 300 millones de pesos papel y se tendió a la sobre valuación de la moneda. Para eliminar el déficit en el presupuesto se crearon nuevos impuestos a las transacciones, a los réditos, se aumentaron los servicios públicos y los aranceles aduaneros. Con el objeto de abaratar los costos en la producción agrícola, para compensar así la baja de los precios internacionales, se encaró la construcción de elevadores de granos y de nuevos caminos que permitieran reducir el valor de los fletes. La Asociación de Cooperativas Argentinas fue la entidad que más trabajó para impulsar el proyecto de los elevadores. El primero fue inaugurado en la terminal de Rosario (julio 1931). Para la obtención de fondos en la construcción y reparación de caminos se aumento el precio de la nafta, esta recaudación se enviaba a un ente que lo administraba. Implanto la ley marcial y restableció la pena de muerte prohibida por el Código Penal Argentino. Reconoció a la Legión Cívica, organismo formado por civiles uniformados y armados que participaron de la represión política. Todas estas medidas no impidieron que la crisis se profundizara. Las nuevas líneas económicas y la inversión privada en petróleo. En 1931 se realizan dos importantes exposiciones vinculadas al área económica. La primera es la Exposición Británica de Artes e Industrias, que se realiza en Buenos Aires, La otra, la Exposición Nacional de Comercio e Industria, se lleva a cabo en Córdoba. En agosto de este año se concreta también la Conferencia Económica Extraordinaria, que reúne a los miembros de la Confederación Argentina del Comercio, la Industria y la Producción para discutir los problemas derivados de la crisis desatada a partir de 1929. En sus conclusiones, los participantes se declaran en contra de que el Estado maneje empresas industriales. el capítulo dedicado a combustibles nacionales se recomienda estimular el empleo de capitales privados en la exploración y explotación de los yacimientos petrolíferos argentinos, el apoyo de las compañías petroleras extranjeras, se manifiesta diciendo sentirse perjudicadas por la política de monopolio nacionalista en favor de YPF. En la sección de fomento industrial se plantea la conveniencia de desarrollar fábricas para procesar la lana y el algodón producidos en el país y realizar los procesos de hilado y tejeduría en la Argentina. De esta manera se podría atender al mercado sudamericano Finalmente se reclama la urgente necesidad de crear un Ministerio de Industria para impulsar el crédito y revisar los regímenes fiscal y aduanero, de manera tal que permitan el desarrollo de la actividad privada en este ámbito. Gobierno de Agustín P. Justo (1932 –1938): Creación del Impuesto a las Ganancias Personales. El gobierno de Agustín P. Justo que asume en 1932 debuta con problemas en el área económica. El titular de la cartera de Hacienda, Alberto Hueyo, diseña una política de contención fiscal para paliar los efectos de la crisis que afecta al país desde el año anterior y que se hace sentir duramente en las arcas del Estado y en los bolsillos de la población. Las medidas contemplan un aumento de los impuestos a nivel general y la puesta en marcha de un Empréstito Patriótico. También se crea durante ese año el Impuesto a las Ganancias Personales. La causa de la deteriorada situación que el gobierno de Justo, tiene su raíz en la drástica caída del sistema financiero mundial por el crack de la Bolsa de Nueva York en 1929 y por el consiguiente descenso del comercio exterior y del valor de las exportaciones que durante 1931 alcanzaron un tercio del valor registrado durante el ejercicio anterior. Las medidas de gobierno de Justo, inspiradas en los principios económicos del inglés John M. Keynes ampliaron las funciones del estado dotándolo de un carácter intervencionista. En septiembre de 1932 se creó la Dirección Nacional de Vialidad, desde allí se construyó una vasta red caminera, especialmente de Buenos Aires a Córdoba y de Buenos Aires a Mar del Plata. El estado intervino en el aspecto financiaron mediante la creación del Banco Central de la República Argentina en 1935. Este sustituyó el mecanismo de emisión de la Caja de Conversión, desde ese momento la referencia para emitir papel moneda consideraría la existencia de oro y divisas en el tesoro del Banco. Se constituyó como una sociedad mixta con la estabilidad de la moneda, regular el crédito y ser agente financiero del gobierno en operaciones de crédito externo e interno. Creó también el Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias para eliminar la situación de quiebra de algunos bancos privados por créditos incobrables. El Instituto debía encargarse de esos créditos y pagarlos a los bancos. Se llevó a cabo una importante reforma del sistema impositivo con el objeto de modernizarlo y reducir el déficit fiscal mediante la percepción de impuestos. Para ello se creó la Dirección General Impositiva, como una entidad autónoma, dotándola de la legislación adecuada. El Congreso aprobó el impuesto a las transacciones comerciales. También se unificaron los impuestos internos, cuya percepción correspondía según la Constitución a las provincias, por medio de esta ley pasaron a formar parte de los recursos nacionales con la condición de ser devueltos con posterioridad en forma de coparticipación federal. Esta medida fue criticada por considerársela violatoria del federalismo económico. La reforma impositiva implementada en la gestión de Justo fue resistida por comerciantes e industriales, quienes presionaron con huelgas y cierre de negocios durante 1933 y 1934. A principios de 1933 la recesión en el sector agrícola se hizo sentir especialmente entre los colonos hipotecados y los arrendatarios de la zona de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba. Estos iniciaron una amplia movilización de agricultores encabezada por la federación Agraria, dirigida por Esteban Piacenza. Obtuvieron del gobierno la sanción de la ley 11.741 en octubre de 1933 que dispuso la moratoria por tres años de las deudas hipotecarias y la creación de una Junta Central y Juntas locales que revisarían los cánones de arrendamiento. También se reglamentó la instalación y control de la red de elevadores de granos creándose de 1934 la Comisión Nacional de Granos y Elevadores. Con respecto a la producción se crearon numerosas juntas reguladoras que reglamentaron y controlaron a distintos sectores de la producción, tenían facultades para controlar la elaboración, el expendio y la comercialización, fijar precios, imponer multas, limitar la producción, almacenar y destruir stock. Estas fueron la Junta Reguladora de Granos, la Junta Reguladora de Vinos, la Junta Nacional de Carnes, la Junta Reguladora de la Industria Lechera, la Comisión Reguladora de la Producción y Comercio de la Yerba Mate, la Junta Nacional del Algodón, la Comisión Nacional de coordinación de Transportes, etc. Se firmaron también varios tratados con Brasil incluyéndose un acuerdo antibélico. Justo visitó Río de Janeiro en 1933 y se presidente Getulio Vargas retribuyó la visita en 1935. El Tratado Roca Runciman Argentina atravesaba una crisis en sus exportaciones debido a la reducción impuesta por Gran Bretaña a la compra de productos agropecuarios, especialmente carne. La conferencia que la Comunidad británica (Commonwealth) realizó en Ottawa en 1932 agravó la situación. En ella los británicos se comprometieron con los países de su comunidad (Australia, Canadá y la Unión Sudafricana) en dar preferencia a sus carnes reduciendo la compra de otras procedencias. Como consecuencia de estos tratados las exportaciones de carnes argentinas comenzaron a descender un 5% mensual. Para encontrar una solución, el gobierno nacional envió a Gran Bretaña una misión encabezada por el vicepresidente Julio A. Roca, quien firmó con el ministro británico Walter Runciman, el 1 de mayo de 1933, el convenio conocido como Roca - Runciman. El tratado comprendía un documento principal, un protocolo adicional aclaratorio y una convención arancelaria. En él el Reino Unido aseguraba a nuestro país una importación no inferior a 390.000 toneladas de carne enfriada (chilled) la cual podía ser disminuída un 10% hasta llegar al 65% del total. Reservaba a los frigoríficos extranjeros el 85% de la cuota de exportación y el 15% restante a empresas argentinas sin fines de lucro (cooperativas). Los productos debían ser colocados por buques y comerciantes ingleses. Argentina otorgaba a Gran Bretaña ventajas en materia arancelaria al reducir las que estaban vigentes desde 1930, no reduciría las tarifas ferroviarias, se destinaba a compras británicas la totalidad de las divisas obtenidas por compras inglesas a Argentina, el tipo de cambio sería el mejor de plaza, se dispensaría a las empresas británicas de servicios públicos de ciertos impuestos y se les daría un tratamiento benévolo.