lunes, 18 de marzo de 2013

LA SOJA (2)


TARINGA Cultivo El desarrollo de las plantas de soja en un cultivo tiene como objetivo principal el rendimiento en grano. Desde el inicio de este proceso se plantean para el cultivo requerimientos ambientales ( agua , luz, nutrientes, temperatura, etc ) y adversidades que pueden afectarlo ( heladas, granizo, plagas, malezas, enfermedades, etc ). El manejo del cultivo, tendiente a un buen rendimiento, necesita de un conocimiento detallado del proceso de desarrollo de sus distintas etapas. (1)_ Etapa embrionaria: Esta etapa se extiende desde el comienzo de la germinación hasta que la pequeña planta, ya emergida, ha desarrollado su primer par de hojas y se independiza de reservas acumuladas en los cotiledones ( planta autótrofa ). Necesidad de humedad y temperatura La semilla de soja es particularmente exigente en humedad para germinar. La generalidad de las especies de cultivo extensivo germinan con tensiones de humedad de suelo de hasta 12,5 bares ( cercano a un contenido de humedad del 10% en suelos Franco-limosos a Franco-arcillosos ); la semilla de soja es incapaz de hacerlo con tensiones mayores de 6,6 bares, lo cual equivale a permitir una imbibición cercana al 50% de humedad en la semilla, igualmente frente a suelos casi saturados de humedad. La raíz de la soja detiene el crecimiento con valores superiores a -0,3 bares ( cercano a suelos en capacidad de campo con un contenido de humedad próximo al 30% ), los microorganismos patógenos se desarrollan sobre la semilla, mientras que en la raíz crece rápidamente próximo a la saturación. Desarrollo y emergencia de la Plántula Producida la imbibición, las semillas originalmente casi esféricas se tornan arriñonadas inclusive las muertas. La radícula es lo primero que emerge desgarrando el tegumento. Al segundo o tercer día puede extenderse unos, dos a tres centímetros hacia abajo y poco después emite las primeras ramificaciones. Con estos apoyos de anclaje, el alargamiento del hipocótilo proyecta a los cotiledones hacia la superficie arrastrados por el gancho hipocotilar. La oscuridad y la resistencia del suelo determinan la formación del gancho, el que se endereza recién luego de la emergencia. Este mecanismo presente en las semillas con vigor, representa las ventajas de una menor resistencia al arrastre de los cotiledones por su unión, los que protegen a su vez el epicótilo. La luz provoca el enderezamiento del gancho hipocotilar, promueve la síntesis de clorofila en los tejidos expuestos al sol, incluso los cotiledones, que se vuelven verdes y quedan horizontales a cada lado del eje comenzando la expansión de las dos hojas unifoliadas y la primera trifoliar. Si bien los cotiledones forman clorofila, su contribución fotosintética es baja, siendo muy importante lo que sigue aportando desde sus reservas a los jóvenes tejidos de la plántula. Los daños de los cotiledones en esta época ( primera semana después de la emergencia ), retrasan considerablemente el crecimiento inicial y total de la planta. Luego los cotiledones caen. El tiempo requerido para el establecimiento de la plántula variará substancialmente en relación a la temperatura ambiente. Aspectos críticos de la etapa embrionaria •Semilla de alto vigor: podrá desarrollar una plántula aún cuando las condiciones mencionadas de temperatura y humedad no sean óptimas. También tendrá un mejor comportamiento ante una excesiva profundidad de siembra o encostramiento. •Humedad, temperatura y aireación del suelo: Estos factores están definidos por la preparación de la cama de siembra, la fecha de siembra y las condiciones climáticas. •La profundidad de siembra: influirá también sobre la disponibilidad de humedad, temperaturas y resistencias que encuentre la plántula para la emergencia. •Encostramientos: una compactación superficial dificulta la emergencia de los cotiledones, tanto más cuando menor sea el vigor de la semilla. Las plantas presentan en este caso el hipocótilo engrosado. •Daño en los cotiledones: por plagas o laboreos mecánicos, deben ser evitados ya que los cotiledones son la principal fuente de energía para la pequeña planta, incluso durante la primera semana posterior a la emergencia. (2)_Etapa vegetativa Desde que las plantas se autoabastecen con la expansión de la primera hoja trifoliada, y hasta la floración se desarrolla la etapa vegetativa en la que se construye la fábrica fotosintética que luego servirá para formar y alimentar las vainas y los granos. La magnitud del crecimiento vegetativo resulta fundamental para la producción de granos. Una planta bien desarrollada poseerá •Superficie foliar suficiente para lograr la mayor intercepción de luz solar. •Nudos suficientes como para alojar un elevado número de vainas. •Un sistema radicular bien desarrollado que le permita absorber nutrientes y agua para abastecer un alto rendimiento en grano. Cuando las condiciones ambientales son favorables, rápidamente se expanden las hojas y cada dos días se forma un nuevo nudo con su correspondiente primordio foliar y yema axilar. Aproximadamente a los 35 días de la siembra posee cinco hojas trifoliadas expandidas y alrededor de 19 nudos en el tallo principal. Las ramificaciones de las raíces comienzan a ocupar los 15 cm. superiores del suelo y allí estarán concentradas la mayor parte de ellas durante todo el ciclo. El período de crecimiento vegetativo dependerá del cultivar y del fotoperíodo reinante. Condiciones ambientales favorables de temperatura, disponibilidad de agua y fertilidad del suelo contribuyen a una mayor tasa de crecimiento. No obstante, cuando el cultivo alcanza valores de índice de área foliar ( superficie foliar / superficie del suelo ) entre cinco a ocho, este valor y también el rendimiento en granos se estabiliza sin sufrir nuevos incrementos. Esto es debido a que las hojas superiores sombrean a las inferiores en una magnitud tal, que el proceso fotosintético de estas hojas es insuficiente para compensar la respiración de mantenimiento; por lo cual se desencadenan los procesos de envejecimientos que conducen al amarillamiento y finalmente caída de la hoja. Igualmente, frutos no desarrollados, e insuficientemente abastecidos manifiestan decaimiento y abortan. Un crecimiento excesivo predispone también al vuelco de las plantas. El vuelco es una barrera para el rendimiento ya que desorganiza completamente la ubicación de las hojas en el cultivo. La proporción de luz interceptada es menor y además disminuye la eficiencia fotosintética de cada hoja, consecuentemente la del cultivo. La compactación de la masa vegetal predispone a las enfermedades. Las pérdidas de chauchas por la imposibilidad de ser levantadas por las cosechadoras, suelen alcanzar magnitudes importantes.