domingo, 17 de agosto de 2014

MONOGRAFÍA SOBRE EL GENERAL JOSÉ DE SAN MARTÍN - PARTE TRES


9. Los contrarios a la versión Así como se han presentado diferentes datos aprobatorios de la cuestión y un par de profesionales a favor, muchos historiadores han puesto todo de sí para desmentir la hipótesis recientemente presentada. Según Mario "Pacho" O´Donell, el gran enemigo de San Martín Carlos de Alvear, se divertía desparramando la calumnia de que Don José era hijo ilegítimo de su padre, Don Diego, en una aventura con una indígena misionera; pero esto contradice la versión de Pasquali sobre el silencio de Alvear en lo que a ese tema respecta. Cuando San Martín llegó a Argentina en marzo de 1812, inmediatamente formó, junto a otros hombres que habían viajado con él, la Logia Lautaro, cuyo objetivo era acumular poder para afianzar la independencia del antiguo virreinato. El general Zapiola (ya anciano) revela a Bartolomé Mitre el compromiso secreto exigido por la logia: los hermanos elegidos para alguna función debían hacerse asesorar por el Consejo Supremo en las resoluciones de gravedad y antes de realizar alguna designación o ascenso debían contar con la anuencia de los venerables de último grado. Era la ley primera "ayudarse mutuamente, sostener la logia aún a riesgo de la vida, dar cuenta a los venerables de todo lo importante, y acatar sumisamente las órdenes impartidas". En caso contrario, la persecución y el desprecio seguirían al desobediente en los menores actos de toda su vida. San Martín había desobedecido las órdenes de la Logia en reiteradas ocasiones, pero "quizá la más imperdonable fue cuando, estando ya en Chile, se le ordena regresar con su ejército, para defender a Buenos Aires del acoso de los caudillos Ramírez y López. Esto hubiera significado renunciar a la campaña libertadora. De acuerdo con sus oficiales y soldados, en lo que dio en llamarse el Pacto de Rancagua, y con la complicidad de Manuel Belgrano, que se inmola reemplazándolo con su Ejército del Norte, San Martín desoye las órdenes y continúa con su campaña." "Un San Martín poco conocido", Diario La Nación, año 2000. La Logia nunca se lo perdonará, y es posible que, a modo de venganza, hayan sido ellos quienes hicieron correr el rumor de que San Martín era mestizo y muchos otros rumores más, como que era opiómano, corrupto, loco, esposo infiel y desamorado. En lo que parece que muchos no concuerdan es en el conocimiento del rumor por la sociedad en esa época. O´Donell asegura que el rumor fue lanzado en aquellos tiempos por la Logia o por Alvear, al tiempo en que la historiadora Patricia Pasquali se sorprende al pensar que Alvear jamás hizo público el dato de la filiación de San Martín que, de ser cierto, debería conocer. Juan José Castro, director del Museo Histórico Nacional y presidente de la Academia Argentina de la Historia, parece estar de acuerdo con Pasquali al señalar que "por pequeña que fuera la sociedad de entonces, la importancia en la filiación de San Martín no podría haberse silenciado para guardar apariencias, como si fuera una confabulación de tanta gente y por tanto tiempo". "De la historia a la comidilla", Diario La Nación, año 2000. Doña Gregoria Matorras del Ser, hasta ahora conocida como la legítima madre del Libertador, era una sencilla mujer, aldeana del Obispado de Palencia, de pocas letras y católica según sus mayores. Sin razones para mentir o engañar a nadie, el 10 de julio de 1803, a los 65 años, hace testamento, en el que dice: "(...) Declaro que del referido mi matrimonio me quedaron cinco hijos (CINCO HIJOS) que lo son Dn. Manuel Tadeo, Dn. Juan Fermín, Dn. Justo Rufino, Dn. JoseL Francisco y Da. María Elena de San Martín, con los quales dhos. (dichos) varones, tanto en tpo. (tiempo) de su difunto Padre (...) pero puedo asegurar que el que menor costo me ha tenido ha sido el Dn. Josef Fran.co (y) (...) dejo, instituyo mis únicos y unibersales (sic) herederos a los significados Dn. Manuel Tadeo, Dn. Juan Fermín, Dn. Justo Rufino, Dn. Josef Francisco y Da. María Elena de San Martín y Matorras, mis cinco hijos legítimos y del enunciado Dn. Juan de Sn. Martín, mi difunto marido, para que lo que así se verifique, lo hayan, lleben (sic), gocen y hereden con la vendición (sic) de Dios (...)" (Documento M.M. N° 28. D ASM, T.I, pp.23-27 y Museo Histórico Nacional, T.1, pp.83 y ss) Como dice Juan José Castro en su artículo, Doña Gregoria Matorras no tenía necesidad de guardar semejante secreto durante toda la vida, cuando las circunstancias cambiaron. ¿Podría incluso callarlo cuando se dicta un testamento, al borde de la infinita muerte, siendo una aldeana anciana, simple y profundamente católica? ¿Tendría motivos para mentir sobre los orígenes de su hijo en una situación especialmente única? Juan José Castro considera que este documento es más definitivo que la memoria –"sin duda de buena fe", asegura- de doña Joaquina de Alvear, basada en una apreciación subjetiva. Con esta presentación de documento doy por finalizado el informe de comprobación de hipótesis "Padres naturales de San Martín", en relación a la temática "San Martín y el contexto americano (1778-1850)". Leer más: http://www.monografias.com/trabajos5/sanma/sanma.shtml#ixzz3AerFYVYu