Capítulo VI
UN TEMPLO BAJO LA GRAN ESFINGE
Orden en que se encuentran los símbolos en la Gran Esfinge
según se presentan en este libro.
CONSTELACIÓN
ESFINGE A QUE ALUDE SIGNIFICADO
Cabeza Virgo (Virgen) Inteligencia, vida, humanidad.
Pecho y garras Leo (León) Valor, fuerza, nobleza. Sol.
Cuerpo Tauro (Toro) Bravura, fuerza resistencia trabajo.
La Gran Esfinge está mirando hacia Oriente, hacia donde nace
el Sol.
El famoso ocultista Eliphas Levy atribuye a la Gran Esfinge los
cuatro principios o atributos básicos siguientes (todo ello a partir de
su apariencia física, mas no con base en la probable motivación psi-
cológica ni en el momento prehistórico en que fue construida, puesto
que de eso nada se sabe todavía):
,.1. Inteligencia: Iluminación que llega mediante el estudio.
2. Actividad: Trabajo constante dedicado a una causa.
3. Voluntad: Propósitos inquebrantables.
4. Discreción: Silencio absoluto, intransigente reserva.
Eliphas Levy dice que la Gran Esfinge simbolizó a Isis y que Isis
en la antiquísima religión egipcia no era una diosa, sino un símbolo de
la naturaleza: fue, por tanto, el primer principio de la vida?*-Asi dice
Eliphas Levy, pero, por lo que hoy se sabe, más bien parece haber
sido una mujer de carne y hueso que posteriormente fue deificada. (45)
I .—Nivel de la arena en la actualidad.
2.—Puerta simbólica.
3.—Escalera actualmente comprobada.
4.—Nivel del lecho del río Nilo. •;
5.—Entradfl secreta.
6.—Piso actual.
7.—Pequeño templo o templete hoy existente.
8.—Placa de piedra que está entre las garras de la Esfinge. (Se cree que esa pla-ca está tapando la entrada al subterráneo.)
9.—Tubos que se supone servían para dar ventilación al subterráneo.
10.—Sala de recepción que se supone existe bajo la Esfinge.
11.—Columnas que sostienen a la Esfinge.
12.—Escalera de la entrada secreta.
* <»
13.—Templo circular, seguramente principio del ceremonial de «iniciación».
14.—Puerta oculta de donde parten los tres pasajes hacia las tres pirámides: Keops,
Kefrén y Micerino.
15.—De este punto parte el pasaje secreto hacia la Gran Pirámide, por donde
muy probablemente desfilaban los sacerdotes egipcios para la realización
de los rituales de «iniciación». Probablemente por aquí desfilaron: Zoroastro,
Moisés, Pitágoras, Juan el Bautista, Jesús y otros muchos pertenecientes a
escuelas herméticas e iniciáticas como la de los Esenios, a la que perteneció
Jesús. (46)
Por su parte, Plutarco, unos 120 años antes de Cristo, dijo que
en el frontispicio del templo de Isis hubo una inscripción que decía:
«Yo, Isis, soy todo lo que ha sido, que es y que será; y ningún mortal
hasta hoy me ha desvelado; pero vendrá quien lo haga y entonces
será mi alegría.»
En el libro de Thoth, libro sagrado de los antiguos egipcios, a la
cabeza de la Gran Esfinge se le llama Ángel.
En la Grecia de los días de Heródoto, se decía que la Gran
Esfinge ocultaba un templo en el que normalmente se reunían los
sacerdotes encargados de formular los oráculos y profecías. No fue
ésta una idea inventada por los griegos, sino que era una antiquísima
tradición egipcia recogida por Heródoto, según la cual la Gran Esfin-
ge poseía un valor mágico y profetice.
En este libro se intentan aclarar esas tradiciones y además la
importancia histórica dal monumento, sobre el que hasta hoy sólo se
han hecho vagas especulaciones.
A pesar de la importancia real de la Gran Esfinge, algunos
enciclopedistas la llaman despectivamente Monstruo fabuloso, al que
le conceden como mero favor dos aspectos: el mitológico y el artísti-
co, sin profundizar más en el tema. De este modo, se está rehuyendo
el problema capital.
Después de la Gran Esfinge y seguramente por influencia de
ésta, aparecieron otras muchas copias tanto en el mismo Egipto
como en otras partes del mundo.
En Karnak, Egipto, hay una calzada de esfinges de carneros en
tamaño natural, que se dice representan a Amenofis —o por lo menos
a la religión dominante en los días de Amenofis— y que coincidió en
esos días con la regencia de la constelación zodiacal Aries, lo que
demuestra la influencia absoluta de las constelaciones sobre el pensa-
miento religioso.
Los asirios, los fenicios, los etruscos, etc., también esculpieron
esfinges, pero siempre estilizándolas con alas o de alguna otra mane-
ra, y todas ellas corresponden a varios siglos después de la realiza-
ción de la Gran Esfinge. Conviene recordar aquí que Maspero afirmó (47)
que la Gran Esfinge es la escultura más antigua conocida, no sola-
mente en Egipto, sino en todo el mundo, y, como antes se dijo, el anti-
guo Libro de los Muertos pone en boca de la Gran Esfinge lo siguien-
te:
«Yo soy la reina de estas regiones. Yo fui la primera que reveló a los
mortales el misterio de vida que hay en el trigo y en el maíz.»
Si se toma en consideración que tanto el trigo como el maíz eran
conocidos desde antes de la llegada de la primera dinastía, resulta
lógico suponer que Isis como deidad existió desde mucho tiempo
antes, aunque no se sepa cuándo empezó el culto.
LA SIGUIENTE PUBLICACIÓN CONTIENE REFLEXIONES DE ESTE TEMA...VER EN OTRA ENTRADA...