martes, 8 de noviembre de 2016

" Matar a un ruiseñor , 1960" - Harper Lee, 1926-2016: el espejo roto de una época en llamas ACTUALIZADO EL 20 DE FEBRERO DE 2016 A LAS 11:56 PM Harper Lee, 1926-2016. Con Matar a un ruiseñor , ayudó a cambiar la forma de pensar el conflicto racial, pero ¿qué ocurrió después? - fernando.chaves@nacion.com


Harper Lee, 1926-2016: el espejo roto de una época en llamas ACTUALIZADO EL 20 DE FEBRERO DE 2016 A LAS 11:56 PM Harper Lee, 1926-2016. Con Matar a un ruiseñor , ayudó a cambiar la forma de pensar el conflicto racial, pero ¿qué ocurrió después? POR FERNANDO CHAVES ESPINACH fernando.chaves@nacion.com E s difícil imaginar un año más propicio que el 2015 para la publicación de Go Set a Watchman ( Ve y pon un centinela ), novela que, en realidad, nunca debió ver la luz. La obra es dos cosas simultáneamente: por un lado, fue la primera versión, rechazada por editores, del hito de la literatura estadounidense que representa To Kill a Mockingbird ( Matar a un ruiseñor , 1960), que fue durante 55 años la única novela publicada de Harper Lee. En su obra cumbre, el abogado blanco Atticus Finch debe defender a un hombre negro, Tom Robinson, injustamente acusado de violar a una mujer blanca en una época de crudo conflicto racial. Contada desde el punto de vista de Jean Louise Finch (Scout), su hija, y su hermano Jem, representó un quiebre en la forma en la que se discutía el tema, y Atticus se erigió como ese “centinela” moral que abogaba por la comprensión mutua desde el papel que le tocaba jugar en la vida. MÁS INFORMACIÓN Escritora Harper Lee afirmaba que hotel de Donald Trump era comparable al infierno ‘Matar a un ruiseñor’ Con íntimo funeral, familiares y amigos despidieron a Harper Lee No obstante, la novela empezó de forma muy distinta. Ve y pon un centinela sacudió a los lectores: Atticus era otro. En el libro, Scout vuelve a casa a mediados de los 50, años después del juicio, aún incómoda con la cambiante cultura sureña y el brutal prejuicio racista. Es una secuela, pero escrita antes del clásico, o una traición al legado de su autora –como la consideraron algunos críticos–. Desde que se anunció, se rumoraba que la autora no estaba en plenas facultades para aprobar la publicación, pues padecía demencia senil. Como Lee declinó dar entrevistas desde los años 60, la polémica no ha concluido. Scout encuentra a su padre, aquel héroe de la masculinidad justa y sensata, aquel adalidad de la justicia racial, más bien convertido en un típico conservador sureño. Es decir, sin caer en los extremos violentos de sus vecinos, duda de la capacidad de los negros para votar y cuestiona el grado de integración posible en Estados Unidos. Se estima que Matar un ruiseñor ha vendido más de 40 millones de copias en 40 idiomas. Se despacharon más de dos millones de copias de Ve y pon un centinela en el 2015.ampliar Se estima que Matar un ruiseñor ha vendido más de 40 millones de copias en 40 idiomas. Se despacharon más de dos millones de copias de Ve y pon un centinela en el 2015. El contraste es dramático. Por décadas, Atticus fue un héroe, un guía moral. Después, en pleno 2015, medio siglo después, tras la batalla por los derechos civiles, caía del pedestal. Tal cambio quizás sea cuestión de perspectiva, como argumenta Megan O’Grady en Vogue : “Jean Louise ya no es una pequeña inocente, sino una mujer con opiniones propias, que ha visto el mundo más allá de la cerca del vecino y a quien no le sirven falsas utopías construidas sobre el miedo, la intimidación y los encorsetados mantenedores del statu quo ”. PUBLICIDAD Acercarse a esa madurez ha sido un proceso traumático para la sociedad estadounidense. El 2015 fue especialmente intenso en cuanto a la discusión sobre cómo entender la relación entre blancos y negros –y las demás culturas que componen la sociedad norteamericana–, debido a los controversiales casos de abuso policial que acabaron en muertes de jóvenes negros. Harper Lee, 1926-2016: el espejo roto de una época en llamasampliar Harper Lee, 1926-2016: el espejo roto de una época en llamas Por increíble casualidad, Ve y pon... se publicó unos días antes de Between the World and Me , de Ta-Nehisi Coates, el más discutido del año (ganador el National Book Award). En él, retomando el lenguaje de James Baldwin y evocando su ímpetu político, Coates clama contra la violencia que aún acecha a los cuerpos negros. Leyendo a Atticus desde ahora, sabiendo de sus contrastes, pero también de lo que ocurrió a partir de 1960, podemos aventurarnos a pensar que lo que Harper Lee hizo desde Matar a un ruiseñor fue invitar a cada miembro de la sociedad a convertirse en centinela. Si cada uno de nosotros no procura la justicia desde donde nos toca vivir, ¿cuál abogado podría defendernos? Solo un héroe, y esos no existen.LA NACIÓN ****************************************************************************** OPINIÓN ‘Matar a un ruiseñor’ ACTUALIZADO EL 24 DE FEBRERO DE 2016 A LAS 12:00 AM POR JAIME DAREMBLUM jaimedar@gmail.com La novela To Kill a Mockingbird ( Matar a un ruiseñor ) y una producción cinematográfica del mismo drama, fueron hitos de gran resonancia cultural en Estados Unidos. Eran los años iniciales de la década de los 60 y la autora del libro fue Harper Lee, en su primera y única hasta entonces obra literaria. Leerla era como trasladarse al sur del ayer, con todo el sabor amargo del esclavismo de entonces, pero todavía presente en las líneas sociales que separan a los de arriba de los de abajo. Harper Lee provenía de esa pequeña localidad –Maycomb, inspirada en Monroeville– de Alabama donde se desarrolla el drama en 1935. La trama es un recuento imaginario de lo que hacía Lee en su infancia, cuando prevalecían los moquetes en los que ella, Scout, con nueve años, era campeona. En sus travesuras participaban su hermano Jem, de doce años, y Truman, un primo contemporáneo que compartía sus picardías. El elenco incluye a su padre, Atticus Finch, viudo aún joven, abogado e ícono de la moralidad que personifica Gregory Peck. Aquí arranca la médula de la acción y no deseo privar al lector del inmenso placer de adentrarse en esta complicada madeja. Con posterioridad a 1960, sabemos que el trío de los antiguos mosqueteros de alguna forma perduró. Cuando Capote realizó las entrevistas del principal acusado de los horrendos homicidios narrados en su obra In Cold Blood ( A sangre fría ), se sintió solo y en peligro en el ignoto lugar y le pidió a Harper Lee que lo acompañara, a lo que ella sin titubeos accedió. ¿Recuerda el lector que Truman era el primo del personaje principal en Matar a un ruiseñor ? El año pasado apareció otra novela de Harper Lee titulada Go Set a Watchman (Ve y pon un centinela) . La editorial HarperCollins decidió proseguir los planes de publicación. Sin embargo, si algo quedó claro es que el segundo manuscrito era originalmente el que correspondía al Ruiseñor, cuyo texto fue sometido a numerosos cambios y alteraciones editoriales. Ahora sale a la venta como una segunda novela de Harper Lee. Quedo a la espera de que alguien en su sano juicio aclare este misterio. PUBLICIDAD Harper Lee falleció el viernes. Tenía 89 años. Jaime Daremblum es abogado y politólogo. Es director de estudios latinoamericanos del Hudson Institute y tiene un Ph.D. de Tufts University, Flectcher School. Fue embajador de Costa Rica en Washington y analista del Fondo Monetario Internacional.