miércoles, 7 de diciembre de 2016

CAPÍTULO DIECIOCHO - EDUCACIÓN Y DISCAPACIDAD-Final


50 Prestaciones especiales en materia de educación iii) Personal suficientemente preparado. La calidad del personal y las competencias asignadas a cada uno de ellos determinan también el éxito de una escuela en la educación de alumnos con discapacidades. En general, el nivel del profesorado tendrá que ser mayor, en razón del esfuerzo adicional exigido por estos alumnos. Los profesores necesitan conocimientos adicionales en materia de evaluación, desarrollo de programas de estudios y pedagogía. Es importante que los profesores con conocimientos especiales compartan éstos con sus colegas, de modo que los alumnos con discapacidades puedan recibir instrucción del mayor número posible de enseñantes. Probablemente, algunas de las técnicas prácticas requeridas (por ejemplo, fisioterapia) no existirán en la escuela, por lo que sería necesario obtenerlas del exterior. iv) Vínculos con el hogar y la comunidad. Para lograr sus objetivos, la educación de alumnos con discapacidades conlleva una colaboración entre el hogar y la escuela. Las dimensiones de esta colaboración han sido ya descritas en relación con la educación durante la primera infancia. Para que las escuelas ordinarias puedan asumir la educación de estos alumnos, tendrán que sentar las bases de esta colaboración y contar con los padres en la educación del niño. En muchas sociedades, la participación de la comunidad es también importante, en parte como recurso adicional para la escuela y, en parte, como medio para garantizar la continuidad de la experiencia de compatibilizar la integración escolar con la normalización dentro de la comunidad. 26. ¿Están desarrollando nuevas funciones las escuelas especiales? ¿Están adoptando medidas para integrarse en el marco de la educación general? Las escuelas especiales son un recurso importante por lo que se refiere a la educación de alumnos con discapacidades. Han sido pioneras en gran número de prestaciones, y han sido también la única fuente de educación para muchos alumnos. Pero tienen que cambiar si desean seguir desempeñando un papel primordial. Aunque algunas de ellas podrían no ser ya necesarias, la mayoría necesitarán evolucionar y asumir nuevas funciones a medio plazo. Lo verdaderamente difícil para las escuelas especiales será encontrar la forma de prestar apoyo a las escuelas ordinarias en la educación de niños con discapacidades y, en unos tiempos en que el principio de integración gana cada vez más adeptos, impartir una educación de alta calidad a los alumnos que todavía asisten a ellas. Para ello, una posibilidad consistirá en establecer vínculos de trabajo con las escuelas ordinarias. Estos vínculos están aún en estado embrionario en muchos países, pero se tiene suficiente experiencia al respecto como para ver claramente sus posibilidades. La creación de vínculos abarca tres aspectos: alumnos, personal, y recursos. Los alumnos de una escuela especial podrían asistir a una ordinaria, por separado o en grupos, solamente para algunas clases o durante la mayor parte de la semana, y en respuesta a una finalidad concreta o en preparación para un traslado definitivo. El empleo de personal es en estos casos una de las claves del éxito. Los profesores de escuelas especiales pueden desempeñar tres tipos de actividades en una escuela ordinaria: enseñanza; apoyo de esos otros colegas mediante información y asesoramiento, demostración práctica de métodos de enseñanza y sesiones prácticas de formación; y control de los vínculos establecidos, particularmente cuando éstos conllevan un movimiento de alumnos importante. El personal de las escuelas ordinarias puede colaborar en los programa de estudios de las escuelas especiales, especialmente cuando éstas 51 Prestaciones especiales en materia de educación carezcan de expertos en determinadas materias. La existencia de esos vínculos puede también implicar el traslado o la compartición de recursos materiales. Consecuencia de todo esto es la necesidad de un cambio, posiblemente radical, en las escuelas especiales. Estas tendrán que ampliar sus horizontes, establecer unos vínculos efectivos con las escuelas ordinarias de su entorno, y esforzarse por integrarse en el sistema general de prestaciones existente. Incluso el propio concepto de escuela especial podría verse modificado, a medida que éstas dejen de estar aisladas y asuman funciones de asesoramiento, formación y difusión de información. FIN BASADO EN DOCUMENTACIÓN DE LA UNESCO DESARROLLADO EN: Educación de niños y jóvenes con discapacidades Principios y práctica E d u c a c i ó n de niños y Jóvene s con d i s c a p a c i d a d e s Principios y práctica Seamus Hegarty 1994 Índice Prefacio 7 Introducción 9 Parte A Una Declaración de Principios 11 Principios básicos 15 Estrategias para mejorar la oferta de educación especial 17 Legislación 17 Apoyo de la administración 18 Servicios educativos 20 Educación para la primera infancia 23 Preparación para la vida adulta 24 Participación de los padres 25 Capacitación 26 Investigación y desarrollo 27 Referencias 29 Parte B Estructura para una auditoría de las prestaciones 31 Legislación 33 Administración 38 Educación en la primera infancia 42 Prestaciones especiales en materia de educación 47 Transición desde la escuela a la vida adulta 53 Desarrollo profesional 58 Servicios de apoyo 62