sábado, 16 de diciembre de 2017

DESTELLOS PATAGÓNICOS (4) -La tabeada-


Sergio Pellizza 28 de noviembre · · LA "TABEADA" 27 de noviembre LA "TABEADA" Por Sergio Pellizza La" taba" es un juego muy antiguo traído a estas tierras por los españoles, muy popular en las zonas rurales de todo el país, también en la Patagonia, jugado normalmente por plata. Está hecha de un hueso del pié del caballo llamado astrágalo. Se juega en cancha de tierra alisada: se denomina “suerte” si cae con la parte lisa o ganadora hacia arriba, “culo” si es la parte hueca o perdedora y “pinino” si queda vertical que se suele pagar doble o triple. ¡Voy por 3 pesos el tiro¡… pago y cuatro más al que espera…¡pago¡… Está en pleno auge la “tabeada”, detrás del galpón de esquila. También en un galponcito de al lado se había armado unas mesas para jugar al cacho (un juego de dados), al pase ingles y monte criollo. Todo festejando el fin de la temporada de esquila. El tirador de la taba se prepara. Sujeta con la mano izquierda la parte la parte baja del saco para que no le estorbe al tirar el “gueso”. El hombre sostiene la taba, en la palma de la mano derecha extendida hacia adelante y haciendo dar a la misma unos saltitos de ensayo sin largarla, con el cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante, mientras mira fijamente a los reunidos en el extremo opuesto de la “cancha”, donde su oponente espera el tiro. Se cruzan nuevas apuestas entre el que tira y el que espera. Después el hombre se inclina un poco más listo para tirar… se detiene un instante esperando que alguien aumente la apuesta… se escucha… cinco pesos más al tiro…. El hombre se tiene fe espera un momento mas y viendo que nadie aumenta la apuesta, mirando fijamente al frente, el hombre se inclina un poco más hacia adelante, hace balancear nuevamente la “taba” en su palma y la arroja suavemente. Esta sale describiendo un semicírculo abierto hacia arriba seguido por los ojos abiertos de todos, da una vuelta sobre sí misma en el aire y cae en el extremo opuesto de la “cancha” con sonido apagado se pega a la tierra. Cae marcando suerte, pero la traicionera inercia la inclina de costado, lo que significa que no fue buena ni mala. Apenas la taba ha tocado tierra, varios pies se ponen encima, pues en el caso de haber salido suerte o mala el que tira o el que espera debe retirarse cediendo el lugar al que pisó la taba primero. Pero como el tiro no salió suerte ni mala, ambos contendientes siguen mirándose… Se encrespa el hombre que ha hecho el tiro, pues le parece que le pisaron la taba antes de tiempo impidiéndole que salga suerte… -¡ “Oiga… carajo¡…¡ No me pise la taba antes de tiempo si no quiere salir con las tripas como pañuelo¡” … El aludido ya nervioso porque estaba perdiendo respondió irritado… ¡No me grite que no soy palenque para rascarse… ¡ soy capaz de pisarle la taba y la cabeza también¡…Hubo un cambio de palabras gruesas…Un acercarse de miradas torvas mientras las manos derechas se iban para atrás y la izquierda enrollaba el poncho. Ambos se sentían ofendidos y con ganas de hacerle tragar las palabras al otro. Esto solo significaba una cosa, un duelo criollo a cuchillo que, solía terminar mal, muy mal, con heridos graves o muerte. El viento se aquieta de golpe y se siente en el ambiente un presentir de tragedia. ¡ Cuidado viene la policía ¡ grita un paisano a toda garganta…guarden los facones y disimulen. La palabra policía sujeta a los contendientes que se quedan en su sitio mirándose bravamente. Pasan unos instantes que son aprovechados por unos comedidos apaciguadores amigos de los enfrentados que despacio van llevando a los contrincantes en sentidos opuestos. Pasa un rato… No aparece la policía… todos entienden sin preguntas. Se serenan los ánimos y alguien dice. Es nuestra fiesta paisanos… no la estropeemos, y se reanuda la tabeada. El que esperaba es el que ahora tiene la taba en la mano, se siente ahora tranquilo y seguro. ¡Voy 10 pesos más al tiro¡ Nadie contesta. Todos saben que el que tira ahora lo hace muy bien… Insiste haciendo jugar la taba en la mano…Vamos no se achiquen… La taba es como mujer chueca y con mal aliento. No se casa con nadie. ¡diez pesos más al tiro ¡… silencio total. Viendo que nadie le copa la parada el hombre se inclina ligeramente al tiempo que lanza la taba, esta baja como un proyectil de artillería en blanco bien calculado llega al extremo de la cancha y se clava precariamente en suerte, pero al asentarse en caprichosa pirueta, se da vuelta y cae en “mala”, al mismo tiempo varias voces dicen “culo” y muy despacio varios píes se posan sobre la “taba” Tranquilamente, el hombre que ha tirado y ha perdido, verifica la posición de “mala”. Se hace a un lado diciendo. Ven paisanos… La “taba” no se casa nadie. El largo crepúsculo de mediados de febrero va entregando su paleta de rojos intensos, anaranjados brillantes, algún rosado reflejo alguna nube baja y el sol termina majestuosamente por desaparecer por el oeste seguido de ese majestuoso y colorido telón crepuscular, como cerrando el espectacular día patagónico. La paisanada va al fogón matero detrás del molino esperando el asado. Aparece alguna guitarra o alguna historia interesante, como la acontecida hoy por una apresurada pisada de “taba” que casi termina en duelo… 27 Noviembre 2017