sábado, 16 de diciembre de 2017

DESTELLOS PATAGÓNICOS (5) -Conmoción en el pueblo-


Sergio Pellizza 25 de noviembre · · CONMOCIÓN EN EL PUEBLO 25 de noviembre CONMOCIÓN EN EL PUEBLO Por Sergio Pellizza En 1905 Rio Gallegos era una coqueta población de alrededor de 900 habitantes que recibió con los brazos abiertos a los adinerados caballeros, daban bondadosas propinas, hacían gala de una abultada cuenta bancaria y se mostraban decididos a invertir en los campos de Santa Cruz. Se trataba del encantador matrimonio Lindem y algunos amigos, todos inversores norteamericanos. Se alojaron en el Hotel Argentino, el mejor del pueblo y frecuentaban el club El Progreso. Un día martes, 14 de febrero de 1905… “Ponga el dinero en la bolsa”, gritó el señor Lindem apuntando con una Colt 44 al subgerente del Banco Tarapacá de Río Gallegos. Detrás el señor Brady ya tenía en sus manos una caja de metal con libras esterlinas. En pocos minutos robaron 30 mil monedas de peso nacional.. En la puerta, un jinete con la cara cubierta los esperaba (luego se sabría que era la señora Lindem, tal el sobrenombre elegido por Etta Place) con caballos en los que escaparon al galope por la Avenida Roca, para tomar luego dirección Noroeste en busca del vado del Río Gallegos. Pasaron varios meses antes que los Riogalleguenses supieran que habían sido víctimas de la Black Jack, famosa banda que a finales de 1800 asaltó trenes y bancos en Estados Unidos. Según cuentan las crónicas de la época, el gendarme apostado en el Café de París, a metros del banco, vió pasar a los gringos al galope, pero no se alarmó, pensó que se trataba sólo de una apuesta. Según relata la periodista Marta Aguilar Torres en el artículo: Del salvaje oeste a la lejana Patagonia- “El subgerente Bishop había utilizado uno de los 70 teléfonos habilitados en el pueblo para comunicar lo acontecido a la Jefatura de Policía. El jefe de la fuerza, Dámaso Lechaga, organiza para buscar a los fugitivos una patrulla de emergencia en la que los agentes policiales son menos que los vecinos, entre ellos Víctor Fenton, hermano del primer médico que tuvo Santa Cruz. No llega muy lejos esta comisión y la persecución la continúa el sargento Eduardo Rodríguez que, al llegar al Bajo de la Leona, se encuentra con la noche y el caballo cansado. Hace un alto y a así pierde oportunidad –si de verdad tuvo alguna- de seguirle el rastro a los malhechores”. De acuerdo a la reconstrucción que realiza sobre el hecho el investigador santacruceño Osvaldo Topcic: Cassidy, el Kid y Etta Place llegaron a la ciudad a finales de diciembre de 1904 y se alojaron en el mejor hotel del pueblo el Hotel Argentino, gracias a su despliegue de propinas y cuentas bancarias fueron invitados al Club Progreso por lo más selecto de la población. Estos hechos, junto a la promesa de inversiones, crearon un clima de euforia y confianza que facilitó la consumación del asalto al banco. Según cuenta el archivo de la agencia de investigación norteamericana Pinkerton, los tres integrantes de la banda buscados por numerosos robos y asaltos, se embarcaron el 20 de febrero de 1901 en el paquete barco Soldier Prince que partiría desde Nueva York a Buenos Aires. Para mayo desde ese año ya eran tres distinguidos huéspedes del Hotel Globo de Trelew, y en la primavera tomaron posesión de seis mil hectáreas de tierras vírgenes en la zona de Cholila, dispuestos a cumplir con el mandato colonizador. Pero la vida tranquila de colonos norteamericanos duró poco, y en 1905 con el robo del Tarapacá iniciaron una serie de asaltos que los convertiría otra vez en una banda peligrosa. Así como sobre sus vidas se tejieron cientos de fantasías, sobre sus muertes prosperan las más fantásticas historias. Mientras Etta Place, esposa del Sundance Kid regresaría a Estados Unidos, la suerte de su marido y de Butch Cassidy, nunca se supo a ciencia cierta. Algunas versiones indican que encontraron la muerte en Bolivia, o en Uruguay o en Argentina, otros creen que Butch Cassidy murió de viejo en un pueblito de Montana, EE.UU, criando caballos.- Este episodio robado de una película del Lejano Oeste, famosa; protagonizada por Robert Redford y Paul Newman ‘Butch Cassidy & The Sundance Kid. Ocurrió hace más de un centenar de años y aún hoy se lo recuerda como uno de las famosas causas policiales sin resolver. Ese día, además del dinero, los pistoleros se llevaron en la bolsa la credulidad de una coqueta población que había recibido con los brazos abiertos a los famosos pistoleros que se ocultaron bajo el disfraz de adinerados caballeros, daban bondadosas propinas, hacían gala de una abultada cuenta bancaria y se mostraban decididos a invertir en los campos de Santa Cruz. El tiempo trascurrido después de la llegada de los norteamericanos al sur de la Patagonia, su asalto en el banco ingles de Rio Gallegos, su actuación en la provincia de Chubut, hizo que poco a poco, los acontecimientos fueran tomando forma de leyenda, creada por la exageración de los comentarios alrededor de los fogones de los campamentos de trabajo, en los corrales, o los mostradores de los boliches de las “gueyas” largas. Esto también lo guarda en su memoria el viento del oeste que, de vez en cuando sopla de manera diferente para que estos hechos que en su esencia ocurrieron, no se pierdan y se hace voz en algún bisnieto de esta generación y que lo escucho de su abuelo, lo cuente.